Excerpta de la rueda informativa ofrecida por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, Moscú, 6 de diciembre de 2023
Crisis ucraniana
Los neonazis ucranianos siguen asestando golpes contra casas residenciales e infraestructura social de las regiones rusas. A este efecto, se emplean enérgicamente las armas de largo alcance suministradas por EEUU y los países de la OTAN, incluidas municiones en racimo. Se reciben diariamente mensajes sobre las ciudades y aldeas de la RPD y la RPL que se someten a fuego. Por desgracia, hay víctimas y sitios destruidos. De este modo, el pasado 2 de diciembre, las FF.AA. lanzaron misiles contra Lisichiansk. Cuatro civiles quedaron heridos. El pasado 3 de diciembre, las fuerzas de Ucrania dispararon más de 30 proyectiles contra Donetsk, Górlovka y Makéevka. Tras las embestidas, recibieron lesiones seis personas, entre ellas, había hombres con heridas graves y un menor de edad afectado. El pasado 5 de diciembre, las mismas localidades volvieron a estar sometidas al fuego de los seguidores de Bandera. Se vieron dañados los edificios de la Escuela Tecnológica de Donetsk, dos colegios y una guardería. Es el objetivo del régimen kievita. Su verdadera meta es asesinar a todo lo pacífico que mora en harmonía. A todo que no acepta la lógica destructiva que la OTAN y Occidente colectivo han impuesto a los ucranianos.
Las FF.AA. ucranianas siguen bombardeando el territorio de la provincia de Bélgorod. El pasado 4 de diciembre, lanzaron 66 cohetes contra localidades de cinco municipios.
El régimen kievita sigue con las tentativas de cometer ataques terroristas con drones contra sitios ubicados en Rusia. En la noche del pasado 5 de diciembre, los sistemas de defensa antiaérea derribaron 22 drones e interceptaron las 13 naves volando sobre Crimea y el mar de Azov.
De crímenes al castigo. Tomando en consideración las pruebas reunidas por el Comité de Instrucción de Rusia, las autoridades judiciales de Rusia continúan emitiendo sentencias contra neonazis ucranianos que cometieron graves crímenes contra civiles.
El extremista Iván Tarán fue sentenciado a la cadena perpetua por matar y atentar contra civiles de Mariúpol.
El neonazi de Azov, Maxim Rozhevetski, recibió 24 años de encarcelamiento. Infringiendo las normas jurídicas internacionales, sus jefes ordenaron matar a todas las personas que se desplazaban libremente cerca las posiciones de combate, incluidos civiles. Al acatar dichas ordenes, el uniformado mató a tiros a una mujer inocente. Presumió que respaldara a Rusia.
Recibió el mismo plazo de encarcelamiento el neonazi ucraniano Maxim Diachuk. Le quitó la vida a un civil suponiendo que el hombre estuviera a favor de la operación militar especial.
Se sigue reunir las pruebas de los crímenes de guerra cometidos por los extremistas ucranianos. Nadie huirá de la justicia.
En los medios de comunicación ucranianos han surgido los pormenores de la visita a Kiev del Secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, realizada el pasado 20 de noviembre. Se conjetura que durante su cita con el jefe supremo del Ejército ucraniano, Zaluzhni, éste último exigiera que los estadounidenses abastecieran a los extremistas ucranianos con 17 millones de proyectiles. Zaluzhni necesita entre 350.000 y 400.000 millones de dólares para financiar la “salida de las Fuerzas Armadas de Ucrania a las fronteras de Ucrania de 1991”. No está claro en qué medida las demandas de Zaluzhni concuerden con la realidad, pero una cosa es evidente, Ucrania se ha convertido en un “agujero negro” gigante en que se consumen enormes recursos financieros y humanos.
