la República Árabe Siria
Comentario del Departamento de Información y Prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso en relación con la declaración de EEUU sobre el uso de armas químicas en Siria el 21 de agosto de 2013
El 21 de agosto del año 2013 en localidad de Guta oriental, suburbio de Damasco, fue usado el gas tóxico sarín. Esta acción inhumana se saldó, según varias estimaciones, con unas 1.400 víctimas. Una misión especial de las Naciones Unidas encabezada por Ake Sellstrom no identificó a los culpables en este crimen. Al mismo tiempo, en esencia, confirmó las conclusiones de los expertos rusos sobre el carácter provocativo del uso de sarín fabricado por grupos extremistas.
En este contexto, indigna la hipocresía de la Casa Blanca, Departamento de Estado y representación permanente de EEUU ante las Naciones Unidas que, pasados 4 años, hayan acusado “al unísono” del atentado en Guta oriental al gobierno de Bashar Asad. Asimismo preocupa el que EEUU, actuando en nombre de la comunidad internacional, haya acusado, de manera inapelable, al Damasco oficial del uso de armas químicas en la población siria de Jan Sheijun el pasado 4 de abril. De esta manera, al gobierno sirio lo muestran culpable de encubrir una parte de su potencial de armas químicas, lo que significaría una infracción directa por éste de la Convención sobre las Armas Químicas. Más aun, se le achaca la responsabilidad por haber usado sustancias tóxicas contra la población civil siria.
Este hecho provoca un rechazo categórico, puesto que la instancia competente internacional, la Organización para la Prohibición de las Armas Tóxicas, ha confirmado el que el arsenal químico de Siria había sido eliminado totalmente bajo el control internacional. Además, el Mecanismo Conjunto de Investigación ONU-OPAQ aun no ha dictado su veredicto sobre los culpables de este incidente con el uso de armas químicas.
Washington vuelve a aprovecharse de lo ocurrido en Jan Sheijun para justificar su ataque del pasado 7 de agosto contra el territorio de Siria, un Estado soberano, perpetrado sin visto bueno del Consejo de Seguridad de la ONU y en transgresión de las normas del derecho internacional y humanitario. Suponemos que es posible que los comentarios oficiales tan reprobables se escriban con tal de preparar el terreno para una posible intervención más profunda en los asuntos internos de Siria.