Entrevista concedida por el director del Departamento de Seguridad y Desarme del Ministerio de Exteriores de la Federación Rusa, Mijaíl Uliánov, a la agencia de información Rossiya Segodnya el 20 de enero de 2015
Pregunta: Señor Uliánov, el pasado 20 de enero arrancó en Ginebra la sesión ordinaria de la Conferencia de Desarme. ¿Qué iniciativas planea presentar Rusia esta vez?
Respuesta: No vamos a presentar nuevas iniciativas sino insistir en una ya presentada que permanece inscrita en el orden del día y se refiere a la prevención del emplazamiento de armas en el espacio.
Cabe señalar que desgraciadamente la Conferencia de Desarme lleva muchos años estancada. Su misión es negociar los acuerdos de desarme. Pero aún no se ha podido acordar un plan de trabajo ya que los países miembros tienen diferentes prioridades y son incapaces de llegar a un compromiso que permita alcanzar el consenso. Esta situación, desde luego, no entusiasma pero es una realidad objetiva que tenemos que tener en cuenta.
La cuestión más relevante para nosotros es, a día de hoy, la prevención del emplazamiento de armas en el espacio. El verano pasado presentamos en la Conferencia de Desarme (CD), junto con nuestros socios chinos, el proyecto renovado del tratado internacional que prohíbe emplazar armas en el espacio. Intentamos reflejar en el documento las sugerencias hechas por otros países. Como saben, los proyectos de defensa antimisiles, que están desarrollando EEUU y la OTAN, representan un cambio sustancial en el ámbito de la estabilidad estratégica. Ello conllevará consecuencias negativas en materia de control de armas. Lo mismo se puede decir en relación al espacio. Si se colocan armas en el espacio la situación cambiará de forma radical. Es por eso que estamos trabajando ahora, que aún estamos a tiempo, para crear barreras que impidan el emplazamiento de armas en el espacio.
En este esfuerzo, la parte rusa promovió la iniciativa, según la cual Rusia se compromete a abstenerse de ser el primer país en colocar armas en el espacio. Presentamos esta iniciativa a la Asamblea General de la ONU en octubre de 2004. En 2005 la apoyaron todos los países de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC). Recientemente, se adhirieron a ella algunos miembros influyentes de la comunidad internacional como Brasil, Indonesia, Sri Lanka, Argentina y Cuba. Estos países desempeñan un papel notable en los asuntos internacionales, mientras Sri Lanka es coautor junto con Egipto, de la Resolución para la Prevención de la carrera de armamentos en el espacio.
A finales del año pasado el proyecto de resolución relativo a la iniciativa rusa fue sometido a votación en la Asamblea General de la ONU. Uno de sus elementos clave, por cierto, fue el llamamiento a poner en marcha, cuanto antes, las negociaciones, en el marco de la CD en Ginebra, destinadas a elaborar y aprobar un acuerdo internacional, jurídicamente vinculante, sobre la prevención del emplazamiento de armas en el espacio, la amenaza o el uso de la fuerza contra objetos espaciales.
La experiencia fue exitosa ya que 126 países se pronunciaron a favor del proyecto y 33 países expresaron su deseo de ser coautores del mismo. Para una primera vez es un resultado muy digno.
Fue una lástima que EEUU votara en contra, por lo visto quiere tener las manos libres en el espacio. También en lo que se refiere al emplazamiento de armas. De otra manera, la postura de Washington resulta inexplicable.
Pregunta: Pero hubo países, además de EEUU, que también votaron en contra.
Respuesta: En las Asambleas Generales de la ONU EEUU muchas veces se queda en solitario. En estos casos intenta atraer los votos de Israel, las Islas Marshall y Micronesia. En aquella ocasión Micronesia y las Islas Marshall se negaron a votar en contra del proyecto ruso de resolución. En su lugar lo hicieron Ucrania y Georgia. Sólo puedo ‘felicitar' a los colegas ucranianos y georgianos que actuaron, según parece, de forma poco profesional. Si estos países lo que querían era expresar su desacuerdo con la política exterior rusa debido a las contradicciones bilaterales, podrían buscar un pretexto mejor. Porque lo que hicieron fue pronunciarse en contra de la iniciativa conjunta de 33 países de todas las regiones del planeta. Y, de hecho, en contra de los esfuerzos para prevenir que el espacio se convierta en el escenario de una nueva carrera armamentista.
Es notable que varios países de la Unión Europea se abstuvieran de votar. Nos consta que muchos de ellos fueron sometidos a presión para asegurar estas abstenciones. Porque sabemos a ciencia cierta que la aplastante mayoría de los Estados de Europa Occidental es consciente del peligro que representa el emplazamiento de armas en el espacio y estaría dispuesta a evitarlo.
Por lo menos en 2005 Rusia y la UE elaboraron una hoja de ruta conjunta en la que, en particular, se otorgaba una gran importancia a la prevención de la carrera armamentista en el espacio.
Si nuestros interlocutores de Europa Occidental realmente abandonaron esta postura, de lo que yo, personalmente, dudo, tendremos que tomarlo en consideración a la hora de realizar otros proyectos, como el proyecto de la UE de código de conducta internacional para las actividades en el espacio.
Pregunta: ¿Quizás los socios de la UE, tras la votación, se hayan mostrado dispuestos a apoyar la iniciativa rusa a nivel bilateral?
