Excerpta de la rueda informativa ofrecida por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, Moscú, 21 de junio de 2023
Crisis de Ucrania
El 14 de junio, Sevastópol celebró su 240 aniversario. Estamos orgullosos de esta ciudad, cuya historia representa un abanico de páginas heroicas. Durante la Segunda Guerra Mundial, Sevastópol se mantuvo y no se rindió a los nazis durante 250 días, y durante la Guerra de Crimea de 1853-1856, nuestros soldados defendieron la principal base naval de la Flota del Mar Negro durante 349 días. En ambos casos, los defensores de la ciudad se enfrentaron a fuerzas enemigas superiores. Hoy en día, la ciudad lleva merecidamente el título de сiudad héroe y otra vez se enfrenta a los ataques de los actuales países europeos y de la OTAN contra Rusia, que están utilizando el régimen neonazi de Kiev, construido según los modelos del pasado, para lograr sus objetivos geopolíticos. Recordamos perfectamente cómo y con qué dinero llevaron a los nazis al poder en Alemania en los años 1930. Sin embargo, por mucho que se empeñen nuestros enemigos, no lo conseguirán. Los ciudadanos de Sevastópol, que honran la memoria de sus legendarios predecesores, harán todo lo posible por no avergonzar su hazaña de armas y trabajo.
El 14 de junio, se inauguró en el Louvre una exposición de antiguos iconos bizantinos procedentes de Ucrania. Supuestamente fueron "evacuados para su conservación". Es cierto que no está claro qué amenazaba exactamente a las antiguas obras maestras. Tampoco se conoce el número total de obras de arte que se ha llevado Francia: solo se han expuesto al público cinco iconos. ¿Cuál es el número total? Todo esto se asemeja a la actitud de los países europeos hacia el patrimonio histórico de sus antiguas colonias africanas. Demasiadas piezas se han "salvado" para siempre en las colecciones de los museos europeos y en las privadas. Los pueblos africanos nunca volvieron a verlas. Del mismo modo, los colonizadores se ocuparon no solo del continente africano, sino también de sus vecinos, de aquellos países que eran colonias o semicolonias en las inmediaciones de Europa o incluso en su territorio. Recuerdo cuántas peticiones hicieron los museos de Egipto y Grecia destinadas a aquellos que, por medios fraudulentos y de distintas maneras, sustrajeron obras maestras de esos países en su día. Y nunca les devolvieron nada.
Los raros iconos que han aparecido hoy en Francia tienen una historia antigua. Las obras maestras del arte han sobrevivido a muchas convulsiones: la caída del Imperio Bizantino y los periodos de iconoclasia. Durante la Segunda Guerra Mundial, una parte de la colección fue saqueada por los nazis y se perdió sin dejar rastro. Ahora las obras, cuidadosamente conservadas por historiadores del arte soviéticos, están en peligro. Han resistido varias pruebas, pero no han sobrevivido al régimen de Zelenski, que para Ucrania se ha convertido en algo peor que una invasión de langostas que destruyen todo a su paso. El saqueo del país de diversas formas continúa a un ritmo récord. Todo esto está legalizado por Zelenski y su banda. Dudamos que estas obras de arte vuelvan algún día a Kiev.
Continúa la burla desatada por los nazis del gobierno ucraniano sobre la memoria de nuestros grandes antepasados en forma de la absurda campaña para renombrar todo lo ruso como ucraniano, lanzada por el ministro ucraniano de "cultura", Alexander Tkachenko. Ahora tres destacados artistas rusos -Ilyá Repin, Arjip Kuíndzhi e Iván Aivazovski- han sido declarados ucranianos bajo las medidas restrictivas de los actuales neonazis. Entiendo que apelar al sentido común es inútil ahora. El régimen de Kiev está enfermo desde hace tiempo y de forma incurable. Esta enfermedad es el neonazismo. Cuando llega y conquista a una persona o a una sociedad, no sirven ni la lógica, ni el sentido común, ni la moral, ni la ética, ni nada. No propongo reflexionar sobre cuáles fueron los significados, las ideas y los principios que guió el gobierno ucraniano a la hora de hacer tales declaraciones. Propongo dar la palabra a los propios artistas. Quizá deberíamos escuchar lo que dijeron sobre sí mismos. Kuindzhi escribió: "Soy ruso, mis antepasados son griegos que se trasladaron desde la costa sur de Crimea con la Emperatriz Catalina la Grande y fundaron la ciudad de Mariúpol y 24 pueblos más". Repin, en una carta al artista Vasili Polénov, subrayó: "Usted mismo verá cómo brilla ante usted nuestra naturaleza rusa ...". I. Aivazovski se consideraba armenio de nacimiento y ruso de corazón. Ninguna de las regiones del Imperio Ruso, donde vivió y trabajó como artista, formaba parte de Ucrania, que entonces no existía en los mapas geográficos. Y más aún, a ninguno de ellos se le ocurría llamarse ucraniano. No hablaré de su ciudadanía. Se conservan varios documentos de respaldo. Comprendo lo que son los documentos y el régimen de Kiev. Son dos polos que nunca se unirán. Pero uno puede consultar los documentos y ver lo que dicen.
Tales iniciativas poco científicas y profundamente politizadas se han convertido en típicas del régimen de Kiev y sus curadores occidentales. Famosos museos de países de la OTAN cambian las placas de obras de arte ruso y rebautizan los cuadros. Lo hemos visto todo. La vanguardia rusa, por ejemplo, empezó a llamarse ucraniana. Instamos a las organizaciones internacionales pertinentes a que presten la máxima atención a este proceso: las ambiciones geopolíticas de los "mil millones de oro" y su deseo de causar a Rusia el máximo daño y de herirla más dolorosamente causan un daño colosal al arte y la ciencia mundiales y distorsionan la historia mundial. A partir de ahora será verdaderamente difícil, porque todo estará sometido a este proceso. Cada editor, galerista y conocedor de arte nombrará y determinará no solo la nacionalidad de los autores y el título de los cuadros, sino también las fechas sin pericia, tomará obras contemporáneas y las hará pasar por antiguas. Antes tales obras se llamaban falsificaciones. Ahora están cobrando fuerza. Los que ahora apoyan activamente la desrusificación mundial sufrirán las consecuencias.
