Respuesta del Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia a una pregunta de los medios de Vietnam y Japón, Moscú, 15 de marzo de 2018
Pregunta: Usted ha dicho que Rusia no tiene motivos y ha calificado como absurdas las acusaciones de Gran Bretaña contra Rusia. ¿Qué puede emprender Rusia en esta situación? ¿Qué puede hacer para establecer la verdad?
Respuesta: Rusia no sólo puede sino aplica más esfuerzos que los demás, incluido el Reino Unido. Gran Bretaña declaró que este incidente (cuando se descubrió a un hombre con su hija) fue resultado de envenenamiento, que llevaron a cabo una investigación y revelaron que la sustancia tóxica fue fabricada en la URSS y estuvo en disposición de los rusos porque no todas las reservas de armas químicas fueron destruidas. Así las cosas, no se puede sacar otra conclusión que lo realizó Rusia por encargo de los dirigentes del Estado o porque perdió el control sobre las reservas de armas químicas. En cualquier caso, Rusia es responsable, porque tuvo que destruir todas las armas químicas.
Casi cada palabra en estas acusaciones necesita confirmación. Nadie presenta ningunas pruebas. Cuando este asunto se abordó en el parlamento británico, el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, pidió presentar al parlamento los resultados de la investigación. Se lo negaron. Al menos, esto debe suscitar preguntas en las democracias tradicionales y estables.
Además, esperamos que el Reino Unido envíe una solicitud oficial y active los procedimientos estipulados en el Convenio sobre la Prohibición de las Armas Químicas. Mientras, nos dicen que la declaración hecha por la Primera Ministra de Gran Bretaña, Theresa May, en el parlamento y la cita de nuestro embajador al ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Boris Johnson, es la solicitud oficial. No es así. Es una declaración absolutamente incompetente. A tenor del Convenio, la parte que quiere entender qué ha pasado en su territorio debe solicitarlo oficialmente, por escrito. No dudo de que nuestros colegas británicos lo saben. Su renuncia tajante a oficializar una solicitud y el avivamiento arrogante, rayano en histeria, de la retórica antirrusa en el espacio público evidencian la ausencia de motivos formales para cumplir con los trámites jurídicos. Y ellos lo entienden perfectamente. Intentan suplantarlos con la retórica política, propagar la rusofobia esperando que, igual que en otros casos, los países occidentales se pongan en fila y lleven la mano a la visera. EEUU ya ha declarado que está de acuerdo con la postura de Gran Bretaña.
Presentamos muchas pruebas que no se puede desestimar, incluidas las publicaciones en las revistas científicas occidentales de los últimos 15 años dedicadas a experimentos con la sustancia tóxica calificada en Gran Bretaña como Novichok. Después de que las armas químicas se destruyeron en Rusia, estas investigaciones continuaron y continúan, según las publicaciones occidentales, en EEUU, Gran Bretaña, República Checa, Suecia. Esto comenzó en 1991 y 1992, cuando la URSS se desintegró y los laboratorios donde se fabricaron las sustancias tóxicas del tipo que se menciona hoy en relación con Novichok quedaron no sólo en Rusia sino en otras repúblicas también, incluidos los países bálticos, Uzbekistán. El laboratorio y los almacenes de Uzbekistán se destruían con la participación de los expertos de EEUU. Así las cosas, es difícil entender ahora quién y qué pudo ver y logró llevarse consigo. Sea lo que sea, a un químico conocido, Vil Mirzayánov, quien abandonó la URSS y vive ahora en EEUU (y no solo él sino al menos dos o tres químicos más) se le llevó a Occidente junto con todos los documentos. Presentamos toda esta información. Y el hecho que la niegan y no quieren discutir sugiere ideas.
Serguéi Skripal y su hija están vivos. Espero que si se ponen bien, podrán aclarar la situación. Nadie quiere esperarlo. Todo ya está decidido y nuestros colegas británicos dicen que no nos mostrarán nada, lo saben todo y no nos queda otro remedio que reconocer nuestra responsabilidad, después de que nos castigarán. Es una traducción literal del inglés de lo que dicen.
Cuando se les pregunta en qué medida están seguros de que es así (no se lo preguntamos nosotros sino los expertos occidentales) responden “es muy posible” (highly possible). Mientras, en vista de la flexibilidad del inglés, no es serio hacer tales acusaciones, llevar a cabo acciones provocativas, incluida la expulsión de los diplomáticos y la amenaza de empeorar las relaciones si tan sólo es “highly possible”.
