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Entrevista ofrecida por el Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, a los medios serbios, Moscú, 28 de marzo de 2022

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Pregunta: Como Usted sabe, Serbia no se ha adherido a las sanciones. ¿Le sorprendió que impusieron sanciones contra Rusia los países balcánicos que no hace tanto mantenían buenas relaciones con Rusia? ¿Pronostica Ud. una posterior normalización de las relaciones con estos países?

Respuesta: Asistimos a una presión sin precedentes en el marco de la campaña “general” que algunos políticos occidentales definen como  “guerra total” contra Rusia en la que todo está permitido. Todo esto no ha comenzado ayer.

Estos diez años últimos, la UE, en el marco de sus relaciones con los países que aspiran a ingresar en la misma, se pone a exigir (los serbios lo saben muy bien) que se adhieran a todas sus iniciativas en política exterior, de perfil cada vez más antirruso. Esta política no tiene nada que ver con el espacio económico común ni con el imperio de la ley, etc. Lo que vemos es una actitud marcadamente ideologizada, encauzada a seguir presionando sobre Rusia para sofocar su autonomía en el ámbito internacional y someterla a los “valores” que Europa viene imponiendo desde hace tiempo contrariamente a sus orígenes cristianos.

Cuando se redactaba la Constitución de la UE (que no llego a ser aprobada, en vez de ella aprobaron el Tratado de Lisboa), su primera versión comenzaba con la mención de las raíces cristianas de Europa. Pero los mandatarios europeos ser negaron a hacer constarlo, abdicando de su propio origen y las tradiciones religiosas. Difícilmente sean capaces de respetar otras tradiciones religiosas.

Una enorme presión se ejerce sobre los países balcánicos, incluyendo Serbia, para que se adhieran a las sanciones antirrusas que abarcan de hecho todos los ámbitos de la actividad económica, cultural, política y otros. Lo ha comentado en detalle el Presidente de Serbia, Aleksandar Vučić, al intervenir públicamente en varias ocasiones. El máximo dignatario ha subrayado que Serbia se va regir por sus propios intereses. Tales países no son pocos en la UE. No hace mucho, el Primer Ministro de Hungría, Viktor Orbán, expresó que su país defendería los intereses húngaros.

Esta burocracia multinacional que reproduce a sí misma y se ha establecido en Bruselas, intenta sojuzgar a todos los Estados sin excepción, arrogarse el derecho a establecer las normas de conducta y reducir al mínimo la autonomía de los países comunitarios. Es una política deficiente que vuelve a testimoniar que la UE tiende a establecer la autocracia en persona de Bruselas respecto a todos los países miembros.

Fueron arrastrados a la guerra sancionadora Montenegro y Macedonia del Norte. Los sedujeron con las promesas de una rápida asociación con la UE, pero esto no llegó a suceder. Pero los arrastraron a la OTAN, a las campañas antirrusas. Luego les dieron unas palmaditas en el hombro y dijeron: está muy bien, chavales, seguid así. Es un problema serio. Se están jugando la reputación de la UE y los verdaderos objetivos de su política en los Balcanes. A mi modo de ver, EEUU entregó los Balcanes a la generosidad de la Unión Europea. Washington está plenamente satisfecha con la política antirrusa aplicada por la UE.

Evoquemos los comentarios de la predecesora de Josep Borrell,  Federica Mogherini, quien acusó a Rusia de una actuación demasiado enérgica en los Balcanes declarando que si la UE vino a los Balcanes, los demás no tienen nada que hacer en esta zona. Ideas similares promueve Josep Borrell quien siempre exhortaba a impedir el robustecimiento de las relaciones entre Rusia y los países en que la UE cree “controlar la situación”.

EEUU, la UE y la OTAN intentan imponer su hegemonía no sólo en los Balcanes sino también en otras partes del mundo, de hecho por doquier. Estoy convencido de que la mayoría de los países se dan cuenta de que este camino conduce a todos a un atolladero. Y todos tendrán que buscar una salida. En el continente europeo no son muchos los países que pueden considerarse soberanos e independientes. Quienes procuran defender sus intereses nacionales y se niegan a adherirse a las sanciones para beneficiar los intereses de otros Estados, tienen plenos derecho a denominarse Estados independientes, sin importar sus dimensiones.

Pregunta: ¿Pronosticaba Rusia semejante aislamiento y las bajas militares de las que raras veces recibimos datos exactos?

Respuesta: Las sanciones contra Rusia nunca habían cesado. En la época de la URSS contra nuestro país introducía sanciones el Comité Coordinador para el Control Multilateral de las Exportaciones (CoCom). Este organismo impedía los suministros de equipos occidentales altamente tecnológicos. Durante largo tiempo estuvo vigente la enmienda de Jackson-Vanik. Esta enmienda fue derogada para que Rusia pudiera ingresar en la Organización Mundial del Comercio, en lo que estaban interesados EEUU y otros países occidentales. Acto seguido, encontraron una sustitución, el “acta de Magnitski” que continuó las tradiciones de las presiones sancionadoras contra la Federación de Rusia hasta 2014.

En 2014, pese a las garantías ofrecidas por la UE y con el apoyo directo de Washington, en Kiev se dio un golpe de Estado. De esto ahora no cabe la menor duda. El golpe de Estado provocó rechazo tanto en Crimea como en el Este de Ucrania. Para defenderse contra los extremistas armados que se dirigieron a la península, los crimeos convocaron referéndum y volvieron al seno de la Federación de Rusia. En el Este de Ucrania también se proclamaron repúblicas que se opusieron al anticonstitucional golpe de Estado.  En aquella ocasión, volvieron a acusar de todo a la Federación de Rusia.  Occidente se mostró decepcionado con el fracaso de su plan de aprovechar Ucrania para alcanzar sus metas antirrusas. Las sanciones impuestas significaron no sólo la irritación de Occidente. El Presidente de Rusia, Vladímir Putin, en reiteradas ocasiones afirmó que desde aquel entonces, la UE y EEUU decretaron sanciones contra nuestro país de hecho mensualmente. Por lo menos, dos o tres veces al año. Siempre se puede encontrar un pretexto. Las sanciones no buscan resolver un problema concreto sino contener el desarrollo estratégico y geopolítico de Rusia. Es harto conocida la habilidad de Occidente para encontrar pretextos.

