Declaración del Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia sobre los resultados de las negociaciones de los ministros de asuntos exteriores del “sexteto” con la delegación de Irán sobre la situación en torno al programa nuclear iraní, Ginebra, 24 de noviembre de 2013
Se acaban de completar las negociaciones sobre el programa nuclear iraní y se ha podido resolver una de las tareas más importantes de la política mundial. Como resultado de un intenso esfuerzo de las delegaciones de Gran Bretaña, Alemania, China, Rusia, EE.UU., Francia e Irán se ha elaborado un documento marco que, si se logra aplicar, permitirá eliminar una serie de graves preocupaciones que están asociadas al carácter e intención de los trabajos que está llevando a cabo Irán en el ámbito de la energía nuclear. El documento abre la perspectiva de la aplicación de forma integral de todos los derechos irrenunciables de la República Islámica de Irán como país que forma parte del Tratado de no-proliferación de armas nucleares.
Dicho acuerdo se basa en el concepto formulado por el Presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, que consiste, en esencia, en el reconocimiento del derecho incondicional de Irán de desarrollar un programa nuclear civil, que incluye el derecho al enriquecimiento de uranio, siempre y cuando ponga dicho programa bajo el riguroso control internacional y se supriman todas las sanciones vigentes impuestas a la República Islámica de Irán, entre las que se incluyen las unilaterales, cuya legitimidad nunca hemos reconocido ni reconoceremos. El acuerdo de Ginebra se basa en los principios del concepto de graduación y mutualidad que fuimos los primeros en promover y que ha obtenido finalmente el reconocimiento y el apoyo de todos.
El acuerdo alcanzado propone un sustancial debilitamiento del régimen de sanciones contra Irán, que a lo largo de mucho tiempo ha influido negativamente en la situación socioeconómica de este país.
El acuerdo prevé una serie de medidas concretas para aumentar la transparencia del programa nuclear iraní que serán adoptadas en estrecha colaboración con la Agencia Internacional de Energía Atómica, en el plazo de seis meses. De forma paralela a la realización de las medidas prioritarias, se continuará trabajando para acordar una resolución integral y definitiva que zanjará todos los problemas relacionados con el programa nuclear iraní. Contamos con la comprensión y el apoyo a estos esfuerzos por parte de toda la comunidad internacional.
Ha sido un trabajo largo y complicado pero finalmente ha prevalecido el sentido común. El resultado de Ginebra es una victoria para todos.
Estamos seguros de que la solución encontrada tendrá un impacto positivo en la situación de la región de Oriente Próximo y ayudará a superar la tendencia peligrosa de los últimos años en la que se han emprendido intentos de resolver una serie de crisis y situaciones de conflicto en Oriente Medio con métodos de fuerza. Como consecuencia, aumentará la seguridad en la región y se fortalecerán las bases de la igualdad y el equilibrio del sistema de relaciones internacionales, en las que no debe haber lugar para la presión y la imposición. La solución que se ha encontrado supone una aportación a la consolidación de las bases del derecho internacional de un orden mundial moderno.