Excerpta de la rueda informativa ofrecida por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, Moscú, 1 de febrero de 2023
Crisis en Ucrania
El régimen de Kiev sigue demostrando al mundo su carácter nazi bombardeando a sangre fría ciudades rusas pacíficas, incluso en nuevas provincias. El pasado domingo, las Fuerzas Armadas de Ucrania lanzaron un ataque bárbaro y cínico contra un hospital en Novoaidar (en la RPL), matando a 14 personas e hiriendo a 24. Sin embargo, ni siquiera esto fue suficiente para los nazis ucranianos. El mismo día, las Fuerzas Armadas de Ucrania bombardearon un hospital infantil en Nóvaia Kajovka, en la provincia de Jersón. Por suerte, nadie resultó herido. El 29 de enero, el MAE de Rusia emitió una declaración en relación con estos crímenes del régimen de Kiev.
El 29 de enero, las Fuerzas Armadas de Ucrania bombardearon a obreros que reparaban un puente ferroviario en la provincia de Zaporiyia. Como resultado, cuatro murieron y cinco resultaron heridos. A día de hoy, el régimen de Kiev se refiere a los habitantes de estos territorios (que antes formaban parte de Ucrania, ahora son provincias de Rusia) como “su gente”. Es por su bien por lo que organizan toda esta masacre. ¿Hasta que quede el último? Surge una lógica interesante. ¿Tanto ama Bánkovaia a la gente que está dispuesta a sacrificar a cualquier de ellos? Esa es la respuesta a por qué había que defender territorios, provincias y personas. Llevamos ocho años haciendo todo lo posible por utilizar la influencia política y poner en práctica la voluntad política registrada en los acuerdos de Minsk. Petr Poroshenko, que firmó estos documentos, afirmó una vez más que los acuerdos de Minsk eran necesarios únicamente para aumentar la fuerza militar del régimen de Kiev. En Kiev no se perseguían otras metas y objetivos. Es una prueba más de lo que hemos dicho en repetidas ocasiones.
Nos gustaría subrayar una vez más que todos los delitos de este tipo (ahora sólo hablamos de sus manifestaciones bárbaras) se registran e investigan minuciosamente para llevar ante la justicia a todos los implicados. Es indicativo que los crímenes de guerra del régimen de Kiev son confirmados incluso por organizaciones no gubernamentales occidentales. Lo hacen con dificultad, incluyendo sin cesar en sus comunicados de prensa y declaraciones palabras en el sentido de que Rusia supuestamente está haciendo lo mismo. Lo hemos oído todo. Incluso cuando nadie hacía nada, la culpa era nuestra. Pero a pesar de los equívocos propagandísticos y las interminables acusaciones a Rusia, incluso Human Rights Watch se ve obligada a admitir que el régimen de Kiev está violando todo lo que el propio régimen y toda la “comunidad mundial” representada por el Occidente colectivo han acordado.
Un reciente artículo publicado en el sitio web de Human Rights Watch señala el uso de minas antipersonal Lepestok prohibidas en Izium y sus alrededores (en la provincia de Járkov) por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Nuestro Representante permanente ante la ONU, Vasili Nebenzia, no sólo habló de los Lepestok, sino que lo demostró en la sede de la Organización. ¿No es una prueba? Hace un par de meses que los medios de comunicación mundiales, que no han llegado al Donbás en tantos años (y siguen informando de lo que han aprendido de otros), tuvieron la oportunidad de ver en Nueva York por sí mismos de qué se trata. Ahora Human Rights Watch habla de ello. ¿Quizá tenga sentido darse cuenta de que Rusia tiene razón después de todo? Ya que todo lo que dijo el Representante ruso en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU fue confirmado en materiales de organizaciones que nunca han demostrado simpatizar con nosotros. ¿Quizá tenga sentido admitir que también deberían haberse tenido en cuenta otros hechos? El documento de Human Rights Watch pide a las autoridades ucranianas que lleven a cabo una investigación minuciosa sobre todo el uso de minas antipersonal y que vuelvan a cumplir la Convención de Ottawa sobre la prohibición de minas antipersonal, que Ucrania ratificó en 2005.