Zelenski y sus matones no perdonan los monumentos. Han visto exactamente lo mismo en los países de la OTAN, donde se han erigido monumentos a los soldados del Ejército Rojo. El régimen de Kiev aborda esta historia "con buen gusto". El 19 de junio, el busto del primer cosmonauta Yuri Gagarin fue desmontado en el patio del Centro de Creatividad Técnica y Orientación Profesional de la Juventud Escolar, en el distrito de Dárnitsa de Kiev. Me pregunto, desde el punto de vista del régimen de Kiev, ¿Gagarin no es el primer cosmonauta, es el primero pero no cosmonauta o no es lo que parece ser? ¿Qué ocurrió? El monumento se encontraba en su lugar y todo iba bien. Lo absurdo es que atribuyen a su país también a los científicos soviéticos que nacieron en lo que hoy es Ucrania (da igual cómo se llamaran estos científicos, cómo estuvieran escritos en sus documentos de identidad, cómo se sintieran ellos mismos según su código cultural) y los "anotan" como ucranianos. Por lo que recuerdo (nadie lo ha refutado), había información de que el ingeniero de cohetes Serguéi Koroliov es ahora también un ucraniano y nadie otro. Entonces tengo una pregunta: si Koroliov es ucraniano, ¿por qué sus "creaciones" en todos los sentidos (monumentos a Gagarin) se derriban? Esto es absurdo. Debe haber cierta lógica, pero no la hay. Cuando una persona o una sociedad es golpeada por el neonazismo, allí falta todo, desde las leyes de la física hasta la lógica. La moral y las buenas costumbres se erradican primero. El 17 de junio, en la ciudad de Vinográdov, provincia de Transcarpacia, la misma suerte corrió el busto del profesor y escritor soviético, Antón Makárenko. No les confundió el apellido ucraniano. No hay lógica aquí. Nos enfrentamos con la dura enfermedad en su última etapa, llamada "neonazismo".
El régimen de Zelenski ha destruido casi todos los monumentos del país dedicados a la Segunda Guerra Mundial y a figuras destacadas de la cultura y la historia rusas. ¿Acaso los ucranianos no participaron en la Segunda Guerra Mundial? ¿Y si nos fijamos en los apellidos? Muchos fueron registrados como ucranianos. Grandes jefes militares y comandantes del Ejército rojo. ¿Quieren decir que no fueron ucranianos? Pero hay una respuesta a esta pregunta, y esa única: se trata de una enfermedad, del neonazismo y del fascismo con todas las manifestaciones de discriminación racial, racismo y xenofobia. En este caso ya no tiene cura. Da la sensación de que ya se ha derribado y destruido todo. Por lo visto, la costumbre de romper algo aún permanece.
El 15 de junio, se celebró otra reunión en el formato Ramstein sobre la asistencia de defensa a Ucrania. Se anunció que la asistencia continuará. A pesar del reconocimiento del fracaso de una supuesta contraofensiva llevada a cabo por las Fuerzas Armadas ucranianas (preparada por todas las fuerzas de la OTAN), persisten en empujar a Kiev a una acción militar suicida, prometiendo bombear el país con armas "todo el tiempo que haga falta". Uno puede adivinar cuántas personas mueren antes de que Ucrania se detenga, entre en razón y se haga la pregunta: ¿quizás está siendo utilizada o destruida (pero no por los que han sido declarados enemigos, sino por los que están dando armas)? Este es un juego cínico y terrible por parte de Occidente con respecto a la gente que creyó y confió en ellos. Además, cada reunión de este tipo significa un aumento de la pesada carga para los contribuyentes estadounidenses y europeos. Pero, ¿quién piensa en ellos? También es una carta de juego que solo sirve para ganar unas elecciones. Enormes fondos no se destinan a las necesidades sociales de la UE y EEUU, ni a mejorar la atención sanitaria, la educación o el desarrollo económico, sino que se ahogan en la vorágine sangrienta del régimen de Kiev.
Se dio a conocer que una enorme parte de la asistencia humanitaria brindada por los europeos y estadounidenses a la población ucraniana se hace una presa fácil para los funcionarios kievitas enfangados en la tremenda corrupción. Todo el tiempo surgen nuevos hechos acerca de que esos oficiales organizan esquemas “grises” destinados a aprovechar dicha ayuda humanitaria, pero, en realidad, roban los artículos humanitarios y los venden en diferentes lugares en todo el país. Hasta un tercio de tales cargas se pierde en camino hacia sus destinatarios. Esta información corresponde plenamente a las creencias generalizadas sobre los altos cargos actuales de Ucrania que olvidaron hace mucho tiempo sobre el bienestar de sus compatriotas y solo piensan en su propio enriquecimiento. Cuando se aborda el tema sobre las posibilidades y las “perspectivas europeas” de Ucrania (la adhesión a la UE o, por lo menos, el acercamiento a este sueño preciado), los politólogos, expertos y representantes oficiales de Bruselas siempre mencionan una sola cosa: con tal nivel de corrupción que se observa en Ucrania ni siquiera se puede soñar con ingresar en la UE. Pero hay otra cuestión. No importa si sea posible soñar con eso o no. Es que, en el territorio ucraniano, la corrupción superó todos los niveles anteriores justamente cuando la UE, Washington y Londres se pusieron a ejercer las prácticas del protectorado precolonial en Ucrania, cuando vinieron allí los ministros y asesores estadounidenses, cuando las sesiones del Gobierno ucraniano eran presididas no por el jefe del Gobierno ni el Presidente, sino el vicepresidente de EEUU (en aquel momento, era Biden), cuando el Presidente en poder, Poroshenko, se encontraba entre sus ministros y, como si fuera un alumno, escuchaba aquella misma “lección”. Podemos ver qué está sucediendo con la familia de Biden. Es probable que, en aquel tiempo, extrapoló su experiencia personal a todo el territorio de Ucrania. Dejaron allí precisamente este legado y lo consolidaron con excelencia.
