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Entrevista concedida por el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, a la revista Hommes d’Afrique, Moscú, 5 de marzo de 2018

402-05-03-2018

 

Pregunta: Este mes de marzo realizará una gira por África, visitando cinco países del continente. En las últimas décadas ésta será la gira más importante realizada por la región por un Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia. ¿Cuál es el objetivo de su visita?

Respuesta: Rusia está poniendo en práctica una política exterior orientada a múltiples destinos. Uno de ello es África que representa una de las prioridades recogidas en la renovada Estrategia de la política exterior de la Federación de Rusia aprobada por el Presidente Vladimir Putin en noviembre de 2016. Aplaudimos la aportación de los países del continente africano a la creación de un modelo geopolítico policéntrico, más justo y democrático, así como en la solución de los más palpitantes problemas de la actualidad.

Nuestro país propició de manera activa la adquisición de la independencia por los países africanos, el establecimiento y el afianzamiento de sus Estados. En la actualidad las relaciones bilaterales gozan de un carácter amistoso y están orientadas a proyectos de largo alcance. Se está desarrollando el diálogo político, se celebran visitas al alto y más alto nivel, se amplía la cooperación económica y comercial y se fomenta la colaboración interparlamentaria.

Mi próxima visita a los países situados al sur del Sahara, Angola, Zimbabue, Mozambique, Namibia y Etiopía se plantea fomentar los vínculos en las más variadas esferas, buscar nuevos campos de cooperación en las esferas económica, comercial, científico-técnica, humanitaria y demás. Contamos con que se celebre un detallado intercambio de opiniones sobre una amplia gama de temas globales y regionales, incluida la lucha contra el terrorismo y el arreglo de las crisis, entre ellas, la del Sahara y el Sahel, la del Cuerno de África y la de la Región de los Grandes Lagos.

Rusia concede una gran importancia a los vínculos con las organizaciones regionales y subregionales del continente africano, en primer lugar, con la Unión Africana. En el marco de la puesta en práctica del Memorándum sobre la comprensión mutua en lo relativo a la celebración de las consultas políticas de 2014 firmado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia y la Comisión de la Unión Africana, está previsto que me reúna con el Presidente de dicha Comisión, Moussa Faki Mahamat. Se prevé que abordemos las relaciones entre Rusia y la Unión Africana, así como el papel de dicho organismo en la búsqueda de respuestas óptimas a los múltiples retos y amenazas a los que se enfrenta el mundo actual.

Pregunta: ¿Cuál es el estado en estos momentos de las relaciones ruso-africanas en las esferas política, diplomática, económica y cultural? ¿Está satisfecho con la situación actual?

Respuesta: Ya he señalado que las relaciones entre Rusia y los países africanos gozan tradicionalmente de un carácter amistoso, basándose en el principio de igualdad y respeto mutuo. Ofrecen considerables potencialidades en las esferas política, económica, comercial, humanitaria y demás.

Los contactos políticos son los que mayor ritmo de desarrollo han adquirido. Interaccionamos de manera activa con Sudáfrica, nuestro socio estratégico, miembro de los BRICS. Los Presidentes de ambos países se reúnen con regularidad al margen de las Cumbres de los BRICS y en el marco de otros organismos.

El año pasado celebró su visita oficial a Rusia el Presidente de Guinea, Presidente de la Unión Africana, Alpha Condé, que había acudido a nuestro país con anterioridad en calidad de invitado del Foro Económico de San Petersburgo. El año pasado el vicepresidente del Gobierno de la Federación de Rusia, enviado plenipotenciario del Presidente de Rusia en el Distrito Federal de Lejano Oriente, Yuri Trútnev, realizó viajes de trabajo a Angola, Namibia y Sudáfrica.