Lo único que provocó asombro en la etapa actual fue una erupción, una explosión de una rusofobia cavernícola sin precedentes de hecho en todos los Estados occidentales. Sus líderes la estimulan y alimentan por todos los medios. Sé  que en los países comunitarios hay figuras razonables, conscientes de lo pernicioso que es instigar esta rusofobia. Estas personas responsables hacen recordar que hace 80 años, en Europa, ya se practicó algo parecido en relación con determinado grupo étnico y saben cómo terminó.  Esta obsesión se apoderó prácticamente de todos los países europeos. El odio se extiende a todo lo ruso: la cultura, las artes, los ciudadanos rusos (tan pronto se ponen a hablar en su lengua en las calles de muchos países europeos). Esto me ha sorprendido por haber puesto al descubierto el meollo cavernícola de la rusofobia. Resulta que permaneció largo tiempo en hibernación. Es imposible despertar tales sentimientos en un solo día. Resulta que los estuvieron encubriendo rigurosamente. Sacaremos las conclusiones pertinentes.

En cuanto al aislamiento, no hay ningún aislamiento. De ello hablan aquellos que se han conformado mental e ideológicamente con lo inevitable de la dictadura de Occidente en la arena internacional. Esta dictadura se mantiene, ante todo, por el propio Occidente. No quiere perder sus posiciones. Occidente fue el actor dominante en el mundo, durante más de 500 años. Ahora ha llegado otra época: está formándose un orden mundial multipolar. Aparecieron los centros de desarrollo económico global que llevan a cabo una política de orientación nacional, no quieren aceptar los valores neoliberales despersonalizados que Occidente impone a todo el mundo. Quieren guiarse por su historia, sus tradiciones, sus valores, inclusive los religiosos. En general, son comunes para todas las religiones mundiales.

Rusia tiene una gran cantidad de socios en la región de Asia-Pacífico, en Asia, así como en África y América Latina. Mantenemos buenas relaciones con una mayoría abrumadora de organizaciones creadas por los países emergentes, incluida la Unión Africana, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental )(ASEAN), entre otras.  Recuerdo que en la región de importancia crucial y  desarrollo estratégico - Eurasia - se crearon y funcionan con éxito las organizaciones con la participación de la Federación de Rusia: la Comunidad de Estados Independientes, la Unión Económica Euroasiática, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, la Organización de Cooperación de Shanghái. Estos organismos junto con la ASEAN promueven enérgicamente la interacción entre sí, desarrollan una red de proyectos de cooperación vinculada con la iniciativa china “Un Cinturón, Una Ruta”. Estamos formando la Gran Asociación Euroasiática. Tenemos las mejores relaciones con China en toda la historia de su existencia. Rusia está desarrollando una asociación privilegiada con la India. Existen los vínculos con la mayoría abrumadora de los países de Oriente Próximo, América Latina, África.

Occidente intenta mostrar el llamado aislamiento en que supuestamente se vio la Federación de Rusia presentando a todos los resultados aritméticos de la votación en la ONU. Sabemos cómo se alcanzan tales resultados y a qué chantaje descarado se someten los países en vías de desarrollo, qué amenazas suenan contra los representantes de estos países personalmente en la ONU y otras organizaciones. Para nosotros esto pone de relieve solo una cosa: EEUU y los países occidentales que respaldan tal chantaje burdo y abierto temen verse aislados ellos mismos. Si están tan seguros de sus ideales, sus valores que pueden “ganar” el camino a los “corazones y mentes” de todos los ciudadanos de todos los países, qué declaren sus posturas y permitan a los países elegir. Estos países saben la postura de Occidente, Rusia, China y otros grandes actores internacionales. Qué elijan libremente, sin una presión.

Hace poco, el Presidente de EEUU, Joe Biden declaró, durante su estancia en Europa, que entramos en una época de larga confrontación entre la democracia y la autocracia.  Miren cómo funciona el Occidente contemporáneo, los países que se declaran como “pilares de democracia“. EEUU “subyugó” a toda la Europa y no solo gestiona la Alianza Atlántica, sino de hecho la Unión Europea. aprovechando la UE, su infraestructura, sus capacidades para fortalecer a las posiciones militares y políticas de EEUU en el “viejo” continente. En lo que se refiere a las democracias y autocracias, esta “comunidad de democracias” representada por EEUU, la OTAN y la UE constituye un todo integral (se hizo tal bajo el “mando” estadounidense). Es la autocracia abierta, si no la dictadura en relación con otros representantes de la comunidad internacional.

Nuestros colegas occidentales nos llamaron, durante muchos años, que, igual que otros países, garantizásemos la supremacía de la ley, la democracia en forma como lo entiende EEUU. Cuando les propusimos hablar sobre la democracia en la arena internacional, resultó que en la arena internacional no hay lugar para la democracia. Los representantes de Occidente hasta cancelaron el término “Derecho Internacional” que prevé respetar los principios de la Carta de la ONU y, ante todo, el principio de igualdad soberana de los Estados. A nuestros colegas occidentales no les importa la igualdad soberana de los Estados y el Derechos Internacional. Ya no usan este término, declaran que ahora todos los países deben observar las leyes del orden mundial basado en las reglas. Las reglas solo significan que las establece Occidente. Todos los demás deben obedecer. Es un ejemplo típico de la autocracia, dictadura que usa ultimátums.

