11:27

Respuesta ofrecida por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, a una pregunta de los medios en relación con las declaraciones del Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell

1567-09-08-2023

Pregunta: Comente el reciente artículo del Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, publicado en varios medios de comunicación internacionales bajo el título "Rusia debe dejar de usar el alimento como arma". En este artículo, el jefe de la diplomacia europea, en respuesta al rechazo de Rusia a prolongar la Iniciativa del Mar Negro, insiste en que las sanciones de la UE no tienen impacto negativo en la seguridad alimentaria global, que Ucrania desempeña el papel crítico en garantizarla y coloca en primer plano la lucha contra la desinformación rusa sobre este tema.

Respuesta: Es la desinformación, fake news. La suspensión de la Iniciativa del Mar Negro restringe las capacidades de la Unión Europea bajo un pretexto especioso de reponer sus propias reservas y beneficiarse de manera desapercibida e impune de los Estados más vulnerables en términos de alimentos, enriqueciéndose a expensas de estos Estados revendiendo cereales ucranianos baratos y otros productos. Además, se ejerció presión adicional sobre las rutas alternativas creadas por Bruselas para exportar los cereales ucranianos, los llamados "corredores de solidaridad", por los cuales, según la Comisión Europea, se exportaron más del 60% de los cereales ucranianos desde el inicio de la operación militar especial.

Todo esto ya conlleva una tensión evidente para la seguridad alimentaria de la UE, especialmente en el contexto de los conocidos efectos negativos de las sanciones antirrusas en el mercado interno de la UE, y las desfavorables condiciones climáticas y fitosanitarias en varias regiones de la UE. Se están generando riesgos de inestabilidad política en los países limítrofes con Ucrania, donde los agricultores locales que constituyen una parte significativa del electorado, se encuentran al borde de la quiebra debido a los precios de dumping de los productos agrícolas ucranianos en el mercado local.

Ya hemos comentado en reiteradas ocasiones las prioridades reales de la UE en el ámbito de la seguridad alimentaria y hemos explicado qué decisiones sancionadoras de Bruselas y cómo afectaron la exportación de productos agrícolas y fertilizantes por Rusia a terceros países. En el sitio web de nuestro Ministerio creamos una sección permanente llamada "Desmintiendo los mitos difundidos por la cúpula de la Unión Europea", donde se citan ejemplos con referencias claras a artículos concretos de los reglamentos de la UE que tienen un impacto negativo en la seguridad alimentaria global.

Josep Borrell ni siquiera se molesta en proporcionar argumentos sólidos para justificar su postura. Simplemente manipula los hechos, presentando argumentos infundados e inválidos. Se propone creer a pies juntillas las afirmaciones de que Rusia supuestamente obtuvo “grandes beneficios de la segunda parte del acuerdo del paquete” de la Iniciativa del Mar Negro – Memorando de Entendimiento con la ONU, que en la realidad nunca funcionó, así como sobre la supuesta ausencia de impacto negativo de las sanciones en las exportaciones rusas. La comunidad internacional debe responsabilizar a Josep Borrell por difundir mentiras, ya que no proporciona ningún hecho, pero omite muchos detalles.

En el relato del jefe de la diplomacia europea sobre los "heroicos esfuerzos" de la UE para salvar al mundo del hambre no hay ninguna mención de que los países necesitados faltaron por recibir fertilizantes rusos y bielorrusos debido a las sanciones de la UE, ni de las consecuencias destructivas de esto para la seguridad alimentaria global a largo plazo. Además, Bielorrusia, cuya participación en el comercio internacional de fertilizantes potásicos fue de un 20% hasta 2022, ni siquiera se menciona en el artículo. Mientras tanto, el pasado 3 de agosto, Bruselas impuso sanciones contra el consorcio Belneftejim, propietario de las principales empresas bielorrusas productoras de fertilizantes nitrogenados y fosfatados. ¿Quiere decir esto que los funcionarios europeos que imponen restricciones antirrusas y antibielorrusas no entienden nada de agricultura? ¿O se trata de los esfuerzos deliberados y premeditados para socavar las capacidades de exportación de la agroindustria rusa y bielorrusa? Creo que la respuesta es evidente. Y la preocupación por la seguridad alimentaria global es simplemente un nuevo intento de justificar las consecuencias destructivas de la política de sanciones de la UE.

El español no dijo tradicionalmente ni una palabra sobre la proporción de productos rusos en el mercado agrícola mundial ni sobre el número de países que cubren sus necesidades a través de suministros desde nuestro país.

Estamos convencidos de que en los países de Asia, África y América Latina a los que está dirigido este artículo, comprenden muy bien hacia dónde conduce el comportamiento irresponsable de Bruselas, que está dispuesto a derrumbar cadenas seguras de suministro de productos agrícolas rusos a los países necesitados en su afán de "derrotar estratégicamente a Rusia".

Para la Unión Europea, que aún pretende desempeñar el papel de actor internacional responsable, hay solo una opción en esta situación: dejar de desestabilizar premeditadamente los mercados alimentarios globales al imponer constantemente nuevas restricciones a los productos agrícolas rusos y bielorrusos o dejar de pretender ser defensor de la seguridad alimentaria global.


Fechas incorrectas
Criterios adicionales de búsqueda