Se están desarrollando de manera activa las relaciones interparlamentarias. Participaron en las labores de las 137ª Asamblea de la Unión Interparlamentaria celebrada el pasado octubre en San Petersburgo delegaciones representativas de los órganos legislativos de numerosos países africanos. Al margen del Foro celebraron sus negociaciones los presidentes de ambas cámaras del Parlamento de la Federación de Rusia y sus homólogos de Botsuana, Burundi, Namibia, Ruanda, las islas Seychelles, Uganda, Guinea Ecuatorial y Sudáfrica.

Se está ampliando la interacción entre los Ministerios de Asuntos Exteriores de Rusia y de los países del continente africano. El año pasado acudieron a Rusia doce Titulares de las carteras de Exteriores en representación de los países de África. Los contactos son mantenidos principalmente a través del viceministro de Asuntos Exteriores, enviado especial del Presidente de Rusia para Oriente Próximo y los países de África, Mijaíl Bogdánov. Se celebran con regularidad las consultas interministeriales y se mantienen contactos estrechos en el marco de la ONU. He de hacer constar con satisfacción que la mayoría de los países del continente se muestran interesados en reforzar su diálogo político con Rusia y en coordinar sus posturas acerca de los problemas clave de la actualidad.

Se están reforzando los vínculos humanitarios. Realizan con éxito sus actividades en Zambia, República del Congo, Tanzania y Etiopía Centros de Cultura y Ciencias rusos, en base a los cuales son organizados seminarios, conferencias, talleres de metodología y mesas redondas que permiten mejorar el nivel profesional de los expertos nacionales en la lengua y cultura rusas. Las Embajadas de Rusia en los países africanos organizan con regularidad exposiciones y presentaciones de películas. En los años 2016-2017 se celebró la Temporada Dual de Cultura en Rusia y Sudáfrica.

Una esfera de cooperación tradicional es la formación de especialistas procedentes de los países africanos. Anualmente el Gobierno de la Federación de Rusia asigna de los fondos presupuestarios becas a los estudiantes africanos para que cursen estudios en los centros de educación superior. Tan sólo en 2017 recibimos a más de 1.800 estudiantes africanos, siendo su número total actualmente de unas 15.000 personas, cerca de 4.000 de las cuales estudian gratis.

La interacción económica todavía no es tan fructífera como la política, por poner un ejemplo. Es cierto que en los últimos años se ha observado cierto crecimiento del intercambio comercial entre Rusia y los países situados al sur del Sahara, llegando a ascender en 2017 a unos 3.600 millones de dólares, mientras que en 2016 los índices eran de unos 3.300 millones de dólares y en 2015, de unos 2.200 millones de dólares. A día de hoy agentes económicos rusos están presentes en África en los sectores de la prospección y extracción de las reservas naturales, así como de la energía, petróleo y gas. Se llevan a cabo proyectos en la esfera de prospección y explotación de yacimientos de petróleo y gas, venta de derivados de petróleo, programas nacionales de gasificación y de creación de sistemas de almacenamiento de gas. Técnicos rusos se encargan del mantenimiento de las centrales hidroeléctricas, asisten en la puesta en práctica del proyecto de la construcción de centrales atómicas y de centros de ciencia y tecnologías nucleares. Se está desarrollando la cooperación en la esfera de las altas tecnologías, observándose perspectivas en otros campos, tales como el transporte, la industria y la agricultura.

Partimos de la necesidad de incentivar las labores conjuntas con tal de aprovechar más las importantes potencialidades de la cooperación bilateral en el campo del comercio y las inversiones.

Pregunta: África es un enorme continente que sigue necesitando un mayor desarrollo económico, mientras que el crecimiento demográfico y la abundancia de recursos naturales crean premisas para el surgimiento en las próximas décadas del mercado más grande del mundo. Rusia es un país industrializado con una población relativamente pequeña y considerables volúmenes de reservas naturales. ¿De qué manera deberían vertebrar estas dos partes sus relaciones bilaterales? ¿Qué sectores de la economía o, si somos más exactos, qué productos podrían servir de base para dichas relaciones?

