Excerpta de la rueda informativa ofrecida por el director adjunto del Departamento de Información y Prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Alexéi Záitsev, Moscú, 20 de octubre de 2023
Crisis ucraniana
El 14 de octubre es la fecha emblemática en la historia de nuestro país. Hace 80 años, en 1943, las tropas soviéticas liberaron Zaporiya de los invasores alemanes nazis. Durante la ocupación, miles de ciudadanos civiles murieron, muchos fueron enviados a realizar trabajos forzosos en Alemania, y los seguidores de Hitler convirtieron la ciudad en un enorme campo de concentración. Gracias a los esfuerzos de los soldados soviéticos, se crearon condiciones para lanzar una ofensiva futura en la dirección de Krivói Rog y Melitópol, alcanzar el curso bajo de Dniéper y salvar la central hidroeléctrica del Dniéper de la destrucción completa.
Hoy en día, los neonazis ucranianos continúan el oficio de sus antecesores ideológicos del Tercer Reich. Atacan con un cinismo particular las ciudades y aldeas rusas, causando dolor y sufrimientos a sus pobladores y demoliendo despiadadamente la infraestructura civil. No es por casualidad que el nazi de la División SS Galizische, ahora gozando de fama escandalosa, Yaroslav Gunkó, llamó a Zelenski “un digno sucesor de su trabajo”.
El pasado 12 de octubre, las FF.AA. ucranianas abrieron fuego contra el hospital №25 en el distrito Kírovski de Donetsk. Murieron dos hombres y uno fue herido. El pasado 18 de octubre, los neonazis ucranianos asestaron golpes focalizados contra el hospital central de distrito en Alioshki, acabando por completo con todos sus vehículos, o sea ocho ambulancias, y atacaron el dispensario rural en la localidad Nóvaya Máyachka de la provincia de Jersón, causándole daños sustanciales. Afortunadamente, nadie quedó afectado.
En la noche del pasado 12 de octubre, en Bélgorod, un dron ucraniano cayó en una vivienda, arruinándola totalmente. Fallecieron tres personas, entre ellos estuvo la hija de 4 años del productor de “Sputnik Afganistán”, Jaibar Akifi, así como sus suegros. El pasado 14 de octubre, los disparos ucranianos mataron a dos civiles en la ciudad Alioshki y uno en la aldea Rádensk en la provincia de Jersón. El pasado 15 de octubre, al agredir las FF.AA. ucranianas a Donetsk, perdió la vida un niño nacido en 2013, y dos civiles obtuvieron lesiones.
Tomando en consideración las pruebas reunidas por el Comité de Instrucción de Rusia, las autoridades judiciales rusas continúan dictando sentencias a los neonazis ucranianos que cometieron delitos contra civiles.
El jefe de las FF.AA. ucranianas, Leonid Onupko, que ordenó a matar a diez pobladores de Mariúpol entre marzo y abril del año pasado, fue condenado a reclusión perpetua. Otros dos extremistas ucranianos, Denís Mirzá y Andréi Skorín, obtuvieron la misma sentencia. En marzo de 2022, cada uno de ellos asesinó a tres civiles en Mariúpol.
Tres nazis ucranianos, Vladislav Ovcharenko, Román Makuséi y Vadim Semchuk, fueron condenados a plazos de prisión de entre 27 y 28 años por haber disparado a los civiles viajando en coches de uso civil.
Siete extremistas ucranianos, Vladislav Striúkov, Iliá Galchukov, Artiom Buchkovski, Vladislav Serguiechuk, Serguéi Knízhnik, Serguéi Krivtsun, Alexander Matushanski, que se burlaron de civiles y personas capturadas en Mariúpol en primavera de 2022, recibieron entre 16 y 22 años de encarcelamiento.
Los verdugos ucranianos, Mijaíl Gomonái y Dmitri Shatílov, permanecerán encarcelados cada uno durante 14 años por haber disparado con lanzagranadas contra casas residenciales en mayo de 2022.
Continuarán los procedimientos penales contra las personas involucradas en tales delitos.
El pasado 17 de octubre, se supo que EEUU había entregado secretamente misiles de largo alcance ATACMS a Ucrania. Lo informó la edición estadounidense Wall Street Journal. Kiev confirmó que había recibido los misiles, agradeciendo servilmente a su dueño el cumplimiento de sus promesas. Al entregar armas de este tipo a los nacionalistas ucranianos, Washington volvió a mostrar su deseo de escalar el conflicto. Ni siquiera premeditó las consecuencias destructivas de sus acciones. Al Gabinete de Biden se le da igual en absoluto. Lo principal es prevenir la derrota militar de la junta kievita.