¿Se cumplirá este llamamiento de una organización internacional a Ucrania? Nunca. No habrá investigaciones, no habrá nada. Simplemente porque Kiev sólo hace lo que le ordenan desde EEUU, Reino Unido y las estructuras de la OTAN. Hasta ahora, sólo hay una orden: destruir a las personas, independientemente de su etnia y religión, para infligir una “derrota estratégica” a nuestro país. Se trata de luchar hasta el último ucraniano, desde el punto de vista de EEUU y de todos los mecanismos de la OTAN. Kiev no llevará a cabo ninguna investigación.
Durante años, Bruselas y Washington han pedido públicamente a Vladímir Zelenski (y antes, a Petr Poroshenko) que luche contra la corrupción. No ha pasado nada. Aunque en todas las promesas preelectorales (antes de las elecciones presidenciales o legislativas) se mencionaba constantemente la lucha contra el lavado de dinero y la anarquía absoluta en el ámbito financiero. Este tema era el segundo después de la paz y el acuerdo de paz. No se ha hecho nada al respecto. Para ser más precisos, ocurría exactamente lo contrario: la corrupción avanzaba a toda velocidad en paralelo a la escalada de las hostilidades.
Los emisarios que acudieron a Bánkovaia se preocupaban sobre todo por ellos mismos, ya que todas las tramas de corrupción del régimen de Kiev conducen no sólo a bancos y personalidades ucranianos. La investigación conduce a donantes y patrocinadores. Todos los fondos pasan por el régimen de Kiev y se devuelven. Luego se produce un reparto entre quienes se hacen pasar por los gobernantes de Ucrania (en realidad son personal contratado al servicio de los intereses de la OTAN) y el grupo de poder anglosajón, interesado en suministrar y aumentar la financiación.
Cuando todo salió a la luz y la corrupción mundial entre Washington, Londres, Bruselas y Kiev llegó a conocimiento de los periodistas occidentales, representantes especiales de todas las agencias occidentales instaron a Vladímir Zelenski a llevar a cabo castigos ejemplarizantes y purgas. Todo esto se muestra en directo en Ucrania.
Se perseguirá y reprenderá a los culpables. Pero todo el mundo comprende que durante años se ha elaborado un esquema de tramos, ayudas multimillonarias, préstamos y fomento sin fin de reformas innecesarias y perjudiciales (para Ucrania, en primer lugar) pagadas generosamente a expensas de los contribuyentes occidentales. Este esquema funciona para el Occidente colectivo y las personas que representan los intereses de Occidente, no de Ucrania, aunque se hagan llamar políticos ucranianos. Exactamente lo mismo ocurrirá con todos los crímenes de guerra.
Lo más probable es que ahora empiecen a hacer con el material de Human Rights Watch lo mismo que hicieron con documentos anteriores de estructuras similares. Lo retirarán de los medios de comunicación controlados, lo alterarán. Ya hemos visto cómo los medios alemanes han citado estos datos, intercalándolos con mucha habilidad con palabras sobre Rusia, en lugar de poner el énfasis principal en los crímenes del régimen de Kiev.
Mientras tanto, la vida pacífica vuelve poco a poco a los territorios liberados del régimen de Kiev. Hasta la fecha, los militares rusos han limpiado de minas más de 32.000 hectáreas de territorio y han inspeccionado más de 2.800 edificios y 28 km de carreteras. Se han encontrado y destruido más de 975.000 objetos explosivos. Se están reconstruyendo las nuevas provincias rusas. Se han reparado y construido 575 km de carreteras, 16 puentes y 3.500 instalaciones energéticas. En Mariúpol y otras ciudades de las provincias liberadas se están reconstruyendo y construyendo activamente nuevas viviendas.