Respuesta: En cierta medida he respondido ya a esta pregunta. El subsuelo africano ofrece gran variedad de riquezas, conteniendo elementos necesarios para el desarrollo de sectores de las altas tecnologías y para la transición a un modelo más tecnológico.

Contamos con una serie de ejemplos de cooperación fructífera en dicha esfera. La empresa Alrosa está extrayendo diamantes en el yacimiento más importante de Angola, Catoca. RUSAL en Guinea está trabajando en la extracción de bauxitas en el yacimiento de Friguia y está aprovechando la concesión de explotación del yacimiento de Dian Dian. RUSAL además posee el 85% de las acciones de la empresa nigeriana de producción de aluminio Alskon. El consorcio compuesto por varias empresas rusas incluido el grupo inversor y productivo V Holding está llevando a cabo el proyecto de la explotación del yacimiento más importante de los metales del grupo de platino de Zimbabue, Darwendale. La empresa petrolera rusa Rosneft ganó el concurso público para la prospección en Mozambique de reservas de gas en la plataforma continental. La empresa Norgold está extrayendo oro en Burkina Faso y en Guinea, mientras que la empresa Global Resources está realizando la prospección de oro en Malí y en Níger. La empresa GeoProMining se dedica a extraer y procesar las arenas de titanio en Guinea Bisau y la empresa Renova, el manganeso en Sudáfrica. La empresa Severstal participa en la explotación del yacimiento de fosfatos en Guinea Bisau. Estos y otros ejemplos nos permiten enfocar con optimismo la futura cooperación.

Además de cooperar en la minería, estamos interaccionando en la esfera de las altas tecnologías. La empresa Rosatom está estudiando una serie de proyectos que presentan interés para la parte africana. Así, se está abordando la posible creación del Centro de ciencia y tecnología nucleares en Zambia, existiendo ya un proyecto igual en Nigeria. Existen buenas perspectivas de cooperación en Ghana, Tanzania y Etiopía. Con Sudáfrica se está negociando la construcción de una central atómica.

Me gustaría volver a subrayar que haremos cuanto está a nuestro alcance para elevar el nivel de la interacción económica y comercial al alto nivel del diálogo político.

Pregunta: Los Estados africanos se pronuncian a favor de una reforma general de las actividades de la ONU, sobre todo, de la ampliación del Consejo de Seguridad de la ONU, para que el continente africano pueda contar con dos plazas fijas. ¿Conoce estas aspiraciones de los africanos? ¿Cuál es la postura de Rusia sobre el particular?

Respuesta: Por supuesto, conocemos de sobra la postura consolidada de África con respecto a la reforma del CS de la ONU formulada en 2005 vía documento conocido como Consenso de Ezulwini.

Por nuestra parte, compartimos la convicción de que África ha de ser representada de manera justa en el Consejo de Seguridad, dado, entre otros factores, que los problemas del continente componen la mayor parte de la agenda de la organización. Estamos dispuestos a propiciar la realización de dichas aspiraciones en base a aquel modelo de la ampliación del Consejo que goce del mayor apoyo posible de los Estados miembros del organismo.

Contamos con que la Unión Africana siga ateniéndose a la postura única expuesta en el Consenso de Ezulwini. Es una garantía segura de que los intereses africanos no sean pasados por alto, cosa que ocurrió en el pasado. No se puede pasar por alto la opinión compartida de medio centenar de Estados. Estamos convencidos de que la fuerza de la Unión Africana en la región pasa por seguir esta línea común.

Estamos manteniendo con los Estados africanos un diálogo de confianza sobre este tema tanto en el marco de la ONU, como a nivel bilateral. Así, en julio de 2017 acudió a Moscú en calidad del presidente del Comité de los diez de la Unión Africana creado para promover los intereses de África durante la ampliación del CS de la ONU, el Ministro de Asuntos Exteriores de Sierra Leone, Samura Kamara. Celebramos un sincero intercambio de opiniones e hicimos constancia de que la reforma del CS sólo puede llevarse a cabo a través de negociaciones intergubernamentales celebradas en Nueva York. El proceso ha de avanzar sin agitación innecesaria, estrechamiento artificial de la agenda, establecimiento de plazos ni fechas límite.

