la República de Serbia
Discurso y respuestas a las preguntas de los medios ofrecidos por el Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, durante la rueda de prensa conjunta celebrada al término de las negociaciones con el Presidente de la República de Serbia, Aleksandar Vucic, Belgrado, 18 de junio de 2020
Estimadas damas y caballeros,
Estimado señor Presidente,
En primer lugar, me gustaría volver a agradecer en nombre de mi delegación y personalmente a nuestros amigos serbios por su hospitalidad y esta cálida acogida que tradicionalmente recibimos en su país. Nos sentimos como en casa.
Acabamos de comentar en detalle con el Presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, los principales aspectos de las relaciones bilaterales. Se desarrollan de una manera bastante dinámica, correspondiendo con el espíritu de la cooperación estratégica que une a Moscú y Belgrado. Nos mostramos satisfechos con el carácter del diálogo político mantenido sobre todo al más alto nivel. Hoy hemos abordado en detalle la puesta en práctica de los acuerdos alcanzados por nuestros presidentes en el transcurso de la visita del Presidente Vucic a Sochi en diciembre del año pasado y durante una serie de conversaciones telefónicas mantenidas a lo largo de este año.
El desarrollo de las relaciones en las esferas de la economía, el comercio y las inversiones puede calificarse como paulatino. El año pasado los volúmenes del intercambio comercial entre los dos países superaron los 2.500 millones de dólares, ofreciendo un crecimiento de más del 22%. Ello demuestra la eficacia de las labores de la Comisión Intergubernamental para la cooperación económico-comercial y científico-técnica que funciona de una manera activa en este campo.
Interaccionamos de una manera especialmente activa en las esferas de la energía, la infraestructura de transporte, la agricultura, la cooperación industrial en la esfera de altas tecnologías, incluido el uso pacífico de la energía nuclear y la digitalización. Como ha dicho el Presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, la cooperación técnico-militar también se desarrolla de manera exitosa. Los vínculos humanitarios y culturales, así como los intercambios interparlamentarios se caracterizan por un alto grado de intensidad.
Hemos ofrecido una alta apreciación a nuestra interacción en la lucha contra la pandemia del coronavirus. Como seguramente saben, los especialistas del Ministerio de Defensa llevan trabajando aquí 1.5 meses. Llevaron a cabo las necesarias faenas de desinfección en 178 instalaciones de casi 40 localidades. Es de aplaudir que nuestros amigos serbios nos correspondan en esta etapa.
Coincidimos en la necesidad de preservar la memoria histórica y en la inadmisibilidad de la revisión de los resultados de la Segunda Guerra Mundial, lo que tiene especial relevancia, puesto que celebramos este año el 75º Aniversario de la Victoria contra el nazismo. Esperamos al Presidente Vucic en los festejos consagrados a esta gloriosa fecha que tendrán lugar la semana que viene. En el Desfile en la Plaza Roja participarán efectivos de la compañía de la guardia de honor de las Fuerzas Armadas serbias.
Mantienen un intenso diálogo las Iglesias Ortodoxas Rusa y Serbia. Está centrado en la defensa de los valores del mundo cristiano, del Derecho Canónico secular. Sigue siendo símbolo de nuestra unidad el soberbio Templo de San Sava en Belgrado. La parte ruso donó a través de la empresa Gazprom neft el total de 10 millones de euros en su decoración con mosaicos.
Por nuestra parte, hemos señalado una línea política sopesada aplicada por las autoridades serbias y dirigida a vertebrar relaciones de mutuo beneficio con todos los Estados interesados. Hemos aplaudido la muchas veces confirmada determinación de Belgrado de mantener la neutralidad militar.
Hemos prestado atención a los problemas regionales. Según dijo el Presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, hemos intercambiado opiniones y valoraciones relativas al problema de Kosovo que sigue sin encontrar solución. Rusia parte de que la Unión Europea que cuenta con un mandato concedido por la Asamblea General de la ONU para asumir el papel de mediador en el diálogo entre Belgrado y Pristina no debe evadir sus obligaciones, cumpliendo las mismas de una manera parcial y eficaz y logrando que sean puestas en práctica las decisiones anteriormente alcanzadas. Me estoy refiriendo, entre otras cosas, a la decisión de crear la Comunidad de Municipios Serbios de Kosovo, idea de la cual muchos prefieren no acordarse en la actualidad. Sin embargo, es una decisión alcanzada por Belgrado y Pristina con la ayuda de la Unión Europea que ahora, por desgracia, es saboteada abiertamente por la parte albanesa.
