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Entrevista concedida por el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, al periódico Kommersant, Nueva York, 25 de septiembre de 2019

1912-25-09-2019

Pregunta: ¿Qué dirá Usted, al reunirse con el Secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, sobre la situación con visados?

Respuesta: Es evidente. Se negó la visa a diez empleados del Ministerio de Exteriores. Además, se negaron los visados a Leonid Slutski y Konstantín Kosachov que viajaron muchas veces a EEUU, a Dmitri Rogozin quien quiso participar en los eventos dedicados a la cooperación en el espacio ultraterrestre. Casi todos nuestros empleados (entre los que hubo intérpretes) a los que se les negó la visa habían asistido en reiteradas ocasiones a los eventos celebrados por varios órganos de la ONU. La única persona en esta lista fue el jefe de sección del Departamento de No Proliferación y Control de Armas a quien ya habían negado la entrada a eventos en el ámbito de desarme, aunque fue nombrado jefe de la delegación de expertos. Claro está que protestamos. Nos dijeron que EEUU como país anfitrión de la sede de la ONU no violaba sus compromisos ante esta organización, inclusive los compromisos estipulados en los acuerdos entre EEUU y la ONU sobre la necesidad de garantizar la participación de todos sus miembros en todos los eventos sin ponerles obstáculos. Mientras, ya estamos acostumbrados a la manera de actuar de EEUU. Naturalmente, reaccionaremos duramente, intentaremos responder. Es imposible tolerar tal grosería.

Pregunta: ¿Y cómo responderéis?

Respuesta: Encontraremos cómo responder. Ellos también a veces están interesados en llegar a nuestro país. Mientras, ya hemos estudiado bien la mezquindad y la deshonestidad de estas personas. El año pasado, los miembros del Congreso de EEUU llegaron a Rusia, al solicitar la autorización para incluir en la delegación al senador Ron Johnson quien forma parte de la lista negra formada por Rusia en respuesta a lo que se les había cerrado la entrada en EEUU a nuestros parlamentarios. Lo aceptamos, poniendo la condición que la visita de respuesta de nuestra delegación parlamentaria debía realizarse también con la participación de una o varias personas incluidas formalmente en la lista negra de EEUU para mostrar que empezamos a 'tender puentes', renunciar a la confrontación, posturas ineficaces, al menos, en el marco de la diplomacia parlamentaria. Nos aseguraron que lo harían. Este año, cuando nuestra delegación se preparó a viajar a EEUU por invitación del Congreso, nos dijeron que era absolutamente imposible conceder el visado a los que figuraban en la lista negra. En su entendimiento es la exclusividad estadounidense: ellos pueden hacer todo lo que quieren y los demás deben solicitar su permiso. Es lamentable.

Cuando no se le concedió la visa al mencionado jefe de sección del Departamento de No Proliferación y Control de Armas quien tuvo que participar en una reunión de la Comisión de la ONU para el Desarme en abril pasado propusimos oficialmente no celebrar la reunión de la Comisión en EEUU, si algunas delegaciones no tenían derecho a enviar a este evento a todos los que consideren necesario para promover sus posturas y defender sus intereses. Ahora parece que tenemos que plantear la cuestión de qué hacer con la sede de la ONU.

Cuando se abordó la creación de la ONU y las partes llegaron a discutir el lugar de ubicación de la sede de esta organización, Iosif Stalin propuso ubicarla en Sochi. Fue perspicaz. Creo que en la coyuntura actual Sochi desempeñaría este papel sin problemas, tras ser sede de los Juegos Olímpicos y todos los demás eventos celebrados en esta ciudad posteriormente.

Pregunta: ¿Es posible que esta cuestión se plantee realmente?

Respuesta: He citado ya un ejemplo cuando el período de sesiones de dos semanas de la Comisión se aplazó por un período indeterminado. Entendemos las realidades del mundo actual, la postura de la mayoría de los Estados que necesitan la ONU y no quieren que se provoque la crisis, quienes quieren gozar de la posibilidad real de reunirse y discutir asuntos importantes. Mientras, existe un problema. Después del caso que he mencionado, enviamos la respectiva solicitud al Comité de Relaciones con el País Anfitrión. Cuando este comité se estableció en 1971, nadie pudo imaginar que se mantuviesen estas relaciones sólo en una dirección.

Pregunta: ¿Se ha agotado el potencial conflictivo en el espacio postsoviético, según usted?

Respuesta: Las posibilidades de conflicto siguen habiendo, aunque no son tan fuertes como fueron tras la desintegración de la URSS. Por ejemplo, en Asia Central, en 2006, tras las negociaciones que se llevaron a cabo durante muchos años con la participación enérgica de Rusia e Irán, se logró arreglar la situación en Tayikistán entre el Gobierno soviético y el partido islamista. Parecía que todo se tranquilizó. Los representantes de este partido opositor se involucraron en los órganos del poder, el Gobierno, el parlamento. Y ahora esta tensión surgió de nuevo. Emprendemos todos los esfuerzos para reducirla y eliminar. Espero que logremos realizarlo.

En la frontera entre Kirguizistán y Tayikistán los enfrentamientos se producen no por primera vez. Tuvieron lugar hace un año y hace un año y medio, cuando nos adherimos a los esfuerzos para normalizar la situación. En aquel momento, parecía que conseguimos éxito. Nuestros colegas kazajos prestaron apoyo también. El problema consiste en que la cuestión con la delimitación de la frontera no está arreglada. Es un proceso prolongado que surge siempre en las situaciones en torno a las fronteras postsoviéticas. Cuando existía la URSS, nadie prestaba la atención a lo trazado de las fronteras administrativas entre los poblados y ciudades pequeñas. Después de que todas las repúblicas soviéticas obtuvieron la soberanía, se manifestó el problema pendiente.

Pregunta: El canje de los detenidos en Rusia y Ucrania mejoró, es difícil encontrar la palabra que describa qué mejoró en concreto, porque las relaciones entre Moscú y Kiev, en la realidad, no existen. Digamos que mejoró el fondo para sostener las negociaciones. La fórmula de Steinmeier se fijó en el papel, pero no se pudo firmarlo en Minsk el pasado 18 de septiembre. ¿Hay posibilidades de que se celebre este año la cumbre en formato de Normandía o no?

Respuesta: El canje de los detenidos se realizó independientemente de la situación en Donbás. En este canje participaron los ucranianos detenidos por sospechas de cometer crímenes en Rusia y los rusos que se encontraban en una situación similar en Ucrania. El hecho que el canje se llevó a cabo tras un contacto directo del Presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el Presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, es positivo. En una etapa en la parte ucraniana surgieron problemas, como fue en reiteradas ocasiones: intentaron huir de los acuerdos conseguidos en relación con personas concretas. Mientras, se logró superar estas dificultades. Es necesario reconocer el mérito del Presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski. Como entiendo, desempeñó el papel decisivo en que el canje tuvo lugar. En la realidad, esto, mejoró un poco las relaciones entre Moscú y Kíev. En vista de que Rusia participa enérgicamente en el formato de Normandía, en el trabajo del Grupo de Contacto para Ucrania, esto puede contribuir a la creación de un ambiente más favorable respecto a Donbás.