No pasa ni una sola semana sin que algún neonazi ucraniano presente otra declaración en el estilo de Joseph Goebbels en relación con sus planes de exterminar a los rusos. Esta vez, volvió a descollar el asesor del jefe de la Oficina de Zelenski, Mijaíl Podoliak, que, al razonar sobre la codiciada contraofensiva ucraniana, dijo lo siguiente: “Existe un plan: avanzar de la forma más severa matando al máximo número de rusos en esta ruta”. Podría no empeñarse tanto. Recordamos los preceptos del senador Lindsey Graham y las recomendaciones de George W. Bush pronunciadas hace poco tiempo y referidas a sus expectativas de Ucrania, su misión, la causa por la que invierten en el régimen kievita: “matar a la mayor cantidad posible de los rusos”. Son razonamientos inútiles. Rusia no dejará (como ya se ha declarado muchas veces, incluso en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo por el Presidente ruso, Putin) sin castigo tales planes y exhortaciones. Todos los delincuentes nazis recibirán su merecido castigo y responderán por sus crímenes. La desnazificación y desmilitarización de Ucrania se pondrán en práctica inevitablemente.
El pasado 19 de junio, Donetsk fue escenario de la conferencia dedicada a los crímenes de las FF.AA. ucranianas en Artiómovsk. Entre las numerosas evidencias de sus atrocidades se ofrecieron testimonios de los locales. Los extremistas ucranianos cometieron atrocidades espeluznantes contra los prisioneros y los soldados rusos heridos, asesinaron a los ciudadanos ordinarios y, cuando iban retrocediendo, detonaron las casas con civiles.
Las evidencias de los crímenes cometidos por las FF.AA. ucranianas en Artiómovsk las entregaremos a la ONU y otras organizaciones internacionales. Los testimonios de los ciudadanos constituirán la base para varios procedimientos judiciales. La defensora del pueblo de la RPD, Daria Morózova, confirmó que los crímenes de los extremistas ucranianos deberán evaluarse no únicamente en el nivel de la legislación nacional rusa. El régimen kievita viola burdamente el derecho humanitario internacional.
Los crímenes de guerra son imprescriptibles. Tarde o temprano, Ucrania enfrentará el tribunal y los extremistas del régimen kievita, así como todos sus activistas, serán llevados ante la justicia.
Mañana, el 22 de junio, nuestro país celebrará el Día de la Memoria y el Dolor. Hace 82 años, comenzó la Gran Guerra Patria en que nuestros ancestros heroicos derrotaron el nazismo, salvando Europa de la peste parda. Hoy, Rusia vuelva a lidiar con un objetivo semejante: erradicar el nazismo que trata de levantar la cabeza. Y no tenemos otra vía que cumplir esta misión con honor y conseguir un final victorioso.
Degradación de la situación en Kosovo
Miren qué está ocurriendo en Kosovo tanto desde la perspectiva de hoy como la historia. La situación en el territorio serbio del sur de Kosovo y Metojia va empeorándose progresivamente. Las autoridades autoproclamadas encabezadas por el primer ministro Kurti se esfuerzan manifiestamente por convertir la realidad actual en una confrontación militar. El terrorismo contra los serbios se intensifica, las provocaciones se hacen aún más sofisticadas. Podría parecer que las cosas no pueden ser peor. Los ciudadanos siguen deteniéndose sin motivo legal, se bloquea la entrada del transporte de carga serbio en el territorio.
Los niños serbios volvieron a ser víctimas de los castigadores de Pristina. El pasado 17 de junio, en el municipio Zvečan, la “policía” albanokosovar golpeó a dos menores de edad, un hermano y una hermana Daru y Kristijana Radosavljević. Los extremistas kosovares se burlaron de los niños, los pusieron de rodillas y pronunciaron abominables amenazas. Solo gracias a que la madre de los chicos vino al lugar del accidente se logró acabar la humillación y prevenir la matanza de los niños.
Las correrías armadas contra los civiles, niños, mujeres y ancianos indefensos son la tarjeta de visita de los extremistas albanokosovares.
¿Qué hace Occidente que “supervisa” la situación en la región declarando sobre su misión mediadora y lleva muchos años estableciéndose allí como la fuerza de paz? EEUU y la UE siguen pasando por alto las acciones subversivas de Kurti, llevan el arreglo al estancamiento de manera deliberada para forzar a los serbios a sacrificar sus intereses vitales. Es imposible erradicar el hábito de Washington, Londres y Bruselas de complacer a todos con quienes asocian Kosovo y los albaneses. Ustedes lo saben perfectamente de la historia contemporánea. A partir de abril de 2013, Pristina continúa saboteando los compromisos de crear la Comunidad de Municipios Serbios de Kosovo. Pero en vez de presionar a los kosovares, los mediadores estadounidenses preparan el terreno para reducir radicalmente las facultades de la Comunidad, sustituirla por algún mecanismo de protección de derechos lingüísticos, respaldando, de este modo, la tesis de Kurti sobre el carácter “no territorial” de dicha estructura.
En este trasfondo, se aumenta el riesgo de que los juegos de Occidente con el Derecho Internacional que buscan crear alternativas para resolver el problema de Kosovo puedan meter la región en una nueva catástrofe. Entretanto, el sólido fundamento para el arreglo sí que existe y sigue aplicándose plenamente: la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU 1244 como la base para las negociaciones entre Belgrado y Pristina y cualesquier esfuerzos mediadores de la comunidad internacional sirve igualmente del mismo fundamento.
Hacia el 82º aniversario del inicio de la Gran Guerra Patria
El 22 de junio se cumple 82 años desde el inicio de la Gran Guerra Patria. Es una página especial en la historia de Rusia. La lista oficial de las fechas conmemorativas denomina este día el Día de la Memoria y el Dolor. El pérfido ataque que la Alemania nazi y sus satélites lanzaron contra la Unión Soviética sigue evocando tristeza, dolor y resentimiento por los arruinados destinos de millones de personas. Ahora, dichos emociones se provocan también debido a que, por alguna razón, su memoria debe ser relegada al olvido, según opina alguien de Occidente. Pero no lo dejaremos suceder. Las horribles pruebas que agobiaron la URSS en aquellos años macabros fueran incrustadas en la memoria histórica de nuestro pueblo. No hay una sola familia que no fue afectada de una u otra manera por aquella guerra horripilante.