Respuesta: Muchos de ellos se sintieron incómodos y explicaron que se habían visto bajo una fuerte presión.
Pregunta: Volviendo al proyecto renovado del acuerdo presentado el verano pasado, ¿hay posibilidades de que las respectivas negociaciones o, al menos, su discusión, se inicie este año, dada la postura de EEUU y el estancamiento de la Conferencia de Desarme?
Respuesta: Hay que diferenciar entre la discusión y las negociaciones. Las negociaciones en el marco de la CD pueden iniciar sólo en el caso de que se apruebe un plan de trabajo de la Conferencia. Por ahora no hay consenso en este aspecto. No hay ningún proyecto de tal plan que satisfaga a todas las partes ya que tienen prioridades muy diferentes. Algunos, como los países no alineados, abogan por iniciar las negociaciones sobre el desarme nuclear, entre otras cosas para elaborar un convenio que prohíba las armas nucleares, como ya se prohibieron las químicas y las biológicas. Pero tampoco aquí hay consenso. Por eso sería demasiado optimista esperar que las negociaciones sobre el proyecto ruso-chino empiecen en un futuro próximo. Tampoco hay señales de que EEUU y sus aliados, que tienen una postura algo menos intransigente, cambien de opinión.
En cuanto a las discusiones, por supuesto son posibles y ya se están llevando a cabo, también en el marco de la Conferencia de Desarme. Es decir se convocan debates temáticos a falta del proceso negociador. Planteamos este tema con regularidad en la Comisión de Desarme de la ONU. Es decir, estas cuestiones se están discutiendo.
Las perspectivas, por desgracia, tampoco son optimistas debido a la falta del consenso. Pero esta es la suerte de todos los asuntos relativos al desarme incluidos en la agenda de la CD sin ser objeto de negociaciones. En cualquier caso, estamos abiertos a unos debates activos, también si se centran en las observaciones críticas que contribuyan a mejorar el proyecto.
Pregunta: A causa de la inactividad de la CD algunos proponen cerrarla. ¿Qué se piensa de estas propuestas en Moscú?
Respuesta: Para estropear algo no hace falta mucha inteligencia ni muchos esfuerzos. Suele ser muy fácil. Rusia tiene una gran experiencia histórica al respecto. El problema está en que luego habrá que volver a construir algo nuevo.
Sí, es verdad que la Conferencia de Desarme está inactiva. Esto desanima y a veces desespera. Se oyen propuestas de trasladar las negociaciones sobre estas u otras cuestiones a otros foros internacionales. Nosotros estamos en contra. En primer lugar, porque la Conferencia de Desarme es un órgano único. La amplitud de su mandato le permite trabajar sobre cualquier cuestión relativa al desarme, o sobre un conjunto de las mismas. Lo más relevante es que reúne a los principales actores, a los países que poseen juntos los arsenales militares más importantes. Y aquí rige el principio del consenso que sirve de garantía de que las soluciones elaboradas sean sopesadas y razonables.
No estamos dispuestos a trasladar la discusión de este u otro problema, incluidos los relativos al espacio, fuera de la CD, no nos parece adecuado. Si empezamos las negociaciones sin la participación de EEUU o los países occidentales el producto final tampoco tendrá mucho sentido. Por eso habrá que armarse de paciencia, no apresurarse con las decisiones radicales y seguir trabajando. Si cerramos la CD, ¿qué habrá en su lugar? De momento no tenemos nada mejor.
Pregunta: Señor Uliánov, la actual situación en Ucrania está centrando el orden del día de muchos encuentros internacionales. ¿Está previsto tocar el tema en la Conferencia de Desarme?
Respuesta: El orden del día de esta sesión no incluye la cuestión ucraniana. Otra cosa es que nuestros colegas ucranianos últimamente intentan utilizar todos los formatos internacionales para, de una u otra forma, plantear este problema. Lo han hecho ya muchas veces y es probable que lo hagan durante esta sesión de la Conferencia de Desarme. Para este caso tenemos respuestas. Pero no seremos los que planteen él tema.
Pregunta: En la complicada situación geopolítica actual la diplomacia desempeña un papel fundamental. En los últimos años la Cancillería de Rusia ha ganado la confianza de los ciudadanos que aprueban y aplauden su gestión. ¿Lo han notado?
Respuesta: Sí, lo he notado aunque no son raras las críticas por parte de algunos expertos y observadores que califican de poco ofensiva la política exterior rusa. Creo que no es así, que Rusia actúa con suficiente resolución. Al menos en lo que se refiere a los ámbitos de mi incumbencia profesional. Me es grato constatar que muchos, a juzgar por los medios rusos de comunicación, comparten esta opinión.
Pregunta: ¿Cree que esto podría incrementar el prestigio de la profesión diplomática y atraer a la juventud al servicio diplomático?
Respuesta: A la juventud le atrae bastante la carrera diplomática. El número de candidatos jóvenes es considerablemente mayor que el de las plazas vacantes. Es verdad, hubo un período en el que los jóvenes dejaron de venir. Pero ahora la situación ha cambiado. En mi departamento, por ejemplo, no podemos satisfacer las demandas de trabajo a falta de vacantes.
Pregunta: El próximo 10 de febrero se celebrará el Día del Diplomático. ¿Cómo planea celebrarlo?
Respuesta: El Ministerio de Asuntos Exteriores suele organizar una celebración con este motivo. Espero poder asistir.