El pasado 31 de septiembre el Senado de Brasil, tomó por mayoría absoluta de votosd la decisión de cesar en el cargo a la presidenta del país, Dilma Rousseff. El vice-presidente de Brasil, Michel Temer, fue nombrado presidente en funciones hasta el 31 de diciembre de 2018.

Confirmamos nuestra postura formulada con anterioridad. Todo cuanto ocurra en Brasil no es sino su asunto interno. Es importante, sin embargo, que todos los procesos transcurran en el marco de la Constitución nacional y correspondan con los principios del derecho internacional. Consideramos importante que la marcha de los acontecimientos no agrave la situación que vive la sociedad brasileña ni el intenso enfrentamiento político que se viene observando en el país.

Rusia está interesada en un Brasil donde haya estabilidad, reine la democracia y se observe un desarrollo dinámico, un Brasil que desempeñe importante papel en la arena internacional. Es un importante socio de Rusia tanto a nivel latinoamericano, como a nivel mundial. Cooperamos de forma activa en el marco de la ONU, los BRICS y los G 20, también en lo tocante a los preparativos para las próximas Cumbres que se celebrarán en la ciudad china de Hangzhou. Nuestros vínculos en las esferas económica, comercial, humanitaria y cultural gozan de un carácter constructivo.

Damos una alta apreciación a la aportación hecha al fomento de la cooperación bilateral por los presidentes Luiz Lula da Silva y Dilma Rousseff. Señalamos al mismo tiempo que Michel Temer ha desempeñado de forma activa sus funciones en el puesto del copresidente de la Comisión ruso-brasileña de alto nivel para la cooperación. Partimos de que la línea hacia el fomento paulatino de la cooperación con Rusia cuenta con el apoyo de numerosas fuerzas políticas de Brasil.

Por nuestra parte haremos todo lo posible para fomentar la cooperación ruso-brasileña.