Pregunta: ¿Espera que se celebre este año una Cumbre del Cuarteto de Normandía?

Respuesta: No lo descarto, pero no depende de nosotros. Habrá oído hablar de la necesidad de cumplir antes las decisiones de las anteriores Cumbres del Cuarteto de Normandía. Por fin Kiev ha reconocido también la necesidad de cumplirlas. He leído las declaraciones del Ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Vadim Pristayko sobre la necesidad de firmar la “fórmula Steinmeier”, tal como se acordó hace 4 años. Es verdad que lo precisó y empezó a decir que la “fórmula no era más que una fórmula” que debería ser revisada y modificada para hacerse viable. No explicó en qué sentido. Si de nuevo juegan a revisar lo acordado, ello no ayudará al proceso. Espero que nuestros interlocutores ucranianos no sigan el ejemplo de Piotr Poroshenko que va por ahí contando historias invariablemente tergiversadas sobre las labores del Cuarteto. Hace poco leí que había dicho lo siguiente en una entrevista: “No existe ninguna fórmula Steinmeier. No existe ningún “acuerdo Steinmeier, ni nunguna fórmula supuestamente acordada con quien sea. Sí, hubo propuestas formuladas por Steinmeier, mientras ocupaba el puesto del Ministro de Asuntos Exteriores de Alemania. Así, por ejemplo, propuso que tras arreglarse el asunto de la seguridad y “llevarse a cabo una organización impecable de las elecciones”, la Ley sobre el régimen especial de autogobierno entraría en vigor no dentro de dos semanas después del escrutinio, sino el día de las elecciones, al informar la OSCE de haber sido libre el sufragio”. Es una versión completamente tergiversada de la “fórmula Steinmeier”. Permítame recordarle que los Acuerdos de Minsk indican: primero es necesario aprobar la Ley sobre el estatus especial y luego organizar elecciones en Donbás. Se mencionan en el documento las leyes ucranianas, pero se señala también que el procedimiento de la celebración de las elecciones con la participación de la OSCE debe ser acordado con Donetsk y Lugansk. La Ley es la Ley, pero la opinión de estas repúblicas autoproclamadas debe tenerse en cuenta.

La declaración de Piotr Poroshenko quien dijo que antes de conceder el estatus a nadie, ha de saber, a quién se lo está concediendo, es, por supuesto “muy democrático”.

Es decir, si se elige a quienes son de su agrado, les podría conceder el estatus especial. Y si son elegidas quienes no lo son, gente que él suele llamar “separatistas” y “terroristas”, el estatus no será concedido. De acuerdo con todas las normas y siguiendo la lógica y las experiencias confirmadas por la parte francesa y la alemana en las Cumbres del Cuarteto de Normandía, antes de votar la gente debe entender de qué potestades gozarán los candidatos en caso de ganar. De modo que decir “primero las elecciones y luego se verán qué potestades tendrán los elegidos” es algo que no tiene nada que ver con la democracia.

Cuando tuvo lugar todo este lío, en 2015, en la reunión de los líderes del Cuarteto de Normandía celebrada en París, Frank-Walter Steinmeier propuso una fórmula de compromiso. La Ley está acordada, y es hipocresía decir que habría que elaborarla todavía, y todos sus elementos aparecen indicados en los Acuerdos de Minsk. Los postulados referentes a las competencias de las nuevas autoridades de Donbás fueron incorporados en la Ley aprobada por la Rada Suprema. Sin embargo, a diferencia de los Acuerdos de Minsk, que no tiene caducidad, la Ley en cuestión sí que la tuvo, primero un año y luego su vigencia fue prorrogada para otros tres. Y a diferencia de los Acuerdos de Minsk, su entrada en vigor estaba condicionada por la celebración de las mencionadas ya elecciones. Frank Walter Steinmeier propuso acordar que dicha Ley ya existente entrara en vigor de manera temporal en el momento del cierre de los colegios electorales en Donbás y de manera permanente, al confirmar la OSCE que las elecciones se habían celebrado y emitirse el informe oficial definitivo de la Misión de Vigilancia de la OSCE, lo que suele hacerse un par de meses más tarde.

Todo parecía indicar que era lo que se había acordado en París en 2015. Un año más tarde se celebró la Cumbre de Berlín y el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, hizo recordar a todos que ni siquiera la “fórmula Steinmeier” aprobada por todos hacía un año se había logrado plasmar sobre el papel. A modo de respuesta Piotr Poroshenko dijo “¿Y si la OSCE informa de que las elecciones no fueron limpias?”. El Presidente de Rusia señaló que la respuesta caía por su propio peso, porque cuando se hablaba de que la Ley entraría en vigor de manera definitiva al redactarse el informe final de la OSCE, todo el mundo partía naturalmente de que, para que así, fuera la OSCE debería emitir un informe favorable. Dado que Piotr Poroshenko se sentía molesto, si era un juego, por supuesto, propusimos ampliar la “fórmula Steinmeier” y fijar por escrito que, únicamente el informe de la OSCE con la confirmación del carácter justo y honesto de las elecciones pondría en marcha la entrada en vigor de manera permanente de la Ley en cuestión. Todos estuvieron de acuerdo. Sin embargo, pasaron tres años y en una de sus entrevistas Piotr Poroshenko dijo una cosa curiosa: “Les quiero contar y es la primera vez que lo hago sobre la última reunión en Berlín en la que participaron Putin, Merkel, el Presidente francés y el servidor”. Al decir Putin “Tenemos la “fórmula Steinmeier escrita por Lavrov”, yo dije “Perdone, aquí tiene la carta de dos Ministros de Asuntos Exteriores, de Francia y Alemania, y del señor Steinmeier, en la que exponen que es la fórmula Steinmeier. Míre, por favor”. Putin cogió el papel, lo leyó y dijo “No, no es eso en absoluto, Lavrov escribió la “fórmula Steinmeier”.

A decir verdad, conozco a Piotr Poroshenko desde que él era Ministro de Asuntos Exteriores. Siempre intentó aparentar que era una persona decente, pero no lo lograba. Y ésta es mentira evidente. En realidad, al mencionar el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, en la reunión de Berlín, un año después de la reunión de París, la “fórmula Steinmeier” y proponer que se hiciera algo al respecto, Piotr Poroshenko empezó a “dar marcha atrás” y explicar cuál era su visión de esta “fórmula”. A ello el Presidente ruso le dijo “Señor Poroshenko, ¿por qué está inventando cosas? Tenemos aquí al señor Steinmeier sentado al lado de nosotros”. Es como fue todo, a Lavrov ni se le mencionó. Estaba allí el señor Steinmeier, se le podría preguntar si lo confirma lo que acaba de decir. Diría que sí lo confirma, ¿para qué hacer el tonto?