Para nosotros sigue sirviendo de referencia la tarea de concederle al Consejo de Seguridad un carácter más representativo, sin que ello afecte a su eficacia. Su composición ha de reflejar el proceso del establecimiento y afianzamiento de un nuevo modelo geopolítico policéntrico.

Al mismo tiempo, vemos con escepticismo la idea de limitar el derecho al veto, considerándolo un importante elemento de elaboración de decisiones sopesadas del Consejo y de defensa de los intereses de la minoría.

Pregunta: La letra R en los BRICS significa Rusia, mientras que la S es por Sudáfrica. En la creación de los BRICS y del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS se plasmaron las esperanzas de muchos africanos en que aparezca alguna alternativa a la política imperialista, dominante y explotadora de los países occidentales y tales organismos que permanecen bajo su control como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Una esperanza que no cobró vida. Y muchos africanos se sienten decepcionados. En su calidad de Ministro de Asuntos Exteriores de uno de los países miembros de los BRICS, diga algo a los pueblos del continente africano, para apoyar su fe en las posibilidades de esta organización.

Respuesta: No puedo aceptar sus evaluaciones de las actividades de los BRICS. Diría que ocurre todo lo contrario, que el interés internacional hacia la integración está creciendo. Lo vemos en el interés de los medios y los expertos que atraen las Cumbres de los líderes de los BRICS, así como en las decenas de reuniones a nivel de ministros y jefes de entidades, foros de representantes de la sociedad civil, círculos científicos, personalidades del mundo de la cultura y el deporte. La decisiones elaboradas por dichos cinco países traspasan los límites del organismo, para ser proyectadas a espacio político y económico internacionales.

La interacción en el marco de los BRICS es un importante elemento de la formación de un modelo policéntrico más justo y democrático, un ejemplo convincente del afianzamiento de ideas multilaterales y colectivas a nivel mundial. Nuestra paridad estratégica es desarrollada en base a los principios de igualdad y solidaridad, respeto mutuo y de los intereses de todas las partes, abertura y cooperación de mutuo beneficio, supremacía del derecho internacional y de la Carta de la ONU. Estos principios son compartidos por la mayoría de los países del mundo, también los del continente africano. Al mismo tiempo, no nos contraponemos a otras asociaciones o foros. BRICS siempre está “a favor” y no “en contra”.

Este año Sudáfrica se ha puesto al mando de los BRICS. Podríamos decir que los procesos de la integración están regresando a África. Por otra parte, nuestros países nunca les han dado la espalda a los problemas del continente, no dejando de prestarles la atención en las Cumbres y otras reuniones de alto nivel de representantes de los cinco países. Es significativo que la presidencia de Sudáfrica coincida con los 100 años del el nacimiento de Nelson Mandela, el sabio Madiba que defendía los mismos principios que son defendidos por los BRICS.

He de hacer constar con satisfacción que nuestros amigos sudafricanos están dispuestos a incluir en la agenda de los BRICS numerosos temas relativos al continente africano, abordando los principales problemas y retos al que tiene que enfrentarse. Por nuestra parte, aplaudimos esta intención. Apoyamos el refuerzo del diálogo BRICS-África, cuyo precedente fue sentado en 2013 en Durban durante la reunión de los representantes de los países miembros con los dirigentes de la Unión Africana y los líderes de las ocho principales asociaciones regionales. Este año el país presidente tiene previsto invitar a los representantes de los Estados africanos a la X Cumbre de los BRICS que se celebrará en Johannesburgo.

