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Entrevista concedida por el Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, al diario indonesio Kompas, 11 de julio de 2023

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Pregunta: Si la guerra en Ucrania continúa, ¿qué ocurrirá en el futuro? ¿Qué hará Rusia?

Respuesta: Creo que lo correcto sería que empiece mi respuesta, explicando las premisas de los acontecimientos que están teniendo lugar en Ucrania. Hemos de escuchar con frecuencia que el conflicto empezó supuestamente en febrero de 2022 con una “agresión no provocada por parte de Rusia”. Es una aseveración completamente falsa.

Recordemos que en febrero de 2014 Washington y sus allegados de la Unión Europea orquestaron un golpe de Estado en Kiev. Es el punto a partir del cual hace falta analizar la situación.

Como resultado del golpe de Estado, fue derrocado el Presidente ucraniano legítimamente elegido, llegando al poder fuerzas prooccidentales y antirrusas apoyadas por grupos neonazis de seguidores de Stepán Bandera y Román Shujévich que habían colaborado con los invasores hitlerianos en los años de la Gran Guerra Patria. Dicha circunstancia conmovió profundamente al país que sólo podría desarrollarse tranquilamente, si se mantuviera el delicado equilibrio político e interétnico. Dicho equilibrio fue destruido por unos modos completamente bárbaros aplicados con el visto bueno de los países occidentales que intentaban de esta forma solucionar su tarea geopolítica y explotar territorios que antaño habían formado parte de un Estado único poblado por habitantes rusos y rusoparlantes que sentían afinidad histórica con Moscú.

Tras haber lanzado las nuevas e ilegítimas autoridades kievitas amenazas dirigidas a las zonas del Este del país que apoyaban al derrocado Presidente Víсtor Yanukóvich, Crimea se separó de Ucrania. Los habitantes de dicha provincia, en un referéndum, en plena correspondencia con las normas del Derecho Internacional, se pronunciaron a favor de la reunificación del territorio en cuestión con Rusia.

En el Donbás ruso estalló una rebelión armada. El régimen kievita ni siquiera se planteó un arreglo político y diplomático del problema, se dedicó a exterminar durante años y de manera metódica a los habitantes de esta zona únicamente por querer hablar su lengua materna, el ruso, preservar su Historia y honrar la memoria de los Héroes de la Gran Guerra Patria que habían liberado hace casi 80 años a los pueblos de Europa de los horrores del nazismo hitleriano.

Viendo un Ucrania como un ariete con el que atacar a Rusia, EEUU y los países de la UE instaban al régimen kievita a usar la fuerza para solución el “problema de Donbás” y a proceder a las limpiezas étnicas entre sus habitantes rusos y rusoparlantes. ¡Y las cínicas confesiones de los antiguos líderes de Alemania y Francia, Angela Merkel y Francois Hollande! Reconocieron que el Conjunto de medidas para el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk, en la elaboración del cual habían participado, junto con el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, había sido necesario únicamente, para ganar tiempo y permitirle a Kiev aumentar su potencial militar.

El dramático desarrollo de los acontecimientos no le dejó a Rusia otra salida más que reconocer la independencia de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk y, en plena correspondencia con el Derecho Internacional, firmar con ellas Tratados de amistad, cooperación y ayuda mutua. Luego, a modo de respuesta a sus solicitudes oficiales de ayuda, en correspondencia con el Art. 51 de la Carta de las Naciones Unidas sobre el derecho a la autodefensa, fue iniciada la operación militar especial, cuyo objetivo era defender a la gente y eliminar la amenaza militar por parte del régimen kievita.

¿Por qué el enfrentamiento armado en Ucrania no acaba? La respuesta es muy sencilla: continuará hasta Occidente renuncie a los planes de mantenimiento de su dominio y a su idea fija de asestarle a Rusia una derrota estratégica, usando para ello a sus títeres de Kiev. De momento no hay señales de que dicha postura haya sufrido modificaciones, podemos ver, como los estadounidenses y sus vasallos siguen nutriendo frenéticamente a Ucrania con armas e instando a Vladímir Zelenski a continuar con las acciones bélicas.