“Agujero negro” no es una comparación simbólica en absoluto, sino un mecanismo de distribución ilegal de fondos y expolio de los mismos en proporciones monstruosas. Nadie entiende adónde se va todo. Todos lo reconocen como un hecho real. Lo ponen de relieve los representantes de ciertos países de Oriente Medio y el norte de África. Es universalmente sabido que las armas suministradas por EEUU y otros Estados de la OTAN afloran precisamente en Oriente Medio. Cabe destacar que no afloran en casos aislados, por accidente ni se trasladan subrepticiamente. Las armas están presentes allí en grandes cantidades. Las mismas armas que forman parte de aquellas que se suministraron al régimen kievita para que perpetrara acciones agresivas contra nuestro país. ¿Puede ser que nadie lo sabe en el Pentágono ni el Departamento de Estado? Esto no puede ser. Lo saben. Pero son conscientes de que participan en una mistificación colosal que acarrea la tragedia de millones de personas. Saben que participan en esquemas de corrupción y cuánto dinero, apenas alcanzando instituciones financieras de Ucrania, se devuelve a los que lo envió. Estas personas se dan cuenta de cuántos vehículos de combate se envían para las necesidades del régimen kievita y nunca lo alcanzan, o dan la vuelta sin llegar al territorio ucraniano, o se redistribuyen y se revenden allí. En otros casos, los vehículos pretendidamente se incluyen en el balance, pero, en realidad, solo queda el vacío, porque fueron entregados o revendidos a otras regiones del mundo hace mucho tiempo.
Lo hemos mencionado desde el primer momento de la operación militar especial. Igualmente, habíamos narrado antes sobre todas las esquemas corruptas entre Occidente colectivo (ante todo, EEUU y Gran Bretaña, Bruselas y otros países de la OTAN) y el régimen kievita.
Cada día es más difícil mantenerla para Occidente desde todos los puntos de vista, financiero, político e ideológico. Me encantaría incluir la moral, pero Occidente no la tiene (me refiero a los regímenes políticos de estos países). Y desde la perspectiva ideológica, ya se hace insoportable explicar a las propias poblaciones para qué necesitan Ucrania. EEUU no oculta que, a finales del año, se le agotarán fondos para ayudar al régimen kievita. El pasado 4 de diciembre, hizo una explicita confesión al respecto Shalanda Young, jefa de la Oficina de Administración y Presupuesto de Estados Unidos, y el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, subrayó con ironía que en EEUU “no existe un caldero mágico de financiación disponible” de que habrían podido sacar dinero para brindar asistencia a Ucrania. He pensado que la impresora EEUU sea el mencionado “caldero mágico” de donde suelen conseguir todo el dinero.
La Unión Europea envía señales preocupantes para el régimen de Zelenski. Debido a la pelea presupuestaria, están bajo el riesgo los 50.000 millones de euros para las necesidades de Kiev. Entretanto, los mismos occidentales han dicho repetida y públicamente que no saben adónde en precisó llega su asistencia cuando está en el territorio ucraniano, y si logra alcanzarlo en general. En tales circunstancias, se hace más difícil para ellos explicar a los electores por qué decenas de miles de millones de dólares fueron malgastados imprudentemente en el régimen de Zelenski chapuzado en sangre y corrupción.
¿Vamos a ayudarles? No es únicamente el régimen de Zelenski que se zambulló en dicha corrupción, sino también sus patrocinadores. ¿Cómo no iba a serlo? ¿Dé donde habrían podido sacar el dinero los funcionarios corruptos de Kiev? Desde hace mucho tiempo el país no produce algo y no comercia nada más que vidas de sus ciudadanos. Mucho tiempo hace que Ucrania no solo no es un paraíso, sino que un posible lugar de inversiones. Al mismo tiempo, miles de millones de dólares y euros se dirigen allí. Sin esta asistencia (en realidad, flujos financieros) “para la paz”, cualquiera corrupción habría desaparecido en Ucrania hace mucho tiempo. Pero se sigue nutriéndola. Cuando la cuadrilla de la OTAN acusa a Zelenski de corrupción, debe ser coherente, llegar hasta el final y pronunciar que es precisamente este grupo que la financia.