Pregunta: ¿No era en aquella reunión donde Piotr Poroshenko le propuso a Vladimir Putin “quedarse con Donbás”?

Respuesta: No es un secreto que pueda revelar. Estamos hablando de una “conversación privada, a solas”. No me sorprendería que resultara ser verdad aquello sobre lo que está haciendo suposiciones ahora.

Pregunta: ¿En qué año fue eso?

Respuesta: En 2015, creo, o en 2016.

Pregunta: Sea como sea, pero la firma de la versión acordada de la “fórmula Steinmeier” debería abrir el camino a la celebración de una Cumbre del Cuarteto de Normandía. Se preveía la firma de este documento en Minsk, en la reunión del Grupo de Contacto el 18 de septiembre, pero no llegó a ocurrir.

Respuesta: Es un tema muy delicado. Estamos muy decepcionados con lo ocurrido dentro del Grupo de Contacto. En la reunión de los consejeros en materia de la política exterior celebrada el 11 de 2019 septiembre en París hubo un debate bastante centrado en la manera en la que el Grupo de Contacto debía aprobar la fórmula en cuestión. Como resultado, todos los consejeros de los líderes del Cuarteto de Normandía, sin excepción alguna, coincidieron en que el Grupo de Contacto tenía que firmar el documento. Permítanme señalar que se mencionó que posiblemente no todos los miembros del Grupo de Contacto lo firmarían, sin embargo, el representante de Rusia dijo con claridad que el Grupo de Contacto era precisamente el formato en el cual había de solucionar los problemas relacionados con los Acuerdos de Minsk. Todos los representantes de las partes en el Grupo, los de Kiev, Donetsk, Lugansk, la OSCE, Rusia estamparon sus firmas al pie de los Acuerdos de Minsk, de modo que no se podría descartar a alguno de los firmantes. Hubo ciertas dudas antes de la reunión del Grupo de Contacto acerca de la posible influencia en el resultado del número de firmantes. Leonid Kuchma, por su parte, dijo que no lo quería firmar en general, porque temía que habría “un nuevo Maidán”. Sin embargo, dejarse siempre guiar por este argumento, sería abandonar el país a merced de las fuerzas radicales, los neonazis y demás extremistas. Habrán oído las contradictorias declaraciones de Kiev que se hicieron más tarde. La conclusión fría sería que hay que firmar. Insisto en que habrá condicionantes, dado que el Ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania empezó a decir que había que firmar, pero que ello no significaba que todo se cumpliera tal cual, pero es necesario seguir avanzando. Avanzando y tanteando sin parar la situación que se vive en las élites políticas ucranianas, sondeando la interpretación que da el entorno del Presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, a la voluntad, por él expresada, de lograr paz en Donbás. Es necesario tener también en cuenta lo que ello significa para Donbás.

Pregunta: ¿Es el estatus especial de Donbás para Rusia una especie de ancla que previene que Ucrania pase a formar parte de la OTAN?

Respuesta: No lo simplificaría de esta manera. El estatus especial de Donbás es una parte inalienable de los Acuerdos Minsk, parte del paquete de medidas que son de vital importancia para Donetsk y Lugansk, para la gente que vive allí y que, junto con los habitantes de una serie de regiones del sudeste de Ucrania, no podía soportar aquello que estaba ocurriendo en Kiev, negándose rotundamente a aceptar el golpe de Estado anticonstitucional. Su decisión de defender su postura se triplicó, al ser el primer paso dado por las nuevas autoridades abolir la ley que garantizaba los derechos de la lengua rusa y de la minoría rusoparlante. No llegó a ratificarse el documento que la abolía, pero el intento de hacerlo era muy significativo. Y, por otra parte, apenas llamaría minoría a esta gente. Si hablamos de las personas étnicamente rusas, seguramente son minoría, pero si hablamos de todos los rusoparlantes, no son ninguna minoría, sino evidente mayoría.

Más tarde las reacciones a cuanto estaba ocurriendo en Kiev se volvieron todavía más negativas, al hacer Dmitri Yárosh y sus allegados radicales su declaración altisonante: los rusos habían de ser expulsados de Crimea. Envió a bandidos a que se apoderaran del edificio del Consejo Supremo de la todavía República Autónoma de Crimea. Me gustaría llamar su atención a que estas personas, al igual que las personas residentes en las provincias de Donetsk, Lugansk y vecinas, no se dirigieron a liberar Kiev, sino que pidieron que se les dejara vivir en paz. Ni querían sucumbir ante un poder ilegítimo, deseando tener unos gobernadores que representaran la voluntad popular en las regiones por ellos dirigidas. No quería tener unos “gobernadores enviados por Kiev” que llevaran a práctica las decisiones de unas autoridades que no reconocían. No hay en eso ninguna manifestación del terrorismo, porque no atacaron a nadie. Todo lo contrario, les atacaron a ellos por haber sido fieles a la Constitución ucraniana y al Acuerdo que se había firmado el 21 de febrero de 2014 y tenía como garantes a los alemanes, los franceses y los polacos. Sin embargo, se los llamó terroristas.

Creo que nuestros interlocutores de la Unión Europea son directamente culpables de que el poder ilegítimo apareciera por Kiev un día después de la firma del Acuerdo. Ellos intentan vincular todas sus posturas acerca del arreglo de la crisis en Donbás con la necesidad de cumplir los Acuerdos de Minsk e insisten en que Rusia ha de ser el primer país en hacerlo. Aseguran que las sanciones están mal, pero fueron introducidas, porque Rusia reconoció Crimea y empezó a defender Donbás. No fue en aquel momento cuando empezó la crisis, sino al verse Francia, Alemania y Polonia incapaces de defender sus propias firmas. Los Estados de la UE, incluidos dos principales, Francia y Alemania, estamparon sus firmas, no lo hicieron sus Ministros de Asuntos Exteriores por iniciativa propia. Estos Estados capitularon ante unas masas ultrarradicales que señalaban que no estaban creando un Gobierno de ganadores y no un Gobierno de consenso, tal y como había recogido por escrito el 21 de febrero de 2014, decisión apoyada con las firmas de los europeos. Cuando hacemos a nuestros interlocutores europeos retroceder 1.5 meses con respecto a los acontecimientos de Crimea, se suelen sentir muy incómodos. Sin embargo, como son portadores de la idea liberal, nunca reconocerán haber cometido un error.

Pregunta: ¿Quiere decir que estamos ante una crisis del liberalismo?

Respuesta: En Rusia el liberalismo llevaba prosperando ya varios siglos. Sin embargo, el liberalismo que es servido por el Occidente en calidad del único y verdadero peca de no apoyarse en absoluto en la necesidad de respetar la libertad de una persona concreta, sino en la necesidad de justificar la hegemonía de las ideas y el orden occidental.

