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Comentario ofrecido por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, en relación con el viaje de Vladímir Zelenski a Washington

329-01-03-2025

La visita del líder del régimen neonazi, Vladímir Zelenski, a Washington el 28 de febrero es un completo fracaso político y diplomático del régimen de Kiev.

La parte rusa ha declarado en repetidas ocasiones a todos los niveles sobre la naturaleza inadecuada, corrupta e incompetente de Zelenski. Fue el régimen de Kiev el que se negó a continuar las negociaciones sobre un acuerdo político y diplomático en la primavera de 2022, utilizando mentiras y manipulaciones para justificar la continuación de las hostilidades y la recepción de ayuda militar y financiera occidental.

Con su comportamiento escandalosamente grosero durante su estancia en Washington, Zelenski confirmó su actitud belicista irresponsable y, por lo tanto, la más peligrosa para la comunidad mundial. Todo el mundo debería darse cuenta de lo inequívocos que suenan tales exabruptos del líder terrorista.

Este cínico desvergonzado solo está obsesionado con conservar el poder que ha usurpado. Para ello ha destruido a la oposición, ha construido un Estado totalitario y ha estado enviando despiadadamente a la muerte a millones de conciudadanos. En las actuales condiciones políticas, cada vez más deterioradas para el régimen de Kiev, es incapaz de mostrar la responsabilidad y por ello está obsesionado con continuar la guerra, rechazando la paz, que para él es como la muerte.

Sin precedentes en la historia de la política y la diplomacia internacionales, la aleccionadora bofetada que Zelenski recibió del Presidente estadounidense en la Casa Blanca es también una prueba de la debilidad política y la absoluta degradación moral de los dirigentes europeos que siguen defendiendo el apoyo al loco dirigente del régimen nazi que ha perdido el contacto con la realidad.

Seguimos partiendo de que una paz verdaderamente justa y sostenible solo es posible si se eliminan por completo las causas profundas de la crisis ucraniana. Las principales fueron la violación occidente de sus promesas de no ampliar la OTAN y la absorción por esta de todo el espacio geopolítico europeo hasta las fronteras de Rusia, así como la eliminación sistemática por parte del régimen kievita de todo lo ruso, su lengua, cultura e iglesia, igual como lo hicieron los nazis alemanes. Por lo tanto, nuestros objetivos inalterables siguen siendo la desmilitarización y desnazificación de Ucrania, así como el reconocimiento de las realidades existentes. Cuanto antes se den cuenta de ello Kiev y las conocidas capitales europeas, más cerca estará una resolución pacífica de la crisis ucraniana.