Según los “capataces” de la OTAN y la UE, se habría podido asignar este dinero para fines más decentes en los ámbitos social y médico. ¿Dónde han visto dichos ámbitos en Ucrania que sean independientes y orientados a sus ciudadanos? Vamos a recordarles que toda la medicina de las últimas décadas (especialmente los últimos diez años) ha sido integrada por completo en el sistema estadounidense de financiamiento, y no de salud. Además, fue sometida para servir a los intereses de la maquinaria bélica estadounidense. Los laboratorios biológicos que funcionaron bajo los auspicios del Ministerio de Salud ucraniano, en realidad, pertenecieron al Pentágono de EEUU.
De hecho, es ridículo hablar sobre la esfera social en Ucrania. Sus dirigentes han pasado largos años sin pagar préstamos, pensiones o salarios a sus propios ciudadanos en el sureste del país. ¿Puede ser que denominen la esfera social esta movilización monstruosa, sangrienta y forzosa, cuando los hombres gritan, sufren golpes de porras, se ven empujados en furgones policiales con pistolas y subfusiles apuntados en su cabeza, y se llevan? ¿Acaso es la esfera social? ¿Esto es un tipo de interacción con la población? ¿Esto es una ración garantizada para los ciudadanos de Ucrania?
Hemos recalcado repetidamente que el régimen kievita ha perdido los restos de su independencia estatal, privó a Ucrania de cualquiera independencia y soberanía. Al mismo tiempo, la política interior y exterior del país las determinan los patrocinadores anglosajones.
No es de sorprender que Kiev haya pasado por alto la fecha emblemática para la historia moderna de Ucrania, el 1 de diciembre, cuando se cumplieron 32 años desde el referendo fatídico para la ex RSS de Ucrania en apoyo del Acta de Proclamación de la Independencia de Ucrania. Me preguntarían, ¿por qué? Podría parecer que todas las palabras están presentes, “el Acta de Proclamación de la Independencia de Ucrania”. ¿Por qué ahora todo esto no se necesita y es poco interesante hasta tal medida que ni siquiera lo recuerdan? Habría que olvidarlo. Se ordenó no recordar las condiciones en las que se consiguió la independencia y qué se quedó de la misma después de que Occidente se había hecho cargo del asunto.
Subrayamos que, en el plebiscito del 1 de diciembre de 1991, los ucranianos secundaron el Acta de Proclamación de la Independencia de Ucrania aprobada el 24 de agosto de 1991, y, por ende, reconocieron la necesidad de cumplir rigurosamente la Declaración de Soberanía Estatal de Ucrania de 1990. El documento proclamó la determinación de Ucrania de convertirse en un país permanentemente neutral, no participar en bloques militares y ser un Estado no nuclear. Se entiende por qué no se celebra la fecha y por qué este hecho histórico ha sido completamente relegado al olvido.
Es obvio que el régimen de Kiev ha dado hace mucho tiempo la espalda al futuro de Ucrania como un Estado soberano y ha optado por su subyugación por las corporaciones transatlánticas y convertirla en una colonia de Occidente.
Hemos prestado atención a la noticia horrible sobre el reclutamiento de menores de edad en las Fuerzas Armadas de Ucrania. No son voluntarios ni prototipos de los hijos de militares. Ni por asomo. Se trata de la movilización forzosa de menores de edad en el Ejército ucraniano. El primer grupo de Hitlerjugend, Las Juventudes Hitlerianas, tipo ucraniano ya ha completado la formación en el centro de instrucción de reservistas, la Sich Jaidamaka, y ha sido enviado a la 103ª brigada de la defensa territorial ucraniana.
