la República Federal de Alemania
Intervención de Serguéi Lavrov, Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, en el acto solemne de inauguración del Museo del Proceso de Núremberg, Núremberg, 21 de noviembre de 2010
COMUNICADO DE PRENSA
Estimado señor Vicecanciller,
Estimado señor Alcalde,
Estimadas señoras y señores,
Hace 65 años, el 20 de noviembre de 1945, en este edificio histórico comenzó sus labores el Tribunal de Guerra Internacional contra los principales criminales nazis.
Desde las posiciones del día de hoy el Proceso de Núremberg es el más importante en la historia de la civilización mundial. El Juicio de los Pueblos, y el Tribunal Internacional fue justamente este, pasó a ser una respuesta los crímenes de guerra monstruosos, los crímenes contra el mundo y de lesa Humanidad. Tras la Carta de las Naciones Unidas que fijó la inmutabilidad de los resultados de la Segunda Guerra Mundial el Proceso de Núremberg fue un paso importantísimo dado para que nasa semejante pudiera repetirse. La sentencia pronunciada allí culminó la derrota militar del hitlerismo con su derrota moral, política y legal. Justamente en Núremberg con esfuerzos unidos fueron fijados jurídicamente los resultados de la victoria de las fuerzas de la paz y el progreso y fueron reconocidas como criminales la ideología misantrópica, las principales estructuras orgánicas y la práctica del nazismo en general.
A pesar del carácter trágico y las víctimas multimillonarias de la Segunda Guerra Mundial, cuya mayor parte fue consagrada por nuestro país, no hubo para nosotros el problema de venganza. La URSS hizo todo para que el Tribunal de Núremberg no se convirtiera en represión de parte de los triunfadores contra los triunfados. El 14 de octubre de 1942 en la Declaración del Gobierno soviético "De la responsabilidad de los ocupantes hitlerianos y sus cómplices por las fechorías que perpetraron en los países ocupados de Europa" se dijo por primera vez sobre la necesidad de organizar un tribunal internacional contra los criminales, en que deben haber el ministerio público y la defensa. Más tarde esa iniciativa quedó fijada en la Declaración de la Responsabilidad de los Hitlerianos por las Fechorías que Cometen publicada en calidad del documento de la Conferencia de Moscú de los Ministros de Exteriores de la URSS, EE.UU. y Gran Bretaña de 1943.
Los historiadores saben que la decisión de organizar el proceso judicial público fue apoyada originariamente no por todos los participantes de la coalición antihitleriana. Tan sólo el 8 de agosto de 1945 en Londres fue firmado el Acuerdo entre los Gobiernos de la URSS, los EE.UU., Gran Bretaña y Francia "De la persecución judicial y el castigo de los principales criminales de guerra de los países europeos del eje" y fue aprobado el Estatuto del Tribunal de Guerra Internacional.
Las disposiciones fijadas en el Estatuto del Tribunal y reflejadas en su sentencia siguen manteniendo la fuerza jurídica. Fueron confirmadas por la Asamblea General de la ONU como normas universales del Derecho Internacional.
Durante el período de posguerra esos principios determinan bastante el vector del desarrollo del Derecho Penal y Humanitario Internacional y la Justicia Internacional. Forman base del desarrollo posterior de las norma relativas a los crímenes de guerra, de lesa Humanidad, el genocidio inclusive, la calificación de los indicios y del cuerpo del delito de agresión. En medida considerable el Tribunal Penal Internacional se apoya en la experiencia de Núremberg, si bien todavía deberá probar su capacidad de resolver los problemas que tiene. Paralelamente y sobre la misma base se desarrollaban las normas relativas a los derechos humanos.
El Tribunal de Núremberg se reconoce unívocamente el logro político legal más importante de su época. El factor clave de su éxito parece ser la unanimidad de las Naciones Unidas al instituirlo, durante sus labores y al evaluar sus resultados.
