Discurso pronunciado por el Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, en el marco del segmento de alto nivel de la Conferencia de Desarme, 1 de marzo de 2022
Estimado señor Presidente,
Estimados colegas,
Me place usar de la palabra en la Conferencia de Desarme. Pensé que lo haría en vivo encontrándome en Ginebra. Pero resultó imposible debido a la renuncia de la Unión Europea a respetar el derecho a la libertad de desplazamiento, uno de los derechos fundamentales del hombre. Al optar por las ilegítimas sanciones unilaterales, los países de la UE se empeñan en eludir un diálogo directo, los contactos directos, llamados a propiciar las soluciones políticas de los graves problemas internacionales.
El más candente de ellos es la tragedia de Ucrania, resultado de la connivencia de los patrocinadores occidentales con el régimen criminal que usurpó el poder en este país a raíz del anticonstitucional golpe de Estado cometido en febrero de 2014 contrariamente a las garantías de Alemania, Polonia y Francia que estamparon sus firmas al pie del acuerdo sobre el arreglo de la crisis interna en Ucrania.
Ya entonces se hizo evidente la actitud de los golpistas hacia los valores europeos. Hoy por hoy, los peligros que el régimen de Vladímir Zelenski representa para los países vecinos y la seguridad internacional en general, crecieron notablemente después de que las autoridades kievitas empezaran unos juegos peligrosos relacionados con el desarrollo de su propia arma nuclear.
Las declaraciones irresponsables hechas al respecto no son una bravuconada. Ucrania dispone de tecnologías nucleares soviéticas y vectores de esta arma. No podemos por menos de reaccionar a este peligro real. Puedo aseverarles: Rusia, como miembro responsable de la comunidad internacional que cumple cabalmente sus compromisos relacionados con la no proliferación de armas de destrucción masiva, está adoptando todas las medidas indispensables para impedir que las armas nucleares y las tecnologías correspondientes aparezcan en Ucrania. Confiamos en que todos se dan cuenta de la necesidad de resolver este problema.
Hoy, es evidente la importancia de una intensa labor conjunta con vistas a elevar la predictibilidad y prevenir el incremento de la carrera armamentista. En esta coyuntura, es menester renunciar a cualesquiera acciones encaminadas a desmantelar la arquitectura de control de armamentos, no proliferación y desarme (CADNP). Es sumamente importante abstenerse de los pasos peligrosos en el ámbito de desarrollo de las FF.AA. que puedan percibirse como violación del principio de seguridad igual e indivisible.
Lamentablemente, los miembros de la OTAN se niegan a observar este principio fundamental que redoblan sus esfuerzos por contener Rusia. Basta con mencionar la involucración del régimen kievita en las actividades de la Alianza, los suministros de armas letales a Ucrania, así como maniobras militares provocativas y otras actividades cerca de las fronteras rusas.
Los colegas occidentales, de momento, no se muestran dispuestos a ofrecer a Rusia garantías de seguridad jurídicamente vinculantes a largo plazo. Se trata de renunciar a la sucesiva ampliación de la OTAN, incluida la anulación de la “fórmula de Bucarest” que reza que Ucrania y Georgia podrían ingresar en la Alianza. Los países occidentales han de renunciar a emplazar instalaciones militares en el territorio de los Estados que anteriormente formaban parte de la URSS y no son miembros de la Alianza, incluido el uso de su infraestructura para cualquier actividad militar. Es preciso retornar las capacidades militares, incluidas las de ataque, y la infraestructura de la OTAN al estado en que se encontraban en 1997, cuando se firmó el Acta Fundacional Rusia-OTAN. Para nosotros esto tiene una importancia de principio.
Vuelvo a instar a EEUU, sus aliados y clientes a observar estrictamente los compromisos internacionales asumidos de no reforzar su propia seguridad a costa de la de otros. Evidentemente, ello contribuiría a sanear la situación político-militar en el Euroatlántico, sentaría premisas para avanzar en la solución de todo el entramado de problemas en materia de control de armamentos, incluida la posible suscripción de nuevos tratados.
El mecanismo de desarme de la ONU desempeña el papel determinante en sacar de la crisis el sistema CADNP. Su elemento clave es la Conferencia de Desarme cuyos resultados influyen directamente en la seguridad de toda la humanidad. En la agenda de la Conferencia destacamos el diseño de un instrumento multilateral jurídicamente vinculante llamado a prevenir la carrera armamentista en el espacio ultraterrestre.