Condenamos firmemente la retórica cada vez más agresiva y belicosa de los funcionarios occidentales, que últimamente no han tenido reparos en hacer declaraciones altisonantes sobre el conflicto ucraniano. Los entiendo. Ven que han llegado a un punto muerto y carecen de argumentos para explicar a sus propios ciudadanos lo que han hecho, en particular al continente europeo. Así que gritan de una manera histérica y aguda, tratando de encontrar alguna explicación a lo que están haciendo.
En este contexto, hemos prestado atención a las palabras del Presidente de Francia, Emmanuel Macron, que, respondiendo a la pregunta sobre un posible suministro de aviones a Ucrania, destacó que nada fue prohibido en principio, a condición de que, entre otras cosas, eso sería útil para las FF.AA. de Ucrania, no entrañaría una escalada del conflicto y ataques contra el territorio de Rusia, no debilitaría la capacidad defensiva de la misma Francia. Es algún absurdo. La disposición de Paris a suministrar a Kiev cazas fue confirmada también por el Ministro de Defensa de Francia, que visitó Ucrania el pasado 28 de enero. ¿Está seguro el Presidente de Francia de que suministros de armamentos pesados y aviones al régimen kievita, para que pueda llevar a cabo las hostilidades, no resultarán en una escalada de la situación? Me niego a pensar que un adulto puede tener tal lógica.
Las declaraciones de este tipo solamente aumentan el apetito ya insaciable del régimen de Zelenski, que, bombardeando hospitales y matando los civiles en masa, ha mostrado claramente cómo las “inyecciones occidentales” “no resultan en una escalada del conflicto”. Es que “proporcionan la paz”. ¿Tal vez estos aviones arrojarán galletas y dulces? Tengo otra opinión. Hace unos días, el viceministro de Asuntos Exteriores de Ucrania y el ex embajador de Ucrania en la República Federal de Alemania, Andréi Mélnik, exigió que Alemania les diera submarinas para echar la flota rusa del mar Negro. El asesor del jefe de gabinete del Presidente de Ucrania, Mijaíl Podoliak, dijo que Ucrania mantuvo negociaciones intensas con los países occidentales sobre suministros de aviones y misiles de largo alcance a Ucrania. ¿Decidieron pedir submarinas a Alemania en el marco de la desescalada también? ¿Para asustar delfines? Hay que preservar alguna razonabilidad en todas declaraciones.
Si es una decisión de principio tomada por algún país soberano, entonces, sus dirigentes deben responder por sus acciones, no contradecirlas con sus palabras, no pensar que se puede esconderse detrás de frases sobre la paz y desescalada, al mismo tiempo, firmando otros decretos y órdenes sobre proporción de armamentos y vehículos pesados para respaldar el régimen nazi. Eso no está bien y no funcionará. No es la solución.
Ahora, en el continente europeo, particularmente en Francia, cientos de miles de ciudadanos comentan la locura en el espacio de los países europeos. Debería ser una buena señal. Es que no se trata de la propaganda rusa. Reitero que, debido a los esfuerzos de los dirigentes franceses, el campo de información de Francia ha sido limpiado de la televisión rusa, RT France en especial. Responderemos a eso, pero no se trata de eso. El acoso ha estado en marcha desde hace mucho tiempo. Ahora no hay transmisión, no hay personas que, desde el punto de vista del Palacio del Elíseo, amenazaban a la seguridad de la información de Francia. ¿Ahora hay menos problemas? ¿Son menos agudos para los franceses? Han existido y siguen existiendo. Van a empeorarse con esta política del Palacio del Elíseo.
El pasado 31 de enero, se enteró de que la empresa armamentística alemana Rheinmetall planeaba de suministrar a Ucrania hasta 139 tanques Leopard en caso de necesidad. Además, su jefe, Armin Papperger, en una entrevista para la agencia Reuters, informó sobre la capacidad de la empresa de aumentar varias veces la producción de proyectiles de artillería y municiones para tanques, y su intención de establecer la producción de lanzamisiles múltiples estadounidenses HIMARS en Alemania en colaboración con la empresa Lockheed Martin. Claro, ¿Alemania no es una parte del conflicto? ¿O todavía hay dudas al respecto? Miren las intenciones mencionadas. No será hecho como una parte de asistencia humanitaria, ni siquiera serán los empleados de la empresa alemana los que pagarán juntos por los envíos de equipos a Ucrania. Será un pedido de Estado y, correspondientemente, una decisión política.