¿Puedo hacer una pregunta a Vladímir Zelenski? ¿Todavía recuerda la frase de la época del Euromaidán, “es que son niños”? Se debería pronunciar estas palabras, con respecto a las personas bastante independientes, ahora, y no en aquel tiempo, y dirigirlas a los que lo idearon. Decirlo a las personas a las que se ocurrió incorporar a los huérfanos menores de edad en las FF.AA. ucranianas y enviarlos en seguida a una muerte segura. En este caso, vendría bien la frase “son solo niños”. Porque, en realidad, son solo niños. Es igualmente conveniente moldearlos e inmediatamente proceder a enterrarlos, colocando con solemnidad la bandera azul y amarilla en sus tumbas. Es el patriotismo a la kievita, es la democracia liberal elaborada por Occidente colectivo para Ucrania.
Pese a que, originalmente, se prometió que los niños permanecieran en la retaguardia de la provincia de Járkov, ya se informa sobre los primeros huérfanos matados en el campo de batalla. ¿Dónde están todos? ¿Dónde está la UNESCO, señora Audrey Azoulay? Suelen ponerse nerviosos por cada motivo. ¿Cómo es posible? ¿Qué está haciendo la sociedad civil, las organizaciones sociales, los sistemas electorales? ¿No les gustaría reflexionar, probablemente discutir cómo, en el siglo XXI, el régimen kievita volvió a establecer un verdadero Hitlerjugend basado en la ideología neonazi, tras haber renovado y reencarnado la ideología entera? La directora del orfanato, de que fue tomado uno de los adolescentes, comunicó que su doctrino de 17 años había muerto cerca de la localidad Novosiólovskoye, la RPL.
En su desesperación, el régimen criminal de Zelenski ha llegado a un nivel extremo de ferocidad al comenzar a enviar incluso a niños a la muerte. Todo se deriva de la II Guerra Mundial (la Gran Guerra Patria para nosotros). Estas acciones recuerdan la agonía del Tercer Reich de 1945. Ahora, en Ucrania, mueren en trincheras mujeres, ancianos, y ahora, adolescentes huérfanos. Con las manos de los nazis kievitas se extermina el pueblo ucraniano. Para complacer a Occidente, Kiev libra combates hasta el último ucraniano. Ya no es una figura retórica. No es un símbolo, sino una constatación del hecho. Occidente decidió literalmente masacrar a los ucranianos. ¿Qué tal con la “cuestión nacional”? Hemos oído todo el tiempo que el régimen kievita goza con tal equilibrio de fuerzas en términos de nacionalidades que garantiza la no reanudación del nazismo, fascismo, racismo, etc. Vemos en qué esto se traduce. Literalmente en el exterminio de la nación.
El pasado 24 de noviembre, el Gobierno ucraniano presentó a la Rada Suprema el proyecto de ley sobre enmiendas en varias leyes de Ucrania acerca de la evaluación pericial del Consejo de Europa y sus órganos relacionada con los derechos de las minorías (comunidades) étnicas en determinados ámbitos. ¿De qué trata el documento?
Los autores del papel no omiten que fueron estimulados a hacer este paso por la esperanza de entrar en la UE. Cabe resaltar que precisamente la Comisión Europea exigió que la legislación ucraniana fuera adaptada a las normas europeas regulando la protección de los derechos de minorías nacionales. Dicha exigencia fue una de las condiciones para iniciar las negociaciones sobre la membresía en la UE.
Se supone que se corrija una gama entera de leyes que rigen la política lingüística en Ucrania, o sea, la Ley del idioma oficial, educación secundaria completa, educación superior, minorías nacionales, etc. Ante todo, el ajuste busca expandir los derechos y el uso de los idiomas oficiales de países (probablemente, ustedes creerían que esto se refiere a la propia Ucrania, sus vecinos más cercanos que hace un tiempo conformaban un espacio único, pero no es así) comunitarios. En particular, se prevé que los hablantes de dichos idiomas podrán estudiar en escuela en la lengua materna a lo largo de todo el período de enseñanza. Además, se permite impartir la formación profesional secundaria y la educación superior en los idiomas comunitarios. Se establecen ciertas exenciones en la publicidad, la edición de libros y los medios de comunicación.