Dicho instrumento está llamado a robustecer el régimen legal internacional en materia de seguridad espacial. Como es sabido, el Tratado sobre el espacio ultraterrestre de 1967 prohíbe emplazar allí cualesquiera armas de destrucción masiva. Se entiende que dicha norma no se extiende a otros tipos de armamentos. Aprovechándolo, algunos países procedieron a militarizar el espacio ultraterrestre. Se aprobaron documentos doctrinales, se confeccionan y se ponen en práctica los planes de puesta en órbita de sistemas de armamentos, incluyendo los de ataque. Se perfila la amenaza real de una nueva carrera de armamentos, de conversión del espacio ultraterrestre en escenario de conflicto armado, lo que acarrea graves consecuencias para la estabilidad global.
Rusia y China sometieron a examen de la Conferencia el proyecto de tratado sobre la prevención del emplazamiento de armas en el espacio ultraterrestre, del empleo de la fuerza o de la amenaza de emplearla contra los ingenios espaciales. Consideramos inadmisible dar largas al inicio de estas negociaciones. Consideramos contraproducentes los intentos de suplantar un instrumento jurídicamente vinculante en este ámbito por unas medidas parciales como “reglas de comportamiento responsable en el espacio ultraterrestre.
Estamos convencidos de que las negociaciones sobre la prevención de la carrera armamentista en el espacio ultraterrestre van a generar un ambiente favorable para promover el desarme nuclear, otro tema de la agenda a que Rusia dedica la más detenida atención.
En febrero de 2021, por nuestra iniciativa fue prorrogado por cinco años sin ningunas condiciones el Tratado ruso-estadounidense sobre la limitación de los armamentos estratégicos ofensivos. Por acuerdo entre los Presidentes de Rusia y EEUU, se dio inicio a un diálogo integral sobre la estabilidad estratégica. Su objetivo es echar los cimientos del futuro sistema de control de armamentos y medidas para reducir los riesgos. Estamos dispuestos a trabajar conjuntamente una nueva “ecuación de la seguridad” que recoja todos los factores de la estabilidad estratégica en su interrelación.
Es inadmisible para nosotros que, en contra de las disposiciones fundamentales del Tratado de No Proliferación Nuclear, en el territorio de varios países europeos sigan desplegadas las armas nucleares de EEUU. Persiste la práctica viciosa del “reparto nuclear” con la participación de los países no nucleares de la OTAN. En el marco de la misma se ensayan los escenarios del uso de armas nucleares contra Rusia. Ya es hora de devolver las armas nucleares estadounidenses a su país de origen y eliminar por completo la infraestructura relacionada en Europa.
Siempre hemos postulado y postulamos que en una guerra nuclear no puede haber ganadores y nunca debe ser desatada. Este principio está confirmado en la declaración conjunta de los Presidentes de Rusia y EEUU del 16 de junio de 2021 y en la declaración conjunta de los jefes de Estado de Rusia y China del 28 de junio de 2021. Es importante que, por iniciativa y con la más activa participación de Rusia, se redactara y aprobara el pasado 2 de enero la declaración conjunta de los líderes de cinco potencias nucleares sobre la prevención de la guerra nuclear y la carrera armamentista.
Con fines de asegurar predictibilidad y moderación en el ámbito de los misiles en el contexto de suspensión del Tratado INF, nuestro país ha asumido unilateralmente el compromiso de no ser el primero en desplegar los sistemas previstos por el Tratado en las regiones, donde no se desplieguen los sistemas análogos de fabricación estadounidense. Exhortamos a EEUU y sus aliados a seguir nuestro ejemplo. Quiero enfatizar que Rusia no ha tenido ni tiene misiles de alcance corto y medio. Asegurar lo contrario significa crear una imagen premeditadamente falsa y encubrir las acciones de los que tienen la verdadera culpa de arruinar el Tratado INF.
Rusia sigue abierta a las iniciativas relativas a los mecanismos multilaterales de negociación sobre cuestiones de prevención de la carrera armamentista y fortalecimiento de la estabilidad estratégica. Creemos que estas ideas deben implementarse a base de consenso, respetando los intereses y preocupaciones legales de todos los participantes potenciales.
Confiamos en que este año se celebre la tantas veces ya aplazada X Conferencia de Examen del TNP, uno de los elementos cruciales del sistema de seguridad internacional y estabilidad estratégica. Es necesario que la Conferencia transcurra en un ambiente constructivo y, a su término, los Estados partes confirman su voluntad de cumplir escrupulosamente los compromisos asumidos. Rusia está abierta a interactuar con todos los países en aras de una exitosa celebración del foro.
