Discurso y respuestas a las preguntas de los medios ofrecidos por el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en la rueda de prensa conjunta celebrada el término de las negociaciones con el Ministro de Asuntos Exteriores de Etiopía, Gedu Andargachew, Moscú, 10 de septiembre de 2019
Estimadas damas y caballeros:
Las negociaciones con el Ministro de Asuntos Exteriores de Etiopía, Gedu Andarhachew, han transcurrido en un ambiente constructivo, de confianza y han resultado ser muy sustanciosas.
Etiopía se encuentra entre los principales socios de Rusia en África. Apreciamos las décadas de relaciones de amistad que nos unen a Adís-Abeba que suman más de un siglo en total. Si hablamos sólo de los contactos diplomáticos oficiales, hemos de hacer constar que los contactos entre nuestros pueblos empezaron bastante antes. Nos unen con Etiopía años de solidaridad que nuestro país expresó a los países africanos durante su lucha por la independencia y la descolonización. El auge de dicho proceso fue la creación en el continente africano de la Unión Africana, organismo que tiene su sede en Adís Abeba. Vemos en ello la señal de la gran autoridad que tiene Etiopía en la arena internacional, de la postura de principio que asume con respecto a la observancia de las normas del derecho internacional, la justicia y la democracia en los asuntos internacionales.
Se han acumulado unas extensas experiencias durante el período que llevamos cooperando en las más variadas esferas para el beneficio de ambas partes.
Hoy hemos prestado especial atención al refuerzo de la cooperación en la esfera económica y comercial. Los volúmenes del intercambio comercial en términos absolutos no son considerables, siendo, sin embargo, impresionantes los ritmos de su crecimiento. Hemos acordado fomentar esta tendencia. Dada esta circunstancia, concedemos una gran importancia a la VII reunión de la Comisión Intergubernamental para la cooperación económica, científica, técnica y comercial que se celebrará a principios de octubre en San Petersburgo. Este organismo lleva un par de año sin reunirse y sería necesario ponerse a trabajar de manera activa. Hemos acordado lograr que de aquí en adelante este importante organismo se reúna con regularidad. Hemos acordado fomentar sus actividades, orientándolas a la puesta en práctica de proyectos conjuntos en la esfera de la energía, los hidrocarburos, la energía hídrica y nuclear. Hemos hecho constar el interés hacia las actividades desplegadas en Etiopía por tales empresas como la Corporación Estatal de la Energía Nuclear Rosatom, así como tales entidades como Inter RAO, Global Resources, Ferrocarriles de Rusia, KAMAZ y UAZ.
Hemos señalado que se está llevando a cabo la cooperación de las Academias de Ciencias de ambos países. En Etiopía, en base a la expedición biológica conjunta ruso-etíope que lleva existiendo 30 años, se está creando un Centro de estudios biológicos.
Entre otros vectores prometedores de nuestra interacción que cuenta con una rica Historia se encuentra la cooperación técnico-militar y militar. Formó parte de la delegación etíope el Ministro de Defensa Nacional de Etiopía, Lemma Megersa. Hemos abordado la tarea de acordar los documentos normativos adicionales que permitan promover de una manera más eficaz nuestra interacción en la esfera de suministros de productos de uso militar en otras esferas.
Hemos hecho constar la existencia de buenas perspectivas de cooperación bilateral en la esfera de la ciencia y la educación. En los centros de estudios superiores de Rusia, tanto civiles, como dependientes del Ministerio de Defensa de Rusia y del Ministerio del Interior de Rusia, cursan estudios muchos estudiantes etíopes. Seguiremos ampliando esta práctica. A petición de nuestros amigos etíopes, el año que viene organizaremos dos cursos especializados para los diplomáticos etíopes en la Academia Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
Hemos intercambiado opiniones acerca de los asuntos relativos a la agenda regional y glonal, siendo coincidentes nuestras posturas en la mayoría de los temas. Nos pronunciamos de manera consecutiva por el refuerzo de los pilares justos y democráticos de la vida internacional, por el respeto de la Carta de la ONU en su totalidad, por la búsqueda de respuestas colectivas a los retos y amenazas de gran envergadura, por el respeto del derecho de todo pueblo de elaborar por su cuenta las vías de su desarrollo.
Seguiremos coordinando nuestras actividades en el marco de la ONU. Le estamos muy agradecidos a nuestros amigos etíopes por haber apoyado las principales iniciativas rusas. Por nuestra parte, continuaremos promoviendo los mencionados principios de la Carta de la ONU, al ser abordados los temas de interés para los países africanos, incluida la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU.
