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Discurso y respuestas a preguntas de los medios ofrecidos por el Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, durante la rueda de prensa conjunta celebrada al término de las negociaciones con el Ministro de Asuntos Exteriores y de Emigrantes del Reino Hachemita de Jordania, Ayman al Safadi, Moscú, 19 de febrero de 2020

311-19-02-2020

Estimadas damas y caballeros:

Entablamos unas negociaciones muy útiles, concretas, orientadas a obtener resultados, debatiendo tanto la agenda bilateral, como los asuntos regionales, sobre todo, e internacionales.

Discutiendo la agenda bilateral, prestamos especial atención a la necesidad de poner en práctica todos los acuerdos alcanzados en la última reunión de la Comisión Intergubernamental para el Desarrollo de la cooperación comercial, económica, científica y técnica que se celebró el pasado mes de noviembre en Amán.

Estamos desarrollando activamente los vínculos regionales. A fines del año pasado, los líderes de Chechenia y Adigueya visitaron Jordania. 

Estamos consolidando los contactos humanitarios tradicionalmente amplios y ricos. Quisiera agradecer especialmente a los líderes jordanos, al Rey Abdalá II personalmente, su atención constante a las necesidades de los peregrinos rusos.

Los colegas jordanos y nosotros tenemos la misma actitud hacia el arreglo de las situaciones de crisis en el Oriente Próximo y en África del Norte. En primer lugar, se basa en la necesidad de respetar la soberanía, la unidad y la integridad territorial de los países de la región, promover un diálogo nacional inclusivo en el que participen todas las fuerzas étnicas, religiosas y políticas de cada Estado, sea Siria, sea Irak, sea Libia.    

Con respecto al arreglo en Siria, apreciamos la contribución que aporta Jordania como un observador a la labor del formato de Astaná. Nosotros y nuestros amigos jordanos basamos nuestra política en el carácter indispensable de la erradicación definitiva de la amenaza terrorista, procedente del territorio de Siria y de otros países de la región.

Prestamos mucha atención a tal aspecto del arreglo sirio, como la creación de condiciones para el regreso de los refugiados. Hay muchos en Jordania. En gran parte, gracias a las soluciones que se están elaborando en el marco del cuartel operativo ruso-jordano para el regreso de los refugiados sirios, creado hace varios años en la capital jordana, podemos lograr unos éxitos aún no muy grandes, pero, sin embargo, reales.

Hoy debatimos las iniciativas jordanas para implementar proyectos específicos en el sur de Siria para reconstruir la infraestructura civil y crear otras condiciones para el regreso de los refugiados de Jordania. Apoyamos estos proyectos.

Los representantes de la ONU y EEUU periódicamente participan en el trabajo del cuartel operativo ruso-jordano en Amán para el regreso de los refugiados sirios. Exhortamos activamente a todos los socios extranjeros a que establezcan una estrecha cooperación y eliminen los obstáculos políticos u otros artificiales en materia de la asistencia humanitaria a la población civil siria, incluso para el regreso de los refugiados.

Además, tenemos un enfoque común respecto del arreglo palestino-israelí. Hoy hemos hablado mucho de esto también. Rusia y Jordania tradicionalmente están comprometidas con las normas del Derecho Internacional, establecidas para resolver este conflicto, incluidas las resoluciones de la ONU y la Iniciativa de Paz Árabe.

Hoy, en nuestras negociaciones, hemos hecho hincapié en que los intentos de superar el conflicto basándose en la política de hechos consumados, con las medidas unilaterales a favor de una de las partes en el conflicto son contraproducentes, como lo demuestra la respuesta de la gran mayoría de los países del mundo al llamado trato del siglo, que nos ofrecieron los colegas estadounidenses.

Para resolver cualquier problema se necesita el diálogo y el consentimiento de todas las partes involucradas. En este sentido, hemos expresado nuestro apoyo a las decisiones adoptadas a principios de febrero en el Cairo en la reunión de la Liga de los Estados Árabes, que, entre otras cosas, incluyen la propuesta de avanzar hacia un proceso de negociaciones multilaterales bajo los auspicios internacionales. Estamos dispuestos a este trabajo. Opinamos que un cuarteto de mediadores internacionales con la participación de los representantes de la Liga Árabe podría ser la base de este proceso multilateral.