Quisiéramos resaltar otra vez: las fuerzas armadas de Rusia considerarán cualesquiera armas suministradas al régimen kievita nazi como objetivos militares legítimos y las destruirán.
Los que no se han entendido todavía, reiteraremos: ayudando a Ucrania, Occidente persigue sus propios fines egoístas. Es por una sola razón: ayuda no al pueblo ucraniano, sino al régimen kievita en su lucha contra nuestro país. Todas las armas enviadas a Kiev fueron pagadas con la sangre de ucranianos ordinarios, forzados a ir al frente para defender los intereses financieros y aspiraciones geopolíticas de EEUU y sus aliados. Esta aventura sangrienta no tiene otro sentido. Hay solo uno.
Sería incorrecto decirlo así, pero muy conciso: EEUU ha tardado mucho tiempo en encontrar a los que cumplirán esta misión. Los únicos que han sido encontrados y que han perdido toda la conciencia e intelecto ha sido el régimen kievita de Zelenski. Pero tales personas son rarísimas: nacieron en su propia tierra y destruyeron todo con que habían soñado sus padres y abuelos. Es casi imposible encontrar a tal persona en la historia. Pero existe una - Zelenski. No es tan fácil arruinar un país de este tipo con sus propias manos. Es un hombre talentoso.
En este contexto parecen sacrílegas las conversaciones sobre confiscaciones de activos rusos, presuntamente para la restauración de Ucrania. Es paradójico: quitar dinero ilícitamente para restablecer Ucrania que ahora está en plena destrucción debido a las armas suministradas allí. Es un esquema muy perverso.
La penosa situación de Ucrania pesa enteramente en la conciencia (aunque no la tienen) de los países de la OTAN. Los abogados occidentales se dan de calabazadas sobre la búsqueda de un método legal de enajenar los mencionados bienes. Es obvio que todos estos fondos no alcanzarán a los ucranianos comunes y se quedarán en bolsillos de los malversadores kievitas y sus cómplices extranjeros. Ahora, en línea, se ofrecen espectáculos de circo gratis: cómo van a combatir la corrupción en un par de días. No he visto un espectáculo de tal magnitud desde hace mucho tiempo. Un día, todas las personas a quienes se podía tender la mano, camaradas, socios más próximos, incluso compañeros de los negocios, fueron llamados inadecuados. Es normal, pasarán dos días del circo y todo volverá a la normalidad.
Estos patrocinadores e ideólogos tratan de justificar la idea de expropiación de los activos rusos, con los cuales serán pagados otros suministros de armas, asistencia de asesores occidentales, instructores, etc. Las cantidades de dinero reales gastadas por Occidente son colosales. ¿Para qué necesitan los activos rusos? Para dar un “hueso” de información a los ciudadanos europeos que ya no saben qué pancartas tomar a la calle para escribir en letras mayores la pregunta: ¿qué hacen los dirigentes de los países de la UE y para qué necesitan financiar la masacre en Ucrania? No hay respuesta, por eso hay que darles cualquiera cosa. Van a contar que lo realizan no con el dinero de los contribuyentes europeos, sino el dinero quitado de los “malos rusos”. La lógica es clara. No hay nada secreto. Todo es obvio.
Tenemos que decepcionarles – no hay método legal de apoderarse de los activos rusos. Entiendo que todo es posible en el mundo impuesto por Occidente colectivo, donde puede faltar la presunción de inocencia (cómo decía desde una tribuna alta el Ministro de Justicia de la República Federal de Alemania), donde un país, persona o empresa se declaran no acusados, sino culpables. Pero si hablamos del derecho y legitimidad que han sido vigentes por décadas, no hay un método legítimo de arrebatar algo de alguien y después asignarlo a otros. Incluso un niño sabe tales verdades universales. Consideraremos los intentos de violar nuestra propiedad y activos como expolio y los responderemos correspondientemente.
