Como se sabe, en una entrevista concedida recientemente al portal de noticias lituano Delfi la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, contó sobre una supuesta presión ejercida sobre ella durante la reunión con Vladímir Putin en febrero de 2010 en Helsinki que se manifestó en una “lista de condiciones que tuvo que cumplir Lituania”.

Hemos ya declarado que esto no tiene nada que ver con la realidad. Además, propusimos de inmediato a Vilnius a publicar la grabación de aquella conversación para desmentir las insinuaciones lituanas. Mientras, no hubo la reacción, aunque es comprensible.

Las similares declaraciones provocativas que no tienen nada que ver con los hechos reales no les honran a las autoridades de Lituania. No se puede ganar puntos a costa de una falsificación evidente.