Comentario ofrecido por la portavoz del MAE de Rusia, María Zajárova, en relación con el bloqueo de los canales de Telegram de medios rusos en Europa
Los países del Occidente colectivo continúan limpiando coherentemente su espacio informativo de cualesquiera fuentes de información indeseables.
En el marco de la campaña de represiones contra los medios rusos, casi en todos los países de la Unión Europea han sido bloqueados los canales de Telegram de los medios de comunicación rusos, en particular, RIA Novosti, el Centro de Información Multimedia Izvestia, RT, Rossiyskaya Gazeta, las cadenas Pervy Kanal, Rossiya 1, NTV. Esta lista continúa ampliándose. Al intentar visualizar las mencionados canales, los usuarios extranjeros cuyo número asciende a varios millones, reciben notificaciones sobre el acceso restringido, supuestamente, debido a “las infracciones de la legislación nacional”, sin explicar la esencia de estas “infracciones”. Puesto que las sanciones decretadas por la UE en mayo pasado contra los medios mencionados se extienden a todo el territorio de la UE y de los Estados adheridos, hay razones para suponer que los bloqueos pueden continuar.
Calificamos que este nuevo acto de censura política por parte de los países del Occidente neoliberal busca afianzar el rumbo hacia la represión de cualquier foco de disidencia, contrariamente a todas sus obligaciones internacionales para garantizar el libre acceso a la información y el pluralismo de los medios.
El privar a sus propios ciudadanos de la posibilidad de hacerse por sí solos una idea sobre los sucesos mundiales, el suplantar el cuadro objetivo del mundo por una simulación de la realidad elaborada por los medios más influyentes y las redes sociales controladas por las elites gobernantes, pisotean burdamente los fundamentales derechos humanos a la libertad de opinión desmantelando los pilares de la sociedad democrática.
Exigimos que las estructuras internacionales de referencia evalúen adecuadamente esta actuación. En primer término, esperamos una reacción de los mecanismos de derechos humanos de la ONU, de la UNESCO y su directora general, Audrey Azoulay, así como del recién nombrado representante de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para la Libertad de Medios de Comunicación, Jan Braathu. Esperamos que sus primeros pasos en este cargo no continúen la viciosa práctica de su antecesora que premeditadamente desatendía las invectivas contra los medios rusos y los crímenes cometidos contra nuestros periodistas.
Estos y otros ataques similares a nuestros medios de comunicación no pasarán desapercibidos por Rusia. Nos reservamos el derecho a adoptar medidas de respuesta simétricas.