Hemos hablado de la situación en el Continente africano y de los problemas que habrían de encontrar solución para que sean superados los numerosos conflictos y crisis, sobre todo, el de Cuerno Africano, Sudán del Sur, Somalia. Hemos subrayado la falta de alternativa al arreglo pacífico de dichas crisis y de las crisis existentes en otras partes del mundo. Los medios de su arreglo deben ser pacíficos y políticos, apoyados en el abarcador diálogo nacional. En lo tocante a los países africanos y al continente africano nos pronunciamos con determinación por conceder a los propios africanos el papel decisivo en el acuerdo de las vías de solución de los problemas africanos. En el marco del Consejo de Seguridad nos guiaremos únicamente por esta postura.
Hemos abordado, por supuesto, los preparativos para la primera en la Historia Cumbre Rusia-África que se celebrará a finales de octubre en Sochi. Les estamos muy agradecidos a nuestros amigos etíopes por su aportación a la preparación de dicho evento.
Pregunta: En la antesala del Foro Económico Oriental 2019, el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, declaró que Rusia es el socio más importante de Europa y no se puede perderle. Hace varios días, el periódico The Washington Post hizo publicaciones sobre este tema. ¿Ve usted contradicciones en las posturas que mantuvo Emmanuel Macron en períodos diversos o se trata de que Europa sea incapaz de resolver tareas planteadas sin la participación de Rusia, en vista de que la Administración estadounidense muestra la inconsistencia últimamente?
Respuesta: No veo contradicciones en las posturas del Presidente de Francia, Emmanuel Macron, respecto a las relaciones con Rusia. No veo cambios en estas posturas durante su presidencia que continúa. Recuerdo que una de las primeras iniciativas de Emmanuel Macron después de que ocupó el sillón presidencial en 2017 fue invitar al Presidente de Rusia, Vladímir Putin, a llegar a Francia en visita. Se celebró su reunión importante en Versalles. Posteriormente Vladímir Putin le envió la invitación y, el año pasado, Emmanuel Macron asistió al Foro Económico Internacional de San Petersburgo. En otoño de 2018, Vladímir Putin estuvo en París por invitación de Emmanuel Macron para participar en un evento llamado Foro de París sobre la Paz. Este año, se celebró una conversación detallada y sincera en el fuerte de Brégançon adonde el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, fue invitado por el líder francés. Todo esto pone de relieve que, tras la toma de posesión del cargo, Emmanuel Macron prestó una atención especial a las relaciones con Rusia entendiendo lo anormal de la situación que se estableció tras la reacción de Occidente a los acontecimientos desarrollados en Crimea y Ucrania en 2014, cuando tras un golpe de Estado Rusia, la lengua y la cultura rusa se pusieron bajo amenaza directa proveniente de los nacionalistas radicales que llegaron al poder, cuando Rusia respondió a la solicitud de los habitantes de Crimea que, de conformidad con los resultados de un referéndum, pidieron la reunificación con su Patria histórica, cuando Rusia no apoyó a los que quisieron hundir el este de Ucrania – Donbás – en la sangre y reprimir cualquier resistencia al golpe de Estado. En aquella coyuntura, la reacción de Occidente fue inadecuada. Se impusieron sanciones para descargar la cólera debido a que no se logró llevar a cabo con éxito la operación dirigida a hacer obedecer a Ucrania a los que cumpliría dócilmente la voluntad de Occidente. Tengo que recordar todo eso porque muchos dicen que no cambiarán drásticamente las relaciones con Rusia hasta que resuelva todos los problemas en Ucrania que asumió resolver: los acuerdos de Minsk, etc. Rusia no tiene que hacer nada. Los Acuerdos de Minsk los deben cumplir Kiev, Donetsk y Lugansk. No olvidamos lo que pasó en 2014 tampoco. A propósito, lo dije ayer a mi colega Jean-Yves Le Drian, cuando celebramos las negociaciones ruso-francesas a nivel ministerial en formato “2+2”. Nuestros colegas occidentales nos dicen que no pueden olvidarlo y por eso tenemos que cambiar nuestra conducta y todo estará bien. No olvidamos tampoco cómo se respaldó el golpe de Estado realizado a pesar de que la Unión Europea representada por Francia, Alemania y Polonia garantizó el cumplimiento del acuerdo conseguido entre Víctor Yanukóvich y la oposición el 21 de febrero de 2014. Cuando la mañana siguiente este acuerdo se rompió, Francia, Alemania ni algún otro país de la UE ni siquiera intentaron llamar a la razón a los opositores que hicieron la vista gorda ante la firma de París, Berlín y Varsovia. No lo olvidamos tampoco. Mientras, no vamos a