Esto vuelve a demostrar la obstinada renuencia de EEUU y el régimen de Zelenski que controla a buscar una vía de arreglar la crisis en términos político-diplomáticos. Sin embargo, por mucho que se empeñe Washington en nutrir Ucrania de armamentos cada vez más potentes y modernos, tales pasos hostiles en su esencia no pueden cambiar la situación en la línea divisoria y afectar el cumplimiento de las tareas de la operación militar especial.
Occidente sigue apostando por la militarización de Ucrania. El pasado 11 de octubre se celebró en Ramstein la reunión de turno del Grupo de contacto para la defensa de Ucrania. De acuerdo con los medios europeos, al término de la misma, a Kiev le fue prometida una nueva ración de asistencia militar por el monto de 500 millones de dólares. El mismo día el Presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, aprobó la asignación a Ucrania del 19º paquete de ayuda militar por el monto de 95 millones de euros. Lituania se dispone a hacer llegar próximamente al régimen de Vladímir Zelenski sistemas de lanzamientos de misiles NASAMS y, junto con otros países de la UE, encargar para Kiev proyectiles de 155 mm de calibre.
Todo ello evidencia que los representantes de los países occidentales no rechazan la continuación de las acciones bélicas hasta que “no queden más ucranianos”. No es paz, es guerra lo que está detrás de la “Fórmula de paz Zelenski” que están promoviendo. Lo confirman también las palabras del senador estadounidense, Mark Kelly, convencido de que Ucrania perderá, si Occidente deja de enviarle armas.
Dados los trágicos acontecimientos que están teniendo lugar en Oriente Próximo, Kiev empezó a preocuparse por que la atención de sus “patronos” se desvíe. Vladímir Zelenski solicitó “visita de solidaridad a Israel” que le fue denegada. Su nueva gira no se va a celebrar.
Además de ello, empezó a incitar a las autoridades de Georgia a entrar en conflicto directo en Transcaucasia. Hace algunos días, hablando en la Cumbre de la Fuerza Expedicionaria Conjunta celebrada en Suecia, el Presidente ucraniano llamó a Tiflis a iniciar “el proceso de la reconstrucción de su integridad territorial”. En otras palabras, incitó directamente al Gobierno georgiano a una masacre. Da la sensación de que al régimen kievita le parecen pocas las víctimas de su propio conflicto, le gustaría sembrar caos por todas partes, provocando derramamiento de la sangre y condenando al sufrimiento a millones de personas.
Escapando del ultraje de las autoridades nazis, abandonan Ucrania literalmente los que pueden. De acuerdo con los medios, deportistas ucranianos que se encuentran en el extranjero, intentan cada vez con mayor frecuencia aprovechar la ocasión, para no regresar al país.
Así, el jugador del equipo de fútbol ucraniano Shajter, Alexander Rasputko, después del partido de la liga juvenil en Bélgica se dirigió a Rusia, para solicitar asilo político.
El fotógrafo y el experto en SMM del club de fútbol ucraniano Krivbass, Román Lopatin y Román Medvédev, también prefirieron quedarse en el extranjero.
En condiciones de total corrupción, miseria, ánimos neonazis y ultraje extremo en el país, en condiciones de una movilización ilegal que se está llevando a cabo en Ucrania y ya es comparada por los periodistas con genocidio, la gente opta por una vida mejor.
Hoy en Ucrania, hay intensos debates entre los “continuadores de la causa neonazi” de la división de las SS Galitzia sobre qué manera es la “correcta” para celebrar el día de la creación de los tristemente famosos Ejército Insurgente Ucraniano y de la Organización de Nacionalistas de Ucrania, el 1 o el 14 de octubre. Los bandera y shujevich de hoy fueron confundidos por los cismáticos de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania, quienes, para complacer al Patriarcado de Constantinopla y a las autoridades estadounidenses que apoyan al mismo, introdujeron un nuevo calendario y pasar la celebración del Día del Manto de la Virgen del 14 de octubre, fecha tradicional para la religión ortodoxa ucraniana canónica al 1 de octubre. Para ese mismo día fue fijada por el régimen de Vladímir Zelenski la fiesta que honra al “defensor de Ucrania”.