La experiencia de Núremberg demuestra que la administración de la justicia internacional debe ser resultado de los esfuerzos colectivos y debe gozar de prestigio en la comunidad mundial. Las tentativas de algunos Estados o bloques de asumir el papel de "árbitro internacional" no pueden tener efectos legales. En la historia contemporánea tales casos tenían lugar y no trajeron nada, salvo las desgracias para los pueblos y la inestabilidad para el mundo.
їTodos han aprendido las enseñanzas de Núremberg? Por lo visto, no. De lo contrario es imposible explicar por qué hoy en día presenciamos las tentativas de justificar a los nazis, a sus cómplices y las fechorías cometidas y conferir ahora a sus acciones criminales cierta semejanza de "lucha justa". їCómo debemos apreciar los desfiles anuales de los antiguos soldados de la SS en varias capitales europeas, las persecuciones judiciales de veteranos antifascistas o el reconocimiento de la suástica por un tribunal como herencia cultural de los pueblos bálticos?
Es característico que en la propia Alemania poner en la tela de juicio los resultados del Proceso de Núremberg es considerado delito penal. Para las acciones calificadas por el Tribunal de Núremberg como delitos de lesa Humanidad no hay ni puede haber un plazo de validez.
Nuestras relaciones con Alemania ya durante muchos años se apoyan en el sólido fundamento de reconciliación histórica y colaboración estratégica. Gracias a ello ganaron no sólo nuestros países sino que Europa entera que recibió el modelo de estructuración de una colaboración armoniosa sobre la base desideologizada, de respeto mutuo y de ventaja mutua.
Valoramos altamente la actitud atenta de nuestros socios alemanes hacia los enterramientos de nuestros soldados en el territorio de la RFA y los esfuerzos para ayudar a las víctimas del nazismo. Hace un aporte considerable a la realización de los diversos proyectos conmemorativos el Fondo Ruso de Entendimiento y Reconciliación y el Fondo Alemán "Memoria, Responsabilidad y Futuro". Su trabajo tiene especial importancia para conservar la memoria histórica en las jóvenes generaciones de rusos y alemanes.
Es deber de la comunidad mundial luchar sin compromisos contra las manifestaciones del nazismo, el odio racial, la xenofobia y el extremismo aprovechando el amplio instrumental legal de la ONU. La mínima concesión a los "demonios del pasado", el olvido de la historia o las tentativas de revisarla entrañan tragedias nuevas.
Sin este enfoque de principio es imposible esperar el éxito en nuestra oposición común al terrorismo internacional, en rigor, heredero ideológico del nazismo. El terrorismo es la misma ideología bárbara que predica la violencia, la agresión, el desprecio total de la moral y del valor de la vida humana. En la necesidad de contrarrestar rígidamente este mal común para todos se manifiesta visiblemente el principio de indivisibilidad de la seguridad.
Rusia y Alemania coinciden en su resolución de asistir a la lucha colectiva contra las amenazas contemporáneas para la paz, la estabilidad y los derechos humanos y a la búsqueda de las vías pacíficas para arreglar los conflictos y crisis.
Las posibilidades adicionales para incrementar esta colaboración surgieron con la elección de Alemania al Consejo de Seguridad de la ONU para los años 2011 y 1012, lo cual volvió a subrayar el alto prestigio de la política de Berlín para consolidar el espíritu de la cooperación, la buena voluntad en los asuntos mundiales y europeos y la estricta observancia del Derecho Internacional.
Quisiera aprovechar la ocasión para donar al Museo copias de documentos relativos al Proceso de Núremberg y fotografías del Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia y otros archivos rusos. Revelan claramente los antecedentes de la institución del Tribunal y el proceso de formación de los elementos de apoyo de su instrumental legal internacional y de formalización organizativa. Muchos de ellos no se han publicado nunca siendo de carácter singular. Espero que esos materiales pasen a ser un suplemento ponderable de la exposición del Museo y sean interesantes y útiles para los visitantes e investigadores.
22 de noviembre de 2010