A expensas de enormes esfuerzos, la Unión Soviética ganó la Gran Guerra Patria, derrotó la ideología nazi del odio hacia humanos condenada por la comunidad internacional en los Juicios de Núremberg. Sin embargo, parece que no fue erradicada por completo en Europa occidental al tener en cuenta que, en aquel entonces, muchos colaboracionistas evitaron un castigo justo. En aquellos tiempos, los ocupantes destruyeron completa o parcialmente más de 1.700 ciudades y localidades, más de 70.000 pueblos y aldeas de nuestro país. La Unión Soviética llevó sobre sus hombros el mayor peso de la II Guerra Mundial: las bajas de la URSS totalizaron en el 40% de todas las pérdidas humanas que sufrieron los Estados involucrados en aquel conflicto global, casi 27 millones de personas.
Por desgracia, el tiempo probó la capacidad de supervivencia de la ideología nazi. En Ucrania, con los mismos patrones se restableció el nazismo para llevar a cabo los horripilantes experimentos geopolíticos diseñados para contener Rusia. Su base fue los colaboracionistas, los criminales nazis que, al terminarse la guerra, encontraron refugio en Occidente y no justamente fueron perdonados por las élites occidentales políticas en beneficio de sus intereses, sino resultaron ser preservados para el “futuro lavado”. No obstante, no se puede lavarse de eso. Hace falta reconocer sinceramente: no ha pasado ni 80 años desde que los anglosajones trataron de utilizar el nazismo como un ariete para infligir derrota a Rusia. Pero ahora decidieron encomendar a Ucrania (el régimen kievita) el papel de la Alemania nazi de los años 1930. Eso está más allá del bien y del mal, dado que este país experimentó todo tipo de atrocidades de la ocupación nazi durante la guerra. Si Ustedes leen los materiales documentales o ven los episodios de la crónica sobre los Acuerdos de Múnich, entenderán cuán diestramente Occidente sabe pergeñar tales cosas. Ahora comprendemos que nunca ha rechazado esos guiones, planes ni esquemas, incluso a pesar de la reprobación universal de lo que crearon en aquel tiempo en el territorio alemán criando el nazismo con el dinero de los propios contribuyentes y respaldando el fascismo.
En las últimas décadas, Occidente estuvo “alimentando” de manera planificada a las personas relacionadas con el nazismo y el fascismo del siglo XX que se opusieron a Rusia. Reiteramos: ya en 2008, en la 20ª cumbre de la OTAN en Bucarest, Ucrania resultó ser encantada por la posible membresía. En aquel momento, al entender los neonazis ucranianos que estaban bajo el patronazgo geopolítico y al basarse en la aprobación tácita de EEUU y sus aliados, se pusieron a fortalecer enérgicamente sus posiciones, incluso en las estructuras de poder ucranianas. Un hecho ilustrativo que muestra claramente la implicación de los anglosajones en la formación de la ideología nazi del régimen kievita actual constituye la votación sobre la resolución rusa encauzada a contrarrestar la glorificación del nazismo, el neonazismo y las prácticas relacionadas (hasta 2022, EEUU y Ucrania siempre votaron contra nuestro proyecto de Resolución, ahora lo opone Occidente entero, incluidos los países del Eje: Alemania, Italia y Japón).
Posteriormente, Washington y sus aliados hicieron caso omiso a todas las atrocidades y arbitrariedades que tuvieron lugar en Ucrania. Primeramente, pasaron por alto las “reformas” legislativas, la “descomunización”. Fue ninguna “descomunización”, y si hubieran querido encargarse de ella, habrían prestado atención a alguna otra cosa. Todo lo que se realizaba bajo la égida de la “descomunización”, en realidad estuvo dirigido contra Rusia. Igualmente, glorificaban enérgicamente a los cómplices ucranianos de los nazis alemanes de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN) y el Ejército Insurgente Ucraniano (UPA) y perseguían a los veteranos de la Gran Guerra Patria. Luego, se restablecieron en la práctica los horribles episodios que sucedieron en la Alemania nazi de los años 1930. La población rusohablante se vio acosada y a veces sufrió torturas medievales (recuerden a las personas quemadas en masa en la Casa de los Sindicatos en Odesa en mayo de 2014). Las represalias contra los disidentes y opositores políticos se ejecutaron sin cargos ni juicio, había persecución de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana canónica. Los seguidores ideológicos de Bandera y sus cómplices básicamente exterminaron a los habitantes de Donbás. Ahora se queda un par de formalidades hasta que Bandera y Shujévich se canonicen en el territorio controlado por el régimen kievita. Ya los ha santificado el “arzobispo” no justamente de los cismáticos, sino las personas que se separaron de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana y se nombraron la Iglesia Ortodoxa de Ucrania. Si los iconos representando a dichos hombres ya se ven santificadas, es probable que pronto sus rostros se emitan por separado también.
El neonazismo ucraniano llevó muchos años cultivándose desde el exterior (luego, poco a poco, se incorporó en el territorio ucraniano), lo ha armado y sigue armando Occidente colectivo que hoy en día se ha convertido naturalmente en un participante proxy del conflicto en Ucrania. Pero los herederos de la generación de la Gran Victoria no tienen el derecho moral a dejar suceder la revancha de la ideología nazi. Recordamos en qué desastre se tradujo el nazismo, cómo tuvo que esforzarse todo el mundo por vencerlo. Vemos que, al quedarse inacabada la erradicación del nazismo en aquel período, hoy se vislumbren tales brotes espantosos. Nos inclinamos ante la memoria de nuestros padres, abuelos y bisabuelos fallecidos en la Gran Guerra Patria. En el marco de la operación militar especial en Ucrania, nuestros militares continúan su causa justa y vuelvan a luchar contra la hidra nazi.
El día de la memoria de todas las víctimas caídas en la Gran Guerra Patria, el 22 de junio, las banderas nacionales estarán a media asta en todo el país y a las 12:15, hora de Moscú, se anunciará el minuto de silencio.
