Respuesta del Portavoz del MAE de Rusia, Alexandr Yakovenko, a las preguntas de los medios de comunicación, referentes a la situación en torno al Territorio del Dniéster
Traducción no oficial del ruso
Pregunta: Últimamente en los comunicados que llegan del Territorio del Dniéster siempre se oye el tema de la tensión creciente en el Dniéster. Se expresa la preocupación de que los representantes moldavos en los órganos de mando de la operación pacificadora bloquean concienzudamente el trabajo colectivo orientado a garantizar la estabilidad en la región.
Respuesta: Existen razones para la preocupación. Las labores de la Comisión Mixta de Control (CMC) que actúa en la Zona de Seguridad en el Territorio del Dniéster, desde 1992, en calidad de un organismo político y militar de mando de la operación pacificadora con la participación de los contingentes de Rusia y de las propias partes del conflicto (Moldavia y el Territorio del Dniéster) así como los observadores de parte de Ucrania y la OSCE, ya desde otoño del año pasado se topan con serias dificultades. Todo ello pasa en las circunstancias cuando Moldavia había suspendido su participación en el proceso de negociaciones sobre el arreglo político y las medidas de presión económica sobre la región que afectan el nivel de vida de la población a las dos orillas del Dniéster.
Originalmente los representantes moldavos en la CMC intentaban interrumpir el ritmo establecido de la celebración de las reuniones conjuntas para examinar los asuntos corrientes de la operación pacificadora. Seguidamente, en enero de este año, Chisinau dio pasos unilaterales para limitar la entrada libre al Territorio del Dniéster de los diplomáticos y representantes extranjeros, los rusos inclusive, lo cual simplemente ha bloqueado las actividades normales de la CMC. Además, los representantes oficiales de Moldavia comenzaron a hacer declaraciones de "preparativos militares amenazantes en el Territorio del Dniéster" que daban la impresión de que a la opinión pública moldava se la estaban preparando para una acción de fuerza eventual.
Sin embargo, semejantes afirmaciones fueron desmentidas por los observadores militares de la Oficina de la OSCE en Moldavia, los cuales visitaban la región. En abril los representantes moldavos declararon la eventual suspensión de su participación en las labores de la CMC, si bien de parte de los mediadores y socios occidentales, incluso en la reunión del Consejo Permanente de la OSCE, se llamaba la atención al carácter erróneo de este paso.
Sin embargo, menospreciando la opinión de la comunidad internacional, Chisinau ha ocupado hoy la postura de bloquear las actividades de la CMC y se niega a participar incluso en las reuniones extraordinarias que, según el reglamento de la operación pacificadora, se celebran para considerar los problemas que no pueden ser demoradas.
Pregunta: їEn qué ve usted la lógica de esta conducta de la parte moldava? Al parecer, cuando se reanudan las tentativas de los mediadores de desbloquear las negociaciones políticas, particularmente en el contexto del Plan de Arreglo ucraniano, Chisinau debe estar interesada en mantener la estabilidad y no en provocar una tensión peligrosa.
Respuesta: Es difícil hablar con seguridad de los motivos de esta postura de los socios moldavos, pero se da la impresión de que un agravamiento intencional de la situación está encaminado al aislamiento de Tiraspol y a su destitución del proceso de negociaciones. Es decir, las tentativas de cambiar bruscamente la dirección del movimiento en el arreglo en el Territorio del Dniéster implicaron asimismo la actitud de la dirección de Moldavia hacia la pacificación.
El conjunto de causas que dieron paso al derramamiento de la sangre en 1992 y que forman base de la falta del arreglo hoy en día parece ser exclusivamente una manifestación del "separatismo agresivo" de la Administración de Tiraspol, mientras que la parte moldava como si no respondiera de la situación que se ha formado.
Desde el principio del conflicto en el Territorio del Dniéster Rusia trataba de prestar servicios de mediación a las partes y asumió la responsabilidad de garantizar los resultados del arreglo político. continuamos colaborar constructivamente con los copatrocinadores de Ucrania y la OSCE, consultamos a los socios occidentales interesados y estructuramos nuestro trabajo en el derrotero del Dniéster partiendo de una actitud respetuosa hacia los principios y documentos redactados anteriormente con la participación de las partes y hacia los mecanismos de la pacificación que permiten, a lo largo de esos años, retener la situación en el Dniéster bajo control. Además, estamos convencidos firmemente de que ninguna ilusión de la variante de fuerza para resolver las controversias no puede ser alternativa para negociaciones responsables de las partes que sólo pueden llegar, voluntariamente y con el respaldo de la población de Moldavia y el Territorio del Dniéster, a un acuerdo de un modelo mutuamente aceptable del arreglo universal y definitivo.
30 de junio de 2005