United States of America
Comentario ofrecido por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, en relación con los incidentes aéreos sobre el mar Negro
Sigue cobrando fuerza la actividad militar de EEUU y los países miembros de la OTAN a lo largo del perímetro de las fronteras de Rusia, inclusive los vuelos de aviones de combate y maniobras peligrosas de buques de la Marina de Guerra. Los militares estadounidenses y sus aliados de la OTAN han pasado de los intentos de poner a prueba el sistema de defensa de nuestras fronteras a realizar provocaciones contra aviones civiles, poniendo en peligro la seguridad del espacio aéreo y vidas humanas.
En respuesta a estas provocaciones, el 8 de diciembre, se entregó a la Embajada de EEUU en Moscú una nota de protesta con las advertencias sobre las consecuencias peligrosas de tales acciones indeliberadas.
En el documento entregado a la parte estadounidense se enumeraron recientes incidentes que pudieron haber acabado en tragedia, de no ser por la oportuna reacción de los pilotos y controladores de tráfico rusos.
El 3 de diciembre, por la mañana, un avión de reconocimiento CL-600 de la Fuerza Aérea de EEUU realizó un vuelo sobre las aguas abiertas del mar Negro, cerca de la zona de responsabilidad de los organismos rusos de control del tráfico aéreo, con un intenso descenso desde una altitud de 11.000 a 9.200 metros, cruzando la ruta del servicio de tránsito aéreo establecida para aeronaves civiles. La tripulación no respondió a las preguntas de controladores aéreos.
Se logró prevenir la colisión solo gracias al profesionalismo y la concentración de nuestros servicios aéreos que ordenaron oportunamente cambiar su rumbo a los pilotos del vuelo de Aeroflot cuya ruta se interpuso el mencionado avión de reconocimiento.
En las mismas horas y por las mismas causas otro avión de pasajeros de una aerolínea maltesa que volaba de la ciudad de Sochi a Skopje por poco evita una catástrofe. El mismo día, 3 de diciembre, más tarde, la aviación militar rusa alzó vuelo para acompañar a un avión de reconocimiento estratégico RC-135 de la Fuerza Aérea de EEUU sobre las aguas del mar Negro.
Observamos constantemente tales situaciones peligrosas.
Anteriormente, el 6 de octubre, tal como se detalla en la nota entregada a la Embajada de EEUU, el avión perteneciente a la empresa aérea Rossiya que realizaba el vuelo PSD093 Anapa-Moscú, a las 15:50 (hora de Moscú), al volar sobre la costa del mar Negro entre Anapa y Novorossiysk detectó una aeronave no identificada que volaba justo enfrente y estaba incomunicada que luego fue identificada como dron MQ9AReaper utilizado por los países de la OTAN para reconocimiento. Para evitar el choque, los controladores aéreos del Centro Regional de organización del tráfico aéreo de Rostov cambiaron urgentemente el itinerario del avión ruso.
El pasado 13 de octubre, en la zona de responsabilidad del mencionado Centro de Rostov, a las 9:58 (hora de Moscú), un avión espía Boeing RC-135 de la Fuerza Aérea de EEUU se acercó peligrosamente al avión de pasajeros Boeing-767-300 ER perteneciente a las aerolíneas Azur Air que había despegado del aeropuerto Ramneskoe y se dirigía a Sharem Hashej.
Los controladores aéreos ordenaron a los pilotos bajar drásticamente la altura de vuelo, lo que permitió evitar el choque.
Volvemos a subrayar que los peligrosos e inadmisibles vuelos de los aviones de guerra de EEUU y sus aliados de la OTAN se efectúan sin comunicación por radio, sin presentar los planes de vuelo y sin recibir la autorización de los controladores aéreos, implican serios riesgos para la seguridad de vuelos de las aeronaves civiles. De este modo, se violan los principios básicos de la aeronavegación refrendados en la Convención de Chicago sobre la aviación civil internacional (1944), así como otras normas del Derecho Internacional.
Reservándonos el derecho a reaccionar a los correspondientes desafíos por parte de EEUU y otros miembros de la OTAN que este país encabeza, invitamos a entablar un diálogo sustancial sobre las garantías de seguridad y las vías conducentes a rebajar la tirantez político-militar, incluida la prevención de los peligrosos incidentes en aire y mar. De lo contrario, para prevenir y eliminar las eventuales amenazas, utilizaremos todas las capacidades disponibles.