Ayer, 1 de julio, el MAE de Rusia hizo un comentario acerca de las hipócritas declaraciones del líder de Ucrania sobre lo que ha venido a llamar el uso "humano" del ejército en los óblast de Donetsk y Lugansk.

Hoy seguimos informando a la sociedad rusa, ucraniana y mundial sobre los nuevos crímenes del régimen de Kiev que, tal como hemos señalado ya, no pueden quedar sin respuesta.

El 30 de junio, como consecuencia de un ataque de artillería a la ciudad Slaviansk, en el óblast de Donetsk, murió una persona y tres resultaron heridas. Los militares ucranianos bombardearon el territorio de la fábrica de aislantes con proyectiles con sustancias químicas desconocidas. Una persona resultó intoxicada y se encuentra en estado grave en el hospital. Se ha observado que la víctima tiene fuertemente afectadas las mucosas de la nariz y la garganta. Según ciertas fuentes, los síntomas apuntan a una intoxicación por cloro. En los últimos días, ingresaron en el hospital de Slaviansk tres milicianos con signos de envenenamiento químico.

El 1 de julio, a consecuencia de los ataques de las fuerzas de seguridad en la ciudad del óblast de Dontetsk Kramaotorks, que comenzaron en la tarde del 30 de junio, murieron siete civiles.

Las balas impactaron contra el edificio de la escuela Nº 24 y la casa de vecinos contigua, ubicada en el cruce de las calles Sotsialisticheskaya y Katerinich. La explosión hizo saltar los cristales y quedó fuertemente deteriorada la fachada del edificio y los balcones.

La tarde del 1 de julio, se reanudó el ataque de artillería contra Kramatorsk. Se bombardeó la localidad de Veseli (a las afueras de Kramatorsk), que se encuentra cerca del aeropuerto. Parte de los proyectiles cayeron en una residencia privada provocando un incendio. A las autoridades ucranianas no les preocupa ni siquiera la suerte que puedan correr los niños. A raíz de los ataques de los militares ucranianos en Lugansk fue necesario evacuar una "Casa cuna".

El 1 de julio, en el óblast de Lugansk, cerca del puesto fronterizo ucraniano de Izvarino, el equipo de grabación de la cadena de televisión rusa REN TV fue sorprendido por los disparos con mortero de los militares ucranianos. Debido a la explosión de un proyectil, el reportero Denis Kulaga sufrió una contusión y quedó herido; también fue alcanzado el técnico de cámara, Vadim Yudin. Asimismo, cuatro personas de la localidad resultaron heridas, encontrándose dos de ellas en estado grave.

En Lugansk, durante los últimos dos días, los ataques de artillería han destruido parcialmente las escuelas Nº14 y Nº35, y han sufrido fuertes daños algunas viviendas particulares. Hay dos lugareños heridos: uno de ellos con herida de metralla y el otro, por arma de fuego.

El 1 de julio, en el óblast de Donetsk, los agentes de seguridad ucraniana bombardearon la ciudad de Slaviansk, la aldea Semenovka y la ciudad de Yampol en la región de Krasnolymaksky.

Durante el ataque de artillería de Slaviansk, murió un ciudadano de Rusia, T. Ivanov, procedente de San Petersburgo. Resultaron heridas también tres personas, entre las que hay una mujer que se encuentra en estado grave.

La artillería ucraniana golpea con ataques de metralla. Han sufrido fuertes daños los edificios del pequeño barrio de Artem, sobre todo las casas de vecinos ubicadas en las calles Volanaya y Bulvarnaya. Los residentes pasaron la noche anterior en sótanos y refugios.

El municipio de Nikolayevka, que se encuentra a 15 km de Slaviansk ha sido sometido a los ataques a gran escala con el sistema de lanzamiento de misiles "Grad", tanques y mortero.

El 1 de julio a consecuencia de las acciones militares de los soldados ucranianos se cortó la luz de Slaviansk. Se interrumpió el suministro eléctrico en varios lugares públicos de Kramatorsk: la maternidad y la sala de cirugía del hospital de la ciudad.

El 1 de julio, en el óblast de Donetsk, a 20 km de la frontera con Rusia, fueron alcanzados por los disparos de los agentes de seguridad ucranianos dos autobuses de refugiados, que salían de Kramatorsk al óblast de Vladimirsk. En los autobuses había 84 personas. Afortunadamente, no se registraron víctimas.

Volvemos a exigir firmemente a las autoridades ucranianas, si aún tienen la capacidad para evaluar con sensatez las consecuencias de la política criminal que están siguiendo, que renuncien a disparar contra la población en las ciudades y pueblos de su país, y que se atengan verdaderamente al alto al fuego para salvar la vida de la gente.

Resolver los problemas políticos de Ucrania destruyendo físicamente a los ciudadanos de su propio país difícilmente puede inscribirse dentro de las normas de una sociedad civilizada europea a la que pretende pertenecer en este momento Kiev.

2 de julio de 2014