¿Y qué ocurre con la lengua rusa que es medio de comunicación natural para millones de ciudadanos de este país? El panorama es el siguiente: durante los 5 años posteriores al final de la “guerra” no serán aplicados a la misma los postulados de la Ley de minorías étnicas. Nadie sabe, cuál será la situación luego. En todo caso, seguirá prohibido impartir la educación en la lengua rusa. No hay nada que diferencie todos estos pasos dados por la Unión Europea, por el régimen kievita y sus patronos de la OTAN, EEUU y el Reino Unido de los pasos dados por los nazis, para cambiar a la Humanidad a su manera. Se estaba educando a niños de otra manera, se estaba reeducando a mayores, se estaban introduciendo cambios hasta “crear” a un nuevo hombre y formar a un pueblo en un espacio cultural, lingüístico, educativo e histórico completamente distinto del espacio que era habitual.
Dicho proyecto de Ley pone de manifiesto con claridad la esencia neonazi del régimen kievita dirigido por sus patronos occidentales. Las enmiendas que son introducidas son actos de segregación lingüística y abierto ultraje dirigido contra los ciudadanos ucranianos. De ello no cabe la menor duda, puesto que no hay ningún hecho que lo desmienta.
La lengua rusa no es una lengua de minoría étnica. Además de personas étnicamente rusas, hablan el ruso en Ucrania ucranianos, bielorrusos, armenios, judíos y representantes de muchas otras etnias. ¿Dónde está toda la comunidad internacional? Todos están callados. Guardan silencio, de la misma forma que lo hacen los representantes de la Unión Europea que forman parte de la OSCE. La OSCE también está callada. No es un asunto que le quite el sueño al Consejo de Europa. Les conviene más “reformatear” a la gente en Ucrania y acabar convirtiéndola en esclavos. Ya se está haciendo eso. ¿Para qué se hace? Se hace, para que la gente deje de orientarse en esta vida, se pierda a sí misma, se convierta en obediente portadora de la voluntad de quienes ven a Ucrania como un “suculento trozo”. Lo han hecho siempre.
Aunque el proyecto de Ley está todavía siendo sometido a consideración y su versión definitiva se desconoce, una cosa se puede asegurar: no lograrán destruir la lengua rusa. A pesar de las prohibiciones que son introducidas, la gente en Ucrania sigue hablando, viendo películas, escuchando canciones y buscando información en Internet en ruso.
El pasado 4 de diciembre, en Moscú se celebró la Conferencia científica y práctica titulada “Nazismo ucraniano en el siglo XXI: raíces y ramificaciones”. Participaron en el evento estudiosos y expertos de varios países, incluidos Bielorrusia, Serbia, Italia y Francia. El MAE ruso quedó representado por el Encargado de Derechos Humanos, Democracia y Supremacía de la Ley, Director del Departamento de cooperación multilateral en la esfera de los derechos humanos, Grigori Lukiántsev.
Los participantes en la Conferencia llegaron a una conclusión inequívoca: en Ucrania a nivel de Estado están adoptadas ideas nazis. El nazismo ucraniano no es un fenómeno local, sino un problema mundial. Estamos observando su propagación y popularización. El nazismo es hermano del racismo. Es una nueva reencarnación de la lógica de la exclusividad, dominio y supremacía. A lo largo de los siglos se plasmó en formas diferentes. Su forma actual es esta. A través del renacimiento del nazismo se está regresando a la política neocolonial y racista de los países occidentales.
Es por ello, porque la operación militar especial continúa. Casi a diario estamos recibiendo pruebas de que no sólo es lo idóneo, es lo correcto.