No nos sentimos aislados. Se sienten aislados los que no pudieron imaginar la vida sin los llamados valores occidentales y sin que les reciban en Occidente con abrazos de bienvenida o más o menos bien.  En esta vida hay cosas mucho más importantes. La mayoría abrumadora de los países y civilizaciones en este planeta se guían de éstas.

Es necesario mostrar un respeto mutuo, en vez de intentar imponer de forma agresiva a todos sus seudo valores que existen desde hace poco. Aparecieron cuando se desarrolló el neoliberalismo e intentan reprimir las milenarias culturas y civilizaciones. Este camino lleva a un punto muerto. Estos intentos continuarán durante un período. Pero en la perspectiva histórica este rumbo fracasará. Estará plenamente aislado en el sentido estratégico. 

Pregunta: Sé que Rusia afronta ahora tareas más importantes, pero “más cerca están mis dientes que mis parientes”. Serbia tiene que ahora harmonizar su política exterior. No impone sanciones contra Rusia. Para nosotros Rusia es el socio extranjero más importante, cuando se trata de la defensa de nuestra soberanía en las organizaciones internacionales. ¿Cómo ve usted los posibles movimientos de Serbia entre dos polos geopolíticos y tiene este fenómeno algunas restricciones temporales?

Respuesta: No podemos responder por las decisiones que toma Serbia, las autoridades de Serbia, el pueblo serbio. Somos pueblos fraternos. Nos une una historia común, las victorias sobre nuestros enemigos comunes. Sentimos lo profundo como están arraigados estos sentimientos en el espíritu del pueblo serbio, en su memoria histórica. Lo observamos hoy. No imponemos nada con el uso de la fuerza nunca. Occidente intenta imponer a Serbia su rumbo, sus intereses mediante la presión económica, las amenazas, el chantaje, los ultimátums. Se muestra a Serbia que si quiere ingresar en la Unión Europea, debe aplicar la política antirrusa. Es indecoroso. No se puede comportarse de tal manera en la sociedad, en casa, con los amigos, ni en la arena internacional. Además, en la situación cuando se intenta “torcer brazos” a todos. El Presidente Aleksandar Vucic abordó este tema en reiteradas ocasiones. Dijo honestamente que Serbia era un país pequeño. Pero tiene su orgullo, sus intereses. Ahora se trata de desestimarlos y convertir a Serbia en una herramienta de la política de Occidente. Lo mismo pasó con Macedonia del Norte y Montenegro, se trata de hacer lo mismo con Bosnia y Herzegovina.

Respetamos mucho al pueblo serbio, su fidelidad a sus tradiciones, su historia y sus amigos históricos. Estamos convencidos de que el pueblo serbio continuará haciendo una elección prudente en cualquier situación, guiándose por sus intereses fundamentales.

Pregunta: ¿Está dispuesto el Presidente Vladímir Putin sentarse a la mesa de las negociaciones con el Presidente Vladímir Zelenski?

Respuesta: El Presidente de Rusia, Vladímir Putin, lo ha comentado en reiteradas ocasiones. Hace poco, lo hizo de nuevo, al responder a las preguntas de sus colegas extranjeros con que mantiene un diálogo regular, inclusive en relación con la situación en Ucrania.

Vladímir Putin dijo que no había renunciado nunca a reunirse con el Presidente Vladímir Zelenski. Lo único que considera fundamentalmente importante es que estas reuniones sean preparadas bien. La situación actual es tal que la crisis en Ucrania, el conflicto interno en Ucrania que se incrementó durante estos años, un gran número de problemas no permiten reunirse simplemente e intercambiar opiniones: qué piensa uno y qué piensa el otro. Será ineficaz. Cuando, después del inicio de nuestra operación militar especial, la parte ucraniana propuso comenzar las negociaciones, lo aceptamos. Estas negociaciones continuaron y continúan. Hoy o mañana, se reanudarán  en Estambul en forma presencial, después de una serie de negociaciones por videoconferencia. Estamos interesados en que finalicen con un resultado que alcanzará para nosotros los objetivos fundamentales: el cese de asesinatos de los civiles en Donbás que continuaron ocho años. Toda la comunidad occidental progresiva permanecía en silencio, sin dar ni una sola vez comentarios críticos, aunque todos observaron cómo bombardeaban en Donbás la infraestructura civil: hospitales, guarderías infantiles, centros de salud y edificios residenciales. Murieron miles de civiles. Mientras, el Occidente “ilustrado” guardó silencio, tan solo instando a cumplir los Acuerdos de Minsk. En aquel mismo momento, Kiev dijo que no los cumpliría, y Occidente empezó a decir que Rusia debería cumplirlos. Es una mofadura del sentido común, el Derecho Internacional, los derechos humanos, etc.

Cuando negociamos con la parte ucraniana, tenemos que hacer que los habitantes de Donbás no sufran más del régimen de Kiev, que Occidente, la OTAN dejen de desplegar la infraestructura militar en Ucrania, lo que crea amenazas físicas y militares para la Federación de Rusia. Es necesario que Ucrania deje de ser un país que se militariza constantemente y donde tratan de desplegar armas ofensivas que amenazan a Rusia. Es necesario que en Ucrania deje de promoverse la ideología y la actividad neonazi.