Pregunta: El estatus especial de Donbás parece ser la piedra angular. ¿Es considerada por Ucrania una amenaza a la capacidad funcional de Estado ucraniano, mientras que la postura de Rusia es no hay estatus – no hay arreglo?

Respuesta: La postura de Rusia es algo más amplia, consiste en que existen los Acuerdos de Minsk.

Pregunta: ¿Pero el estatus especial se sobreentiende?

Respuesta: No sólo el estatus especial. Se sobreentiende la recuperación del control sobre toda esta región, siendo respetado su estatus especial. Se parece mucho a la situación de Transnistria.

Pregunta: ¿Y no será un problema tan eterno como Transnistria?

Respuesta: En cuanto a Transnistria, a diferencia de Donbás, no existe ningún documento parecido a los Acuerdos de Minsk. Existía uno, el “memorándum Kósak”, pero no llegó a ser aprobado. Nuestra postura no ha sufrido ninguna modificación. Los anhelos de la gente que vive una u otra parte de Moldavia, ucrania o cualquier otro país y se identifica con alguna cultura, tradiciones heredadas de sus antepasados, pero está dispuesta a vivir en un Estado único deben ser satisfechos. Durante el mandato de Piotr Poroshenko y antes, de Víctor Yúschenko, se tomaron decisiones que glorificaban a los allegados del nacismo, como, por ejemplo, Stepán Bandera y Román Shujévich. Las fiestas en honor a las Fuerzas Armadas de Ucrania fueron sustituidas por las celebraciones de Shujévich, Bandera, la fecha de la fundación del Ejército Insurgente Ucraniano. En Ucrania occidental la gente se deshace en aplausos y celebran estas fiestas, pero nunca serán celebradas ni en la República Popular de Donetsk ni en la República Popular de Lugansk ni en cualquier otra parte de Donbás y del sudeste de Ucrania.

No se dejará de hablar ruso en el sudeste, pero con toda seguridad se hablará cada vez menos en Ucrania occidental. El Día del 9 de mayo será celebrado en el sudeste, mientras que en Ucrania occidental se seguirá honrando la memoria de los tristemente conocidos combatientes de Bandera y seguidores de Shujévich. En el sudeste del país nunca habrá campamento, donde a los niños se les enseñe el odio y se les inculque el respeto por los símbolos nazis, los símbolos de las SS, algo que se hace en la provincia de Lvov y otras partes de la Ucrania occidental.

¿Cómo los dirigentes de un Estado no entienden que, teniendo un país tan desigual, sólo se puede conservar, únicamente mostrando entendimiento por todas estas diferencias?

Pregunta: ¿A través de la federalización?

Respuesta: Puede llamarse de diferentes maneras, como quiera lo puede llamar. Sin embargo, los propios Estados Unidos es una federación, donde los estados tienen unas potestades bastante más considerables que en muchas otras federaciones. En la Confederación Suiza mucho se decide a nivel de los cantones, pero no deja de ser un Estado muy potente y unido. No veo razones por las cuales Ucrania deba temer el debilitamiento de su identidad, en caso de reconocer que viven allí personas muy diferentes. En Rusia también viven personas muy diferentes. Es verdad que existen tensiones, algunos conflictos, pero en el marco de un país, en caso de respetarse los derechos de una minoría, siempre se puede llegar a un acuerdo.

Volviendo al tema de las elecciones en Donbás. El Ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Vadim Pristayko, comentando el tema del estatus especial, señaló (no le recuerdo al pie de la letra) algo como que las elecciones deberían celebrarse en toda Ucrania, porque los ucranianos son un sólo pueblo y todos son muy queridos por sus dirigentes, de modo que sólo una actitud paritaria tenía que aplicarse. De ser así y ser todos los ucranianos muy queridos, ¿por qué será que más 3.5 millones, casi 4 millones de ucranianos tienen que vivir el bloqueo? ¿Por qué ancianos y ancianas han de cruzar por unos puentes rudimentarios las vías del tren y superar otros obstáculos, para cobrar su paga de jubilación? Perder su tiempo y su salud, para recibir aquello que es suyo, de acuerdo con las Leyes del estado ucraniano que se posiciona hoy como un país de trato igualitario con respecto a todos los habitantes de su país.

Ha mencionado la federalización. Pueden usarse términos distintos, pero los ucranianos prefieren hablar de la descentralización. La vaticinan ahora, se levantan voces en contra de los Acuerdos de Minsk, porque provocarán la descentralización de todas las regiones ucranianas y porque Donbás recibirá más de lo que se le promete por los Acuerdos de Minsk.

De momento no sabemos de qué se está hablando, pero antes de los Acuerdos de Minsk y el surgimiento del Cuarteto de Normandía, en abril de 2014, se reunieron en Ginebra John Kerry, el servidor, Andrei Deshitsa, en aquellos momentos, Ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania en funciones y Catherine Ashton, la entonces Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Fue acordado un documento que ocupó sólo un folio y llamó a solucionarlo todo a través de las negociaciones, teniéndose en cuenta no sólo las aspiraciones de Donbás, sino de todas las regiones ucranianas. Se aplaudía en el mismo la intención de las autoridades del país de garantizar la descentralización e iniciar un proceso que tuviera en cuenta las opiniones de todas las regiones del Estado ucraniano.

Era una señal positiva, pero del documento se olvidaron a la mañana siguiente tanto los estadounidenses, como los europeos, ni falta que hace mencionar a las autoridades ucranianas. Y la iniciativa era prometedora, pero todo parece indicar que se le llamó a atención a Andréi Deshitsa, mientras que Donbás era declarado territorio de los terroristas.

Pregunta: Hace un tiempo, los líderes europeos daban a entender que si se registran avances positivos en las relaciones con Ucrania, las sanciones se suavizarán. Parece que ahora hay avances. ¿Espera Usted que se debilite la presión sancionadora?

Respuesta: Esta cuestión no nos interesa. El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo en reiteradas ocasiones que habíamos sacado la principal conclusión: la Unión Europea no es un socio seguro ya que sigue jugando a la geopolítica de «con nosotros o contra nosotros». Todos nuestros esfuerzos de entablar un diálogo equitativo, de renunciar a la lógica de «amigo-enemigo» en nuestro continente común, se vieron frustrados. La UE había aplicado la misma mucho antes de la crisis ucraniana, las sanciones y Crimea. En 2004, durante el primer Maidán, fueron los portavoces de los países miembros de la UE quienes exigieron a Kíev tomar la decisión si estaban con Rusia o con Europa. Cuando se creaba el programa de Asociación Oriental, intentábamos comprender hasta qué punto respetaría los intereses de Rusia, dado que nuestros vecinos más próximos habían sido invitados a participar en el mismo. No nos supieron dejar las cosas claras proponiendo que Rusia participara en proyectos puntuales o ingresara en calidad de observador. Esto viene a propósito de la equidad y de una cooperación basada en el equilibrio de intereses.