La mejor manera de devolver la paz y la perspectiva de reconstrucción a Ucrania es satisfacer las conocidas exigencias de Rusia y reconocer las realidades que se han desarrollado recientemente y las que se han producido antes. Tenemos que vivir en el mundo real, no inventar uno inexistente.
Al armar a Kiev y convertir la ciudad en su herramienta cada vez más obediente para contrarrestar a Rusia, el Occidente colectivo sigue apoyando a los neonazis ucranianos y, por supuesto, haciendo la vista gorda ante sus atrocidades y crímenes. En este contexto, la decisión de la corporación estadounidense Meta de retirar de su lista de personas y organizaciones peligrosas al neonazi Destacamento de Operaciones Especiales "Azov", reconocido en Rusia como organización terrorista por numerosos crímenes de guerra, incluso contra civiles, es bastante reveladora. Por cierto, el Congreso de Estados Unidos la reconoció como "descaradamente nazi" y "fascista" ya en 2015. Entendemos perfectamente que los valores occidentales son tales que cambian bajo la influencia de la situación, del tiempo y de los ciclos electorales.
Todos los medios son buenos en el "trabajo" de Occidente contra Rusia: desde el bombeo de armas a los títeres de Kiev hasta el lavado de cerebro a su propia población mediante la reproducción de falsedades sobre nuestro país, la imposición de valores perversos y la manipulación a través de las capacidades tecnológicas.
El régimen de Zelenski continúa movilizando de manera masiva a la población masculina del país, utilizando a menudo métodos sutiles (intimidación, acoso, palizas) y la fuerza bruta en todas sus formas. Varios medios de comunicación, incluso en Europa, han aplicado la expresión "secuestro" a este proceso. No se consigue la mejor palabra. El Servicio de Seguridad de Ucrania y sus herramientas informativas intentan desmentir dichas afirmaciones. Pero, ¿a quién hay que culpar? Así es como se está llevando a cabo la búsqueda (en realidad captura y secuestro) de personas en Ucrania.
Esto empieza a preocupar no solo en Ucrania, sino también en los vecinos Hungría y Rumanía donde están seriamente preocupados por el reclutamiento masivo de sus compatriotas en las Fuerzas Armadas ucranianas. Se trata de un secuestro real, cuando la gente se ve obligada a llamar a los servicios especiales de seguridad porque no está claro quién empuja a los jóvenes a los coches y se los lleva en dirección desconocida. Y estos gritan y no pueden hacer nada.
Hungría y Rumanía ya se han enfrentado antes a flagrantes violaciones de sus propios derechos legales por parte del régimen de Kiev. Entonces no eran tan bárbaros y salvajes. Se vulneraron los derechos lingüísticos, culturales y políticos. Ahora se está produciendo una verdadera "captura" de la población. Budapest se hace una pregunta razonable: ¿por qué se permite a la minoría nacional húngara morir luchando por Ucrania, pero se le prohíbe hablar su lengua materna? ¿Esto afecta solo a Hungría y a los húngaros que viven en Ucrania? No, concierne a todos. Este es el régimen.
Todo esto demuestra una sola cosa: las autoridades ucranianas y sus amos occidentales perciben a los habitantes del país como carne de cañón y están dispuestos a sacrificarlos sin pensárselo dos veces por sus propios intereses y ambiciones criminales.
Por mucho que Occidente intente perjudicar a Rusia engañando a la comunidad internacional sobre sus verdaderos e interesados objetivos en Ucrania, la historia pondrá todo en su lugar y dará a cada uno lo que se merece. Registraremos regularmente todos los pasos, hechos y acciones criminales del régimen de Kiev, no solo para que pasen a los anales de la historia, sino también para investigar e imponer un castigo justo.