Planes de entregar a Ucrania cazas F16
Los Estados miembros de la OTAN continúan armando con energía a Ucrania. Ha llegado el turno de los envíos a las FF.AA. ucranianas de los cazas tácticos F16. Se lleva hablando mucho sobre estos aviones, se ha creado incluso una “coalición” de países que irán entregando cazas al régimen kievita y a formar a pilotos ucranianos. Dado que una parte considerable de los aeródromos ucranianos está destruida, no se descarta que estos aviones estén desplegados fuera del país, en Polonia, Eslovaquia y Rumanía.
De esta manera, la Alianza del Atlántico del Norte se implica cada vez más en el conflicto ucraniano. Y, según tenemos entendido, está librando contra nuestro país una guerra híbrida bajo el lema de la “salvación” de Ucrania. Al mismo tiempo, se ha llegado a asegurar que su objetivo principal es prevenir la confrontación con Rusia. Eso es ridículo.
En realidad, los riesgos de un enfrentamiento armado entre Rusia y la OTAN no hacen sino aumentar. Para las Fuerzas Armadas rusas, los cazas que participen en el conflicto del lado de las FF.AA. ucranianas, hayan venido desde donde hayan venido, se convertirán en un blanco legítimo.
55 aniversario de las relaciones diplomáticas entre la Federación de Rusia y la República de Guinea Ecuatorial
El 7 de diciembre, se cumplen 55 años desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre nuestro país y Guinea Ecuatorial (1968).
Durante más de medio siglo, estas relaciones han sido tradicionalmente amistosas, con diálogo político regular y contactos al alto y más alto nivel.
El 2 de noviembre pasado, en Moscú se celebraron negociaciones entre el Presidente ruso, Vladímir Putin, y el Presidente de la República de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, que realiza una visita oficial a Rusia. En el curso del diálogo, Moscú y Malabo confirmaron su voluntad mutua de profundizar la cooperación en política exterior y mantener la coordinación estrecha en el escenario internacional. Las partes discutieron las formas de intensificar la cooperación mutuamente beneficiosa en los ámbitos comercial, económico, humanitario, de inversión y otros, así como las perspectivas de realizar proyectos conjuntos, incluso en el desarrollo de los recursos minerales, en el sector petrolero y en el fomento de las infraestructuras en el país.
La anterior reunión de Putin con su homólogo fue el 24 de octubre de 2019 al margen del primero foro económico Rusia-África en Sochi. En julio de 2023, la delegación representativa encabezada por el Vicepresidente de la República de Guinea Ecuatorial, responsable de los asuntos de defensa y seguridad del Estado, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, participó en la segunda Cumbre Rusia-África en San Petersburgo.
Rusia y Guinea Ecuatorial adoptan posiciones similares en la ONU y en otros institutos internacionales. Nos unen posturas comunes a favor de un modelo policéntrico de orden mundial, el rechazo a la dictadura y el doble rasero en las relaciones internacionales, y el reconocimiento del derecho de los pueblos a elegir su propio camino de desarrollo. Para nosotros es, sin duda, una prioridad.
En el marco de la cooperación educativa, Rusia asiste a Malabo en la formación de personal nacional. Desde 1968, más de 1.000 especialistas ecuatoguineanos se han capacitado en nuestro país. En el año académico 2023/2024, el Gobierno ruso ha asignado 30 becas para ciudadanos de la República de Guinea Ecuatorial a expensas del presupuesto federal.
Para desarrollar los lazos culturales y humanitarios con la República y reforzar los contactos con los compatriotas, se está examinando la cuestión del registro y la apertura de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Malabo. Agradecemos a nuestros socios su ayuda en esta tarea.
Estamos finalizando los preparativos para la reactivación de la presencia diplomática rusa en la República de Guinea Ecuatorial. Confiamos en que la próxima apertura de la Embajada rusa en Malabo dé un impulso adicional al desarrollo del ámbito completo de la cooperación bilateral entre nuestros Estados.
Aprovecho esta oportunidad para desear al pueblo de Guinea Ecuatorial éxito, prosperidad y bienestar.