Se saben bien los ejemplos de tales fenómenos. Están de conformidad con la legislación de Ucrania. Quisiera mencionar las leyes discriminatorias que contradicen a la Constitución de Ucrania y todos los compromisos internacionales, las leyes que prohíben el uso de la lengua rusa en el sector de educación, en los medios de comunicación. Últimamente, se aprobaron las leyes que prohíben usar la lengua rusa en la vida cotidiana. La desmilitarización y la desnazificación de Ucrania son los elementos fundamentales de los acuerdos que buscamos concertar.  Espero que la parte ucraniana entienda lo nocivo de los acontecimientos que se desarrollaron en el país después de que Ucrania se hizo independiente y en el país empezaron a restablecerse las tendencias de glorificar a los criminales nazis, Román Shujévich y Stepán Bandera. En el marco de la “descomunización”, se demolieron monumentos a las grandes personas que liberaron a Ucrania de los nazis, con la ayuda de instructores occidentales comenzaron a formarse batallones “nacionales” en la uniforme de cuyos efectivos fueron los símbolos nazis y que recurrieron a los métodos de guerras nazis. Si ustedes vieron qué hacen ahora con los prisioneros de guerra rusos los nazis ucranianos de los batallones Azov y Aidar, creo que lo entenderán todo. La reunión es necesaria cuando se llegue a un acuerdo respecto a la solución de todos estos asuntos clave.

Centramos la atención en estos problemas, durante muchos años. Occidente no nos escuchó, pero ahora oyó. Al menos, es un resultado. Lo más importante ahora es dejar de ser indulgentes con los ucranianos que solo quieren usar las negociaciones y las decisiones como una cortina de humo. Consiguieron éxito en esto cuando sabotearon los Acuerdos de Minsk, inmediatamente después de su suscripción en febrero de 2015. Al final, declararon que no los cumplirían. Su capacidad de imitar el proceso. Esta vez no podrán limitarse con esto. Es necesario un resultado al término de las negociaciones que estará firmado por los Presidentes.

Pregunta: Mi pregunta se refiere a los mercenarios en Ucrania. Ahora no solo en Rusia se habla de eso, sino en todo el mundo. Centenas de ciudadanos de Kosovo, Bosnia y Herzegovina lucharon en Siria en el lado de los islamistas. Occidente no criticó por eso a Pristina ni a Sarajevo.  Ahora estas personas quisieron combatir en Ucrania, junto con los voluntarios de Croacia. Las autoridades albanokosovares y Pristina respaldaron a Kiev. Coméntelo.

Respuesta: Fuimos entre los que, durante muchos años, advertimos a nuestros socios occidentales que en varios países de los Balcanes actuaban los reclutadores de Estado Islámico y de otros grupos terroristas. Advertimos de las consecuencias que podrían tener tales connivencias para la propia Europa. Los datos estadísticos son conocidos: Pristina alcanzó antirécord por el número per cápita de los combatientes que fueron a luchar a Siria. Nadie nos quiso escuchar. Posteriormente nuestros colegas occidentales no pudieron entender de dónde provenían los navajeros que perpetraron los ataques terroristas y masacres en las ciudades europeas. Los mercenarios no se limitarán con Ucrania, después de que finalice su misión infame en el territorio de Ucrania. Está claro que irán a las ciudades europeas y allí continuarán su así llamado trabajo. En Croacia, en Bosnia y Herzegovina y en Kosovo la participación en combates en los Estados extranjeros es un delito punible. En su tiempo, se castigaron varias personas que regresaron a su país después de combatir en Siria o Irak. Pero ahora en Europa se suele actuar de otra manera. Predomina la política de doble rasero, cuando se trata de Ucrania. Occidente apostó a este país para disuadir a Rusia. Todos los métodos son oportunos.

No hay reacción alguna. Hemos llamado la atención de nuestros interlocutores occidentales, de otros países y de otras regiones del mundo al hecho de que las Embajadas de Ucrania en sus páginas web ofrecen realizar trámites para los mercenarios que quieran desplazarse a Ucrania. De esta manera es burdamente pisoteada la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y desacreditan las misiones diplomáticas. Algunos de estos mercenarios publicaron sus discursos en las redes sociales y en algunos canales de televisión. Es evidente que no son voluntarios, sino que se disponen a combatir a cambio de una remuneración. No tienen derechos algunos en cuanto a la protección que ofrece el Derecho Internacional Humanitario. No son combatientes, de modo que no son aplicables a ellos las medidas de protección.

En cuanto al apoyo de Kiev que le es brindado por Pristina, todo queda muy claro. No es que Kosovo, un casi-Estado criminal y autoproclamado, vele por el Derecho Internacional. Simplemente quiere aprovechar la ocasión para lograr que sea reconocida su pseudo independencia. Se posiciona por poco como el principal aliado de EEUU y de la OTAN en los Balcanes.

Nuestra postura al respecto es bien conocida: hemos avisado de que es inadmisible que se alienten las decisiones inaceptables de Pristina y siempre nos hemos pronunciado por que el problema de Kosovo se solucionara en plena correspondencia con la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU. Al concederle en 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas a la Unión Europea el mandato de mediadora entre Pristina y Belgrado, pusimos esperanzas en ello.

En 2013 la Unión Europea logró que Pristina y Belgrado firmaran el Acuerdo sobre la creación de la Comunidad de municipios serbios de Kosovo. Este documento garantizaba los derechos lingüísticos y culturales de los serbios, así como sus derechos de autogobierno y sus vínculos especiales con el territorio de Serbia. Hasta hoy la Comunidad no se ha creado. Cuando lo recordamos a nuestros interlocutores europeos, optan por guardar el silencio o indicar que todo sigue “encima de la mesa”, pero hace falta esforzarse pacientemente, para que la decisión en cuestión sea cumplida. Considero que la UE ha demostrado su completa ineptitud como garante de acuerdos de cualquier tipo.

En febrero de 2014 la UE hizo de garante del Acuerdo de arreglo de la situación en Ucrania entre el Presidente, Víctor Yanukóvich, y la oposición. A la mañana siguiente, al romper la oposición este documento, la UE se quedó callada y empezó a alegar la existencia de unos tales procesos democráticos.