Ayer en La Haya se celebró una reunión del Consejo Ejecutivo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ). Propusimos de nuevo actuar de conformidad con los procedimientos estipulados en el Convenio sobre la Prohibición de las Armas Químicas. El representante de Gran Bretaña declaró con arrogancia que Gran Bretaña no se ve obligada a hacerlo (no sé porque). En general, es posible que un país participante del Convenio pueda declarar que no quiere dirigirse a este organismo. Pero Gran Bretaña lo hizo. Y si uno se dirige a esta organización se ve obligado a actuar conforme a lo estipulado en el Convenio, es decir, enviarnos la solicitud de entregarnos esta sustancia para que analicemos junto con los expertos de la OPAQ su composición química porque sospechan que Rusia es el país que fabricó esta sustancia tóxica y hasta lo usó. Una vez recibida la solicitud oficial de la parte británica, tenemos 10 días, conforme a este Convenio, en el curso de que tenemos que dar la respuesta. Además, a tenor de los procedimientos estipulados en el Convenio, si esta respuesta no satisface a la parte británica, tienen derecho a solicitar la convocación de una reunión extraordinaria del Consejo Ejecutivo de la OPAQ que tomará la respectiva decisión. Gran Bretaña no quiere recurrir a ninguno de estos procedimientos, así lo declaró, En vista de esta postura y esta conducta, si un país se atreve a declarar que es solidario con Londres, es una profanación y una burla contra el sentido común.
Existen otras posibilidades. Si Gran Bretaña no quiere recurrir a la OPAQ y actuar de conformidad con el Convenio que constituye el fundamento de la actividad de esta organización, existe el Convenio de 1959 del Consejo de Europa sobre ayuda mutua en materia penal. Se puede actuar conforme a lo estipulado en este documento. Mientras, todas las declaraciones grandilocuentes y la retórica de Gran Bretaña se reducen a que no se ven obligados a mostrar algo a alguien. Decidieron que están fuera de cualesquiera sospechas, por eso exigen castigar a Rusia. Es ridículo.
Ha mencionado usted la ausencia del motivo. Es verdad. No se puede imaginar una situación en que Rusia lo hiciera. Pero si lo imaginamos hipotéticamente partiendo de la lógica tergiversada de nuestros colegas occidentales, ¿a quién en buen juicio se le podría ocurrir que, en vísperas de las elecciones presidenciales, en la antesala de la Copa Mundial del Fútbol, Rusia decidiese generar problemas? No hay motivos. El motivo lo tienen los que continúan ejerciendo presión, busca nuevas posibilidades (tras el escándalo de dopaje, etc.) de complicar la celebración de la Copa Mundial del Fútbol. Todos lo entienden. En lo que se refiere al motivo del Gobierno británico, el Gobierno conservador (esto ya sonó indirectamente en muchos comentarios publicados en los medios de comunicación occidentales), se puede entender que Londres se encuentra en una situación complicada en las negociaciones sobre el Brexit. El nivel de aceptación de este Gobierno se reduce. La opinión pública de Gran Bretaña entiende que Bruselas no aceptará lo que prometieron a su pueblo, a sus electores. Y esta provocación en torno a Serguéi Skripal distrae la atención. El segundo motivo es el deseo de los británicos de no caer en el olvido, el deseo de liderar (quizás sea mi opinión subjetiva, conozco un poco a los británicos). En este caso, se apostó a la rusofobia, porque el área en que Gran Bretaña podría desempeñar un liderazgo se reduce cada vez más. Repito que estamos abiertos al diálogo, lo declaramos en La Haya, en el Consejo Ejecutivo de la OPAQ proponiendo aprovechar todas las posibilidades (y hay muchas) que ofrece el Convenio para investigar y analizar este asunto. Proponemos recurrir también al Convenio del Consejo de Europa sobre ayuda mutua en materia penal. Ayer en el Consejo de Seguridad de la ONU propusimos aprobar la declaración del Presidente del Consejo de Seguridad que exhorte a la cooperación de todas las partes para establecer la verdad. Nuestros colegas británicos bloquearon esta declaración, lo que confirma de nuevo lo que he dicho: no quieren establecer la verdad sino prefieren que todos reconozcan que es verdadera la información que divulgan en el mundo. No creo que logren realizarlo.