Es muy ilustrativo también que Occidente pase por alto las iniciativas formuladas por los países en vías del desarrollo, entre ellas, la propuesta del Presidente de Indonesia, Joko Widodo, quien el 30 de junio de 2022, durante su visita a Moscú habló de la necesidad de cesar las hostilidades, de garantizar la cooperación humanitaria y la seguridad alimentaria y expresó su disposición a “propiciar los contactos” entre los líderes de Rusia y Ucrania.

Una declaración sobre el arreglo de la crisis ucraniana la hizo también el pasado 3 de junio el Ministro de Defensa de Indonesia, Prabowo Subianto. Sin embargo, Kiev rechazó de entrada sus ideas alegando no necesitar ningunos intermediarios.

Una señal de los agresivos ánimos de Kiev y de sus patronos externos es la “fórmula de la paz” presentada por Vladímir Zelenski. En estos momentos intenta ser impuesta en calidad de la única receta posible del arreglo. De hecho, es una lista de ultimatums dirigidos a Rusia que incluye la exigencia de que sean procesados los altos cargos políticos y militares de nuestro país, mientras que los activos materiales del Estado ruso se usen a modo de “reparaciones”. Para legitimar estas posturas que no tienen nada que ver con el arreglo está prevista una próxima convocatoria de una tal Cumbre de paz a la que se invita con insistencia a los países en vías del desarrollo. Estoy convencido de que Indonesia se da perfecta cuenta del carácter dañino de dichos planes y no sucumbirá ante la falsa retórica de los partidarios de seguir librando esta guerra hasta que no queden más ucranianos.

Pregunta: ¿De qué manera luchará Rusia por un nuevo equilibrio de la política internacional? ¿Qué esquema será usado para ello? Se considera que la nueva Guerra Fría ya ha empezado y está en plena marcha. ¿Cuáles son sus consecuencias para la economía política mundial? ¿Qué política está aplicando Rusia en esta nueva Guerra Fría?

Respuesta: No nos inclinamos por calificar la etapa actual de las relaciones internacionales como “una nueva Guerra Fría”. Estamos hablando de otro proceso objetivo, la creación de un orden mundial multipolar. Todos pueden ver que los nuevos centros de toma de decisiones de importancia global están afianzando sus posturas en la región auroasiática, en el Asia Pacífico, Oriente Próximo, África y América Latina.  Estos Estados y las asociaciones de los mismos se dejan guiar por sus intereses nacionales, su independencia, soberanía, autenticidad cultural y civilizatoria y cooperación internacional. Es decir, están siguiendo el vector del desarrollo mundial, logrando, debido a esta circunstancia, cada vez mayores éxitos.

En cuanto al llamado Occidente colectivo liderado por EEUU, dichos países buscan ralentizar y revertir estos procesos. Sus objetivos no pasan por reforzar la seguridad universal ni por dedicarse al desarrollo conjunto, sino por mantener su hegemonía en los asuntos mundiales y de poner en práctica su agenda neocolonial. En otras palabras, desean continuar, tal y como están acostumbrados a hacer, solucionan do sus problemas a costa de otros.

Las sanciones económicas unilaterales y en general una política exterior egoísta de nuestros interlocutores occidentales acaban minando a nivel mundial la seguridad alimentaria y energética. Precisamente su actuación provocó complicaciones para los países en vías del desarrollo. Enormes fondos que podrían haber sido destinados a la asistencia al desarrollo internacional, también el de los países más necesitados arden hoy en forma de miles de toneladas de vehículos militares y municiones que están siendo enviados a los neonazis ucranianos.

