Intervención del Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en la conferencia “El Este de Rusia y la integración en la Región Asia–Pacífico: retos y posibilidades”, Moscú, 3 de julio de 2009
Estimados colegas,
Ante todo, les quiero agradecer la reacción constructiva a nuestra idea de celebrar la conferencia dedicada a la incorporación de las zonas orientales de Rusia a loa procesos de integración en la Región Asia–Pacífico (RAP).
Haré recordar que la iniciativa de organizar esta reunión fue lanzada hace un año en el transcurso de la conferencia de los Embajadores y Representantes Permanentes de Rusia en el exterior y fue apoyada por el Presidente de la Federación de Rusia, Dmitri Medvédev. Como resultado, el Gobierno de la Federación de Rusia dio un encargo pertinente.
Hoy en día los problemas del desarrollo de las regiones rusas situadas al Este de los Urales llaman una atención especial. Ha sido dado un impulso adicional a la realización de los programas específicos federales adoptados anteriormente; se está redactando la Estrategia del Desarrollo Social y Económico del Lejano Oriente Ruso, la República de Buriatia, el Territorio de Transbaikalia y la Región de Irkutsk hasta el Año de 2025.
Durante el último año el Presidente Dmitri Medvédev y el Presidente de Gobierno Vladímir Putin han visitado reiteradamente Siberia y el Lejano Oriente Ruso. El 21 de mayo en Jabárovsk, bajo presidencia del Presidente de la Federación de Rusia, se celebró la conferencia dedicada a la cooperación transfronteriza con China y Mongolia. Hoy allí mismo se está celebrando la reunión del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia dedicada a la seguridad y el desarrollo social y económico de los sujetos de la Federación que integran la Circunscripción Federal del Lejano Oriente Ruso. Ígor Shuválov, Primer Vicepresidente del Gobierno, quien es responsable, entre otras cosas, de la organización de la Cumbre de APEC en 2012 en Vladivostok, visita periódicamente la Región.
Todo ello testimonia que los temas del desarrollo de las regiones orientales de nuestro país se encuentran en el campo visual de las autoridades centrales. Esto requiere de nosotros esfuerzos más enérgicos para realzar los planes trazados, ideas frescas y enfoques nuevos adecuados a los retos de la situación cambiante.
La conversación sobre los aspectos internacionales de la solución del problema de las regiones de Siberia y el Lejano Oriente Ruso realmente ha madurado desde hace mucho. Y está muy bien que hoy podemos deliberar sobre esos temas en un formato tan amplio, con la participación de los representantes de las autoridades federales y regionales, empresarios y expertos, como también, y es por primera vez, de los Embajadores rusos en los países más importantes de la Región.
La Región Asia–Pacífico es zona de intereses especiales de Rusia. No puede ser de otra manera teniendo en cuenta la pertenencia natural de Rusia a la RAP. Nuestras regiones orientales deben ser parte del vasto especio de Asia y el Pacífico no sólo geográfica sino también económicamente. Ello permitiría aprovechar en plena medida el "recurso externo" para el desarrollo interno de Siberia y el Lejano Oriente Ruso.
El papel de la RAP en la economía mundial va creciendo. Incluso en medio de la crisis financiera y económica global se registra allí un crecimiento dinámico de la mayoría de las economías, y los procesos de integración se están intensificando. Es una Región del futuro.
En los últimos años apuntamos resueltamente nuestra política exterior al fomento activo de las relaciones con los países de la RAP y a la incorporación en las actividades de las asociaciones de integración y los foros multilaterales regionales. Al mismo tiempo, no podemos dejar de ver que las medidas para reforzar a vinculación económica de las regiones orientales de Rusia con la RAP siguen siendo insuficientemente eficaces, se retrasan y no son equilibradas. Como resultado, nuestra "ofensiva" política en la RAP no tiene un refuerzo económico y comercial adecuado y no puede apoyarse en la sólida "retaguardia" económica.
Entretanto, en la actualidad se están formando condiciones bastante favorables para nuestra incorporación activa en la economía de Asia–Pacífico, y yo diría que en algunos sentidos son singulares.