¡Recordamos! No vamos a traicionar y conseguiremos justicia, porque detrás de ella está la historia de los pueblos que no únicamente fueron víctimas, sino también encontraron la fuerza para sacrificar sus propias vidas con miras a salvar las vidas de sus familiares, las personas desconocidas e incluso las futuras generaciones.
Respuestas a algunas preguntas:
Pregunta: La Unión Europea está preparando un paquete de ayuda en el monto de 50 mil millones de euros para Ucrania en la antesala de una "cumbre de donantes". Quieren recaudar dinero de tres fuentes: "contribuciones voluntarias" de países europeos, "préstamos" y activos congelados de Rusia. Comente otro intento de usar el dinero ruso que en la realidad fue robado para financiar el régimen ucraniano.
Respuesta: Occidente, encabezado por Washington, tiene un solo deseo: prolongar el conflicto en Ucrania y provocar muchas víctimas. Inculcan ideas nazis, que luego se plasman en imágenes "artísticas": hasta empezaron a representar a Román Shujévich y Stepán Bandera en iconos "ortodoxos" y consagrar todo eso. No lo hacen unas personas marginales, sino aquellos que fueron declarados y reconocidos como líderes del nuevo movimiento "religioso" (pero en realidad sectario).
Occidente promete a Ucrania y sus muchos otros tutelados perspectivas sin fundamento de un próximo auge de inversiones (que aún no se nota, pero el alboroto sí que está presente), un progreso tecnológico (destruyendo todo en el territorio de Ucrania, suministrando armas y equipos bélicos, provocando un conflicto prolongado), y un desarrollo de la industria. Todo esto ya tuvo lugar, se concertaron acuerdos por escrito. ¿Pero cuántas veces les engañó Occidente? El objetivo es único: que el país continúe aplicando su política rusófoba y dirigida a la confrontación con Rusia.
Precisamente para eso la UE y la OTAN, además de instigar el conflicto mediante nuevos suministros de armas, "alimentan" a Ucrania con promesas infinitas de apoyo y regalos momentáneos. Lo importante es mantener viva la llama de la guerra. La tarea consiste en "avivarla" lo más posible. Bruselas aplica esfuerzos para no enfatizar que, en la realidad, se trata de un intento de lograr una dependencia incondicional de Kiev para muchas décadas con la ayuda del régimen de Kiev. Todos recuerdan cómo Occidente, a pesar de las relaciones de alianza y la lucha contra el mal común (la Alemania nazi), recibió todo hasta el último centavo por los suministros a la Unión Soviética, de conformidad con la Ley de Préstamo y Arriendo. Lucharon contra el mal común, contra el fenómeno creado por Occidente que destruía todo lo vivo. A pesar de esto, pagamos todo a nuestros aliados. ¿Qué pasará aquí? ¿Qué carga caerá sobre la gente que vivirá "allí"?
Al mismo tiempo, la Unión Europea no arde en deseos de mantener a Ucrania con sus propios recursos. Los electores tarde o temprano preguntarán (y ya comienzan a preguntar) en qué se gastaron sus impuestos cuando vean cómo los delincuentes matan a sus compatriotas con armas que llegaron a sus países desde Ucrania a través del mercado negro, porque estos suministros no llegaron a las autoridades de Ucrania (e incluso si llegaron, se revendieron de inmediato). El esquema en que participa el régimen de Kiev no prevé que estas armas se registren en algún lugar. Entonces, los ciudadanos de los Estados miembros de la UE preguntarán. Si es tarde depende de ellos también. ¿En qué se gastaron las contribuciones? ¿Dónde está el rendimiento de las inversiones anteriores en el régimen de Kiev? ¿Dónde están las historias sobre la blitzkrieg occidental? Habrá que dar respuestas a todas estas preguntas. Pero las respuestas serán negativas o simplemente habrá silencio. Occidente, que se presenta a sí mismo como una sociedad abierta, ha aprendido a "guardar silencio" de manera “artística”.
En este contexto, los miembros de la Unión Europea intentan implementar actitudes "innovadoras" que implican la apropiación de los fondos y propiedades "congelados" de los rusos para transferirlos al régimen de Kiev y dar apariencia de legalidad a tales acciones.
Al mismo tiempo, está claro para todos que se trata de un descarado "gangsterismo económico" por parte de la Unión Europea que supuestamente defiende la supremacía de la ley y la inviolabilidad de los derechos de propiedad. Ahora vemos dónde están realmente todos esos derechos. No existen. Los han dejado de lado como algo innecesario. Tampoco hemos oído de los derechos humanos de Occidente en el contexto de la situación en Ucrania. Lo principal es suministrar armas, los derechos humanos serán recordados un poco más tarde. Varias instituciones europeas ya están sonando la alarma, declarando en público que el robo de activos rusos causará aún más daño a la economía de la UE y a la zona del euro. Pondrá cruz y raya en la reputación de la Unión Europea como una jurisdicción una vez atractiva para hacer negocios e invertir.
La postura de Rusia al respecto es clara y comprensible: la Unión Europea debe devolver inmediata e incondicionalmente los activos robados a sus legítimos propietarios, que son los ciudadanos, las empresas y el pueblo de nuestro país.
Pregunta: Los últimos datos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos muestran que la deuda del país ha superado los 32 billones de dólares, alcanzando así un nuevo récord histórico que se adelanta en nueve años a los pronósticos anteriores. El pasado 2 de octubre, la deuda de Estados Unidos superó los 31 billones de dólares y, en solo ocho meses, se incrementó en más de 1 billón de dólares. El 3 de junio, Joe Biden firmó una ley que prevé el aumento del techo de la deuda a partir del 2 de enero de 2025. Hasta ese momento, el límite de la deuda está suspendido. ¿Cómo evalúa usted la crisis de deuda en Estados Unidos y las acciones del Gobierno del país? ¿Cómo afectará eso a la economía global? ¿Acelerará el proceso de declive de la "hegemonía del dólar"?
Respuesta: Es lo que los medios de comunicación han llamado un "circo político de la deuda" del Congreso estadounidense. No solo dio luz verde a la administración de Joe Biden para seguir aumentando la deuda astronómica que supera los 32 billones de dólares y es un 50% mayor que el PIB de Estados Unidos, sino que ni siquiera estableció un límite máximo para los préstamos. En otras palabras, Washington está gastando el doble de lo que puede ganar.