Realmente, esta medalla tiene otra cara, una más positiva. El egocentrismo occidental, el desdén por los intereses del Sur y Oriente Globales propician la búsqueda de formatos de cooperación alternativos en todas las esferas. Tras el arresto de las reservas en oro y divisas de Rusia en EEUU y Europa, la comunidad internacional se está dando más cuenta de que nadie está a salvo de la expropiación de activos materiales guardados en territorios de jurisdicción occidental. No sólo Rusia, sino una serie de otros Estados reducen de manera consecutiva su dependencia del dólar, pasando al uso de sistemas de pago alternativos y a las transacciones en monedas nacionales.

Al mismo tiempo, crece la eficiencia de las asociaciones interestatales en los que no participan los países de Occidente. Un ejemplo de la diplomacia multilateral moderna son la OCS y el BRICS. En el marco de estos organismos no hay “guías” ni “países guiados”, sino que las decisiones son tomadas en base al consenso. Aplaudimos el interés de Indonesia por reforzar su cooperación con estas asociaciones que tienen, sin lugar a dudas, un gran futuro.

Pregunta: ¿Qué posición, en opinión de Rusia, ocupa Indonesia en la actual polarización del mundo, Asia y Sudeste asiático? ¿Cómo están evolucionando las actuales relaciones ruso-indonesias, bajo la presión de las principales potencias mundiales?

Respuesta: Indonesia es el país musulmán más poblado del mundo, líder de la Asociación de Naciones del Asia Sudeste y uno de los socios clave de Rusia en la región Asia Pacífico. Nos place la adhesión de nuestros amigos indonesios a la vertebración de las relaciones interestatales en base a la paridad, respeto mutuo de intereses de las contrapartes y del principio de una seguridad paritaria e indivisible.

Apreciamos altamente la política exterior independiente de Yakarta que propicia la creación de un orden mundial más justo y la promoción de los intereses de los Estados del Oriente y Sur Globales, así como a la puesta en práctica de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y al arreglo de todo tipo de conflictos. Confirmación del importante papel de Indonesia en los asuntos mundiales fue la exitosa presidencia que ejerció Yakarta el año pasado en el marco del G-20.

He de hacer constar con satisfacción que, a pesar de las ilegítimas sanciones antirrusas impuestas por Washington y sus allegados, la cooperación ruso-indonesia se sigue desarrollando de una manera bastante constructiva. Contamos con una sólida base legal y contractual, piedra angular de la cual es la Declaración sobre bases de relaciones de amistad y asociación en el siglo XXI firmada en 2003.

Hoy se puede decir que las relaciones bilaterales han alcanzado de hecho el nivel de asociación estratégica. El diálogo político entre Moscú y Yakarta es caracterizado por una alta intensidad. En junio de 2022 se celebraron en la capital rusa las negociaciones de los Presidentes Vladímir Putin y Joko Widodo. En diciembre de 2022 acudió a Yakarta en una visita de trabajo la Presidenta del Consejo de Federación de la Asamblea Federal (Cámara Alta del Parlamento ruso), Valentina Matvienko.

Se está ampliando la cooperación bilateral en las esferas de comercio y economía. En 2022 los volúmenes del intercambio comercial aumentaron en un casi 45%, alcanzando el nivel de unos 4.790 millones de dólares.

Concedemos una gran importancia a la liberalización de las condiciones del comercio en el formato UEEA-Indonesia. Las negociaciones sobre un Tratado de libre comercio están marchando con éxito.

En mi calidad del Jefe de la diplomacia rusa, me gustaría señalar especialmente nuestra cooperación constructiva en el marco de la ONU y de otros espacios multilaterales en lo tocante a una amplia gama de asuntos de actualidad internacional, incluidos los problemas de la seguridad alimentaria y energética. Este año estamos interaccionando de una manera activa con Yakarta que ejerce la presidencia en el marco de la ASEAN en lo tocante a las agendas de la Cumbre de Asia Oriental, del Foro Regional de la ASEAN para la Seguridad, ADMM plus, así como de la asociación estratégica Rusia – ASEAN.