Gracias a la normalización de las relaciones con China que alcanzaron el nivel de socios estratégicos se creó a lo largo de nuestra frontera oriental una situación nueva que abre amplias posibilidades para el desarrollo económico de las zonas fronterizas y del Este de Rusia en general. Mongolia es un Estado amigo tradicional; es un "almacén natural" riquísimo que necesita cooperar con Rusia con fones de dominar su patrimonio nacional y fomentar la economía. Japón manifiesta gran interés por investir en la economía rusa, sobre todo la economía de Siberia y el Lejano Oriente Ruso. La colaboración con la República de Corea tiene un potencial considerable. Son dinámicas las relaciones bilaterales con los países que integran la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
La participación de Rusia en todos los foros regionales multilaterales creó el marco político necesario para conferir aceleración al "arraigamiento" de la economía de las regiones de Siberia y el Lejano Oriente Ruso en los procesos de integración en la RAP. Por supuesto, los preparativos para la presidencia de Rusia en 2012 en el Foro de Cooperación Económica Asia–Pacífico requieren la atención prioritaria en el período próximo. De nosotros depende si podremos aprovechar eficazmente las posibilidades que se abren para mostrar patentemente a los socios de la APEC el potencial de la cooperación económica de las regiones orientales de Rusia con los países de la APEC.
La ventaja competitiva más evidente de Siberia y el Lejano Oriente Ruso –sus recursos naturales ricos – adquiere un valor especial en las circunstancias de la creciente escasez de energéticos y otras materias primas en los países de la RAP que se desarrollan impetuosamente. El petróleo, gas, hulla y otros minerales, la madera y la energía eléctrica siempre tendrán gran demanda en los países vecinos. Claro que es una ventaja, al menos, a corto plazo.
Al mismo tiempo, continuar poniendo miras a largo plazo en la exportación de dichas mercancías significa perpetuar la economía de materias primas de las regiones orientales rusas, condenarnos a un atraso. Las autoridades nos orientan a emprender la vía innovadora del desarrollo económico. Este objetivo debe ser primordial en nuestro trabajo para buscar un lugar digno de Siberia y el Lejano Oriente Ruso en la RAP.
Para ello es necesario, ante todo, crear en el Este de Rusia una infraestructura moderna, incluida la energética, el transporte y la comunicación. Se requiere la política aduanera y fiscal bien pensada que contribuya a la atracción de inversiones desde el exterior creando para el negocio extranjero un clima favorable para las inversiones. La experiencia extranjera testimonia que el orden legal y la erradicación de la corrupción son asimismo condiciones indispensables del éxito. Cuando esas medidas se unen con las enormes posibilidades de Siberia y el Lejano Oriente Ruso, incluido el potencial científico-tecnológico acumulado allí y la mano de obra de alta calificación, podemos contar con un efecto cumulativo potente.
La cooperación transfronteriza debe seguir siendo un derrotero importante de la interacción económica de las regiones con el mundo exterior. Es natural que debemos partir de nuestros intereses y no "dejarnos llevar de la corriente". En particular, debemos procurar que los convenios de la cooperación entre los sujetos de la Federación y las provincias vecinas de la RPCh contribuyan al máximo a los empresarios locales en el trabajo para atraer capitales extranjeros y tecnologías avanzadas a las industrias básicas teniendo en cuenta las prioridades del desarrollo innovador.
Para garantizar la incorporación activa de la economía de Siberia y el Lejano Oriente Ruso a los procesos de integración regional necesitamos de una política única, esfuerzos consecuentes y acordados del centro federal y los sujetos de la Federación. El papel coordinador durante los contactos internacionales, por supuesto, se reserva al MAE de Rusia. A la vez en lo que se refiere a una promoción más intensa de los productos fabricados en esas regiones, como también de las tecnologías a los mercados de los países de la RAP, deben, por lo visto, decir su palabra de peso los ministerios y dependencias pertinentes, en primer lugar el Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia y el Ministerio de Regiones de Rusia.
Yo recomendaría a las regiones de Siberia y del Lejano Oriente Ruso intercambiar más activamente la información y la experiencia exitosa y elaborar criterios comunes. Un papel importante en la coordinación de las actividades de los sujetos de la Federación en el derrotero Asia–Pacífico les pertenece a los representantes plenipotenciarios del Presidente de la Federación de Rusia en las Circunscripciones Federales Siberiano y del Lejano Oriente
Sé que hoy ustedes van a hablar de esos temas concretamente indicando los puntos débiles, comparando las visiones de la situación desde diversos puntos de vista y proponiendo las soluciones a los problemas. Además, quisiera subrayar el alto grado de nuestra responsabilidad. El momento actual nos concede objetivamente una probabilidad igual para conseguir un progreso cardinal en la solución del problema uno y dual: poner las ventajas competitivas de las regiones de Siberia y el Lejano Oriente Ruso y las posibilidades favorable que existen en la RAP al servicio de del desarrollo del país y, a la vez, fijar un lugar digno para Rusia en la arquitectura regional en formación.
Confío en que el intercambio de opiniones que se realizará hoy surtirá resultados prácticos. Estarán reflejados en el informe al Presidente de la Federación de Rusia que pensamos redactar basándonos en los resultados de nuestra Conferencia.
Les agradezco la atención.