Acciones islamófobas en varios países europeos
En relación con los recientes estallidos islamófobos en Suecia y los Países Bajos, insistimos en nuestra posición de principio de que las acciones dirigidas a insultar los sentimientos de los creyentes y a incitar al odio interreligioso son inadmisibles. Me gustaría señalar que no se trata de una postura oportunista, que se utiliza para adaptarse a una agenda favorable o desfavorable. Esta es nuestra posición inquebrantable. Llevamos muchos años manifestándolo, promoviéndolo en foros internacionales, votando a favor e iniciando nosotros mismos los documentos pertinentes.
Nos indigna especialmente el hecho de que las concentraciones antimusulmanas fueran aprobadas por las autoridades locales. Consideramos hipócrita justificar las manifestaciones de intolerancia religiosa con un compromiso con la libertad de expresión. Son cosas completamente distintas.
La Resolución 75/258 de la Asamblea General de la ONU, adoptada por consenso el 26 de enero de 2021, establece que, de conformidad con el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el ejercicio de la libertad de expresión conlleva ciertas obligaciones.
Apoyamos al Alto Representante del Secretario General de la ONU para la Alianza de Civilizaciones, Miguel Moratinos, en la condena del vil acto de quemar el Corán y en su equiparación con un acto de odio contra todos los musulmanes que nada tiene que ver con la libertad de expresión.
Compartimos su preocupación por el aumento de la intolerancia, la incitación al odio y la discriminación por motivos religiosos, que está provocando un incremento de los sentimientos islamófobos, cristianófobos y antisemitas en todo el mundo.
Estoy segura de que dentro de siglos, los mismos (o los que queden) representantes de un mundo en el que es normal quemar un objeto sagrado para millones (por no decir miles de millones) de personas se arrepentirán de lo que ocurrió, por ejemplo, hace un siglo. ¿Quizá haya que sincronizar los procesos de alguna manera? Quizá los Países Bajos deberían arrepentirse hoy, no por el pasado esclavista de hace un siglo, sino por la actual manifestación de odio religioso en su sociedad. Eso tendría mucho sentido, ¿verdad?
Respuestas a las preguntas:
Pregunta: El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, de visita en Corea del Sur, pidió a las autoridades de ese país que aumentaran su apoyo a Ucrania. ¿Qué opina de este llamamiento? ¿Se trata de un intento de arrastrar al mayor número posible de países a la crisis ucraniana?
Respuesta: Los intentos occidentales de llevar las capacidades de poder de la OTAN a Asia constituyen un reto clave para la seguridad regional. Se ha dicho en repetidas ocasiones y se han dado ejemplos concretos de cómo está sucediendo todo. Esto incluye la creación de nuevas alianzas. Su propósito es obvio: desestabilizar la situación en interés de Estados Unidos en la región geopolítica de Asia-Pacífico. Además, se trata de torcer el equilibrio de poder existente y de comunicarse entre sí según el principio de "hacer amigos contra alguien", entre otras manipulaciones.
La línea de globalizar su mandato, aprobada en la cumbre de la Alianza del Atlántico Norte del año pasado, está siendo seguida activamente por sus socios orientales: Japón, la República de Corea, Australia y Nueva Zelanda. Estos son los puestos avanzados a través de los cuales se persigue esta ideología. El cuarteto ha constituido de facto un mecanismo de coordinación para garantizar la "residencia" permanente de la OTAN en la región Asia-Pacífico. La identidad asiática que antaño profesaban estos países se ha perdido en lo esencial. La doctrina de confrontación del euroatlantismo y el juramento a la agenda de la OTAN son incompatibles con los principios fundamentales de Asia de codesarrollo pacífico e integrador y de consideración mutua de intereses.
