Intervención y respuestas a las preguntas de los medios de comunicación del Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, en la conferencia de prensa conjunta al término de las conversaciones mantenidas en Moscú, el 29 de mayo de 2013, con la troika ampliada de la CELAC
Hoy hemos mantenido conversaciones con los ministros de asuntos exteriores de la troika ampliada de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Esta es ya nuestro segundo encuentro, pero es el primero que se celebra en Moscú. Anteriormente, nos reunimos en Nueva York, en septiembre de 2012. Consideramos la actual visita una etapa importante en nuestras relaciones con la CELAC: una circulación dinámica mediante la unión creciente de todos los 33 países de América Latina y de la Cuenca del Caribe.
En la creación de esta comunidad, vemos la actitud de los pueblos de la región para reforzar los procesos de integración, el establecimiento de América Latina como uno de los centros del crecimiento mundial, un importante polo multilateral de mantenimiento de la paz.
Valoramos enormemente la coincidencia de posturas en las cuestiones internacionales clave. Se trata, sobre todo, de la defensa consecuente de los principios de la multilateralidad, la confirmación de la supremacía del derecho internacional, la estricta observancia de las disposiciones fundamentales de la Carta de la ONU, incluida la solución pacífica de los conflictos, el respeto de la soberanía y de la integridad territorial de los Estados y la no ingerencia en los asuntos internos.
Hemos acordado la creación de un mecanismo político de diálogo en el formato Rusia-CELAC a nivel de ministros de asuntos exteriores. Vamos a seguir reuniéndonos en diferentes foros internacionales, y sobre todo en la ONU. También vamos a programar reuniones en las capitales, y no solo de la Federación de Rusia, sino también de aquellos países que presiden la troika de la CELAC o forman parte de ella. Estuvimos de acuerdo en registrar los resultados de estos encuentros en unas declaraciones conjuntas.
La declaración aprobada en la reunión de hoy refleja nuestros planteamientos en muchos de los temas que hemos abordado. Entre ellos están: el refuerzo del papel central de la ONU; el apoyo de la paz internacional y de la seguridad; la garantía de los derechos y libertades del hombre; la lucha contra el terrorismo internacional y el tráfico de drogas; la oposición a la proliferación de las armas de destrucción masiva, incluida la creación en Oriente Medio de una zona libre de armas nucleares y de armas de destrucción masiva y de medios para suministrarlas; la oposición a la militarización del espacio; la prohibición de la falsificación de la historia, incluido el problema de la glorificación del nazismo; así como las cuestiones de protección del medio ambiente y de un desarrollo económico sostenible. Hemos intercambiado opiniones sobre la situación en Oriente Medio y en el norte de África, incluida la situación en Siria y su entorno.
Agradecemos a nuestros homólogos el apoyo a la iniciativa de convocar una conferencia internacional para resolver la situación en Siria y a nuestros planteamientos para su organización sin ningún tipo de condiciones previas. Hemos abordado los problemas actuales de la región latinoamericana. Nos referimos, en particular, a la necesidad de un pronto fin del bloqueo de Cuba, a un arreglo político del problema de las islas Malvinas y a las tareas de asistencia a nuestros amigos de Haití para reconstruir la economía y garantizar la estabilidad de este país. Hemos examinado la situación de la economía mundial. Esta situación influye en todos nuestros países. Agradecemos el apoyo por parte de los estados latinoamericanos y caribeños a las prioridades de la presidencia rusa en el G-12. Ya hemos hecho acopio de una buena y provechosa experiencia de interacción en el G-20 con los países de la región que participan en ella.
Nuestros amigos han manifestado la idea de establecer contactos entre la CELAC y el BRICS, en particular, en el marco de diferentes reuniones internacionales. Esta idea nos parece atractiva, y la discutiremos sin falta con otros países que pertenecen al BRICS.
Hemos hablado sobre la cooperación comercial y económica entre Rusia y América Latina, haciendo hincapié en el aumento del número de proyectos de alta tecnología, la creación de alianzas tecnológicas y de negocios conjuntos. También se habló sobre el creciente interés mutuo por aumentar el número de intercambios en los ámbitos de la cultura, la educación y la ciencia. A esto ya contribuye el régimen de exención de visado que se ha establecido en las relaciones entre la Federación de Rusia y la gran mayoría de los países de América Latina y la Cuenca del Caribe. Se ha planteado la cuestión del establecimiento de un espacio sin visado Rusia-CELAC. Espero que se haga realidad dentro de muy poco tiempo. Esta aportación será muy importante para reforzar nuestras relaciones, para crear unas condiciones lo más favorables posibles para el contacto entre la gente y, en general, para el desarrollo de toda la gama de nuestras intensas y ricas relaciones.
Agradezco a mis homólogos las fructíferas conversaciones.
Pregunta (pregunta a todos los ministros): ¿Cuáles son los aspectos más importantes de la cooperación actual entre Rusia y la CELAC?
Serguéi Lavrov (responde primero): Mi respuesta va a ser breve. Hemos hablado de esto con el ministro de Asuntos Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, en nuestras palabras de apertura. No puedo resaltar ninguna línea que consideremos más "importante" que otra. Queremos desarrollar nuestra asociación en todas las direcciones y en todos los campos sin exclusión: diálogo político, comercio, economía, cooperación en el ámbito humanitario y cultural, en la alta tecnología, realización de proyectos conjuntos. Estamos interesados en estos objetivos para que las empresas de nuestros países se reúnan y busquen proyectos con futuro y mutuamente beneficiosos. Esto afecta a la coordinación de acciones en la escena internacional. Así que, en cualquier ámbito, en todas partes mostramos interés por el desarrollo de la colaboración, y nos vamos a guiar por este principio. Por cierto, nuestros planteamientos han quedado consagrados en la declaración final, que refleja plenamente las disposiciones de Rusia y la CELAC en lo que respecta a la cooperación mutua.