En la vida cotidiana, se les llama de diferentes formas a las personas, empresas y organizaciones que se comportan de esta manera, pero el resultado es el mismo: si se gana la mitad de lo que se gasta y no se puede pagar las deudas, es la bancarrota. Es difícil entender por qué hay tantas peroraciones de observadores políticos y economistas acerca de recesiones, desaleraciones económicas o crisis, que no abordan lo obvio.Esto se parece a una pirámide financiera tradicional que es ilegal, según los países occidentales, en primer lugar. ¿Cómo se puede interpretarlo de otra manera? La economía no puede existir sin inyecciones regulares de nuevas "dosis", pero no hay nada detrás de ellas que garantice la "salud" de la economía. Es una burbuja gigante. Ya hubo casos cuando tales burbujas "se reventaron" en EEUU. Uno de los ejemplos más destacados es la crisis del mercado inmobiliario de 2008. Alimentado por préstamos malos y especulación, el mercado una vez más fracasó a pesar de las numerosas inversiones, creando un efecto dominó que dejó a todos en ruinas, incluyendo bancos y bolsas de valores dentro y fuera de Estados Unidos. Un gran número de personas perdieron todo, y las empresas quedaron en la bancarrota. El mundo entró en una crisis financiera global. Pero en lugar de que Washington asumiera la culpa o se disculpara, o reconociera que su modelo económico fracasó, apareció el Grupo de los 20. Una vez más, la comunidad internacional tuvo que pagar por los “experimentos” de EEUU.
Es difícil decir cuánto tiempo más durará esto. Según las leyes de la economía política clásica, el colapso económico ya debería haber ocurrido hace mucho tiempo si la máquina de imprimir dólares no estuviera funcionando como loca. Hasta ahora, las autoridades estadounidenses han logrado evitar la amenaza de una quiebra mediante inyecciones monetarias constantes y acciones agresivas en el exterior. Pero es una solución temporal que contribuye a una mayor desestabilización del comercio y las finanzas globales, y no permite que las empresas desarrollen estrategias a largo plazo.
De hecho, a pesar de las disputas entre los partidos, la Administración y el Congreso de EEUU han decidido solidariamente resolver el problema fundamental del desequilibrio del sistema financiero estadounidense ya después de las elecciones presidenciales de 2024. El régimen liberal globalista está apostando a ganar tiempo y, sea quien sea el presidente, a transferir al resto del mundo, en primer lugar, a los países en desarrollo (como también antes), la carga de mantener la hegemonía global del dólar. En otras palabras, está tratando de imponer un nuevo orden neocolonial, basado en las «reglas» estadounidenses, que supone preservar el modelo «Norte rico, Sur atrasado» o «mil millones dorados» y «todos los demás». También hay otros nombres, propuestos por Josep Borrell, «hermoso jardín» y «selva salvaje».
Además, la obsesión con sanciones de EEUU, que usa el dólar como arma, socava la confianza en la moneda estadounidense, empujando a los Estados de la mayoría mundial a buscar instrumentos alternativos, incluidas las monedas nacionales, para realizar pagos y acumular reservas. Este proceso, en el que están involucrados Rusia, China y otros países que no aceptan el dictado y el modelo especulativo global de Washington y tienen un enorme potencial de crecimiento y desarrollo, detrás del cual está una economía real y no unas burbujas infladas, está ganando cada vez más impulso, creando condiciones para pasar a un orden mundial multipolar más justo, basado en el respeto mutuo y la igualdad soberana, es decir, en los principios fundamentales del Derecho Internacional.
Pregunta: En una entrevista con Reuters, el representante del Ministerio de Integración Europea de Ucrania dijo que Kiev está negociando con los productores de armas occidentales para organizar la fabricación de armas occidentales en el territorio de Ucrania. ¿Requiere esto una respuesta adicional por parte de Moscú?
Respuesta: Le pido un gran favor. La siguiente vez que entreviste a un representante del régimen de Kiev, quien contará que los países occidentales van a construir fábricas de armas en el territorio ucraniano, pídale que precise las coordenadas. Es muy necesario.
Pregunta: ¿Por qué Rusia impidió que la ONU accediera a la orilla izquierda del Dniéper, en el área del accidente en la central hidroeléctrica de Kajovka?
Respuesta: El comentario más detallado está publicado en el sitio web del MAE de Rusia. Allí hay respuestas a todas las preguntas.
El principio básico es el siguiente. Si se trata de una norma única, entonces la Secretaría de la ONU debería haber prestado atención a la situación con los gasoductos Nord Stream, haber respondido a la pregunta de desde qué lado están bombardeando la central nuclear de Zaporiyia, haber hablado de su atención a este grave problema, dada la pasión maníaca del régimen de Kiev por destruirlo todo y dañar a los civiles y el medio ambiente. La central nuclear de Zaporiyia es su objetivo deseado. La Secretaría de la ONU no debe rehuir las preguntas y decir que «no está al tanto», sino ocuparse seriamente de tales casos e historias, no tratando de abordar selectivamente un tema u otro, dependiendo de qué lado está «la pelota».
Ya que es una Organización mundial, no debe ser «un intermediario honesto» (no es un mercado, después de todo), sino «un árbitro». Siempre que asuma esta función. Es un principio básico, o un estándar único para todos. De lo contrario, diremos que está haciendo el juego a ciertas fuerzas y partes.
Pregunta: El Departamento de Estado gastará un millón de dólares para estudiar la «influencia de la Federación de Rusia» en los aliados de EEUU. La iniciativa tiene dos objetivos, aumentar la conciencia sobre los métodos de contrarrestar «la desinformación rusa», así como elevar la resiliencia de la audiencia a la que está dirigida. ¿Qué piensan en Moscú sobre tales decisiones del Departamento de Estado? ¿Planea Moscú recurrir a las mismas herramientas?