Pregunta: ¿Qué iniciativas puede formular Rusia, para ayudar a Indonesia y a la ASEAN con la situación en torno a Myanmar? ¿Cómo percibe Rusia el prestigio y el papel central de la ASEAN, mientras que se conoce que Moscú está abierta al diálogo con el grupo militar de Myanmar? ¿Asistirá usted a la reunión de la ASEAN que se celebrará este mes de julio? Si su respuesta es positiva, ¿cuáles serán sus prioridades?

Respuesta: En nuestros contactos con las autoridades de Naipyidó nunca dejamos de hacer hincapié en el papel central que desempeña la ASEAN en el esfuerzo internacional encaminado a arreglar la situación en torno a Myanmar. Apoyamos el deseo de la presidencia indonesia de conceder un impulso adicional a los pasos colectivos, cuyo objetivo es promover la puesta en práctica del Consenso de Cinco Puntos. Señalamos el papel de la Asociación en la entrega de la ayuda humanitaria a la población necesitada.

Partimos de que el esfuerzo colectivo de los 10 miembros de la ASEAN y de otros países interesados aplicado al arreglo de la situación en Myanmar ha de basarse en estrecha cooperación con las autoridades del país. Es importante evitar que las discrepancias en la elección de las formas óptimas de asistencia al arreglo de la crisis en dicho país afecte de manera negativa la unidad de la ASEAN y su papel central en los asuntos regionales.

Estamos convencidos de que la comunidad internacional ha de asistir a la normalización de la situación en Myanmar, sin intervenir en sus asuntos internos. Nos atenemos de manera invariable a dicha postura de principio a la hora de vertebrar nuestras relaciones con las autoridades de Myanmar, independientemente de las figuras políticas concretas que estén en el poder.

Tengo previsto acudir próximamente a las reuniones ministeriales que serán organizadas en Yakarta por la ASEAN. Estamos prestando una atención especial a la promoción de la cooperación estratégica con la Asociación que cumple en 2023 5 años. La historia de las relaciones bilaterales cuenta con más de 3 decenas de años. El futuro refuerzo de las mismas se encuentra entra las prioridades de la política exterior de Rusia. Dicho planteamiento está recogido en la renovada Estrategia de la política exterior de la Federación de Rusia aprobada por el Presidente Vladímir Putin a finales de marzo de 2023.

Se está poniendo en práctica de manera dinámica el Plan de acción integral de Rusia y la ASEAN aprobado por los líderes en 2021. Se está manteniendo un activo diálogo político, se está ampliando la interacción sectorial que apuesta tradicionalmente por la esfera de la ciencia y las altas tecnologías. Ello fue demostrado por el Año de cooperación científica y técnica Rusia-ASEAN celebrado en 2022. La agenda bilateral incluye el lanzamiento de nuevas esferas de cooperación, incluida la digitalización y el desarrollo de ciudades “inteligentes”, así como los asuntos relativos a la seguridad energética y alimentaria.

En cuanto a la Cumbre de Asia Oriental, Rusia formuló toda una serie de ideas concretas. Se encuentran entre ellas el lanzamiento de un mecanismo de reacción colectiva a amenazas de pandemia, el desarrollo de la cooperación en la esfera de turismo, el establecimiento de vínculos entre las organizaciones de voluntarios. ASEAN apoyó nuestras iniciativas en todos los aspectos mencionados.

En el marco del Foro regional de la ASEAN para la seguridad que celebra este año su 30 aniversario, estamos prestando atención especial a los problemas del uso seguro de las tecnologías de información y comunicación y de la reducción de los riesgos nucleares. En dichos campos Rusia formuló iniciativas de carácter práctico.