Esta situación persiste. Luego de la Asociación Oriental, la UE está promoviendo un programa para Asia Central elaborado igualmente sin tener en cuenta los intereses de Rusia ni los vínculos históricos, económicos, culturales y humanos que nos unen, ni las cuestiones de seguridad que tratamos con nuestros aliados y socios estratégicos centroasiáticos. Según nuestros datos, se está intentado agregar un eslabón entre la Asociación Oriental, en la que participan las repúblicas europeas y transcaucasianas de la antigua URSS, y la nueva estrategia de la UE para Asia Central. Cuando se diseñan proyectos tan importantes, es imposible ocultarlo, tampoco a nivel de idea. Sabemos que el objetivo que se persigue es debilitar los lazos de nuestros socios orientales y centroasiáticos con Rusia e imponerle otra visión de organización de vida, de solución de problemas políticos, de participación en asuntos internacionales a partir de los patrones que satisfagan a la UE.

Esto viene a propósito del Derecho Internacional y «el orden mundial basado en reglas». Hablaré de ello con detalle en la Asamblea General de la ONU porque se trata de un fenómeno sistémico.

Pregunta: Los Presidentes de Rusia y Francia, Vladímir Putin y Emmanuel Macron, a juzgar por los comentarios, tuvieron una muy agradable conversación en Brégançon. ¿Cómo se relaciona esto con lo que Usted acaba de decir?

Respuesta: Por desgracia, se relaciona de una forma muy simple. Hemos empezado nuestra conversación con la indignante salida de los estadounidenses, que denegaron visados a nuestra delegación. No dudo que lo hicieran unos funcionarios encargados del tema, mientras ni el Presidente, Donald Trump, ni el secretario de Estado, Mike Pompeo, están al tanto dela situación. Cierta parte de la burocracia de Washington se ha criado en un ámbito, primero, antisoviético, y luego, antirruso, y busca cualquier pretexto para evadir las declaraciones positivas, que de vez en cuando suenan desde la Casa Blanca, sobre la necesidad de normalizar las relaciones con Rusia. Lo mismo sucede en Francia, y sé muy bien de qué hablo, donde también existe esta capa burocrática rusófoba. Esto no anula la franqueza del Presidente de Francia, Emmanuel Macron. Asistí a la reunión en cuestión y vi que el mandatario galo hablaba con sinceridad de su deseo de regresar a las bonitas declaraciones  de los 90, como la de la cumbre de París o la cumbre de Estambul, donde se aprobó la Carta sobre la Seguridad Europea y la Carta sobre la plataforma de seguridad cooperativa. Era muy importante ya que la plataforma preveía la participación equitativa no sólo de todos los países de Euro-Atlántica, sino también de todas las organizaciones que operan en su territorio, como la OTAN, la UE, la CEI, la OTSC. Se integraría luego la UEEA. La actitud de la burocracia, que ostenta demasiados derechos, sigue siendo un gran problema.

Pero que en Europa surjan líderes de la talla de Emmanuel Macron, es muy positivo. Desde luego, para hacer realidad sus propuestas hace falta trabajar duro, en particular, para superar las mencionadas barreras burocráticas que se levantan a raíz de las fobias. Además, no todos en Europa están preparados para semejante conversación. Ya que persisten los problemas de la Unión Europea y la OTAN relacionados con la necesidad de alcanzar consenso y con la regla de la solidaridad, cuando cualquier minoría puede bloquear una decisión constructiva. 

Pregunta: ¿Qué fue exactamente lo que propuso Emmanuel Macron a Vladímir Putin en Brégançon?

Respuesta: Las propuestas de Emmanuel Macron son atractivas porque no impone esquemas ni soluciones. Dice que vivimos en un territorio geopolítico, hemos tenido mucho en común a lo largo de la historia, bueno y malo. Europa Occidental y Europa Oriental, algunas veces sacamos conclusiones correctas de las guerras habidas, y otras veces, incorrectas. Hace falta poner fin a esta secuencia de errores, hace falta empezar a pensar de forma moderna, en términos del siglo XXI. Si todos respetamos al individuo y su seguridad, si queremos crear posibilidades para un desarrollo seguro de cada individuo, tenemos que sentarnos y ponernos de acuerdo. Para que cada persona pueda desarrollarse en cualquier país, para que los intereses geopolíticos de los  todopoderosos en nuestros países no impidan a las personas conseguir sus objetivos. Esta es una filosofía que comparte por completo Vladimir Putin. Estamos abiertos a conseguir el consenso en torno a la necesidad de iniciar esta conversación.

Por ahora no se trata de reunirnos y decidir que un tal país ingresará a tal organización o no, que no vamos a emplazar armas aquí y ustedes, allá. Son detalles que vendrán mucho más tarde.

¿Cómo empezaba el proceso de Helsinki? Se reunieron los expertos que habían recibido un potente impulso de sus dirigentes: presidentes, primeros ministros, secretarios generales. Se reunieron si haber elaborado ningún documento previo, que se preparó solo para la cumbre, varios años después. El impulso fue el siguiente: queremos reforzar la seguridad manteniendo los patrones ideológicos, queremos evitar la guerra a toda costa. Es por donde hay que empezar.

Desde luego, podemos seguir convocando las cumbres. En 2010 se celebró la de la OSCE en Astaná, por ejemplo. Se aprobó la declaración que confirmaba el principio de la seguridad indivisible en Euro-Atlántica y Eurasia. Pero nada se hizo.

No cuesta nada convocar una nueva cumbre para volver a confirmarlo, pero si los expertos no reciben el impulso para sentarse a preparar los cimientos – y es un proceso largo – no saldrá nada. Si vamos a aplaudir las declaraciones de nuestros líderes – la de Donald Trump quien dice que no debe haber más guerras, que EEUU debe ser amigo de otras grandes potencias, que quiere ponerse de acuerdo con Rusia, con China y con Irán; la de Emmanuel Macron, cuya postura compartimos – pero, al mismo tiempo, seguir sin hacer nada, las cosas reales, las hará la burocracia, cuyos nombres desconocemos. Está arraigada en el sistema del poder estatal, se siente perfectamente y tal vez esté ganándose prestigio reproduciendo los clichés de la guerra fría.

Pregunta: Tras acontecimientos en Georgia en junio pasado, Moscú suspendió la comunicación aérea directa con este país. Pero la situación se ha estabilizado. ¿Se puede esperar que en breve se reanuden los vuelos?