En 2015, Francia y Alemania junto con Rusia firmaron con los ucranianos el documento que recibió el nombre de los Acuerdos de Minsk. Durante todos estos años Kiev no los cumplió, manifestando en público que no lo haría.

Ahora Albin Kurti manifiesta que no cumplirá con el compromiso de crear la Comunidad de municipios serbios de Kosovo. En todas estas situaciones la UE hizo de garante y sufrió un fracaso. Estoy convencido de que la Unión Europea no presionará a Pristina para que cumpla algo, de lo cual Europa hace de garante. En cuanto al problema de los mercenarios, ni la UE ni EEUU no ejercerán prisión alguna sobre Pristina. Washington se siente de maravilla: aprovechó la ocasión para crear Camp Bondsteel, la base más grande de los Balcanes. Pristina ni duda en mantener esta base, mostrándose interesada en ello. Creo que a Pristina se le perdonará y se le permitirá todo.

Pregunta: No queda muy claro el objetivo final de su misión especial. En un principio se habló de la desnazificación y de la defensa de la población de Donbás. Ahora parece, por lo menos, desde el exterior, que no es lo único que busca Rusia. Muchos rusos no saben decir en qué consisten los objetivos de la operación, algunos se ven incapaces de admitir que es un conflicto justificado.

Respuesta: Cada persona tiene el derecho a elegir y a definir su postura con respecto a los acontecimientos que están teniendo lugar en su país o en otros Estados.

En cuanto a nuestros objetivos, son, sin lugar a dudas, la eliminación de las amenazas que provocaron durante estos largos 8 años la muerte de miles de personas, la destrucción de instalaciones de la infraestructura civil en Ucrania, colegios, hospitales, plantas, fábricas, etc. Es lo que hacía el régimen kievita a la población de Donbás con el callado beneplácito de los países occidentales. Si ahora a los países occidentales les ha dado por preocuparse por la necesidad de respetar el Derecho Internacional Humanitario y de salvar las vidas de las personas, me congratulo por ello. Sin embargo, hace falta actual de la manera que permita ver las razones, las raíces de la situación en la que acabamos.

Las razones consisten en que a Ucrania, enseguida después de que proclamara su independencia y abandonara la URSS, se le empezó a convertir en “anti-Rusia”. Pueden cerciorarse de ello, tan solo estudiando los actos legislativos elaborados por el régimen kievita que, de hecho, prohíben por completo la lengua rusa. Se han aprobado leyes y programas de desarrollo de estructuras claramente nazis.

La ideología y práctica nazis están muy arraigadas en la sociedad ucraniana. El Ejército y las Fuerzas Armadas de Ucrania rebosan oficiales provenientes de “batallones nacionalistas de voluntarios” que expresan en público la ideas nazis y llaman a seguir a Adolf Eichmann, famoso en Europa desde el régimen nazi. Su simbología y tatuajes reproducen los símbolos de los batallones de las SS. Si queremos ser portadores de los valores europeos, no creo que haya cabida entre ellos a este tipo de ideología y prácticas. Europa debe ponerle fin, si realmente no quiere acabar otra vez barrida por una ola “parda” o de cualquier otro color que adopten los nazis.

Todo es mucho más grave y va más allá de la solución de un problema aislado. Rusia no puede aceptar que Ucrania pase a ser una base de la OTAN repleta de armamentos ofensivos apuntados contra nuestro país. No podemos aceptar que los países occidentales alienten la erradicación de todo lo ruso en Ucrania, de la lengua y la cultura rusas. ¿Dónde estaban nuestros interlocutores occidentales, cuando Kiev estaba prohibiendo los medios rusos, los canales rusos y la divulgación no sólo de periódicos, sino también de libros impresos en Rusia? Fueron cerrados en Ucrania tres canales que transmitían en ruso y pertenecían a ciudadanos ucranianos.

Ha mencionado que algunos ciudadanos de Rusia no están de acuerdo con los que está ocurriendo y se muestran preocupados. Y hay algunos que no lo hacen, sino se dedican a hacer su trabajo. Son periodistas y deportistas, trabajando en la esfera de la cultura y del arte. Las parte ucraniana los incluye a cientos en las listas de sanciones. Ayer, sin ir más lejos, 46 nombres de figuras del mundo de la cultura, el arte, el deporte y el periodismo fueron incluidos en las “listas negras” del régimen kievita. Todos lo consideran algo normal. Ahora ser Rusia en Europa significa someterse a un riesgo colosal, también de recibir lesiones físicas. Ya se han dado casos.

Nuestro objetivo consiste en garantizar en Europa seguridad a largo plazo y ello es imposible hacer, si no se pone coto a los intentos de arrastrar a Ucrania a la OTAN, sin acordar las garantías de la seguridad que tengan en cuenta los intereses de Rusia, Ucrania y los países europeos. Nos hemos podido cerciorar de ello, al intentar en 2021, sin ningún resultado, por desgracia, empezar una conversación con EEUU y la OTAN sobre las maneras de garantizar la seguridad, de Ucrania también, sin que se ampliara la Alianza del Tratado del Atlántico del Norte. Nadie nos quiso escuchar.

Se nos prometió muchas veces que la OTAN no se ampliaría. Por ejemplo, cuando se habló de la reunificación de Alemania y dejaron de existir la URSS y el Pacto de Varsovia. Se nos mintió abiertamente. Cuando hicimos recordar estas promesas, primero se dijo que “no se habían dado”. Al presentar nosotros las pruebas, se dijo que “habían sido verbales”. Supuestamente había sido necesario “tranquilizarnos” y lograr que la URSS “dejara de existir” “sin consecuencias” para Europa.

