Discurso introductorio pronunciado por el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, durante las negociaciones con el Ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, La Habana, 19 de febrero de 2024

Estimado Bruno,

Estimados amigos.

Antes que nada, expreso mi agradecimiento por su hospitalidad tradicional hacia la delegación rusa, habitual entre nuestros países. Encantado de volver a reunirnos y visitar La Habana. Estuve aquí el año pasado. Espero que nuestra siguiente entrevista sucederá en el territorio ruso en cualquier tiempo conveniente. Estaremos alegres de verle.

En septiembre de 2023, conversamos en Nueva York, al margen del 78º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU. Intercambiamos con el espíritu rutinariamente amistoso las opiniones sobre los procesos sin precedentes que suceden en la arena internacional, mientras que las realidades del mundo multipolar, siendo objetivas y reflejando el implacable curso de la historia, no simplemente se ponen a prueba, sino que generan una reacción agresiva a EEUU y otros Estados de la minoría mundial que quieren preservar su dominación, hegemonía, dictado por las buenas o por las malas. Los medios, a los que recurren los representantes estadounidenses y occidentales, incluyen no la diplomacia, sino chantaje, ultimatums, amenazas, uso de la bruta fuerza militar y sanciones.

Cuba sabe no de oídas qué es la presión ilegal y el embargo total que EEUU propugna a solas como una legítima manera de actuar. Para otros miembros de la comunidad mundial, es inaceptable. Pero esto apenas detiene a Washington.

Por esta razón, tenemos ciertos objetivos en la escena mundial, incluida la movilización de la mayoría mundial para que reivindiquen sus derechos legítimos. Lo efectuamos enérgicamente en el marco del Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de la ONU establecido en 2021. El interés en esta unión hace nada más que aumentar. Vamos a conseguir que los principios fundamentales de la Carta de la ONU sean debidamente protegidos de las tentativas de revisar el Derecho Internacional y sustituirlo con algunas “reglas”. La Carta estipula que la Organización de las Naciones Unidas se basa en la igualdad soberana entre Estados. Ha de hacer rendir cuentas a nuestros colegas occidentales que pisotearon este principio hace mucho tiempo y hacen negocios tal como lo hicieron en la época colonial. 

Aspiro a intercambiar las opiniones sobre el estado de nuestras relaciones bilaterales. Están en pleno desarrollo. Entiendo que todavía queda mucho que hacer. La conversación será útil.