Respuesta: Yo soy partidario de reanudarlos. Creo que sería lo correcto, ya que la mayoría de la población georgiana se dio cuenta del carácter contraproducente y provocador de lo sucedido en el parlamento georgiano durante la reunión de la Asamblea Interparlamentaria Ortodoxa. El partido opositor entonces, de una manera muy grosera, frustró el evento acusando a Rusia de haber dado pasos que justificaran aquella campaña rusófoba. Pero no fue así, todo marchaba según el protocolo y fue interrumpido por una muchedumbre enfurecida con las pancartas, previamente preparadas, por cierto. Se hizo de forma consciente. Y no fue la prevista aparición de la delegación rusa en la sala, lo que provocó la histeria rusófoba.

Siembre he abogado por la amistad con Georgia. En 2005 participé personalmente, por encargo de Vladimir Putin, en las negociaciones con Salomé Zurabishvili, la entonces jefa de la diplomacia georgiana. Negociábamos la retirada de las bases militares rusas. Para aquel entonces ya se habían evacuado dos y quedaban dos, en Batumi y Ajalkalaki. Salomé Zurabishvili visitó Moscú, yo visité Tbilisi. Me recibió Mijaíl Saakashvili. Estuvimos acordando los principios del acuerdo sobre la evacuación de las bases. Finalmente, nos pusimos de acuerdo en eso y en la necesidad de cooperar para combatir la amenaza terrorista que provenía desde hacía mucho de la Garganta de Pankisi estallando de vez en cuando. Junto con el acurdo sobre la evacuación completa de las bases, firmamos el acuerdo de utilizar las instalaciones de una de ellas, en Batumi, para el nuevo Centro Antiterrorista ruso-georgiano. El 80% de sus empleados constituían los militares georgianos, y el resto, el 20%, los rusos. Se suponía que analizarían conjuntamente la situación para detectar las amenazas terroristas, en particular sus proyecciones desde la Garganta de Pankisi hacia el territorio de la Federación de Rusia. Estos documentos fueron firmados y aprobados constituyendo un único paquete. Pero el Sr. Saakashvili, como suele hacer, se quedó con lo que le interesaba negándose rotundamente a cumplir el acuerdo referente a la creación del centro antiterrorista.

Es una contagiosa enfermedad de los políticos que actúan según la fórmula: «soy liberal, puedo hacer lo que me dé la gana».

Pregunta: Según nos consta, Rusia tenía preparada la decisión sobre la suspensión de visados con Georgia para el verano de 2019. 

Respuesta: Sí, ya estaba preparado. No había sido fácil por razones comprensibles. Perro Vladimir Putin terminó tomando la decisión positiva para que nuestros pueblos se comunicaran, se establecieran contactos, se desarrollara el turismo. Lo que sucedió en junio, desde luego, echó para atrás todo el proceso.

Pregunta: ¿Lo echó para atrás o lo enterró?

Respuesta: Espero que sólo lo haya echado para atrás. En Georgia siguen consolidando las posiciones unos políticos adecuados. A ver cómo va la cosa.

Pregunta: Entre los diplomáticos rusos está extendida la siguiente visión de los resultados de la guerra en Georgia en 2008: Rusia, al reconocer la independencia de Abjasia y Osetia del Sur, cerró el tema del ingreso de Georgia a la OTAN.

Respuesta: No cerramos ningún tema, no era nuestro objetivo. Confirmo que no queremos que la OTAN nos rodee, que se adhiera a nuestras fronteras, celebre ejercicios y emplace armas que prometió no emplazar en los años 90, durante el ocaso de la URSS. Pero en Abjasia y en Osetia del Sur actuamos exclusivamente en interés de los habitantes de estos territorios. Cuando Mijaíl Saakashvili, al infringir todas las promesas dadas a las autoridades rusas, dio la orden criminal de entrar las tropas en Osetia del sur, abrir fuego contra los civiles, contra los integrantes de misiones de paz, que eran rusos, osetas, pero no georgianos, previamente evacuados. En aquel momento no pensábamos en la OTAN. Pensábamos en salvar a las personas que iban a ser exterminadas, porque el Ejército georgiano había recibido la orden de hacerlo. Sin embargo, el acercamiento de la OTAN a nuestras fronteras sí, crea amenaza para Rusia.

Pregunta: No obstante, los generales de la OTAN declararon en reiteradas ocasiones, también durante el corriente, que habría que admitir a Georgia a la OTAN sin Abjasia ni Osetia del Sur. ¿Qué pasará si esto sucede?

Respuesta: Sí, lo dijo incluso Jens Stoltenberg. Les prometo que no vamos a desatar una guerra. Pero nuestras relaciones con la Alianza y los países que prioricen el ingreso al mismo, se verán seriamente deterioradas.

Pregunta: Ya lo están, ¿pueden estarlo más?

Respuesta: No están del todo deterioradas. Forman parte de la OTAN muchos países que fomentan unas relaciones de buena vecindad con Rusia. Pero cuando la OTAN está obsesionada con una expansión constante, vemos en ello sólo el deseo deponerle  cerco a Rusia, declarada enemiga por la OTAN, y obstaculizar el desarrollo de nuestro país. Es un intento de imponernos las reglas que Occidente promueve en lugar del Derecho Internacional.

La OTAN no mejora su seguridad al admitir al Montenegro ni Macedonia, No tienen ningún sentido estratégico el tan deseado ingreso de Serbia. Sólo hay un único objetivo: contener a la Federación de Rusia, haciéndolo, además, de forma agresiva.

Dentro de la OTAN se viene discutiendo desde hace tiempo cual es el nuevo sentido de existencia de la Alianza una vez desintegrada la URSS. Los teóricos en Bruselas ya empiezan a promover la tesis que la OTAN debe convertirse de una alianza defensiva (que es, según un acuerdo de Washington) en la alianza que lleva la democracia y la seguridad a todo el Planeta. Esto se llama hegemonismo, la sensación del propio excepcionalismo: los liberales se lo permiten todo, y los no liberales deberán subordinarse.

Pregunta: Otro país complicado en el espacio postsoviético es Bielorrusia. Según está previsto, en diciembre próximo, Moscú y Minsk firmarán un paquete de documentos sobre la profunda integración económica de ambos países, lo que está en consonancia con el Tratado de 1999 sobre la creación del Estado de Rusia y Bielorrusia. Pero en este documento figuran párrafos relativos a la política común en materia de relaciones exteriores y de seguridad que está ausente ahora y, por lo visto, estará ausente en diciembre. ¿Por qué? Bielorrusia no reconoció a Crimea ni tampoco a Abjasia y Osetia del Sur…

Respuesta: Tampoco nosotros compartimos al 100% la política exterior de Bielorrusia. Esto no es lo fundamental.

Pregunta: Bielorrusia se niega a emplazar en su territorio una base militar rusa…

Respuesta: Es un episodio realmente desagradable. Pero lo fundamental no es la forma, sino el contenido. Y en cuanto al contenido, el Presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, al responder a la pregunta sobre la base, planteó que Bielorrusia es aliada de Rusia al 100% y que las FFAA de Bielorrusia defienden nuestros intereses comunes y nuestro territorio común.