Respuesta: Ni siquiera pensamos en tales planes. Si hablamos de la situación actual, vemos objetivos y tareas más urgentes. Nuestros colegas, diplomáticos en el extranjero y en la administración central, lo han comunicado. Además de su trabajo, que es un verdadero servicio público, dado lo que está ocurriendo ahora, y de sus deberes funcionales, ayudan en cuestiones humanitarias, se dedican a actividades benéficas y asisten a las personas que lo necesitan debido a la situación en Ucrania, a los heridos, a los niños, etc. Estos son los objetivos y las tareas específicas en las que aplican sus propios esfuerzos y medios. No tienen energía, ni tiempo, ni dinero para tales «galimatías».
¿Qué nos parecen tales decisiones del Departamento de Estado estadounidense? Nos parece que así continúan un enfoque totalmente alejado de la realidad y quieren aquí también «emplear» los fondos y redistribuirlos de un bolsillo a otro. Sería mejor que los estadounidenses mismos se preguntaran para qué se utiliza su dinero. Esto no tiene sentido.
Pregunta: Tras el atentado cometido en el dique de la central hidroeléctrica de Kajovka, funcionarios de la ONU empezaron a exigir acceso urgente a las zonas de probables catástrofes tecnológicas que se encuentran bajo el control de la Federación de Rusia. Todos lo recordamos cuánto tiempo Rafael Grossi luchó por obtener el mandato para la misión del OIEA para poder visitar la zona de otra posible amenaza, la central nuclear de Zaporiyia. ¿Qué es lo que está ocurriendo a su modo de ver? ¿Ha empezado la Secretaría de la ONU a reaccionar de una manera más operativa a las situaciones de emergencia?
Respuesta: No es así, lo que estamos viendo es la política de doble rasero que tiene detrás algo más que simple incertidumbre, lentitud interna o falta de profesionalidad. Estamos hablando de que se está jugando a favor de un determinado grupo de países o de la puesta en práctica de sus intereses. Para ser objetivo, hace falta cumplir una importante ley que es no caer en la tentación del uso del doble estándar. Si sólo hay uno, puede ser garantizada la objetividad. Siempre hemos llamado a ello a la Secretaría de la ONU.
Por ejemplo, logró no percatarse de lo ocurrido con los Nord Stream. Los representantes de los países occidentales se lo pusieron fácil, al no dejar pasar nuestra Resolución que proponía iniciar una investigación bajo la égida del Secretario General de la ONU. Fue perpetrada una explosión en el conducto de amoníaco que es zona de clara competencia y responsabilidad de Kiev. ¿Han oído de la Secretaría de la ONU alguna declaración que lo condenara? Nada por el estilo. Me gustaría llamar su atención a que un conducto de amoníaco es precisamente el mecanismo, el objeto de la infraestructura civil, a través del cual son transportados los abonos tan necesitados por 45 millones de personas. Es precisamente cuestión de la seguridad alimentaria, de la que tanto se nos ha hablado. Si ha tenido lugar una explosión en la zona de responsabilidad del régimen kievita, la Secretaría de la ONU y las estructuras sectoriales del organismo en cuestión podrían por lo menos haber expresado su famosa preocupación, señalado que en sí era algo malo. Sin embargo, están haciendo como que no están al tanto, no lo ven, no disponen de datos. Y, cuando se les pide que aporten información concreta, desaparecen del panorama y no se precipitan a ofrecer respuestas a las preguntas planteadas.
Tenemos todos los motivos para dudar de la imparcialidad de los funcionarios de organismos internacionales, sobre todo, dadas las declaraciones del Secretario General. Dijo que no importaba de quién era la culpa del accidente en la central hidroeléctrica de Kajovka, pero que no habría tenido lugar, de no haber sido por la actuación de Rusia a un nivel más global.
Reaccionó a ello el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov. Dijo que había que enfocarlo desde una perspectiva todavía más amplia, de no haber sido por el golpe de Estado perpetrado en el territorio de Ucrania por los países occidentales que iban inyectando fondos, interviniendo en los asuntos internos, colocando a sus ciudadanos en puesto de mando en Ucrania, no habría ocurrido nada, incluidas la explosión y la destrucción de la central hidroeléctrica de Kajovka. ¿Hasta qué momento habríamos de retroceder? Hace falta mostrarse objetivo y actuar, usando constructos politológicos que nos remitan a la Historia. Sin embargo, no tienen ganas de retroceder hasta allí. Y cuando se les pide que evalúe la situación desde el punto de vista del momento actual, se niegan a hacerlo, pretextando “no estar al tanto” y señalando que necesitan más tiempo. Acto seguido, desaparecen, sin ofrecer ninguna respuesta.
Nosotros tenemos perfectamente claro quiénes son los culpables y cuáles han sido las circunstancias de la tragedia. Todavía el 21 de octubre de 2022 informamos al Consejo de Seguridad de la ONU de los planes del régimen kievita de destruir el dique en la provincia de Jersón. Las aseveraciones de la parte rusa fueron confirmadas por los datos sobre ataques aéreos ucranianos lanzados contra las esclusas de la central hidroeléctrica. El objetivo de los mismos era elevar el nivel de agua en el Dniéper. Ya tras el derrumbe del dique difundimos entre los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU una nota informativa exhaustiva que narraba desde el punto de vista cronológico los acontecimientos que habían tenido lugar en estos meses. Era información concreta y hablaba por sí sola.
Pregunta: ¿Cuándo iniciará Rusia el procedimiento legal de la denuncia del Tratado bilateral ruso-ucraniano sobre la soberanía de Ucrania?
Respuesta: El inicio del procedimiento legal de la denuncia del Tratado bilateral ruso-ucraniano sobre la soberanía de Ucrania se ve impedido por la falta de tal documento. En el Artículo 1 del Tratado sobre las bases de las relaciones entre la República Socialista Federativa Soviética de Rusia y la República Socialista Soviética de Ucrania firmado el 19 de noviembre de 1990, dos repúblicas se reconocían mutuamente como “Estados soberanos”. El Tratado de 1990 fue reemplazado por el Tratado de amistad, cooperación y asociación entre la Federación de Rusia y Ucrania del 31 de mayo de 1997 (artículo 39) que fue denunciado por Ucrania y dejó de estar vigente el 1 de abril de 2019.