La postura de Rusia con respecto al arreglo en Kosovo no ha sufrido modificaciones y hoy hemos vuelto a confirmarla. Apoyaremos cualquier esfuerzo, paso o iniciativa que realmente ayuden a Belgrado y Pristina alcanzar un acuerdo viable y aceptado por ambas partes, siempre que esté basado en la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU. Me gustaría hacerles recordar que precisamente por iniciativa de Rusia, diría incluso que gracias a su insistencia, en el mencionado documento se confirma la integridad territorial de Serbia. En primer lugar, el arreglo que deseamos todos lograr debe alcanzarse en el marco del Derecho Internacional y recibir, por supuesto, la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU. Estamos hablando de las garantías de la paz y la seguridad internacional en esta importantísima región del mundo. Consideramos que sería contraproducente forzar a las partes a lograr “la normalización definitiva”, meter el proceso dentro de ciertos límites artificiales. El Presidente de Rusia, Vladímir Putin, señaló en más de una ocasión que Rusia aprobará únicamente la solución que les parezca conveniente a los propios serbios que defienden en Kosovo sus derechos e intereses legales.
Hemos intercambiado también opiniones acerca de la situación en los Balcanes, dado, entre otros factores, el próximo 25º aniversario de la firma de los Acuerdos de Dayton y de una serie de otros acontecimientos. Coincidimos con nuestros amigos serbios en que en dicha situación lucharemos contra los intentos de revisar este tipo de decisiones, puesto que algunas fuerzas de la zona buscan reescribir la Historia. No permitiremos intentos de reescribir ni la Historia de la Segunda Guerra Mundial ni tampoco los acontecimientos que tuvieron lugar en los Balcanes hace 25 años. Seguiremos defendiendo en la medida de lo posible estas posturas, siempre y cuando no menoscaben los intereses de Serbia que desempeña en la región un papel importante y positivo, garantizando en la etapa actual la paz y la estabilidad en la región. Me gustaría volver a agradecerles a nuestros amigos serbios su hospitalidad y las labores conjuntas y fructíferas.
Pregunta: Me gustaría hacer una pregunta sobre el conflicto en el este de Ucrania. La parte ucraniana manifestó que el Paquete de medidas para el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk no es documento vinculante. Para ello Kiev introdujo en el proceso de las negociaciones a sus propios representantes de Donbás que hacen de contrapeso a los negociadores que representan a Donetsk y Lugansk desde el principio. ¿Cómo lo ve Moscú? Si son intentos de echar por tierra todo el proceso, ¿cuáles podrían ser las consecuencias? ¿Existen para Rusia puntos de inflexión, al pasar los cuales podría reconocer la independencia de las Repúblicas Populares no reconocidas de Donbás?
Respuesta: La diplomacia no sabe de convencionalismos. En lo tocante a los esfuerzos encaminados a arreglar la crisis en el este de Ucrania, le diré que tenemos un único punto de inflexión: la necesidad de cumplir estricta, completa y consecuentemente los Acuerdos de Minsk, en la versión fue firmada por todos los representantes, incluidos los de Kiev, Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk y aprobada, sin modificación alguna, por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Las declaraciones que hacen representantes de las autoridades ucranianas acerca del carácter no vinculante de dicho documento radican en la astucia o en la ignorancia, cosa que no podemos excluir. Muchos se dedican al arreglo en Ucrania para ganarse puntos en la lucha política.
De acuerdo con el Artículo 25 de la Carta de la ONU, las Resoluciones del Consejo de Seguridad son de obligatorio cumplimiento para todos los Estados. Es una idea muy clara para todos quienes hayan leído por lo menos una vez el mencionado documento, de valor fundamental para el Derecho Internacional.
Escuchamos declaraciones hechas desde Kiev, también al más alto nivel. Se indica en las mismas que los Acuerdos de Minsk son importantes exclusivamente porque ayudan a mantener las sanciones contra la Federación de Rusia. Creo que a nuestros interlocutores occidentales que trabajan con Ucrania y aseguran que los Acuerdos de Minsk no tienen alternativa, deberían darles vergüenza sus protegidos.
En más de una ocasión lanzamos los pertinentes mensajes a los organismos internacionales, la ONU, la OSCE, el Consejo de Europa y a muchas capitales europeas, sobre todo, a Berlín y París, puesto que son, junto con Rusia y Ucrania, miembros del Cuarteto de Normandía y coautores de los Acuerdos de Minsk. Les solicitamos que hagan entrar en razón a los representantes de Kiev, para que éstos dejen de pasar por alto sus obligaciones y rehusar al cumplimiento de los requisitos estipulados por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Pregunta (traducida del serbio): Hoy ha vuelto a hacer pública la postura de Rusia consistente en que Moscú apoya lo que acuerden Belgrado y Pristina. ¿En caso de garantizarnos alguien hipotéticamente la adhesión a la UE y una buena ayuda económica únicamente a cambio del reconocimiento de Kosovo, firma de un Acuerdo con Pristina y adhesión a los demás países que lo hicieron, lo aceptaríamos?
Respuesta: Es una pregunta que no me debe dirigir a mí, sino al pueblo serbio y a las autoridades serbias. Conocemos la postura del Presidente Aleksandar Vucic y de su equipo, puesto que se hizo pública en numerosas ocasiones. Consiste en que en las negociaciones, los contactos, las consultas relativas al problema de Kosovo Belgrado se guiarán exclusivamente por los intereses nacionales de su Estado y de su pueblo.