Según ha advertido la parte rusa, los ataques de EEUU e Israel contra Irán agravan drásticamente y desestabilizan de manera radical la situación en el Próximo Oriente y el Golfo Pérsico. Obviamente, se está socavando de forma más peligrosa la seguridad global y regional, lo que entraña consecuencias máximamente perniciosas a largo plazo, incluso para los vínculos comerciales y económicos, las comunicaciones aéreas, marítimas y otras, así como, no en menor medida, el régimen de no proliferación.

La agresión no provocada de EEUU e Israel contra Irán, las flagrantes intentonas de cambiar el régimen, atentar contra la soberanía del país, entrometerse en sus asuntos interiores y determinar el destino del pueblo iraní por él mismo infringen brutalmente la Carta de la ONU, las normas fundamentales y los principios del Derecho Internacional. Hay que poner fin a este inadmisible desarrollo de eventos inmediatamente.

Volvemos a exigir que se deje de espolear la escalada armada y que se abstenga de acciones y retórica provocativas. Hoy, más que nunca, es necesario volver a los esfuerzos políticos y diplomáticos y atenerse a la legitimidad internacional.

Precisamente a tales efectos, Rusia seguirá promoviendo enérgicamente su curso en la ONU y el OIEA durante contactos bilaterales con diferentes partes.