Respuesta ofrecida por el Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, a una pregunta de los medios al término de la conversación telefónica con el Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, Moscú, 1 de febrero de 2022
Pregunta: ¿Ha entregado Moscú a la parte estadounidense las respuestas a sus textos remitidas en relación con las propuestas de Rusia sobre las garantías de seguridad? ¿Qué temas se han abordado durante la conversación telefónica de hoy con Antony Blinken? ¿Qué contactos se planea sostener en el futuro?
Respuesta: Hoy, hemos leído que el Departamento de Estado de EEUU informó sobre una supuesta respuesta de Moscú al documento que EEUU envió en calidad de reacción a nuestra propuesta inicial sobre las garantías de seguridad en Europa. Aquí hay un malentendido. Cuando recibimos la reacción estadounidense hace una semana, inmediatamente procedimos a estudiarla. De entrada era evidente que EEUU prefiere focalizarse en la discusión de cuestiones a su modo importantes, pero secundarias: acordar el no despliegue recíproco de armamentos de ataque, incluidos los misiles de alcance medio y más corto anteriormente prohibidos por el Tratado INF desnaturalizado por EEUU, transparencia en el ámbito de las maniobras, medidas para prevenir los incidentes imprevistos entre aviones y buques de guerra, así como otras medidas para fomentar la confianza.
Ha sido negativa la reacción al tema clave que nos movió a dirigir las iniciativas a EEUU y a la Alianza del Atlántico Norte. Me refiero a nuestras exigencias de que todos cumplan de buena fe los acuerdos sobre la seguridad indivisible suscritos en el marco de la OSCE en 1999 en Estambul y en 2010 en Astaná. Dichos acuerdos estipulan no sólo la libre elección de alianzas sino también condicionan esta libertad a la necesidad de evitar cualesquiera pasos que refuercen la seguridad de un Estado menoscabando la seguridad de otros. Hemos percibido una actitud sumamente negativa en la reacción de EEUU y la OTAN a esta cuestión clave. Ellos dan prioridad exclusivamente el principio de libertad a la hora de elegir alianzas, desestimando plenamente el requisito, acordado en la cumbre, de no afectar con ello la seguridad de otros Estados.
Nos preocupa asimismo que otros países de la OTAN, por ejemplo, Francia, por boca de su ministro de Exteriores manifestó no insistir en la necesidad de garantizar la seguridad de conformidad con los documentos previos a la aprobación de la Carta de Estambul y de la Declaración de Astaná. Alegan al documento aprobado en la cumbre de la OSCE de Paris de 1990 que no estipulaba la exigencia de reforzar la seguridad propia a costa de la de otros. Dicho en otros palabras, nuestros colegas occidentales pretenden desestimar, mejor dicho, echar a un olvido total este principio clave del Derecho Internacional consensuado en el espacio euroatlántico. Para que esto no ocurra, al recibir la reacción de Washington a nuestras propuestas iniciales, he detallado en un mensaje lo que estamos discutiendo ahora y lo he enviado a todos los cancilleres de los Estados de la OSCE y de varios otros Estados para que estén al tanto de nuestra postura.
Hoy he dicho nuevamente al Secretario de Estado, Antony Blinken, que no permitiremos atascar este tema. Vamos a insistir en una conversación honesta, exigiendo que Occidente explique por qué no cumple sus compromisos en absoluto o los cumple selectivamente y en beneficio propio. Antony Blinken ha consentido que hay tema para seguir negociando. Vamos a ver cómo avance todo. En la etapa actual, estamos concluyendo la armonización interinstitucional de las recomendaciones respecto a las propuestas recibidas de EEUU sobre otros asuntos. Someteremos estas recomendaciones a examen de nuestro Presidente.