Cuando, a su manera de ver, “todo se calmó”, podían seguir avanzando. Ahora nos dicen que “no debemos tener miedo”, puesto que “la OTAN es una alianza defensiva”. Fue defensiva en el momento de ser creada. Se nos siguió explicando que “la OTAN defiende su territorio”. Se entendía dónde estaba su territorio, cuando existía el Muro de Berlín, sea de hormigón, sea imaginario, era el límite entra la OTAN y el Pacto de Varsovia. Sin embargo, tras la desaparición del Pacto de Varsovia y de la URSS, la OTAN decidió que le apetecía “defenderse” un poco más al Este, luego más y más... ¿Qué tipo de alianza defensiva es esta que decide sola sobre las fronteras donde quiere defenderse y va admitiendo a países, a los que nadie quería atacar, ni siquiera tenía la intención de amenazarles?

Jens Stoltenberg que parece seguir estando al mando de la OTAN, de modo que el Banco Central de Noruega no lo verá venir en Breve, manifiesta que la OTAN debe asumir la responsabilidad por la seguridad global. Es ahí, donde pasa la frontera de la defensa y donde la democracia se convierte en autocracia y en dictadura. Dice que es necesario elevar la relevancia de la Alianza en el Indo-Pacífico, como si estuviera hablando del mar de la China Meridional. Es allí, donde pasará la línea de la defensa.

Nos gustaría que la OTAN recobrara la sensatez. Tenemos motivos para suponer que las preocupaciones más serias de Rusia, también las relativas a nuestros intereses autóctonos y legales, se han escuchado. Se está empezando a entenderlos. En este caso, los países occidentales podrán influir en Kiev que atiende y, en realidad, cumple las instrucciones de Occidente. Espero que los negociadores ucranianos sepan mostrarse constructivos y en alguna etapa logremos el resultado necesario.

El hecho de no ser independientes los negociadores ucranianos, de la misma manera que no lo es el régimen kievita, lo dejó claro con una ingenua sinceridad mi homólogo británica, Elizabeth Truss. Señaló que están ayudando a los ucranianos a elaborar su postura en las negociaciones. ¿Quién mejor que Londres para conocer el estado de las cosas en nuestra región? Luego dijo que tenían que seguir “presionando” a Rusia y a doblar las sanciones vigentes en la actualidad. Al empezar las negociaciones, el Reino Unido debe ser el país que garantice los “desenlaces” necesarios. Una sinceridad sorprendente. Ni siquiera hace falta comentarlo.

Veo que hay posibilidades de llegar a una fórmula de compromiso, puesto que hay entendimiento de que nuestros interlocutores occidentales fueron cometiendo errores durante años. Por otra parte, por razones obvias apenas lo dirán ahora.

Pregunta (traducida del inglés): ¿Qué le parece, no sería Belgrado el lugar ideal para celebrar las negociaciones sobre el particular?

Respuesta: Belgrado es una ciudad maravillosa desde el punto de vista de su postura y del estatus. Sería el lugar perfecto para celebrar las negociaciones de cualquier nivel.

La cuestión es que el lugar de las negociaciones debe ser aceptable para ambas partes. Tres rondas de negociaciones presenciales se celebraron en Bielorrusia. Luego por razones técnicas se produjo una pausa. Dado que era difícil reunirse presencialmente, se celebraron varias reuniones por videoconferencia. Ahora se ha logrado el acuerdo de reunirse en Estambul. Es un punto geográfico, en el que coincidieron las posibilidades de ambas partes. Estaremos dispuestos a considerar otros sitios, incluido Belgrado.

Pregunta (traducida del inglés): Los serbios se están acordando de los bombardeos de la OTAN. Muchos dice que los argumentos aducidos por el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, para “atacar” a Ucrania son idénticos a los usados por la Alianza durante la agresión lanzada contra Yugoslavia. ¿Qué respondería a estas aseveraciones?

Respuesta: Nuestros interlocutores occidentales son famosos por tergiversar los hechos, sin pestañear y sonrojarse. Siempre buscan justificar su postura y sus exigencias, tergiversando la situación real.

Hemos hablado del golpe de Estado perpetrado en Ucrania en febrero de 2014, cuando las garantías del arreglo presentadas por la UE fueron pisoteadas. Los neonazis que llegaron a poder enseguida exigieron que se anulara el estatus de la lengua rusa en Ucrania y que los rusos se largaran de Crimea y enviaron a la península batallones que habían de asaltar el Consejo Supremo de Crimea. Fue más tarde cuando los habitantes de Crimea se sublevaron contra estos ataques y celebraron el referéndum. En la actualidad la UE no inicia aquella historia con su fracaso ni con que las firmas de los representantes de la UE no valieron nada para la oposición que había perpetrado el golpe de Estado, tampoco lo empieza con los ataques a la lengua rusa ni a los rusos que lanzaron los golpistas, una vez en el poder. Los países occidentales empiezan a contar desde lo que llaman la “anexión de Crimea”. En realidad, no fue ninguna anexión, sino acto de libre expresión de voluntad, fruto del golpe de Estado llevado a cabo con la ayuda de los propios países occidentales. Sin embargo, en la UE se tachan estas semanas anteriores al referéndum en Crimea. Dicen, las sanciones fueron introducidas por la “anexión” de Crimea. En realidad, quieren castigar a Rusia por sus propios fracasos y su incapacidad de cumplir las promesas dadas.

