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Declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia en relación con la finalización de la eliminación de las armas químicas de Siria

1510-23-06-2014

En la Federación de Rusia acogemos con una enorme satisfacción la culminación con éxito de la colosal operación internacional, sin precedentes, para sacar de la República Árabe de Siria todos los componentes y precursores de las armas químicas. Con ello se completa la etapa más importante y compleja de la ejecución del plan diseñado por el Consejo Ejecutivo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y aprobado a través de la resolución 2118 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para la destrucción de las armas químicas fuera de las fronteras del país.

La adopción de este plan fue posible gracias a la iniciativa promovida por el Presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, en 2013, en la fase más aguda de la crisis en torno a Siria, para poner bajo el control internacional el potencial químico-militar sirio.

Una vez expresada su voluntad política y su compromiso con la Convención sobre la Prohibición del desarrollo, almacenamiento y uso de armas químicas y su destrucción (CAQ), Siria, con el apoyo y la ayuda de la comunidad internacional, en las complicadas condiciones de los enfrentamientos ininterrumpidos entre las fuerzas del gobierno y los grupos radicales armados favorecidos desde el exterior, ha podido realizar en un tiempo récord –seis meses- una operación única sin parangón en los 17 años de historia desde que existe la Convención y la OPAQ.

Apreciamos mucho el esfuerzo dedicado para conseguir las metas de la misión conjunta de la OPAQ y la ONU en Siria bajo la dirección de su coordinador especial, Sigrid Kaag.

La renuncia fundamental de Siria al potencial químico-militar ha pasado a ser un hecho consumado: se ha eliminado la capacidad de producción de armas químicas, las instalaciones para el mezclado y carga de municiones y todos los medios para la obtención de dispositivos sin carga. Se han evacuado desde el territorio del país, con dificultades en general, del orden de mil doscientas toneladas de sustancias químicas tóxicas y se han neutralizado más de cien toneladas, según lo acordado con la OPAQ, directamente en el lugar de almacenamiento.

Tras el alcance de los acuerdos correspondientes el 14 de septiembre de 2013 en Ginebra por los jefes de los departamentos de política exterior de Rusia y EE.UU., la Federación de Rusia ha participado prestando asistencia para el desmantelamiento de las armas químicas de Siria y ha contribuido notablemente a garantizar la seguridad de la operación en la etapa más crítica, la etapa terrestre. En virtud de la solicitud de las autoridades sirias, en un plazo apretado, las fuerzas de la armada y la aviación militar de Rusia proporcionaron un suministro a gran escala de medios de transporte especiales, incluyendo vehículos blindados, equipos antiminas y otros recursos logísticos que otros Estados, guiados por consideraciones políticas, se negaron a prestar. A cuenta de los recursos financieros aportados por Rusia al Fondo Fiduciario de la ONU para Siria, la misión conjunta de la OPAQ y la ONU realizó las compras adicionales necesarias.

Guiados por el espíritu de unas relaciones de asociación estratégica, a lo largo de los seis meses, las fuerzas y los medios de la Armada de Rusia y la Armada de China, en colaboración con los buques militares de Dinamarca y Noruega, han garantizado la seguridad de la operación en la fase marítima para la evacuación de las sustancias químicas tóxicas desde el puerto sirio de Latakia con los buques portacontenedores proporcionados por Dinamarca y Noruega. A bordo del crucero nuclear ruso "Pedro el Grande" y, más adelante, en los buques antisubmarinos "Almirante Levchenko" y "Vicealmirante Kulakov" estuvo en funcionamiento un centro de coordinación de las operaciones de este grupo táctico naval.

Una vez concluida la salida de Siria de todos los componentes y precursores de las armas químicas es posible constatar que se ha implementado con éxito la iniciativa del Presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, para poner bajo el control internacional las armas químicas sirias. Se inicia ahora una etapa de cierre de la operación internacional bastante técnica que va ligada a la neutralización de los productos tóxicos a bordo un barco estadounidense especialmente preparado, así como en Gran Bretaña, y la posterior recuperación de la masa de reacción formada en empresas especializadas de EE.UU., Finlandia y RFA.

Por consiguiente, se ha alcanzado la meta principal del esfuerzo internacional para la desmilitarización química de Siria. Es un claro ejemplo de cómo, si se actúa en consenso y remando en la misma dirección, la comunidad internacional tiene la capacidad para resolver los problemas más complejos de desarme y no-proliferación. De manera que ha sido importante prestar todo el apoyo a un Estado que ha manifestado su voluntad política y que ha renunciado de buena fe a cualquier tipo de arma de destrucción masiva, para el cumplimiento de las obligaciones asumidas en virtud de la CAQ.

La Federación de Rusia hace un llamamiento a todos los Estados que aún están fuera del marco jurídico de la Convención para la prohibición del desarrollo, almacenamiento y uso de armas químicas y su destrucción, para que sigan el ejemplo de la República Árabe de Siria y se adhieran sin demoras a uno de los acuerdos multilaterales más eficaces y efectivos dentro del ámbito del desarme y la no-proliferación.

23 de junio de 2014