Discurso y respuestas a preguntas de los medios ofrecidas por el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, durante una rueda de prensa conjunta con el Ministro de Relaciones Exteriores de la República Islámica de Irán, Hossein Amir Abdollahian, Moscú, 6 de octubre de 2021
Estimadas damas y caballeros,
Las conversaciones se han celebrado en el marco de la primera visita de Hossein Amir Abdollahian a nuestro país en su nueva calidad de Ministro de Relaciones Exteriores de la República Islámica del Irán.
Hemos abordado las vías concretas de ampliar la cooperación en el marco de proyectos bilaterales, a tenor de las decisiones tomadas a nivel cumbre, inclusive durante las conversaciones telefónicas sostenidas por el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el Presidente de Irán, Ebrahim Raisi, el pasado 18 de agosto y el 14 de septiembre.
Hemos prestado una atención especial a la agenda económica y comercial bilateral. El intercambio comercial entre nuestros países crece de forma sostenible y, a pesar de la pandemia y las persistentes sanciones arbitrarias de EEUU, aumentó un 42% en los primeros siete meses de este año ascendiendo a unos 1.900 millones de dólares. Hemos convenido en no detenernos, seguir contribuyendo al fortalecimiento de esta tendencia y desarrollar lazos comerciales, incluso entre las entidades territoriales.
Hemos valorado positivamente la interacción en el ámbito de las Humanidades. Nuestra tarea prioritaria es contrarrestar conjuntamente el COVID-19. Los respectivos departamentos aplican esfuerzos enérgicos en esta área. Se ha firmado un contrato de suministro de la vacuna Sputnik V a Irán. Hemos convenido en tomar medidas para acelerar su implementación. Hemos abordado la posibilidad de organizar la fabricación de esta vacuna en Irán.
Hemos hablado de asuntos de la agenda internacional y regional. Nos hemos pronunciado a favor de fomentar las relaciones internacionales de conformidad con los principios sólidos de la Carta de las Naciones Unidas. Junto con nuestros amigos iraníes, rechazamos el “orden mundial neocolonial basado en reglas” promovido por Occidente que está desarrollándose en círculos estrechos, fuera de los organismos universales para intentar imponerlas más tarde a todos los demás. Como hemos declarado en reiteradas ocasiones, nuestras reglas son la Carta de la ONU.
Hemos coordinado nuestras posturas en diversos foros multilaterales. Hemos aplaudido de nuevo la decisión aprobada en la 21ª cumbre de la OCS en Dusambé de iniciar el procedimiento para admitir a Irán como miembro de pleno derecho de la Organización.
Hemos abordado cuestiones relacionadas con el Plan de Acción Integral Conjunto para el arreglo de la situación en torno al Programa Nuclear Iraní (PAIC). Creemos que se podría restablecer el acuerdo estipulado en la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU únicamente en caso de su cumplimiento pleno y consecuente por todas las partes, de conformidad con el equilibrio de intereses indicado en este documento desde el inicio. Moscú y Teherán coinciden en que las negociaciones en el formato de Viena deberían reanudarse lo antes posible. La parte iraní, como me ha confirmado mi colega, está preparada para esto. Al mismo tiempo, se entiende que las negociaciones no son un fin en sí mismas. La comunidad internacional está esperando que EEUU regrese al marco legal del “acuerdo nuclear” y levante las restricciones arbitrarias impuestas tanto contra Irán como contra todos sus socios comerciales y económicos.
Consideramos que los intentos de algunos países de vincular la preservación del PAIC con el visto bueno de Teherán de hacer concesiones en relaciión con otros temas no relacionados con el acuerdo no tienen perspectiva. Estamos convencidos de que es necesario discutir la situación en la región fuera del PAIC, al sentarnos todos juntos en la mesa de negociaciones. Es la postura en que se basa el Concepto ruso de seguridad en el golfo Pérsico actualizado el pasado mes de agosto y publicado en calidad de documentos oficiales de la Asamblea General de la ONU y del Consejo de Seguridad de la ONU. Exhortamos a nuestros amigos iraníes y árabes a continuar avanzando por el camino de acercamiento mutuo, discutiendo y acordando cualesquiera cuestiones en respuesta a las preocupaciones que hay.
Hemos prestado mucha atención a la situación en Afganistán. Nuestros países están de acuerdo de que los afganos que sufrieron mucho durante las dos décadas de experimentos geopolíticos de Washington tienen un derecho legítimo al bienestar y a la vida tranquila en su propia tierra. La clave de esto es la estabilización de la situación política interna, el equilibrio de los intereses de todos los grupos étnicos, confesionales y políticos, y el principio de inclusividad en la formación de los órganos de poder. Todo esto debería ayudar a restablecer la economía y la vida normal, en general, en vista de las tradiciones milenarias de este pueblo antiguo.
Afganistán debe dejar de ser una fuente de inestabilidad regional y global. Exhortamos a las nuevas autoridades afganas a luchar sin concesiones contra los grupos terroristas y el tráfico ilícito de drogas y armas.
Constatando un carácter extraordinario de los problemas económicos del Afganistán, hemos recordado que Washington y los que le apoyaron son los responsables. Partimos de la necesidad de involucrar a las respectivas organizaciones internacionales en el arreglo de toda la gama de problemas humanitarios. Observamos importantes esfuerzos concretos que se aplican en esta área por las organizaciones internacionales y los países vecinos. Aplaudimos un gran y significativo aporte de Irán que ha albergado a millones de refugiados afganos. En este contexto, hemos abordado las perspectivas de intensificar la cooperación regional e internacional para contribuir al restablecimiento posconflicto de Afganistán. Existen las iniciativas de Rusia e Irán al respecto. Hemos hablado de la mejor manera de armonizar los esfuerzos para realizarlas.
