Discurso y respuestas a las preguntas de los medios de comunicación ofrecidas por el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, en la rueda de prensa celebrada al término de las negociaciones con la delegación del Grupo de Contacto de la Organización de Cooperación Islámica sobre Palestina y Jerusalén Este. Moscú, 26 de febrero de 2015
Ayer y hoy hemos mantenido negociaciones con la delegación del Grupo de Contacto ministerial de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) sobre Palestina y Jerusalén Este encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores de Egipto, Sameh Shukri.
El diálogo de Rusia con la OCI está avanzando paulatinamente. Desde 2005, nuestro país tiene estatus de observador ante esta organización de peso. Estamos interesados en ampliar la cooperación y fortalecer lazos de amistad con nuestros socios en el mundo islámico.
La reunión de hoy se ha celebrado en un momento en el que está empeorando la situación del proceso de paz en Oriente Próximo, cuando está produciéndose una degradación en los territorios palestinos y está agravándose la crisis en Jerusalén, la ciudad sagrada para los creyentes de tres religiones mundiales. Los miembros de la delegación de la OCI informaron sobre incidentes contra lugares sagrados y sobre el establecimiento de asentamientos ilegales en Jerusalén Este.
Confirmamos la postura común de Rusia y la OIC que consiste en la necesidad de encontrar una solución justa del problema palestino sobre la base del Derecho Internacional. Respaldamos las aspiraciones legales del pueblo palestino de crear un Estado palestino independiente y viable que goce de integridad territorial, con capital en Jerusalén Este y que viva en paz y seguridad con todos sus vecinos.
Al término de las negociaciones hemos manifestado una opinión común sobre la necesidad de normalizar lo más pronto posible la situación en Jerusalén. El estatus de esta ciudad debe decidirse en el curso de las negociaciones directas palestino-israelíes.
Además, según nuestro convencimiento, se debe asegurar el acceso libre a los santuarios del cristianismo, el islam y el judaísmo para todos, sin discriminación por razones étnicas o religiosas. Los lazos de Rusia con la Tierra Santa se remontan muy atrás en la historia. Estamos dispuestos a contribuir activamente a tal solución de la cuestión sobre Jerusalén.
Compartimos la profunda preocupación de nuestros colegas por el agravamiento de la situación en los territorios palestinos después de que la ronda de negociaciones palestino-israelíes celebradas bajo la égida de EEUU durante nueve meses terminase sin resultado alguno. En verano de 2014, a raíz de los combates entre el Ejército de Israel y las unidades palestinas en Gaza, más de 2.000 palestinos y 70 israelíes murieron y la infraestructura de la Franja fue gravemente dañada. Al no haber negociaciones entre las partes, la situación se agrava con la aparición de nuevos factores negativos, lo que lleva a nuevas espirales de la escalada y al empeoramiento de la vida de los palestinos en sus territorios.
Rusia insistirá activamente en la reanudación del trabajo del ‘cuarteto' de mediadores internacionales para la paz en Oriente Próximo. Pudimos organizar un encuentro en tal formato a nivel ministerial el pasado 8 de febrero en Múnich, al margen de la Conferencia de Seguridad, donde se tomó la decisión de activar contactos entre el ‘cuarteto' y los principales países árabes, así como la OIC. Basándonos en este entendimiento principal, haremos todo lo posible para que el diálogo sobre todos los aspectos que tengan una gran importancia para el destino de la región no sea meramente formal, sino que esté destinado a buscar soluciones concretas.
Agradezco a mis colegas su cooperación.
Pregunta: ¿Podría comentar las recientes declaraciones del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, y del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, sobre las nuevas sanciones que se preparan contra Rusia?
Serguéi Lavrov: Creo que la explicación es sencilla. Intentan provocar nuevamente una escalada de histeria, distraer la atención de la necesidad del cumplimiento de los acuerdos de Minsk, y detrás de estos llamamientos, por lo general, se esconde la reticencia de los líderes de los respectivos países, organizaciones, EEUU, la UE… a conseguir el cumplimiento de lo que se acordó en Minsk el 12 de febrero. Ponen unas condiciones irrisorias que casan perfectamente con la postura de las autoridades de Kiev que, como ustedes saben, anunciaron que empezarían a retirar el armamento pesado sólo después de que el alto el fuego se hubiera prolongado durante uno o dos días sin que se hubiera realizado ni un sólo disparo. Todos nos damos cuenta de que las treguas ideales, los regímenes de alto el fuego ideales, no existen. Cuando el 24 de febrero en París nos reunimos los cancilleres del Cuarteto de Normandía, nuestro colega alemán estuvo completamente de acuerdo con que mientras no se inicie la retirada del armamento pesado los riesgos de incidentes serán infinitamente mayores.