En el área de política exterior tenemos el Programa de Acciones Conjuntas, algo que no tenemos con ningún otro país. En este documento se definen detalladamente los pasos conjuntos que emprenderemos.

Por lo que se refiere al reconocimiento de Abjasia, Osetia del Sur, a la situación con Crimea, no forzamos a nadie a hacer nada. Yo sé cómo se fraguó el número de países que reconocieron la independencia de Kosovo. Jamás nos comportaremos de la misma manera con nuestros vecinos, socios y aliados.

Pregunta: ¿No van a forzar, porque no pueden o porque no quieren?

Respuesta: Estamos educados en otro espíritu.

Ni siquiera puedo imaginarme una situación en que procediésemos de esta manera. En cuanto a “podemos”, de todas formas guarda relación con la necesidad de renunciar a sus propios principios.

Cuando se pretende acusarnos de algo… Por ejemplo, el ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, Linas Linkevičius, de repente se mostró preocupado en relación con las negociaciones sobre la creación del Estado de Rusia y Bielorrusia. Según él, la sucesiva integración de Moscú y Minsk supone amenaza para Lituania por acercar Rusia a las fronteras de este país. Pero es que ya tenemos frontera común con Lituania… Pero es un hombre singular, tiene una larga historia laboral. No todos logran conservar la claridad de vista y el sentido de la realidad.

Volviendo a las negociaciones con Bielorrusia. Como han destacado en reiteradas ocasiones tanto nuestros representantes como los del Gobierno bielorruso, las mismas se desarrollan en estricta correspondencia con los acuerdos contenidos en el Tratado de 1999 sobre la creación del Estado de Rusia y Bielorrusia. No se trata de ninguna otra cosa. El documento establece objetivos prioritarios a conseguir. Los Gobiernos de ambos países trabajan con esmero cumpliendo encomiendas de los presidentes Vladímir Putin y Alexander Lukashenko. En diciembre próximo, ha de celebrarse otra cumbre. Los esfuerzos que desarrollan ahora las planas mayores de nuestros gobiernos, evidencian que comprenden la necesidad de llegar a acuerdos.

Pregunta: Moscú propone a los países de la OTAN declarar la moratoria sobre el emplazamiento en Europa de misiles de alcance medio y más corto, pero nuestros interlocutores de la Alianza dicen que esto no tiene sentido. Según ellos, en la parte europea de Rusia, supuestamente, ya están desplegados misiles de crucero con base en tierra 9М729 que movieron a EEUU a abandonar el Tratado sobre la Eliminación de Misiles de Alcance Medio y Más Corto (Tratado INF).

Respuesta: Antes de hacer semejantes declaraciones, deberían explicar por qué con tanto esmero y consecuencia eludían todas nuestras invitaciones a discutir la esencia de sus acusaciones. Sin hablar de que sólo pasados tres años después de acusarnos, los estadounidenses, por fin, nos dijeron de qué se trataba, qué misil era y cuándo fue ensayado. No tardamos en contestarles que las pruebas, en efecto, se realizaron, que tal misil existe e invitamos a venir y verlo. El misil ensayado tenía un alcance permitido. Si están convencidos de que infringimos algo, tendrán, por lo visto, algunas pruebas materiales, siquiera imágenes satelitales. Que las muestren, entonces. Pero la respuesta fue categórica: ustedes lo saben todo perfectamente, eliminen estos misiles.

El ex secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, cuando comenzó el lío con la injerencia en las elecciones en EEUU, dijo que su país disponía de unas pruebas irrefutables. Durante un encuentro le dije: “¡Si las pruebas son irrefutables, muéstralas! En tal caso, nos callamos la boca y pedimos perdón”. A lo que me respondió: “No voy a mostrarte nada, dirígete a tus servicios secretos que lo saben todo”.

Pregunta: Los medios estadounidenses afirman que las autoridades obtuvieron estas “pruebas irrefutables” del topo ruso de la CIA, Oleg Smolenkov.

Respuesta: Ellos afirman disponer de pruebas irrefutables también en relación con los incidentes en Salisbury, en Duma Oriental y con otros muchos casos. Pero tan pronto uno se pone a indagar, resulta que todo esto vale un cacahuate.

Volviendo al Tratado INF, en enero pasado, por nuestra iniciativa, el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Riabkov, se reunión con su colega estadounidense, Andrea Thompson. Expusimos nuestras propuestas relativas a las formas de aumentar la transparencia recíproca en materia de cumplimiento de este tratado. Quisiéramos visitar las lanzaderas МК-41 que se están desplegando en Rumania y Polonia. Quisiéramos familiarizarnos con los misiles blanco y drones, discutir en qué medida todo esto se corresponde con la lógica y la letra del tratado. Pero Andrea Thompson se negó a mantener cualesquiera discusiones. Invitamos a los estadounidenses a familiarizarse con el misil nuestro, propusimos organizar para ellos una rueda informativa ex profeso. Y otra vez escuchamos una negativa categórica. EEUU se conformaría únicamente con una total destrucción de misiles, lanzaderas y toda la infraestructura logística bajo control estadounidense. Es una postura bastante grosera. Por si fuera poco, no sólo se negaron a venir al polígono para ver el misil, sino que prohibieron hacerlo a sus aliados de la OTAN. Acudieron únicamente turcos, búlgaros y griegos. Desobedecieron a la potencia hegemónica. Cuando preguntamos a los alemanes, franceses y otros importantes países de la OTAN sobre las razones de no haber acudido (¿acaso no tienen su propio punto de vista?), ellos contestaron que los estadounidenses les habían persuadido de que la presentación sería una farsa. Pero es que los invitamos para que los peritos respondieran a cualesquiera preguntas suyas. Hubiesen venido para denunciar que ocultábamos algo. Sólo los estadounidenses pueden hacer las preguntas más incómodas, porque tanto ellos como nosotros poseemos tales tecnologías, pero renunciaron a hacerlo.

No cabe la menor duda de que todo esto se había tramado únicamente para acusarnos y abonar el suelo para la desnaturalización del tratado. En octubre del año pasado, John Bolton dijo absolutamente tranquilo: “No se preocupen, la declaración de Trump (sobre la intención de EEUU de abandonar el Tratado INF) no es una invitación a las negociaciones, sino una decisión definitiva ya tomada”. El tema para ellos estaba cerrado.

Luego, comenzaron a hablar sobre China, pedirnos que persuadiéramos a Pekín adherirse a un nuevo acuerdo con EEUU y Rusia. ¿Pero qué tenemos que ver nosotros con esto? Entre nosotros y China no existen problemas en este dominio. Si los estadounidenses afrontan problemas que consideran necesario resolver a título multilateral, que se pongan de acuerdo con los países que quisieran incorporar a este proceso. Nos haremos eco. Pero pedir que nosotros hagamos este trabajo por ellos, es deshonesto e indecoroso.

Pregunta: ¿Oleg Smolenkov causó o pudo haber causado daño a Rusia, teniendo en cuenta su puesto de trabajo?

