Serguéi Lavrov: Muchas gracias por las buenas palabras y por la alta apreciación del trabajo de nuestros funcionarios en Alemania. Quiero decir unas cuantas palabras de la cooperación entre la Iglesia y nuestra diplomacia en los asuntos internacionales y en lo que se refiere al servicio de guía espiritual para los compatriotas, tanto por la Iglesia como por el Estado. Resultó que tras la desintegración de la Unión Soviética, cuando el Estado no tenía la plena posibilidad para trabajar con la gente que se vio, por causas distintas, en el exterior, la Iglesia, junto con las Embajadas, desempeñaba un papel muy importante de eslabón de enlace. Pero la Iglesia estuvo representada en el exterior en aquellos sitios donde no había nuestras delegaciones diplomáticas y. claro está, compensaba la falta de comunicación con la Patria manteniendo los lazos espirituales y culturales.

Actualmente la situación es mejor. Actúa Rossotrúdnichestvo, Agencia instituida por el Presidente que tiene sus delegaciones en más de cien ciudades extranjeras en más de setenta países. Importa que esas actividades se conjuguen con las de la Iglesia Ortodoxa Rusa .máxime porque tanto en los últimos años las posibilidades la Iglesia para trabajar con los compatriotas en el exterior se han mejorado sustancialmente: se abren templos nuevos, y se restauran los antiguos.

Encontrándome en el exterior siempre trato de visitar, si es posible, las parroquias de la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR) porque para nosotros esto también es importante. Rusia es un país multiétnico y multiconfesional. Pero de todos modos la ortodoxia subyace el Estado ruso. La ortodoxia garantizaba bastante en todas las etapas de nuestra historia la convivencia y la cooperación de todos los pueblos, de todas las etnias, de todas religiones en nuestra tierra sin límites. Y es muy importante que ahora Cirilo, Patriarca de Moscú y de Toda Rusia, presta la enorme atención a la promoción de los valores de las religiones tradicionales en la palestra internacional. Es importante porque los derechos humanos son universales, pero la interpretación actual de los derechos humanos en algunos países entra en contradicción con los valores morales y religiosos tanto de la ortodoxia como del cristianismo en general, el Islam y otras religiones monoteístas. Es muy importante que este aspecto no desaparezca.

Con la bendición del Patriarca y por encargo del Presidente de la Federación de Rusia y del Gobierno de nuestro país promovemos activamente el tema del diálogo entre las religiones y civilizaciones en la ONU, en el Consejo de Europa, en la OSCE, en nuestros contactos con la Unión Europea y con otros socios rectores. Estoy convencido de que el principio moral en los asuntos internacionales es muy importante no sólo para personas concretas, lo cual de por sí es muy significativo, sino también para que los problemas que afrontamos hoy día se solucionen basándose en la justicia. En cuanto perdemos la moral aparece la injusticia y aparecen soluciones que no curan el problema sino que ocultan la enfermedad.

Quiero expresar mi reconocimiento por lo que hacéis aquí y expresar la esperanza de que los parroquianos, y son muchos, reciban en Núremberg su templo ortodoxo. Claro que no será mañana, pero el Estado apoya el programa de la apertura de los templos ortodoxos en el exterior donde hay muchos compatriotas nuestros. Estoy seguro de que sabremos organizarlo.

22 de noviembre de 2010