Discurso y respuestas a preguntas de los medios ofrecidas por el Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, durante la rueda de prensa conjunta con el Vicepresidente del Consejo de Ministros, el Ministro de Asuntos Exteriores de Yemen, Abdulmalik Al-Mekhlafi, Moscú, 22 de enero de 2018
Estimadas señoras y señores,
Hemos sostenido unas negociaciones útiles, discutido en detalle la situación político-militar en Yemen, las perspectivas de arreglo de la crisis política interna, así como analizado algunos aspectos de la agenda bilateral. Consideramos que la única vía que conduce al arreglo de la crisis es el más pronto cese del fuego en Yemen, la renuncia de las partes involucradas en el conflicto a los intentos de resolver los problemas hacinados con empleo de la fuerza.
Consideramos imprescindibles no sólo continuar sino intensificar los correspondientes esfuerzos internacionales – desempeñando la ONU el papel protagónico – con vistas a crear condiciones para entablar un estable diálogo en Yemen con la participación de todas las fuerzas políticas de este país.
Consideramos que los esquemas de ordenamiento político de Yemen, diseñados con participación de otros actores e impuestos al pueblo yemení desde fuera, lo más probable, sería inviables e incluso contraproducentes. Sólo los propios yemeníes pueden decidir el destino de su país. Rusia, que mantiene contactos con todas las partes yemeníes, está dispuesta a contribuir a ello por todos los medios. Hemos percibido que esta actitud nuestra cuenta con comprensión y apoyo por parte de los dirigentes de la República de Yemen.
Hemos prestado una seria atención a la situación humanitaria en Yemen que sigue sumamente complicada. Según estimativas de la ONU, 22 millones de yemeníes (una cifra enorme) necesitan ayuda, más de 2 millones de niños están al borde del hambre.
En este contexto, Rusia aplaude la decisión de la “coalición árabe” de suavizar el bloque del puerto yemení Al Hudayda, la única, en el momento actual, vía de transporte que enlaza la principal ciudad del país y sus provincias norteñas con el mundo exterior. Consideramos que también en adelante, la ONU debe tener la posibilidad de enviar continuamente ayuda humanitaria a Saná. En un plano más amplio, es importante conseguir un pleno levantamiento del bloqueo naval y aéreo, de todas las restricciones a los suministros de alimentos, fármacos, otros artículos de primera necesidad a todas sin excepción provincias de Yemen.
Rusia hace su aporte para aliviar la situación de los yemeníes. El año pasado, aviones del Ministerio ruso de Emergencias transportaron a Saná y Aden más de 40 toneladas de ayuda humanitaria. Ahora se prepara el envío de otro lote de ayuda humanitaria al pueblo de la República de Yemen.
Lamentablemente, a raíz de un prolongado conflicto resultaron congelados prácticamente todos los proyectos bilaterales entre la Federación de Rusia y la República de Yemen en los ámbitos, comercial, económico, de las Humanidades y otros. Estamos dispuestos (y vemos que nuestros colegas también están interesados en ello) a reanudar y ampliar nuestros vínculos en todos los dominios a medida que la paz y la estabilidad vayan retornando a la tierra yemení. En ello están interesados nuestros pueblos, con tanta más razón que los vínculos fructíferos entre nuestros países tienen una rica historia: en noviembre próximo se cumplen 90 años desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas.
Hemos acordado con el Ministro de Asuntos Exteriores de Yemen, Abdulmalik Al-Mekhlafi, mantener estrechos contactos tanto en directo como a través de nuestra Embajada en Yemen que por razones de seguridad fue trasladada desde Saná a Riad. Paralelamente, proseguiremos el diálogo con hutíes y otras asociaciones políticas yemeníes, con todos los Estado concernidos, incluyendo la “coalición árabe”, de los que depende la evolución de los acontecimientos en este país y en torno al mismo, instando a los que pueden contribuir a normalizar la situación y a pasar del escenario militar al diálogo político, a hacerlo con mayor urgencia posible.
Pregunta: ¿Cómo evalúa Rusia la situación en Yemen tras el asesinato del ex presidente, Ali Abdullah Saleh?
Respuesta: Antes que nada, lo calificamos como un crimen muy grave. Evidentemente, fue concebido para abortar los esfuerzos encaminados a propiciar el arreglo pacífico. Como Ud. sabe, Ali Abdullah Saleh se pronunciaba por llegar a un acuerdo con el gobierno del presidente Abd al-Hadi para cesar el derramamiento de sangre. Daba la impresión de que Ansarolá no tardaría en estar plenamente aislado y la situación se normalizaría rápidamente incluso sin negociaciones políticas algunas.
Pero la evolución de la situación ha tomado un cariz más complicado. Abdulmalik Al-Mekhlafi acaba de referirse a la situación en el Congreso General Popular donde han emergido tanto partidarios de las negociaciones como defensores de una línea dura encaminada a continuar la confrontación con los dirigentes legítimos de Yemen. Todo esto confirma que las negociaciones inclusivas con la participación de todas las fuerzas políticas yemeníes carecen de alternativa. Mantenemos una postura común sobre este problema con los dirigentes de la República de Yemen. La iremos promoviendo durante nuestros futuros contactos con las partes yemeníes y todos los actores externos.
Pregunta: Desde hace varios días, el Ejército turco desarrolla en el norte de Siria una operación militar contra los kurdos apoyados por EEUU. ¿Cómo valoran esta situación en Moscú? ¿No le extraña una reacción sumamente moderada de Washington a estos sucesos recientes? ¿Influirían en el lugar y el papel de los kurdos en el arreglo pacífico en Siria?