Respuesta: Nunca lo he visto. No tengo la menor idea de si pudo haber causado daño o no. El problema está en los hechos. Si planteamos que es necesario restablecer la confianza, cualesquiera recelos mutuos que surjan, deben ser presentados y discutidos por los expertos, pero no a través de los medios.

Pregunta: ¿Podía Smolenkov estar informado sobre la postura que Rusia adoptaría en las negociaciones sobre determinados temas y entregar a los estadounidenses estos datos?

Respuesta: No lo sé.

Pregunta: ¿Hubo casos cuando Usted venía a negociar con la parte estadounidense, mientras ellos ya estaban al tanto de su postura

Respuesta: Ni una sola vez.

Pregunta: ¿Qué pasa con los bienes diplomáticos de Rusia en EEUU? ¿Vladímir Putin dispuso entablar el pleito judicial con los estadounidenses? ¿Vamos a hacerlo? ¿Hay probabilidad de recuperar los inmuebles?

Respuesta: La situación con los bienes diplomáticos es un verdadero saqueo. Ya hemos incluido nuestra postura en la resolución del Comité de la ONU encargado de tratar con el país de estancia. Estamos disputando en este Comité. Los estadounidenses son muy tozudos, no desean arreglar esta situación, a todas luces contraria a la Ley, que viola todas las convenciones imaginables, generada en medio de la agonía de la Administración de Obama con la evidente intención de dar un portazo, hacer una faena, vengarse por la derrota de los demócratas en los comicios presidenciales.

El comportamiento de nuestros socios en aquella ocasión no era digno de caballeros, pero la situación es así. Tenemos suficientes argumentos. Trabajamos con juristas norteamericanos. Seguiremos preparándonos para la vista de la causa en el juzgado. La justicia y los procedimientos judiciales en EEUU son muy burocratizados y exigen analizar todas las opciones.

Pregunta: La parte estadounidense afirma que las fincas de recreo eran utilizados por los rusos no para descansar y reponerse, sino para espiar.

Respuesta: Ellos dijeron que estas finas eran “nidos de espionaje”. Cuando tomaban esta decisión, dijeron que nosotros, la parte estadounidenses, permitiremos a sus peritos visitar periódicamente estos inmuebles para controlar su estado. Desde diciembre de 2016 no hemos podido tramitar ni una sola visita a ninguna finca de recreo en Washington y Nueva York. Las afirmaciones sobre el espionaje que se realizaba desde estos inmuebles pueden ser comprobados sólo presentando pruebas. Es una historia de la misma serie que los incidentes en Salisbury, Guta Oriental (Siria), la injerencia en las elecciones.

En estas fincas con regularidad se celebraban eventos deportivos. Yo personalmente jugué al fútbol contra la selección de la legación comercial de Chile. El jefe de la legación fue capitán del equipo, posteriormente ocupó el cargo de ministro. Íbamos a sauna, nos servíamos una cena bufet. Un serio nido de espionaje.

Pregunta: ¿Cómo anda la institución de  los consejos ruso-estadounidenses pericial y empresarial? ¿Se dan algunos pasos para instituirlos?

Respuesta: En la cumbre del G 20 en Osaka la secundó el Presidente de EEUU, Donald Trump. En presencia del Primer Vicepresidente del Gobierno de Rusia, Antón Siluánov, del Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y de representantes de otros departamentos de ambas partes, Trump dijo a Putin que era una buena idea, que se debía instituir el consejo.  Es estúpido que nuestros intercambios comerciales sean tan miserables. Instituyamos el consejo empresarial para promover proyectos mutuamente beneficiosos. Desde aquel entonces, estamos esperando reacciones a estas ofertas. Hemos acordado que el consejo debe estar integrado por los dirigentes de las empresas y corporaciones no públicas sino privadas. Como exponente de la actitud de nuestros hombres de negocios, la Unión Rusa de Industriales y Empresarios (RSPP) entregó a sus socios estadounidenses las propuestas de candidaturas que podrían pasar a formar parte del consejo empresarial. La RSPP mantiene un diálogo con colegas norteamericanos, pero hasta ahora no se ha llegado a un acuerdo final. Paralelamente funcionan la Cámara Americana de Comercio encabezada por Alexéi Rodzianko y el consejo empresarial estadounidense-ruso. También desean participar en este proceso. Vamos a ver. Tenemos suficientes organismos, tanto la RSPP como corporaciones.

Pregunta: Entonces, ¿todavía resbala?

Respuesta: También podríamos analizar el papel del Fondo Ruso de Inversión Directa. Existen bastantes instituciones. Lo principal es que este impulso político deben percibir los representantes del nivel en que a veces se toman las decisiones que no siempre aceleran la realización de las encomiendas de los Jefes de Estado.

Pregunta: ¿Y cómo avanza la institución del consejo pericial?

Respuesta: La situación es casi la misma. Cuando el Secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, estuvo en mayo pasado en Sochi, por iniciativa propia, mencionó este tema y le dijo a Vladimir Putin que Donald Trump recuerda cómo debatieron sobre esta cuestión en Helsinki. Además, cree que esto es algo muy útil y que los expertos deben participar en el desarrollo de una visión de la situación estratégica en el mundo a largo plazo. Pero no aparecieron estructuras ad hoc.

Pregunta: ¿Estallaría una guerra en el Oriente Medio? Hay tantos drones, buques petroleros. Estamos muy preocupados…

Respuesta: Todo esto parece una situación irreal creada artificialmente por aquellos que no quieren que la guerra en el Oriente Medio termine. Nuestro punto de partida es una cosa muy simple: el presidente de EEUU, Donald Trump, cuando fue electo, dijo que él sería el presidente que acabaría con todas las guerras. Ya en su puesto, confirmó su posición. Probablemente, hay personas en EEUU y en el extranjero a quienes no les gusta esto.

Existen unas propuestas concretas. Hemos propuesto el Concepto de Seguridad Colectiva en el Golfo Pérsico. Implica la unificación de todos los países de esta región: los países costeros del Golfo Pérsico, Irán, sus vecinos, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, la UE, la Liga de los Estados Árabes, la OCI. Esta propuesta sigue sobre el tapete. En cualquier caso, es mejor reunirse y presentar inquietudes reciprocas que acusar unos a otros sin fundamento, decir «estoy seguro que lo hiciste tú» y rechazar el diálogo. El otro día, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohammad Yavad Zarif, dijo que invitaba a los países de la región a discutir su vida común. Esto es una propuesta concreta. Mientras otros dicen: Irán tiene la culpa, o los hutíes, o Hamás, o Hezbolá… Pero no presentan ningunas ideas constructivas. Si uno sigue la lógica de la culpabilidad de otra parte y basa su política en esto, el resultado no puede ser bueno. Nosotros siempre intentamos hablar. No veo ninguna otra alternativa.


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