Consideran que el comienzo de lo que está pasando ahora en Ucrania se remonta al 24 de febrero, cuando el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció el inicio de una operación militar especial. Los largos años de acoso sufrido por los rusos, el idioma y la cultura rusos en Ucrania, los ignorados llamamientos rusos a la OTAN y a EE.UU. sobre la inadmisibilidad de una mayor colonización de los territorios vecinos de la Federación Rusa, los llamamientos directos para impedir que Ucrania entre en la OTAN, para dejar de nutrir de armas a Ucrania, para dejar de establecer bases navales en Ucrania y, como ahora resulta, también laboratorios biológicos, todo esto nadie lo menciona. Dicen que Rusia inició una operación contra el Estado ucraniano de repente. Durante ocho años a Ucrania le importaron un bledo los acuerdos de Minsk, bombardeó ciudades y pueblos y mató a civiles, pero Occidente, con su postura airada y de principios, sigue haciendo la vista gorda.

He oído que durante una entrevista a algunos medios de comunicación rusos el Presidente Vladímir Zelenski, al ser preguntado por los laboratorios biológicos, dijo que todo era mentira y que no existían. Si Occidente quiere tragarse esos comentarios, significa que nuestra impresión de cómo es la política occidental moderna no hará más que fortalecerse. Presentamos muchos documentos al Consejo de Seguridad de la ONU, y el Presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, dice que todo es mentira.

Quisiera recordarles cómo se desarrolló la agresión en 1999. Nadie recuerda ahora cómo se empleó la misión de la OSCE en Kósovo, dirigida por el ciudadano estadounidense William Walker, cuando llegó al pueblo de Racak, donde se encontraron varias docenas de cadáveres (la mayoría albaneses) vestidos de civil. Inmediatamente (aunque no tuvo ningún derecho) calificó un acto de genocidio. Ahora que cientos de personas de etnia rusa en Donbás  han sido sometidas a evidentes actos de genocidio durante ocho años, se nos dice que no tenemos derecho a caracterizar una situación que debe ser considerada en el Consejo de Seguridad de la ONU. Ucrania incluso ha llevado a Rusia ante la Corte Internacional de Justicia, alegando que estamos utilizando mal el término. Entonces el ciudadano estadounidense William Walker, el jefe de la misión de la OSCE, al descubrir estos cadáveres vestidos de civil, declaró el genocidio no en nombre de ningún Estado, sino en el suyo propio. Su posición de jefe de la misión de la OSCE no le daba derecho a hacer tales declaraciones. Fue sobre la base de su declaración ilegal que los países occidentales dijeron que su paciencia se había agotado y comenzaron a bombardear Belgrado. Como saben, Joe Biden, que era senador en aquel momento, anunció que exigía bombardear los puentes sobre el río Drina, y así se hizo. Como es bien sabido, la comisión especial investigó el incidente de Racak y descubrió que la gran mayoría de estos cuerpos pertenecían a los combatientes del Ejército de Liberación de Kosovo. Después de morir en los combates, se pusieron ropa de civil. Pero eso ya no le importa a nadie, porque el hecho está hecho. La declaración de William Walker sobre Racak sirvió de excusa al igual que el tubo de ensayo de Colin Powell con respecto a Irak.

Empezaron a bombardear Belgrado. Cuando atacaron objetivos civiles, no dijeron que la coalición tenía información sobre su ocupación por las Fuerzas Armadas de Serbia. No. Simplemente bombardearon un puente con un tren de pasajeros. Bombardearon el telecentro. Cuando hubo voces indignadas sobre lo inaceptable de esta actitud hacia los medios de comunicación, se declaró que no eran los medios, sino la estructura de propaganda serbia que mantenía la moral del ejército serbio.

De misma manera hace unos años en Francia se negaron a acreditar a RT y Sputnik en el Palacio del Elíseo. Cuando se les preguntó por qué hubo esa discriminación, nos dijeron: porque no son medios de comunicación sino instrumentos de la propaganda rusa. Todos estos trucos y explicaciones han sido preparados hace mucho tiempo y sólo significan una cosa: Occidente puede hacer cualquier cosa. O mejor dicho, piensa que puede hacer absolutamente cualquier cosa, que puede retorcer los hechos a su antojo, aunque estos retorcimientos sean completamente opuestos de un caso a otro.

En cuanto a lo ocurrido en Belgrado, Occidente ha sido muy consistente con el derramamiento de sangre que tuvo lugar allí y con la matanza de civiles en gran número. Lo mismo ocurrió en Irak, donde murieron cientos de miles de civiles. Entonces los ideólogos occidentales y los autores intelectuales de estas guerras de agresión declararon que valía la pena la guerra para establecer la democracia. Así, la revista Time publicó un titular en el que afirmaba que el bombardeo de Belgrado había traído la paz. Así es como se describió. La duplicidad de nuestros colegas occidentales es bien conocida. Sin embargo, a lo largo de los años no nos hemos cansado de pedir un acuerdo sobre normas y reglas de seguridad que sean uniformes en toda la región de la OSCE.

Hace 13 años propusimos un Tratado de Seguridad Europeo, que codificaría las declaraciones políticas al más alto nivel de que nadie debe reforzar su seguridad a costa de la de los demás. Se nos dijo que la OTAN no discutiría un tratado de este tipo porque las garantías de seguridad jurídica sólo pueden proporcionarse dentro de la OTAN. Que los demás piensen por sí mismos en cómo protegerse y asegurarse. Este enfoque autocrático fue demostrado por nuestros colegas en 2009.