Estamos trabajando en el refuerzo de la arquitectura encargada de mantener la estabilidad y la cooperación en la región Asia Pacífico creada en torno a la ASEAN. Hoy EEUU y sus aliados de la OTAN, con el apoyo de algunos actores regionales, están promoviendo con intensidad el lanzamiento de estructuras de bloque alternativas, también con la “marca del Indo-Pacífico”. Estas iniciativas no van dirigidas a la cooperación, sino a la disuasión y la confrontación. Como resultado, el sistema que prioriza el papel central de la ASEAN se está poniendo a prueba con intensidad. La parte rusa se desempeña como un socio de fiar de la Asociación. No se puede permitir que los guiones negativos promovidos por EEUU y la OTAN en otras partes del mundo sean proyectados también en la región de Asia Pacífico.

Pregunta: Dado el actual desarrollo global y regional, sobre todo, en las esferas de la estabilidad y la seguridad, así como de la seguridad alimentaria, energética, médica y del comercio, ¿qué cosas en concreto puede ofrecerles Rusia a Indonesia y a los países de la región Indo-Pacífico?

Respuesta: Por supuesto, tenemos qué ofrecerles a los países del Indo-Pacífico y de la zona del Océano Índico. Rusia es uno de los principales suministradores de alimentos, petróleo, gas, minerales valiosos, entre ellos, elementos de las tierras raras. Se destina a los estados asiáticos la mayor parte de los productos alimenticios rusos (un 60%). Durante el año pasado, nuestro comercio exterior con muchos socios, entre ellos, en Aisa, aumentó varias veces.

Rusia alcanzó resultados impresionantes en el desarrollo de su clúster orientado a la alta tecnología. Nuestro país forma parte de los 10 Estados líderes en la digitalización de la administración pública, avances científicos e inventos en la esfera de robótica, tecnologías cuánticas y de la inteligencia artificial, desarrollo de las ciudades inteligentes. Los epidemiólogos de la ASEAN pudieron conocer nuestras experiencias en la lucha contra las enfermedades infecciosas durante un programa de formación de 3 años de duración que concluyó en 2022.

Dada la complicada situación que vive la economía global, han cobrado mayor importancia en nuestro diálogo con la ASEAN los problemas de la seguridad energética y alimentaria. En el plan de trabajo Rusia-ASEAN en la esfera de la energía aprobado hace poco, además de los tradicionales sectores de petróleo, gas y carbón, se presta una elevada atención a las fuentes de energía renovables, a la energía atómica y la energía baja en carbón.

Nuestros expertos están listos para abordar las medidas que refuercen la cooperación en la esfera alimentaria.

En cuanto a Indonesia, Rusia está dispuesta a incrementar las exportaciones de trigo y carne, también de la que reúne los requisitos halal.

Estamos interesados en ampliar tal cooperación a través de las regiones musulmanas de Rusia.

Estamos convencidos de que la seguridad energética de Yakarta se vería reforzada por el aumento de suministros por Rusia de petróleo y derivados de petróleo. Estamos dispuestos a compartir las avanzadas soluciones que alcanzamos en la esfera del uso pacífico de la energía nuclear, también en lo tocante a la construcción de centrales atómicas de potencia pequeña y mediana, del uso de tecnologías nucleares en esferas no relacionadas con la energía, la creación de la infraestructura nuclear y la formación del personal.

Estamos estudiando con detenimiento la posibilidad de la unión de las empresas de transporte y de información y comunicación rusas a la creación de una abarcadora infraestructura de la nueva capital, Nusantara, en la isla de Kalimantan.

La lucha contra la pandemia de COVID19 reveló las considerables posibilidades de cooperación bilateral que existen en la mencionada esfera.

Propiciaría la cooperación práctica entre Rusia y los Estados de la ASEAN, incluida Indonesia, el lanzamiento de unas consultas sobre el uso de las monedas nacionales en las transacciones. Estamos dispuestos a abordar detalles concretos en dicha y las demás esferas que acabo de mencionar.