Por supuesto, el diálogo BRICS – la Unión Africana no se limita únicamente a los períodos de la presidencia de Sudáfrica. En la reunión de los líderes de los países miembros con los líderes de los Estados invitados celebrada en el marco de la Cumbre de los BRICS en 2017 en Xiamen participó Guinea, que asumía en aquellos momentos la presidencia de la Unión Africana. Consideramos que la estrategia BRICS plus aprobada el año pasado sienta bases para sistematizar la práctica de invitar a las Cumbres de los cinco a los líderes de los países presidentes de la Unión Africana y, posiblemente, de otras asociaciones regionales del continente africano.

Los países de los BRICS son el principal inversor en la economía africana. Hacemos constar con satisfacción el crecimiento del interés por parte de los países africanos en reforzar la cooperación práctica con los BRICS. El mencionado Nuevo Banco de Desarrollo ofrece posibilidades adicionales para ello. Dicha institución, junto un fondo de bonos en divisas nacionales de los BRICS, está enfocada a formar un sistema económico global más justo.

En la actualidad el Banco está afianzando sus posiciones. Contamos con que pueda funcionar, además de en Sudáfrica, en otros países africanos. También a través del Centro regional africano del Nuevo Banco de Desarrollo creado en Johannesburgo.

Por supuesto, los vínculos de los BRICS con el continente africano no se limitan sólo a la economía y las finanzas. Decenas de miles de estudiantes africanos cursan estudios en los países miembros del organismo. Los países de los BRICS hacen muchos esfuerzos por traer la paz al continente.

Pregunta: La V Cumbre Unión Africana – Unión Europea se celebró en noviembre de 2017 en Abidjan en la Costa de Marfil. Se celebran con regularidad Cumbres en las que representantes de los países africanos se reúnen con los representantes de China, la India, Turquía y otros Estados, así como la Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo de África que es de hecho Cumbre africano-japonesa. ¿Por qué no se celebran Cumbres Rusia - África? ¿Acaso no sería este tipo de eventos beneficioso tanto para Rusia como para los países del continente africano?

Respuesta: Estudiamos con detenimiento las prácticas de las Cumbres entre los países africanos y sus importantes socios extranjeros.

Actualmente las relaciones entre Rusia y los países del continente africano se desarrollan en dos esferas, la de contactos bilaterales y la de contactos con organizaciones regionales, en primer lugar, la Unión Africana y la Comunidad del Desarrollo del África Austral. Ya he señalado que mantenemos un intenso diálogo político con los países del continente, reforzando los contactos interparlamentarios, perfeccionando las relaciones en las esferas de la economía y la inversión, ampliando la interacción científico-técnica y humanitaria. Representantes de los países africanos participan de manera activa en diferentes foros celebrados en nuestro país.

El inicio del diálogo entre la Comisión de la Unión Africana y la Comisión de la Unión Económica Euroasiática lanzó un nuevo formato de cooperación. Esperamos que dicho diálogo se vuelva más intenso.

Nuestros amigos africanos, señalando lo demandada que está la presencia activa de Rusia en la región, muestran cada vez mayor interés por celebrar la Cumbre Rusia-África. Dicha reunión, sin lugar a dudas, propiciaría el desarrollo de todas las esferas de la cooperación bilateral. Al mismo tiempo, habría que tener en cuenta que los preparativos de un evento de esta envergadura, en el que participen jefes de más de cincuenta Estados y Gobiernos supone una organización de lo más minuciosa, también desde el punto de vista de la agenda.

Desde este punto de vista tiene especial importancia el aspecto económico de la Cumbre que presente interés práctico para todas las partes. Habría que determinar a agentes concretos rusos para la interacción bilateral o multilateral que no sólo se planteen cooperación a largo plazo, sino que estén dispuestos a invertir considerables fondos en los mercados africanos, dados los posibles riesgos y un alto grado de competencia. No es menos importante encontrar empresarios africanos dispuestos a trabajar en el mercado ruso.

Es evidente que se necesita tiempo para dar solución a todos estos problemas. Se podría empezar por una reunión con los expertos, digamos, en el marco del Foro Económico de San Petersburgo, del Foro de Valdai u otros eventos en los que participan representantes de los círculos empresariales de nuestros Estados.


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