Pregunta: Hoy en Ginebra se celebra una sesión de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. En ella, se espera que critiquen al presidente de Siria El Assad porque cuenta con mercenarios que combaten a su lado. ¿Por qué algunos actores exteriores cierran los ojos a los mercenarios que combaten con la oposición? ¿Hasta qué punto coincide la postura de Rusia con la de la CELAC en la solución del problema sirio?
Serguéi Lavrov: Desde el comienzo de este conflicto hemos advertido repetida e insistentemente de los intentos de internacionalización. A pesar de esto, el flujo de combatientes extranjeros ha seguido creciendo, y entre ellos, de Libia, de países de Oriente Medio y del norte de África, y en los últimos meses, también de Europa y de otras regiones. Ha aumentado el flujo de armas que han recibido los combatientes de la oposición armada, aunque los suministros de armamento a actores no estatales, de acuerdo con el derecho internacional, están prohibidos.
A este respecto, quiero recordar las decisiones que fueron adoptadas ayer por la Unión Europea sobre el levantamiento del embargo para suministrar armas a la oposición. Estas decisiones suscitan serias reservas. En primer lugar, como ya he dicho, según el derecho internacional los suministros de armamento a actores no estatales están declarados ilegales. El reciente proyecto internacional de acuerdo sobre el comercio de armas, cuyos impulsores han sido Gran Bretaña y diversos países miembros de la UE, también establece la prohibición de suministrar armas a los sujetos no estatales, al menos sin el consentimiento del país en cuyo territorio operan. Hablando del suministro legal de entrega de armas, a finales de la década de 90, se adoptó un código de conducta en materia de exportación de armas en la UE. En él, este tipo de suministro está expresamente prohibido. Por eso, el comunicado del embargo para lo que está prohibido por el derecho internacional, incluida la legislación de la UE, ha sido ambiguo desde el principio. Y ahora, su modificación hace la situación aún más difícil y, como mínimo, crea unos obstáculos muy serios para la materialización de la iniciativa de convocatoria de una conferencia internacional sobre Siria.
Recordarán los intentos de sacar adelante una resolución unilateral abominable en el Consejo de Derechos Humanos. Hace poco, esta resolución ha sido adoptada por la Asamblea General de la ONU. El número de partidarios, en comparación con el año pasado, ha disminuido en casi 30 estados. Sin embargo, su adopción y la insistencia en impulsarla que han demostrado en particular algunos países del Golfo Pérsico, para nosotros indican claramente un intento de crear dificultades para la aplicación de la iniciativa ruso-americana. Por esto, la resolución de la ONU se ha puesto en marcha inmediatamente después de coordinarse nuestra iniciativa conjunta, que fue anunciada durante la visita de John Kerry a Moscú, el 7 de mayo. Ahora intentan hacer lo mismo en el Consejo de Derechos Humanos. Para mi gran sorpresa, hemos sabido que junto a los coautores de esta resolución (Catar y Turquía) la delegación de EE. UU. también impulsa de la forma más activa esta propuesta completamente perniciosa. Encontrándome en París, llamé la atención de John Kerry a este respecto. Al parecer, no estaba al tanto de lo que había sucedido, y prometió ponerse al día. No sé si lo ha hecho así o no.
La Coalición Nacional dista mucho de representar a todos los sirios. Hay gente que trabaja en Siria, que nunca ha abandonado el país y que ha sufrido junto a su pueblo todo lo que ha sucedido en la República Árabe Siria. La Coalición Nacional, en su mayor parte, está compuesta de emigrantes que hace ya muchos años que viven en Europa o en otras partes. Y ahora resulta que ellos han sido "llamados" para intervenir en el cambio de régimen.
De todo esto hemos hablado francamente con John Kerry y Laurent Fabius, con otros homólogos de Europa y el Golfo Pérsico y con los socios turcos. Intentamos convencerlos de que cualquier acción unilateral no hace más que dificultar la búsqueda de una solución pacífica. Si todos estamos comprometidos (y estas son las palabras que están en boca de todos), es preciso evitar a los "reventadores" unilaterales y hacer todo lo posible para convencer a los opositores de que se sienten a una mesa de conversaciones sin poner ningún tipo de condiciones, garantizando la representación plena de todos los grupos sirios de oposición, incluida la interna, y una representación completa de agentes exteriores, entre los cuales tienen que estar Irán y todos los vecinos árabes de la República Árabe Siria.
En lo que respecta a los mercenarios que combaten en apoyo del régimen, la organización Hezbolá no oculta -y su líder lo ha declarado públicamente- que los combatientes de este movimiento chiíta han ido a Siria, tal como se ha subrayado, a defender a los chiítas y alauitas y a proteger los santuarios chiítas, que están amenazados constantemente de destrucción y de las incursiones de los militantes. Esto ya lo habíamos advertido. Este ya largo conflicto cada vez adquiere un carácter más claramente interreligioso. Esto produce un incremento de las contradicciones dentro del mundo islámico y unas amenazas graves para los grupos no musulmanes (cristianos, drusos y muchos otros). Por eso, no vemos otro camino que no sea el de la convocatoria de la conferencia. Pero para eso, es preciso que todos trabajen honradamente y no apliquen un doble rasero. No se puede intervenir con palabras en la conferencia y apoyar esta iniciativa y por otra parte dar pasos que, en realidad, están destinados a socavar esta propuesta.