La Historia tiene carácter cíclico. Casi 80 años después de la derrota del nazismo hitleriano luchamos contra una nueva manifestación de este mal en Occidente y en Ucrania. Este territorio no debe presentar amenaza ni para sus propios ciudadanos ni para los habitantes de los países vecinos.
Respuestas a algunas preguntas:
Pregunta: ¿Cuál será la respuesta política y diplomática de Rusia al suministro de misiles estadounidenses ATACMS de largo alcance a Ucrania? ¿Es posible suponer que en algún momento se colmará la paciencia rusa con las entregas a Ucrania de armas cada vez de mayor alcance y más poderosas?
Respuesta: Como mencioné en la parte inicial de la rueda informativa, el 17 de octubre, se supo que EEUU había entregado secretamente misiles de largo alcance ATACMS a Ucrania. Puedo repetir que al entregar armas de este tipo a los nacionalistas ucranianos, Washington volvió a mostrar su deseo de escalar el conflicto sin pensar en las devastadoras consecuencias de sus acciones. La administración de Biden es absolutamente indiferente a todo. Lo principal es impedir el colapso de la junta kievita y su derrota militar.
Esto confirma una vez más la persistente renuencia de Estados Unidos y del régimen de Zelenski, controlado por Washington, a buscar una solución política y diplomática a la crisis. Sin embargo, no importa cuánto se esfuerce Washington en nutrir de armas a Ucrania, cada vez más poderosas y modernas, no lo conseguirá.
Estas medidas hostiles no pueden cambiar en absoluto la situación en la línea de separacion.
Pregunta: El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, ha ordenado preparar una petición a Canadá y a la Interpol para extraditar al ex miembro de las SS Yaroslav Hunka, que fue aplaudido por el Parlamento canadiense durante un discurso del Presidente ucraniano. ¿Cree que la parte canadiense estará dispuesta a extraditar al criminal de guerra a la parte rusa para juzgarle por las atrocidades cometidas durante la Gran Guerra Patria?
Respuesta: El homenaje en el Parlamento canadiense al nazi ucraniano Yaroslav Hunka, que sirvió en la 14ª División SS Galizien, ha recibido una respuesta de principio por parte de los altos dirigentes de la Federación de Rusia, así como de la Duma de Estado y del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, que publicaron declaraciones al respecto.
Como es sabido, Yaroslav Hunka sirvió en la división Galizien de Waffen-SS, conocida por sus atrocidades contra rusos, polacos y judíos, así como por sus acciones sangrientas contra los guerrilleros que luchaban contra la ocupación nazi en Ucrania, Eslovaquia, Polonia, Francia y Yugoslavia. Incluía a militantes del Ejército Insurgente Ucraniano y de otras organizaciones nacionalistas ucranianas implicados en los pogromos de Leópolis en 1941, la masacre de Volinia, la supresión del levantamiento del gueto de Varsovia y la masacre de Babi Yar. El Tribunal de Nuremberg condenó a las SS como organización criminal y a todos sus miembros. El hecho de que Yaroslav Hunka y posiblemente otros soldados de las SS lograran escapar del legítimo castigo refugiándose en Canadá es una auténtica burla de la justicia.
Vamos a tratar de enjuiciar al viejo verdugo y no le dejaremos vivir tranquilamente ni siquiera en un país tan cómodo para él como Canadá, que ha refugiado a miles de criminales de guerra después de la Segunda Guerra Mundial. Por supuesto, no nos apagamos el ocote a que la Ottawa oficial extradite a Yaroslav Hunka. En el pasado, los canadienses no extraditaron a ninguno de los seguidores de Hitler cuya culpabilidad era evidente y cuyo servicio en las SS no sólo no se ocultó, sino que ellos mismos se enorgullecían de haber luchado contra los soviéticos y de haber "matado rusos".
Ahora cuando el régimen del Primer Ministro Justin Trudeau apoya y cultiva incondicionalmente a las autoridades neonazis de Kiev, las posibilidades de que Ottawa despierte a su conciencia son casi nulas. Los rusófobos encubrirán a los nazis ucranianos ideológicamente cercanos a ellos bajo diversos pretextos. Pero aún así recurriremos a todas las herramientas políticas, diplomáticas y públicas posibles para que el banderita de Galizien obtenga su justo castigo.