Nos preocupa la controvertida idea de Australia, Gran Bretaña y EEUU de crear la asociación cerrada de AUKUS. Es evidente que AUCUS influye negativamente en el régimen de no proliferación nuclear, genera tensión y crea condiciones para el inicio de una nueva carrera armamentista, y. no sólo en Asia-Pacífico.
Confiamos en el progreso una vez entre en vigor el Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (TPCEN). En este sentido nos causa desilusión la postura de EEUU. La actual administración estadounidense lleva más de un año en el poder, pero el enfoque de Washington, expuesto en la doctrina nuclear de 2018 y que prevé la renuncia a ratificar el TPCEN, sigue sin ser revisado.
Continúan los esfuerzos de reanudar la implementación completa del Plan de Acción Integral Conjunto para el arreglo de la situación en torno al programa nuclear iraní. Confiamos en que culminen con éxito. No existe ninguna alternativa razonable del PAIC. Los compromisos sobre el Acuerdo Nuclear confirmados por la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, deben cumplirse rigurosamente por todos, son reserva alguna. Nos vemos obligados a constatar que la situación actual es un claro testimonio de lo caro que está costando a la seguridad global la incapacidad de Washington de llegar a un acuerdo. La política basada en presión y chantaje no es viable.
Es necesario respaldar los esfuerzos de crear en Oriente Próximo de la zona libre de armas nucleares y de las demás armas de destrucción masiva, según lo previsto por la resolución de la Conferencia de Examen y Prórroga del TNP de 1995. Ya se convocaron dos períodos de sesiones de la Conferencia, conforme la decisión aprobada en diciembre de 2018 por la Asamblea General de la ONU. Rusia participó activamente en el trabajo de estos foros en calidad de observador. Confiamos en que se unan a este proceso Israel y EEUU, que es coautor de la resolución sobre la creación de la zona libre de 1995.
Abogamos por el fortalecimiento del régimen de la Convención de la Prohibición de Armas Biológicas y Toxínicas. Estamos dispuestos a trabajar de forma constructiva para celebrar la Conferencia de Revisión de la Convención en cuestión. Llamamos a los socios a apoyar las iniciativas rusas destinadas a fortalecer las bases institucionales del documento.
Sigue provocando una profunda preocupación la situación en la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ). Es un resultado directo de la política destructiva de EEUU y sus aliados en el marco del promovido por ellos concepto, deficiente y nocivo, del “orden mundial basado en reglas”. Los países occidentales, de hecho, “privatizaron” esta organización técnica internacional sometiéndola a sus ambiciones geopolíticas. La Secretaría de la Organización es utilizada por ellos abiertamente para ejercer una presión política sobre los gobiernos “indeseables” multiplicando acusaciones gratuitas contra ellos. Redunda en interés de la comunidad mundial hacer todo lo posible para la OPAQ no acabe convirtiéndose en la herramienta para que algunos Estados consigan sus fines deshonestos y egoístas.
Estimados colegas,
Creemos que la Conferencia es capaz de invertir las tendencias arruinadoras en el ámbito de CADNP, contribuir notablemente a fortalecer la seguridad y estabilidad internacionales. Este es precisamente el objetivo de la iniciativa rusa de elaborar una convención internacional para luchar contra el terrorismo químico y biológico. Es de interés de todos los Estado consolidar la base legal para contrarrestar el terrorismo de destrucción masiva.
Habiendo voluntad política, los participantes de la Conferencia pueden y deben superar discrepancias, encontrar soluciones recíprocamente admisibles que abran camino a la reanudación de las negociaciones. Hay todas las posibilidades para ello. Confiamos en que el “sexteto” de los presidentes del período de sesiones de la Conferencia de 2022 aporte su grano de arena.
Gracias por su atención. ¡Les deseo mucho éxito!
Estimados colegas,
Creemos que la Conferencia es capaz de invertir las tendencias arruinadoras en el ámbito de CADNP, contribuir notablemente a fortalecer la seguridad y estabilidad internacionales. Este es precisamente el objetivo de la iniciativa rusa de elaborar una convención internacional para luchar contra el terrorismo químico y biológico. Es de interés de todos los Estado consolidar la base legal para contrarrestar el terrorismo de destrucción masiva.
Habiendo voluntad política, los participantes de la Conferencia pueden y deben superar discrepancias, encontrar soluciones recíprocamente admisibles que abran camino a la reanudación de las negociaciones. Hay todas las posibilidades para ello. Confiamos en que el “sexteto” de los presidentes del período de sesiones de la Conferencia de 2022 aporte su grano de arena.
Gracias por su atención. ¡Les deseo mucho éxito!
Continuará…