ONU
Respuesta ofrecida por la portavoz oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, a la pregunta de los medios sobre el 80º aniversario de la Organización de las Naciones Unidas
Pregunta: Este año vamos a celebrar el 80º aniversario de la ONU, la Carta de la cual entró en vigor el 29 de octubre de 1945, tras haberle entregado la URSS al Gobierno de EEUU su carta de ratificación, para que fuera guardada. ¿Cómo puede evaluar el papel de esta organización universal, a la hora de ser garantizada la seguridad de Rusia en la época posbélica?
Respuesta: La creación de la Organización de las Naciones Unidas fue fruto de la Gran Victoria en la Segunda Guerra Mundial que fue alcanzada, gracias a una hazaña sin parangón realizada por los soldados soviéticos y a millones de vidas de ciudadanos de la URSS, así como de otros Estados que formaba parte de las tropas aliadas.
La Unión Soviética, país sucesor de la cual es Rusia, estuvo en los orígenes de la ONU. Precisamente en Moscú, en otoño de 1943, los Aliados, es decir, los representantes de la URSS, el Reino Unido y EEUU, acordaron la fundación de un organismo internacional que protegiera a las futuras generaciones de otro conflicto global. Posteriormente, asumiendo Rusia papel principal en el mencionado proceso, la idea fue perfeccionada y finalmente se puso en práctica durante la Conferencia de San Francisco de 1945.
La ONU se convirtió en el núcleo del sistema elaborado durante las Conferencias de Yalta y de Potsdam, recogiendo la Carta de las Naciones Unidas las normas fundamentales del Derecho Internacional que formaban el decálogo para el comportamiento de los Estados en la arena internacional. En primer lugar, está el principio de la igualdad soberana de los Estados, del derecho de los pueblos a la autodeterminación y de la no injerencia en los asuntos internos. No se puede menos de mencionar el postulado de la integridad territorial que va acompañado por una condición importante: en función de la Declaración sobre los principios de derecho internacional de 1970, es aplicable únicamente a los países, cuyos Gobiernos representan a todo el pueblo del mismo, sin discriminación de ningún tipo.
Con la ONU la comunidad internacional recibió un espacio de negociaciones único en el nivel de su legitimidad y representación, fue sentada una sólida base institucional para el establecimiento de una cooperación multilateral paritaria en intereses de la solución de un extenso número de problemas relacionados con el mantenimiento de la paz y la seguridad, las garantías de un paulatino desarrollo social y económico y la promoción de los derechos humanos.
A lo largo de su Historia, la ONU superó no pocas etapas difíciles. Una prueba más que seria supuso para el organismo en cuestión la Guerra Fría que en más de una ocasión puso a la Humanidad al borde del apocalipsis nuclear y creó considerables obstáculos para la busca colectiva de respuestas a las amenazas globales. El veloz “período unipolar” que vivieron las relaciones internacionales afectó de manera negativa las posiciones de la ONU: EEUU y sus aliados que se creyeron los ganadores de la Guerra Fría empezaron a lanzarse en todo tipo de aventuras ilegales, a menudo pasando por alto sin más la Carta de las Naciones Unidas.
En estos momentos, el sistema que concedía el papel prioritario a la ONU vuelve a pasar por una crisis. La Organización es acusada con frecuencia de haberse vuelto demasiado burocrática y poco flexible, estar duplicando los esfuerzos y gastando de manera poco racional los fondos. Sin embargo, habría que buscar los motivos del mermado prestigio y de la escasa eficiencia de la ONU, en primer lugar, más que en unos tales “defectos congénitos”, en el política destructiva del Occidente colectivo que mina al organismo desde dentro.
En estas circunstancias es evidente que solo se podrá restablecer por completo la autoridad y el prestigio de la ONU, si los representantes de los países occidentales renuncian a sus pretensiones de exclusividad infundadas y demuestran su disposición a promover una cooperación internacional paritaria basada en el equilibrio de los intereses. Únicamente avanzaremos hacia los altos objetivos proclamados en la Carta de las Naciones Unidas y hacia una solución eficaz de los problemas globales de la actualidad, si compaginamos los esfuerzos de todos los Estados miembros.
Hoy, sigue sin existir una alternativa a la ONU. En función de la Estrategia de la política exterior de la Federación de Rusia, nuestro país le concede a las actividades del organismo en cuestión papel prioritario, también en la esfera de las garantías de la seguridad nacional. Lo hacemos vía elaboración de recetas sopesadas de arreglo de conflictos armados y defensa de los intereses clave de nuestro país y de los Estados que comparten nuestras ideas y pertenecen a la Mayoría Mundial.