Pregunta: Todos somos testigos de una brutal guerra de información y vemos muchísimas noticias falsas y oímos numerosos chismes. Hace poco, la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania ha difundido el rumor que oligarcas rusos están enfadados con el liderazgo político del Presidente Vladímir Pútin y están discutiendo su deposición. Se han difundido también los rumores que el Presidente se ha aislado completamente, aunque lo vemos trabajando activamente. Han corrido recientemente unos chismes de que el Ministro de Defensa de Rusia Serguéi Shoigú tiene problemas de salud. Al ser Usted uno de los socios más íntimos del Presidente de Rusia y al tener buenas relaciones con el Ministro de Defensa, quiere comentarlo

 

Respuesta: No tengo ganas de comentar la tontería que difunden tanto los servicios de inteligencia ucranianos como nuestros neoliberales rusos que hoy día están en el extranjero. Tal vez les proporcionen por la mañana algunos datos que se requiere hacer públicos, y es lo que hacen. Todo eso son mentiras descaradas. Todos están vivos, sanos y siguen trabajando. Se lo puede ver en televisión y redes sociales. Todo el Gobierno, todo el Gabinete de la Presidencia están trabajando partiendo de los intereses de nuestro país y las funciones que tenemos asumidas.

Pregunta (traducida del inglés): No vemos a nadie más quien practique diplomacia itinerante o desempeñe exitosamente el papel del intermediario internacional. ¿Podemos juzgarlo como fracaso de diplomacia?

Respuesta: Hemos tenido diplomacia durante los ultimos años. Reiteré una vez más. En febrero de 2014 la Unión Europea actuó como garante de los acuerdos alcanzados entre el Presidente de Ucrania y la oposición, lo que representó la cúspide de diplomacia. Por la mañana la oposición escupió en aquella diplomacia, y la UE se vió obligado a tragárselo. Después la diplomácia alcanzó nuevas cimas. Ésto tuvo lugar en febrero de 2015 en Minsk. Se firmaron los acuerdos que acabaron con la guerra en el Este de Ucrania y allanaron el camino para que se restableciera la integridad territorial de Ucrania al concederle a Donbas un estatus especial. Este estatus parece a él estipulado en el acuerdo sobre el establecimiento de la Comunidad de Municipios Serbios en Kósovo. En ambos casos la Unión Europea participó directamente en la obtención de tales resultados diplomáticos. En ambos casos la Unión Europea demostró que es una organización incapaz de cumplir con lo acordado.

Hoy dia mucha gente dice que le demos una oportunidad a diplomacia. Por supuesto queremos hacerlo. Es por esta razón que hemos aceptado las negociaciones que se están reanudando ahora en Estanbul. Les he dado a Ustedes unos ejemplos (de verdad hay muchos más de ellos) cuando ciertos logros de negociaciones los destruyeron nuestros colegas del Occidente. Ya no podemos confiar en ellos. No acepto ninguna diplomacia itinerante por parte de los colegas occidentales. Ya cumplieron su mision "itinerante" tanto en febrero de 2014 en Ucrania como en febrero de 2015 en Minsk.

Pregunta (traducida del inglés): En una de las últimas ediciones del periódico Politika se dedicó la columna El Tema de la Semana a búsqeda de respuesta a la pregunta siguiente: ¿Se derrotó el nacizmo en el año 1945? ¿Por qué la mayoría de los Estados europeos no entienden este objetivo de Rusia en Ucrania?

Respuesta: Es una pregunta filosófica. No se debe preguntármelo a mí. Lo del neonacizmo resurgiendo en Europa mucho antes de los acontecimientos actuales es la verdad. Lo de las marchas de las Waffen-SS organizadas cada marzo en Letonia y apoyadas activamente por el gobierno es la verdad también. Lo de los monumentos dedicados a los vencedores del fascismo que se están desmantelando en Ucrania y Polonia y lo de los monumentos a los héroes de la primera y la segunda guerras mundiales que se están profanando en otros países de la UE son iguales de verdadero. Y lo de inauguración de los monumentos a Stepán Bandera y Román Shujiévich que básicamente tomaron parte en los Juicios de Núremberg es algo que mucha gente sabe bien. Todas estas cosas llevan sucediendo durante mucho tiempo.

Espero que la conciencia europea se avive ahora. Porque se han manifestado muy claramente en Ucrania las tendencias hacia el resurgimiento de la ideología y la práctica del nazismo. No se limitaban allí a los desfiles con antorchas o solamente a las marchas como en los Estados del Báltico y otros países. Allí reclutaban a sabiendas a grupos de combate neonazistas. Hay documentación que lo confirma: fotos y vídeos. Estos neonazistas se incorporaron en las FF.AA. de Ucrania para ocupar los puestos de mando. Es también un hecho bien conocido.

Estoy seguro que Europa debe pensar en nuestras demandas de impedir la nacificación de Ucrania (en cualquier caso es nuestro vecino y es una directa amenaza para la Federación de Rusia). Y no solo Europa, sino todo el mundo. Resulta un ejemplo ilustrativo lo que cuando presentamos anualmente una resolución sobre la inaceptabilidad de la glorificación del nazismo en la Asamblea General, toda la UE se abstiene con vergüenza de la votación y los EEUU y Ucrania ya durante muchos años siguen votando en contra. Y ésto sucedía mucho antes de los acontecimientos actuales. Los Estados Unidos lo explican refiriéndose a que la libertad de expresión está establecida en la legislación. Y eso es la respuesta. Y lo de que las decisiones de los Juicios de Núremberg eran jurídicamente vinculantes ya no interesa a nadie.

Pregunta (traducida del inglés): ¿Nos podría contar Usted si están discutiendo ahora los funcionarios la cuestión de que las autoridades serbias tomen posesion de la propiedad de companías rusas? Si los companías y industria petrolera de Serbia no estén exentos de sanciones de la UE, ¿estará Rusia dispuesta a ceder el resto de la propiedad a Serbia? ¿Cuáles  serían los términos?

Respuesta: Estoy seguro que se resolverá la cuestión. Tenemos buenas relaciones. Ya saben el papel que desempeña la industria petrolera de Serbia en la economía de su país y qué porcentaje del presupuesto serbio proporciona.

Estoy convencido que encontraremos la solución basándonos en los acuerdos entre nuestros países y companías. No hay dudas al respecto.


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