Respuesta: Primero, Ud. con toda seguridad leyó las declaraciones hechas por Moscú en relación con el inicio de la operación lanzada por los militares turcos en Afrin. Las declaraciones fueron emitidas por los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Defensa. Instamos a dar muestras de moderación, respeto a la soberanía y la integridad territorial de la República Árabe Siria. Voy a recordar en esta relación que desde hace mucho ya nos fijamos en que EEUU optó por crear órganos de poder alternativos en una considerable parte del territorio sirio. Washington suministra armamento moderno a Siria tanto abierta como disimuladamente, entregándolo a los grupos que colaboran con EEUU, ante todo, a las Fuerzas Democráticas de Siria secundadas por las milicias kurdas.
Continuando esta política de burda injerencia en los asuntos internos de la República Árabe Siria, hace varios días, se anunció la creación de las denominadas “fuerzas de seguridad de la frontera” a lo largo de la frontera de Siria con Turquía e Irak. Luego se dieron unos mentises bastante torpes, aunque de hecho todos no cesaban los esfuerzos por tomar bajo control territorios sirios a lo largo de la frontera con Irak y Turquía. Simultáneamente, EEUU se emplea a fondo para disuadir del diálogo con Damasco a los kurdos con quienes colaboran desde hace mucho. Washington no deja de alentar enérgicamente los ánimos separatistas entre los kurdos, menospreciando el carácter delicado y la dimensión regional del problema kurdo. Para comprender los motivos de tal política washingtoniana, no queda otro remedio que suponer una de las dos cosas: ora se asiste a una incomprensión de toda la situación, ora se trata de una provocación a sabiendas.
Por lo que se refiere al papel de los kurdos en el subsiguiente proceso político, sin lugar a dudas, este papel se les debe ser reservado, pero sobre una plataforma común, sobre la que todas las fuerzas étnicas, confesionales y políticas de Siria se invitan a respetar la soberanía y la integridad territorial de Siria. De acuerdo con este principio, los representantes kurdos fueron incluidos en la lista de los sirios invitados al Congreso del Diálogo Nacional Sirio a celebrarse en Sochi la próxima semana.
Respecto a la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU que se convoca por iniciativa de Francia, puedo decir que nos preocupa algo una nueva manifestación de prevención contra unos u otros sucesos del arreglo sirio. En particular, el Ministro de Asuntos Exteriores de Francia anunció que la reunión estaría dedicada no sólo a la situación en Afrin sino también a la situación en Guta Oriental e Idlib. Ya durante cierto tiempo, nuestros socios occidentales se empeñan en generar un ambiente de escándalo en torno a la situación en Guta Oriental e Idlib. Al hacerlo, desatienden que en Guta Oriental se concentran extremistas cercanos a Jabhat al-Nusra que cañonean Damasco, incluyendo la Embajada de Rusia, también menosprecian el hecho de que hace poco, gracias a los esfuerzos del Gobierno ruso y de los militares rusos acantonados en Siria, haya comenzado la evacuación médica de Guta Oriental, incluyendo los niños que urgen socorro médico.
También rebosantes de emociones, imantando la atención de la comunidad mundial hacia los problemas humanitarios de Idlib, nuestros colegas occidentales menosprecian el evidente hecho de que justamente en Idlib Oriental hasta no hace mucho campara por sus respetos Jabhat al-Nusra prohibida por el Consejo de Seguridad de la ONU en tanto organización terrorista. En fechas recientes, el Ejército sirio comenzó con nuestro apoyo la ofensiva que concluyó con el cerco del grueso de los combatientes de Jabhat al-Nusra. Por lo visto, esto suscita tanta inquietud en algunos países occidentales, volviendo a corroborar aquello que venimos planteando desde hace varios años, a saber, que EEUU y la coalición que este país lidera se emplean a fondo para causar daños a Jabhat al-Nusra, evitando asestar golpes contra este grupo terrorista, salvaguardándolo para llevar a vías de hecho el denominado plan B que estipula el cambio del régimen. Esto es absolutamente inadmisible para nosotros y opondremos una rigurosa resistencia a tamaños intentos. Es sintomático que cuando nuestros colegas occidentales tocan a rebate en relación con Guta Oriental e Idlib, procurando evidentemente interceder en favor de Jabhat al-Nusra, no desean en absoluto considerar las secuelas humanitarias de la operación militar en Al Raqa, cuando, en esencia, redujeron esta ciudad a escombros. Seguiremos insistiendo la ONU y el Consejo de Seguridad de la ONU presten atención a este problema que requiere enormes esfuerzos humanitarios, el desminado de la zona. De lo contrario, la gente no va a retornar a Al Raqa.
Pregunta: Moscú en varias ocasiones planteó que el diálogo entre todas las partes involucradas en el conflicto de Yemen no tiene alternativa. Ud. ha reiterado hoy varias veces esta postura. ¿Esta postura de Moscú halla comprensión por parte de los socios regionales, sobre todo, de Riad?
Respuesta: En cuanto a la reacción a nuestra postura que indica el diálogo entre todas las partes yemeníes como la única vía para salir de la crisis, mi repuesta será positiva. Dicha postura halla comprensión en todos los actores externos, incluida la ONU. Secundamos los esfuerzos emprendidos por el enviado especial del Secretario General de la ONU para Yemen (en el momento actual, ocupa este cargo Ismail Ould Cheikh Ahmed) con vistas a entablar el diálogo entre el gobierno legítimo, el partido Congreso General Popular y hutíes. Son las fuerzas principales, todas son objeto de atención por parte de la ONU. Lo aplaudimos. Según tengo entendido, están conformes con esto todos los actores externos que participan en los esfuerzos por superar la situación actual.