Por supuesto, agradecemos especialmente el deseo de Jordania de ayudar a resolver el problema palestino. Subrayamos la importancia de este papel dado que el Rey Abdalá II es el guardián de santuarios musulmanes en Jerusalén.

En cualquier caso, resulta que ahora, cuando EEUU ha presentado el trato del siglo, el problema palestino ha pasado inmediatamente al primer plano de la política mundial, aunque hasta hace poco estaba en el último. Por los tanto, siempre es necesario ver las ventajas y aprovechar la mayor atención a la inadmisibilidad de un estancamiento en esta cuestión, tratar de movilizar a la comunidad internacional para promover la búsqueda de solución que aceptarían ambas partes.

Saludamos las medidas adoptadas en Irak para superar la crisis política interna. La formación del nuevo Gobierno como resultado del diálogo en que participaron todas las fuerzas políticas y grupos étnicos y religiosos del país ha sido un paso muy importante. Seguiremos apoyando a nuestros amigos iraquíes en su deseo de estabilizar la situación. Cualquiera injerencia externa es, por supuesto, inaceptable.

La necesidad de evitar la injerencia externa en los asuntos internos también es pertinente para los esfuerzos por crear las condiciones para un arreglo en Libia. Compartimos la opinión de que se puede resolver esta crisis exclusivamente a través del diálogo nacional de toda Libia. Y todos aquellos que, de una forma u otra, influyen en las diversas fuerzas políticas y de otro tipo en Libia deben alentarlos a sentarse a la mesa de negociaciones. Se han hecho los primeros pasos con este fin, pero ahora vuelven a surgir unas dificultades adicionales.

En Rusia estamos convencidos de que, para garantizar la sostenibilidad del proceso en el arreglo libio, es necesario que los actores externos eviten las iniciativas divergentes y contrapuestas y se concentren en la necesidad de tomar todas la medidas para alentar a las partes libias a dialogar, basándose en las decisiones adoptadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.

En general, los resultados de las negociaciones han confirmado el potencial muy grande y prometedor de nuestra asociación bilateral y cooperación en el ámbito internacional.

Pregunta: Según las palabras del Ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, no se descarta la cumbre del Presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el Presidente de Turquía, Recep Erdogan, si las negociaciones en Moscú sobre Idlib no dan resultados. Al mismo tiempo, el Presidente de Turquía, Recep Erdogan, interviniendo en el Parlamento, dijo que no estaba satisfecho con los resultados de las negociaciones en Moscú, la operación militar turca en Idlib fue una cuestión de tiempo, y no iban a dejar la región al régimen y a sus aliados, y esta es la última advertencia. Turquía ya lo ha dicho. ¿Cómo evalúa los resultados de las negociaciones en Moscú? ¿Se espera una cumbre? ¿Será una reunión bilateral o una cumbre en el formato de Astaná? Hace un par de horas, Irán dijo que tal reunión se celebrará en un futuro próximo.

Respuesta: En cuanto a los resultados de las negociaciones entre Rusia y Turquía, que se celebraron en Moscú ayer y anteayer, no logramos un resultado definitivo sobre la manera de cumplir los acuerdos del Presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el Presidente de Turquía, Recep Erdogan, sobre Idlib. No hemos presentado nuevas demandas. Creemos que es necesario cumplirlo todo que nuestros líderes acordaron. Quisiera recordar que el acuerdo principal en cuanto a Idlib es la separación de la oposición armada, que colabora con Turquía, de los terroristas. Conforme con los acuerdos sobre Idlib, los terroristas no pueden participar en la cesación del fuego ni en la cesación de las hostilidades de ningún modo. Incluso después de un año, no logramos separar a los militantes tutelados por nuestros amigos turcos de los terroristas en el plazo establecido por el Memorándum de Sochi de septiembre de 2018. Al mismo tiempo, continúan las provocaciones en la zona de Idlib, el bombardeo de posiciones de las fuerzas armadas sirias, de las instalaciones civiles y de la base aérea rusa Hmeymim.