Otra cosa. Los observadores objetivos, también de la misión de la OSCE, registran una disminución importante de los tiroteos: la tregua está dando resultado. Declarar lo contrario responde a los intereses de los que quieren frustrar los Acuerdos de Minsk. Desgraciadamente, lo hacen algunos medios de comunicación. Esta mañana en el canal de televisión Euronews he visto una entrevista a dos efectivos de las fuerzas gubernamentales ucranianas, un hombre y una mujer que llevaba una máscara y un casco con el símbolo neonazi. La mujer decía que no hay ninguna tregua, que siguen disparando como antes. El canal no hizo ningún comentario al respecto. Creo que no es del todo honesto por parte de los periodistas transmitir esta imagen de un sólo lado, sobre todo cuando muchos hechos atestiguan lo contrario, que la tregua está dando resultados sustanciales.
Para terminar señalaré que para nosotros lo más importante no es satisfacer a Occidente o a los políticos que nos amenazan con nuevas sanciones, sino asegurar una resolución pacífica y estable de la crisis en Ucrania. Para ello, una vez terminada la retirada del armamento pesado ya iniciada por parte de las proclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, de la cual esperamos obtener la verificación de la OSCE (que nos aseguró que participaría en este proceso), es necesario cumplir los demás puntos acordados. En primer lugar está la reforma constitucional con la participación de las regiones de Donetsk y de Lugansk, que comprende entre otros aspectos un proceso de descentralización, en conformidad a lo acordado en Minsk el 12 de febrero. Todas las acusaciones contra los milicianos o Rusia de frustrar la tregua tienen como objetivo impedir que la situación se encauce hacia un arreglo político, un diálogo equitativo entre Kiev y el este de Ucrania orientado a una reforma constitucional que garantice todos los derechos internacionalmente reconocidos a los habitantes de dichas regiones.
Pregunta (al secretario general de la OCI, Iyad bin Amin Madani): ¿Cómo valora la OCI la contribución de Rusia en la paz y estabilidad en la región y en el mundo?
Serguéi Lavrov (añade tras la respuesta de Madani): En primer lugar, agradezco al secretario general la alta evaluación que ha dado a las actuaciones de Rusia en el mundo.
En segundo lugar, diré que Rusia y sus socios árabes e islámicos comparten posturas sobre muchas cuestiones de las relaciones internacionales. Se trata, sobre todo, de la necesidad de garantizar la democratización del sistema internacional y de supremacía del derecho internacional sin dobles raseros. Estoy convencido de que en este sentido nuestra cooperación se desarrolla en el marco de la tendencia objetiva hacia un mundo policéntrico, en el que el mundo islámico será, y ya está empezando a ser, uno de los centros de influencia. Cada nuevo centro que se consolide dentro del sistema internacional contribuirá a hacerlo más estable. Por eso estamos sinceramente interesados en que el mundo islámico esté unido. Apreciamos, en este sentido, el papel de la OCI, que se plantea el objetivo de unir a todos los musulmanes independientemente de la corriente del islam a la que pertenecen.
Estamos muy satisfechos con nuestra cooperación ,que ha dado unos buenos resultados y tiene un futuro prometedor. Después de nuestras negociaciones con el secretario general de la Organización para la Cooperación Islámica en su sede en Yidda, en octubre de 2014, hemos llevado a cabo varias consultas de expertos, en particular sobre las cuestiones relativas a los derechos humanos en los organismos internacionales y a la movilización de esfuerzos para la lucha contra el terrorismo, el extremismo y otras nuevas amenazas y retos.
Estoy seguro de que sólo un diálogo respetuoso, sólo el auténtico respeto a los intereses legales del socio en el escenario internacional, la renuncia a los dobles raseros y el cumplimiento de lo acordado garantizarán el desarrollo exitoso de las relaciones internacionales. Repito, compartimos estos planteamientos con la Organización para la Cooperación Islámica y sus miembros.