Pregunta: Hubo noticias sobre amenazas e incluso sobre sanciones personales que habían recibido miembros de las delegaciones de los países de África, Asia y América Latina que habían acudido al Foro Económico de San Petersburgo. Comente esta circunstancia más en detalle, también como fenómeno de la diplomacia occidental.
¿Qué sabe el MAE ruso sobre el escándalo o incidente diplomático que tuvo la delegación sudafricana en el aeropuerto de Varsovia, donde a los guardaespaldas del Presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, no se les permitió durante 24 horas bajar del avión. Tampoco recibieron acceso al “espacio aéreo de Hungría” y no lograron llegar a Rusia con una misión de paz.
Respuesta: No es el primer caso de semejante actitud por parte de EEUU y el Occidente colectivo. Hemos citado numerosos ejemplos de cómo incluso en el caso de las Resoluciones de la Asamblea General que, a diferencia de las del Consejo de Seguridad, tienen carácter de recomendación, se había dedicado al chantaje de los países que participaban en la votación. Se recurría para ello a todas las herramientas de intimidación de las que disponen. Se amenazaba a los países que votaban “in situ”.
Siempre nos hemos fiado de los métodos políticos y diplomáticos, incluidas las negociaciones, como forma de arreglo de las existentes discrepancias y controversias. Tenemos unas ricas tradiciones diplomáticas y también experiencias de guerras libradas en nuestro territorio. El multiétnico pueblo ruso no busca la confrontación. Al mismo tiempo, nos damos cuenta de que necesitamos garantizar nuestra seguridad, dadas estas experiencias históricas. En la esfera de la política exterior cumplimos de manera voluntaria todos los compromisos asumidos. Siguiendo esta línea política, intentamos vertebrar nuestras relaciones con nuestros socios. En las relaciones de buena vecindad y respeto mutuo, principios básicos recogidos en la Carta de las Naciones Unidas, es en lo que basamos nuestros contactos en el marco de la OTSC, la UEEA, la CEI, el BRICS, la OCS, con nuestros interlocutores que representan Eurasia, África, países de Oriente Próximo y América Latina.
Para lograr los objetivos planteados, en su labor diplomática representantes de Rusia no recurren al chantaje ni a otras formas de presión política, económica o psicológica. Incluso si Occidente alcanza resultados instantáneos, finalmente todo se vuelve en su contra. Optamos por mantener con nuestros interlocutores un diálogo honesto y abierto, haciéndoles llegar nuestros argumentos basados en hechos reales, les concedemos la posibilidad de definir libremente su postura con respecto a lo que está ocurriendo en la actualidad. La palabra clave es “libremente”.
Oímos tantos de los países occidentales sobre tal principio fundamental, como la libertad. Al ver su actuación práctica, nos entra la sensación de que las posturas declaradas distan mucho de los pasos prácticos. Nos guiamos por el principio de la libertad en las relaciones con nuestros socios y con los países con los que mantenemos relaciones de aliados, de amistad o de buena vecindad o con los países con los que simplemente estamos en contacto. Esta actitud encuentra en la mayoría de los casos comprensión de nuestros socios y representa en muchos aspectos elemento importantísimo que permite encontrar puntos en común en caso de necesidad.
A menudo se puede escuchar de los países del Sur Global que, por ejemplo, EEUU practica lo que califican como diplomacia coercitiva (“coercitive diplomacy”). En otras palabras, se recurre a sanciones y otros métodos de “castigo”. Van dirigidos, además de a los negociadores, a sus familiares que tienen propiedades, viven o estudian en los países occidentales. Lo señaló en más de una ocasión el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov. Sus homólogos e interlocutores habían contado durante las negociaciones haber visto por parte de Occidente este tipo de actitud.
Muchas de las votaciones que se celebraron en los últimos años en la Asamblea General se basaron en el principio de la coerción. El Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia aduce con frecuencia el siguiente ejemplo: cuando uno de sus homólogos, representante de un país en vías del desarrollo se quejó de la presión que estaba siendo ejercida en su país por EEUU, el Ministro Lavrov le preguntó qué era lo que los estadounidenses ofrecían a cambio. La respuesta fue sorprendente: no introducir sanciones. No ofrecían beneficios, sino prometían no hacer que empeorara la situación. Es la respuesta a la pregunta de qué está detrás de sus ideas y estrategias.
¿A quién le gustaría ser tratado de esta manera? A nadie. Simplemente algunos pueden oponer resistencia y otros, no, por desgracia. Qué se aclaren solos con sus posturas, nuestra postura es diferente. Estoy convencida de que tarde o temprano, tal y como ocurría antes, caerán víctimas de su propia línea política.
Estamos hablando de que se ha perdido la diplomacia y la capacidad de mantener un diálogo profesional. La culpa de todo la tiene su insano deseo de sentir su exclusividad, un orgullo desmedido, la imposición al resto del mundo, sin excepción alguna, de una visión de la realidad tergiversada, uso de métodos sucios en la lucha contra Rusia, financiamiento de formas ilegales de la actuación en la arena internacional. Los países de la OTAN siguen injiriendo de manera violenta en los asuntos internos de otros Estados. Es una situación insana que afecta de manera negativa a todos.
Sabemos a ciencia cierta que “patronos” de EEUU, el Reino Unido y la Unión Europea “trabajaron” con funcionarios y empresarios de otros países, para que se negaran a participar en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo. Les enviaron cartas, celebraron negociaciones, recurrieron al chantaje y las amenazas, hasta se llegó a manipulaciones. Representantes de EEUU realizaron visitas a Estados que demostraban postura constructiva con respecto a las relaciones con Rusia, para echar por tierra los acuerdos anteriormente alcanzados. Les decían “sabemos que han firmado con Rusia algunos acuerdos, ahora han de romperlos”. ¿Y qué recibirían a cambio? Se les dijo que no harían que la situación empeorara. Ésta es la lógica. Los métodos son conocidos y los ejemplos abundan. Me gustaría subrayar que ellos mismos serán víctimas de esta mentalidad, de esta postura, tal y como ocurrió en numerosas ocasiones. Nosotros tenemos una postura completamente distinta.