COMUNICADO DE PRENSA

 

Hemos prestado atención a los mensajes sobre el inicio de la independiente investigación oficial de los crímenes cometidos por los militares británicos en el territorio de Afganistán, anunciada ya en diciembre de 2022.

Se trata, en particular, de un tema resonante, la matanza de 54 ciudadanos afgano por los combatientes de la unidad especial (SAS). El proceso correspondiente judicial concluyó anteriormente sin cargos. Además, se ha empezado la colección de la base probatoria relacionada con las “numerosas”, como destacó específicamente el responsable de la investigación, el miembro de la Cámara de los Lores, Charles Haddon-Cave, ejecuciones cometidas por las Fuerzas Armadas británicas en el curso de la campaña afgana hasta 2013 y la subsiguiente ocultación de los hechos mencionados por los dirigentes del Ministerio de Defensa británico.

La información sobre estos hechos aparece en el Libro Blanco, publicado en la página web del MAE ruso, sobre las muertes de la población civil afgana provocadas por las acciones delictivas de EEUU y sus aliados. Cabe señalar que tales crímenes en Afganistán los cometieron, por desgracia, no solamente los militares del Reino Unido. Hace un rato, en particular, otro militar australiano fue acusado de haber matado a un civil en Afganistán. Parece que los descarados intentos de ocultar estos hechos generaron en los militares occidentales la sensación de permisividad e impunidad con respecto a la población local.

Contamos con que al fin y al cabo presenciaremos una investigación imparcial y transparente con el resultado concreto: el castigo de los militares implicados en los crímenes. Los parientes de los afganos difuntos y heridos deben llegar a ver la justicia.