convertir nuestra valoración de las acciones de Occidente en aquella situación en un obstáculo para el desarrollo de nuestra asociación estratégica con la UE que en papel sigue siendo estratégica realmente. Nadie ha cancelado el acuerdo firmado en 1994 (el Acuerdo de Asociación y Cooperación entre la Unión Europea y Rusia firmado el 24 de junio de 1994; entró en vigor el 1 de diciembre de 1997). El hecho de que el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, declare ahora sin reservas que es necesario hablar con Rusia sobre todos los asuntos sin excepción: aquellos sobre los que nuestras posturas coinciden y especialmente aquellos, respecto a los divergimos. Creo que es la postura responsable de un estadista en que no hay una benevolencia en relación con Rusia, que parte del entendimiento de los intereses nacionales fundamentales de Francia, intereses fundamentales de toda la Europa, la UE, en consonancia con las iniciativas provenientes en reiteradas ocasiones de Francia. Me refiero a la postura anunciada por el general Charles de Gaulle, Francois Mitterrand y Jacques Chirac. Todos ellos dijeron que Europa tenía que ver y construir su futuro junto con Rusia. Hubo una concepción desde el océano Atlántico hasta los Urales, posteriormente apareció una concepción más amplia: desde el océano Atlántico hasta el Pacífico, desde Lisboa hasta Vladivostok. Los líderes europeos que, igual que el Presidente Emmanuel Macron, entienden esta tendencia histórica, seguramente, encontrarán el entendimiento y la reciprocidad por nuestro lado. Siempre estaremos dispuestos a trabajar en intereses de la UE, Rusia y todos los países ubicados en este espacio geopolítico – un continente enorme de Eurasia – y vinculados con un destino común.
Pregunta: Hace varios días, los medios de comunicación estadounidenses informaron que supuestamente después de su reunión con el Presidente de EEUU, Donald Trump, en 2017, un agente de los servicios secretos de EEUU que supuestamente ocupaba altos cargos en Rusia se dirigió a EEUU. Según la información publicada en los medios, se llama Oleg Smolenkov quien supuestamente trabajó anteriormente en la Secretaría de la Presidencia, el Ministerio de Asuntos Exteriores y la Embajada de Rusia en EEUU. ¿Podría usted comentar esta información? ¿Corresponde esta información a la realidad?
Respuesta: El Servicio de Prensa del Kremlin hizo hoy un comentario respecto a este hombre. No le he visto nunca, no he sostenido reuniones con él, no he seguido su carrera ni sus movimientos. No quiero comentar rumores, además que no me he comunicado con esta persona nunca. Sólo puedo comentar los hechos. Ha mencionado usted mi reunión con el Presidente de EEUU, Donald Trump, en mayo de 2017 en la Casa Blanca. Fue una visita de respuesta. Unos dos meses antes de esto, el entonces Secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, estuvo en Moscú, sostuvo las negociaciones conmigo, fue recibido por el Presidente de Rusia, Vladímir Putin. El 10 de mayo de 2017, yo estuve en Washington. Tras las negociaciones en el Departamento de Estado, nos dirigimos a la Casa Blanca donde se celebró una conversación prolongada con Donald Trump. En el curso de esta conversación, nadie reveló algunos secretos de Estado ni de otra índole. Lo confirmó el entonces asesor de seguridad nacional del Presidente de EEUU, Herbert McMaster, quien asistió a la reunión. Lo confirman otras personas que saben más o menos lo que se discutió en aquel momento.
Se abordó, ante todo, la necesidad de normalizar las relaciones y eliminar el daño que la Administración de Barack Obama hizo a la cooperación bilateral, de hecho, haciendo fracasar todos los mecanismos de cooperación entre Moscú y Washington más o menos importantes, antes de abandonar la Casa Blanca. Hablamos con Donald Trump de que esto no beneficiaba a nuestras relaciones bilaterales (porque sufría el sector de negocios, intercambios culturales y humanitarios), ni a las relaciones internacionales, los esfuerzos de la comunidad internacional a resolver numerosos problemas, cuyo arreglo depende en gran medida de la interacción entre Rusia y EEUU, como reconocían y siguen reconociendo muchos. Es lo que discutimos. En aquella reunión en la Casa Blanca se subrayó especialmente que las acciones de Barack Obama dirigidas a romper los mecanismos de cooperación establecidos afectaron en la mayor medida la cooperación en el ámbito de lucha contra el terrorismo internacional. Por parte del Presidente de EEUU, Donald Trump, y por nuestro lado se manifestó la disposición a emprender todos los esfuerzos posibles para restablecer estos canales de cooperación necesarios en la coyuntura actual.