La situación indignante en torno a la Agencia de Información Rusa Sputnik en Estonia es un motivo de gran preocupación.

Parece que para Tallin es una cuestión de principio lograr la eliminación de este medio ruso. Desde la Oficina de la Policía y de la Guarda de Fronteras local les envían a los empleados de Sputnik en Estonia las cartas, en las que los amenazan con persecución judicial. Además, se subraya que la justicia también puede aplicarse a aquellos quienes, teniendo información sobre personas jurídicas o físicas relacionadas con Sputnik, no lo denuncian a la Oficina de Blanqueo de Dinero.

Por lo tanto, las autoridades de Estonia en su persecución a la Agencia de Información Rusa cambiaron a métodos totalitarios como la intimidación brutal de sus empleados y socios con medidas punitivas.

Esta situación es absolutamente inaceptable y está más allá de los principios democráticos fundamentales y de las obligaciones internacionales de Estonia de garantizar el funcionamiento sin obstáculos de los medios de comunicación, la libertad de expresión y la igualdad de acceso a la información.

Instamos que las instituciones internacionales especializadas y a las ONG de derechos humanos respondan inmediatamente, sobre todo, esperamos la evaluación de la situación por parte del Representante de la OSCE para la libertad de prensa, Harlem Désir.