Hemos intercambiado opiniones sobre la situación política, militar y humanitaria en Siria. Hemos manifestado nuestra disposición mutua a seguir coordinando estrechamente nuestras posturas para lograr la paz a largo plazo y mejorar la situación social y económica en Siria. Seguiremos cooperando intensamente en el marco del formato de Astaná con la participación de Rusia, Irán y Turquía que ha probado su eficacia. La próxima cumbre de los tres países debe celebrarse en Irán cuando la situación sanitaria y epidemiológica lo permita. En esta etapa, centraremos nuestros esfuerzos en contribuir a la celebración exitosa de la reunión ordinaria del Comité de Redacción de la Comisión Constitucional en Ginebra programada para este mes.
Hemos abordado varios otros temas regionales, incluida la cooperación de los cinco países del Caspio y la ratificación de la Convención sobre el Estatuto Jurídico del Mar Caspio. Hemos discutido la situación en la región del Cáucaso, Oriente Próximo y el Norte de África.
Nos mantendremos en contacto sobre todos los temas discutidos.
Pregunta: En vista de que Irán forma parte de la OCS y la estrecha cooperación de Teherán con la Unión Económica Euroasiática (UEE), comente la cooperación de Irán y Rusia en estas organizaciones.
Respuesta: La valoramos positivamente. Hemos acogido con satisfacción la decisión de la cumbre de la OCS en Dusambé celebrada el mes pasado de iniciar el procedimiento para de admisión de Irán a la OCS como miembro de pleno derecho. Teherán, como observador, tiene actualmente la oportunidad de participar en casi todas las actividades de la OCS, en particular, en el trabajo del Grupo de Contacto OCS - Afganistán. La importancia de este formato crece hoy. Estamos interesados en aprovechar este formato y todas las demás áreas de actividad de la Organización: la seguridad, la lucha contra el terrorismo, extremismo y separatismo, el establecimiento de los vínculos económicos y de transporte. Todo esto responde a los intereses de la Federación de Rusia y de la República Islámica del Irán.
En cuanto a la Unión Económica Euroasiática, Irán desde hace mucho forma parte de un acuerdo provisional sobre la liberalización del comercio mutuo. Ahora hemos empezado a acordar un acuerdo permanente sobre la zona de libre comercio entre la UEEA e Irán. Creo que los beneficios que ofrece este proceso son evidentes para todos los participantes.
Pregunta: Los recientes acontecimientos en el Cáucaso ponen de relieve que algunos regímenes de la región aplican esfuerzos para fortalecer las relaciones, producir una escisión y atacar los intereses vitales de Irán. Por otro lado, Azerbaiyán, al llevar a cabo ejercicios militares tripartitas con la participación de Turquía y Pakistán, está preparando un terreno para la presencia de los Estados extranjeros en la región del Caspio. Esto contradice a los compromisos asumidos por estos países en relación con el mar Caspio. La postura de Rusia al respecto no está muy clara. ¿Cómo ve Rusia la posibilidad de resolver este problema y cuál es su postura?
Respuesta: Hemos manifestado nuestra postura en reiteradas ocasiones. Fue Rusia la que desempeñó un papel crucial en frenar la guerra hace un año y firmar la Declaración tripartita a nivel de los Presidentes de Azerbaiyán, Rusia y el Primer Ministro de Armenia, a tenor de que en la zona de conflicto de Alto Karabaj se desplegó el contingente ruso de mantenimiento de paz para garantizar la seguridad y crear condiciones para volver a una vida normal. Además, esta declaración conjunta contenía los principios que determinaban las acciones a emprender para promover el arreglo, incluida la actividad para desbloquear todas las comunicaciones de transporte y vínculos económicos en la región. Esto beneficiará no solo a Armenia, Azerbaiyán, sino también a Georgia como país de la región del Cáucaso también, así como a Irán, Rusia y Turquía como vecinos más cercanos de las tres repúblicas del Cáucaso del Sur.
En este contexto, hemos discutido hoy la iniciativa de crear un formato llamado “tres más tres”: tres países de la región del Cáucaso y sus tres vecinos “grandes”: Rusia, Irán y Turquía. Nuestros amigos iraníes han percibido positivamente esta iniciativa. Observamos lo mismo en Azerbaiyán y Turquía. Estamos trabajando con nuestros colegas armenios. Esperamos que, a pesar de todas las dificultades, Georgia pueda ver un interés fundamental en establecer tal mecanismo de consulta y coordinación de decisiones en relación con el desarrollo acelerado de esta región que se ha visto obstaculizado durante mucho tiempo debido a conflictos persistentes. Estamos en contra de un posible aumento de la actividad militar aquí y de que cualesquiera ejercicios tengan carácter provocativo. Azerbaiyán expresa sus preocupaciones por los recientes ejercicios militares llevados a cabo por nuestros amigos iraníes cerca de las fronteras.
En cuanto al mar Caspio y la preparación del terreno para la injerencia extranjera en los asuntos de esta región, hoy hemos dicho en reiteradas ocasiones a nuestros interlocutores y amigos que es necesario garantizar lo más pronto posible la entrada en vigor de la Convención sobre el Estatuto Jurídico del Mar Caspio que prohíbe expresamente la presencia en el mar Caspio de las fuerzas militares y de cualquier Estado no ribereño del mar Caspio. El Convenio entrará en vigor en cuanto se haya depositado el último instrumento de ratificación. Este asunto se estudia ahora por el parlamento de la República Islámica de Irán. Espero que la decisión sobre la ratificación se adopte rápidamente y que la Convención se convierta en un instrumento legal internacional de pleno derecho para garantizar el respectivo régimen en la región del Caspio.