Ya en la segunda reunión sobre Idlib el otoño pasado, el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el Presidente de Turquía, Recep Erdogan, acordaron crear una franja desmilitarizada dentro de la zona de distensión de Idlib, en la que no debería haber militantes, ni armas pesadas ni de otra índole, de 15 a 20 kilómetros de ancho, para evitar que militantes y terroristas bombardeen posiciones fuera de la zona de Idlib, violando gravemente los acuerdos de los presidentes de Rusia y Turquía. Aún no se ha creado tal franja desmilitarizada a lo largo del perímetro de la zona de Idlib. Además, continúan los bombardeos de las posiciones del ejército sirio, de las instalaciones civiles y los intentos de atacar nuestra base aérea de Hmeymim. Por supuesto, las fuerzas armadas sirias, reafirmando su compromiso con los acuerdos iniciales sobre Idlib, incluido el acuerdo de cesar el fuego, responden a este tipo de provocaciones inaceptables. Los apoyamos en esto. Dado que los terroristas y los militantes que colaboran con ellos no quieren alejarse del perímetro exterior de la zona de distensión y continúan sus acciones provocativas, es evidente que se los aleja del perímetro para que estén lo más lejos posible de los objetos que intentan atacar. Estas acciones de la FF.AA. de Siria son una respuesta a la violación grave de los acuerdos sobre Idlib. Además, a pesar de algunas evaluaciones, quisiera subrayar que las fuerzas sirias están alejando a los militantes y terroristas no en el territorio extranjero, sino en el suyo, restaurando así el control del Gobierno legítimo de la República Árabe Siria sobre sus territorios. Haciendo retroceder a los bandidos que no respetan el alto el fuego, las fuerzas armadas sirias ya alcanzaron las rutas M-4 y M-5. Garantizar el tráfico en estas rutas fue una parte integral de los acuerdos sobre Idlib de los presidentes de Rusia y Turquía. Hasta hace poco, esta condición no se cumplía.

Estoy hablando tan detalladamente sobre esto porque, según la cobertura de la situación en Idlib, uno podría pensar que nadie recuerda los acuerdos que se hicieron entre septiembre de 2018 y octubre de 2019. Según los comentarios histéricos de algunos representantes occidentales, uno podría imaginar que en su momento, debatiendo la situación en Idlib, Rusia y Turquía simplemente acordaron congelar la situación allí, dejar en paz a los terroristas y permitirles hacer lo que quieran, bombardeando todo desde la llamada zona de distensión. No es así. Nadie ha prometido nunca a los terroristas que los dejaremos en paz en la zona de Idlib. Lean los acuerdos del Presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el Presidente de Turquía, Recep Erdogan, y todo caerá en su lugar.

Por supuesto, continuaremos observando con nuestros colegas turcos esta situación, las formas de cumplir lo que acordamos. Además, no se trata de restablecer la situación inicial de hace un año y medio, sino cumplir los acuerdos con el fin de alcanzar los resultados que he mencionado. Estamos dispuestos a trabajar en cualquier nivel, incluso en el más alto. Lo comentó ayer el portavoz del Presidente de Rusia, Dmitri Peskov. Hasta ahora, no he visto indicaciones concretas de que se está preparando una reunión de los presidentes.

Pregunta (dirigida a ambos ministros y traducida del árabe): Hoy se ha dicho mucho sobre la situación en Idlib y Alepo. ¿En su opinión, cuál es la situación en otra parte de Siria, en la frontera entre Siria y Jordania, incluso en el área del campamento Rukban, donde como se sabe se encuentran grupos armados de oposición?

Respuesta (Serguéi Lavrov añade después de Ayman al Safadi): Tratamos activamente de ayudar a los sirios en Rukban a regresar a sus casas, porque los bandidos controlados por EEUU los utilizaban como un escudo humano. Atraemos la ONU a esto. Intentamos enviar allí convoyes con ayuda humanitaria varias veces. No siempre los bandidos dejaban pasar a estos convoyes a los que querían obtener ayuda. Sospechamos que utilizaban esta ayuda para apoyar a los militantes. Posteriormente, la ONU comenzó a hacer referencias a las condiciones de seguridad y gradualmente se apartó de este tema, por lo que tenemos la sensación, que ha existido ya más de un año, de que la situación en el campamento Rukban no cambia para que EEUU tenga un pretexto para su presencia ilegal en la ribera este del Éufrates.

El arreglo sostenible de la crisis siria supone la retirada de todos los contingentes armados que se encuentran ilegalmente en este país, como lo exige la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, en la que se subraya la necesidad de respetar plenamente la soberanía e integridad territorial de la República Árabe Siria.