En relación con las afirmaciones publicadas en los medios de comunicación procedentes de algunos políticos de Estados Unidos y otros países de la OTAN sobre el supuesto despliegue "amenazante" de unidades y formaciones de las fuerzas armadas rusas en la frontera con Ucrania, es necesario señalar lo siguiente.

En la práctica de las relaciones de los países miembros de la OSCE (y todos los países de la OTAN, incluido Estados Unidos, pertenecen a esta estructura) hay formas efectivas y completamente fiables de "tranquilizarse" en forma de inspecciones terrestres y aéreas de acuerdo con el Documento de Viena de 2011, así como vuelos de observación de conformidad con el Tratado de Cielos Abiertos.

Se ha permitido llevar a cabo estas acciones a todos los que han querido conocer la situación real en las regiones fronterizas con Ucrania. Como consecuencia del trabajo de los inspectores se han redactado informes oficiales que se han presentado a los países miembros de la OSCE. Esos informes contienen una información objetiva que, a nuestro entender, debería someterse a un análisis imparcial y de base para conclusiones posteriores. Entonces, ¿han aparecido signos de una amenaza militar rusa dirigida a Ucrania?

En absoluto. Las cuatro inspecciones internacionales realizadas en marzo de este año en el territorio europeo de Rusia, de acuerdo con el Documento de Viena sobre medidas de fomento de la confianza y la seguridad de 2011, en las que participaron representantes de Letonia, Alemania, Suiza, Finlandia, Estonia, Bélgica, Francia y Ucrania, no han revelado ningún "preparativo de agresión" ni han determinado ninguna actividad militar que no sea la anteriormente declarada.

Hasta el grupo de inspección ucraniano, que estuvo entre el 18 y el 20 de marzo en el óblast de Bélgorod, confirmó que no se estaba realizando ninguna actividad militar importante. Los tres batallones de las tropas aerotransportadas de Rusia, que se encuentran fuera de su acantonamiento (realizando ejercicios), no se pueden considerar una señal de una "escalada de la amenaza militar".

Además de las inspecciones de acuerdo con el Documento de Viena de 2011, en el mes de marzo, y de conformidad con el Tratado de Cielos Abiertos, se realizaron unos vuelos de inspección de EE. UU. y la República Federal de Alemania, àsí como de Ucrania, a lo largo del territorio ruso fronterizo con Ucrania. Los resultados oficiales de esos vuelos se darán a conocer después de que se procese el material fotográfico. Sin embargo, podemos deducir que si desde el aire se hubieran detectado signos de una gran concentración de tropas, nuestros socios no retrasarían la presentación de las "pruebas objetivas". Lo que quiere decir que simplemente no existen.

Con respecto a este asunto se plantean algunas preguntas. ¿Cuál es el sentido de la actividad de verificación en el ámbito militar y político si los resultados no influyen en la práctica política y, en particular, en la creación de conclusiones por parte de EE. UU. y los países de la OTAN para valorar la situación en Ucrania? ¿Tiene esto que ver con que la información recopilada por los inspectores militares no se ha comunicado a los dirigentes políticos? ¿O es que los estos dirigentes, sucumbiendo a sus impulsos, tienden a ignorar los hechos en beneficio de sus propios gustos y preferencias políticos?

En cualquier caso, nuestros colegas occidentales dan motivos para cuestionar la eficacia del régimen de MFCS, incluida la actividad de verificación, desde el punto de vista del refuerzo de la confianza y la seguridad. Vamos a tener esto en cuenta en el trabajo para el futuro perfeccionamiento del Documento de Viena y para examinar las correspondientes iniciativas en el marco del Foro de la OSCE para la cooperación en el ámbito de la seguridad.

28 de marzo de 2014