Antes de eso, Asia se desarrollaba sin la intervención activa de la OTAN (no tomamos en cuenta actividades locales, rutinarias de inteligencia, etc.). El paraguas de la OTAN no se ha abierto globalmente sobre la región. Y miran qué fantástico ritmo de crecimiento demostraba la región. De hecho, superó las cifras y oportunidades previstas. No hace mucho se publicaron las cifras del año pasado. Y tales resultados tras dos años de la pandemia que ha puesto patas arriba los tradicionales vínculos económicos.
La región Asia-Pacífico se está convirtiendo en el mayor centro de vida económica, financiera y comercial de nuestro planeta, no por explotar los recursos de otras partes del mundo, sino por su laboriosidad, el desarrollo de la ciencia, la tecnología, el uso eficiente de la mano de obra, las oportunidades y el desbloqueo del potencial. Ahora hablo de una especie de Rubicón, porque Occidente, por supuesto, no podría soportar tanta humillación. ¿Cómo es posible que las antiguas colonias no solo empiecen a ser políticamente activas e independientes, sino que lleguen a estar por encima de quienes explotaron esos recursos en Occidente? Por supuesto, este deseo de la OTAN de "infiltrarse" en la agenda de la región a la que el bloque no pertenece (recuerdo que así es como se denomina la Alianza del Atlántico Norte), significa solo una cosa: la desestabilización de la situación en esa parte del mundo.
Lo que va a pasar después es la pregunta del tiempo. La única pregunta es si la región tiene suficiente potencial interno e inmunidad para resistir esta actividad destructiva. La doctrina de confrontación del euroatlantismo y el juramento a la agenda de la OTAN son incompatibles con los principios fundacionales de Asia de codesarrollo pacífico e integrador y de acomodación mutua de intereses. También se creó la alianza AUKUS (EEUU-Reino Unido-Australia) con el fin de establecer la OTAN en la región.
El concepto de indivisibilidad de la seguridad, del que siempre hemos hablado y que antes se estipulaba en documentos conjuntos con los occidentales, se vio trastrocado. La idea fue hollada. Se está interpretando en forma perversa de la ideología del espacio unificado de la región euroatlántica y del Indo-Pacífico, inventada por la OTAN y la AUKUS respectivamente.
Tenemos noticias de los planes de la OTAN para entrar en el perímetro de la ASEAN a través de los mecanismos creados en torno a la Asociación, incluyendo las reuniones de los Ministros de Defensa del G-10 con los socios dialogantes.
No hay que olvidar que las funciones de la presencia cuasi-OTAN en Asia también han empezado a ser desempeñadas por la UE, que se ha reclasificado a sí misma como la rama europea de la Alianza. Esta entidad político-militar de facto, que se esconde tras la ya ruinosa marca de asociación económica, intenta ingresar en formatos multilaterales no solo en el Pacífico, sino también en el Océano Índico, donde busca un nuevo campo de actividad en la Asociación para la Cooperación Regional del Océano Índico, que siempre intenta trabajar en una agenda constructiva.
Creo que pronto veremos qué tendencia gana. Ojalá la estabilidad inherente a esta región, basada en la deliberación, la sabiduría y el carácter integrador de países que han pasado por momentos difíciles a lo largo de los siglos como colonias y semicolonias, se convirtiera de hecho en un código de protección e inmunidad frente a las actividades destructivas de la OTAN, que no ha conseguido mostrar su mejor versión en cualquier momento oportuno. La verdad es que la Organización no ha mostrado ninguna otra versión de sí misma.
Pregunta: ¿Podría comentar las recientes declaraciones de la Presidenta del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Siofra O'Leary, sobre la exclusión de Rusia del Consejo de Europa como "Estado agresor" y los planes del Tribunal de considerar las denuncias contra Rusia con carácter prioritario?
Respuesta: Es tan ridículo que linda con la histeria. No paran de hablar de excluir a Rusia, de expulsarla, de echarla del Consejo de Europa.
Permítanme recordarles cómo era. Estos son hechos históricos. El 15 de marzo de 2022, Rusia, de plena conformidad con el Estatuto del Consejo de Europa, anunció su intención de abandonar el Consejo de Europa tras una decisión del Comité de Ministros de ese organismo que restringía los derechos de nuestro país. Al día siguiente, este organismo, absolutamente contrario a las normas de su propia Carta, "expulsó" a Rusia del Consejo de Europa de la noche a la mañana. Posteriormente, cuando entraron en razón, el Comité de Ministros intentó "prorrogar" arbitrariamente el Convenio Europeo de Derechos Humanos durante otros seis meses para Rusia. Las acrobacias legales son realmente fantásticas. Siempre pensaba que es una capacidad de utilizar las normas jurídicas de forma correcta, competente y eficaz para defender su propia postura. Pero en nuestro caso se trata de una especie de perversión de las normas jurídicas. Sin embargo, esto no cambiará lo principal: la Convención y la jurisdicción del Consejo de Derechos Humanos cesaron para Rusia igual que su membresía en la organización. Es decir, a partir del 16 de marzo de 2022. La cuestión no es el "intento" de Moscú de eludir su responsabilidad, como afirma el Presidente del Tribunal, sino el hecho de que este convenio está destinado exclusivamente a los miembros del Consejo de Europa. Sin la plena membresía en el Consejo de Europa, la participación en la CEDH es imposible. Comprendo que la gente que pretende hablar de libertad de expresión mientras bloquea a los medios de comunicación, sin darse cuenta de la incoherencia, tendrán sus propias ideas sobre la realidad. Viven en un mundo ficticio.
Una vez más. Sin la plena membresía en el Consejo de Europa, la participación en el CEDH es, en principio, imposible.
No debemos olvidar que la Federación Rusa sigue siendo parte de varios tratados universales de derechos humanos que consagran un abanico de derechos y libertades más amplio que el Convenio Europeo.
A pesar de que Rusia no es miembro del Consejo de Europa desde el 16 de marzo de 2022, las discusiones en el seno de esta organización contra nuestro país no han amainado. Nos hemos "marchado" y ellos siguen pensando que estamos en la "habitación". Pero ya no estamos allí. Pero como viven en su mundo imaginario, no les interesan los hechos. Así que siguen hablando de nosotros. Parece que las estructuras de Estrasburgo están compitiendo entre sí en retórica antirrusa, sin prestar atención a los problemas reales que tienen ellas mismas. Sí, nos hemos ido, pero Europa sigue teniendo sus propios problemas. Pero esto no es interesante. Y más que eso, tienen problemas con los derechos humanos, y muchos. Pero no, todo gira en torno a Rusia. Creo que es el verdadero amor.
Las actuaciones del Tribunal de Derechos Humanos caen en la misma categoría. Permítanme recordárselo de nuevo. La jurisdicción de este organismo ya no se aplica a la Federación Rusa.
La Presidenta del órgano judicial ha tachado a Rusia de "Estado agresor" (recordemos que se trata de una "juez") tras ceder a su obligación de permanecer neutral. Así que tengo una pregunta, y no una por preguntar. ¿Puede un miembro del Tribunal, que tiene pruebas de los bombardeos sistemáticos de Ucrania contra la población civil de las repúblicas de Donbás desde 2014, no saber que la operación militar especial rusa se inició de conformidad con el artículo 51 de la Carta de la ONU "derecho a la legítima defensa individual y colectiva"? Pues, ¿dónde han estado todos ellos durante ocho años desde 2014?
Es revelador que más de un tercio de los casos "prioritarios" para el Tribunal, como afirma sin pudor el personaje que Usted ha citado, se refieran a Rusia, un Estado no miembro del Consejo de Europa. Somos un tercio de todo lo que están haciendo. ¿Cómo es posible? Una gran pregunta. Quizá para ellos seamos el centro del universo.
No estamos ante un juez, sino ante un funcionario que está cumpliendo un encargo político. ¿Puede el TEDH, a la vista de todo esto, pretender ser una Themis imparcial, movida por los más altos ideales, no por motivos inferiores? La respuesta es obvia. No, no puede.