Comentario del Departamento de Información y Prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia Algunos hechos que caracterizan la política de Tiflis
El 23 de junio de 2006, violando el acuerdo de Moscú del alto el fuego y la separación de fuerzas del 14 de mayo de 1994, fuerzas policiales y del ejército de Georgia irrumpieron en la zona superior del Valle del Korodi. Se notificó acerca de la instauración en la zona de forma permanente del así llamado «gobierno de Abjazia en el exilio». Tras este último periodo se creó una infraestructura que garantizaba la presencia permanente en el Alto Korodi de destacamentos armados y se construyó una vía estratégica orientada hacia Sujumi.
Como consecuencia de estas acciones, se detuvo por completo el proceso de negociaciones respecto a la regulación del conflicto entre Georgia y Abjazia. Sujumi se niega a mantener cualquier negociación hasta que Tiflis no retire sus contingentes armados de la zona superior del Valle del Korodi. Esta exigencia se ha visto respaldada por las últimas resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre Abjazia y Georgia (1716, 1752, 1781 y 1808), en unas disposiciones en las que se indica que Georgia debe cumplir el acuerdo de 1994 respecto a la situación del Alto Korodi.
De acuerdo con la información procedente, entre otros, de los puestos de pacificadores de las Fuerzas Colectivas para el Mantenimiento de la Paz de la Comunidad de Estados Independientes (FCMP CEI), en la zona del mencionado conflicto destacan un equipamiento desplegado como desplazamiento al Alto Korodi, materiales combustibles y lubricantes, víveres y otros medios de carácter teconológico y material, al igual que un conjunto de profesionales miembros de las fuerzas armadas de Georgia, la cantidad total de destacamentos policiales y del ejército en la zona superior del Valle del Korodi ya sobrepasa los 1500 individuos.
El análisis del componente de las estructuras de fuerza presentes en esta región permite sacar conclusiones acerca de la preparación del campo de operaciones para iniciar una operación militar contra Abjazia. Aparte de la propia policía del «gobierno de Abjazia en el exilio», en el Alto Korodi destaca la presencia de los destacamentos del grupo de operaciones especiales georgiano, la policía de investigaciones y de patrulla de las regiones de Samegrelo y Zemo Svaneti, de contraespionaje y militares del Ministerio de Defensa de Georgia. De la misma forma, cuentan con una artillería de algunas unidades de cañones de 122 milímetros y lanzaminas. Los destacamentos de las Fuerzas Aéreas de Georgia ejecutan de manera constante vuelos de acercamiento a la zona protegida por las fuerzas pacificadoras. El 18 de marzo y el 20 de abril fueron derribados en la zona de seguridad dos aviones de reconocimiento no tripulados, que pertenecían a Georgia.
El 27 de septiembre de 2006, los órganos responsables de la ley de Georgia arrestaron de manera brutal en Tiflis y en Batum a un número de oficiales de Rusia y otros militares pertenecientes al componente del Grupo de las Tropas de Rusia en Transcaucasia, cuya principal labor era garantizar la evacuación de las bases militares rusas en conformidad con el acuerdo entre Georgia y Rusia. Se presentaron cargos incoherentes contra ellos, imputándoles de espionaje y participación en actos terroristas. Durante algunos días se bloqueó el edificio de la Base Central de las mencionadas Tropas de Rusia en Tiflis.
Según la declaración publicada en los medios de comunicación del comandante de las Fuerzas Conjuntas para el Mantenimiento de la Paz en la zona del conflicto entre Georgia y Osetia, Marat Kulajmetov, el 29 de septiembre de 2006 miembros del grupo de operaciones especiales de Georgia atacaron un carro del batallón de Osetia del Norte perteneciente a las fuerzas pacificadoras mientras abandonaba la ciudad de Avnevi, e igualmente arremetieron contra el sargento pacificador Kudziev, que se encontraba en el interior.
El 25 de octubre de 2006 se produjo un bombardeo en la población de Ayaria dentro de la zona superior del Valle del Korodi. Coincidió con la visita a la región del Ministro de Interior de Georgia, Vanó Merabishvili. Tiflis se apresuró a comunicar oficialmente que el incidente había sido causado por los pacificadores rusos y militares abjazos.
No obstante, posteriormente dos brigadas de primera instancia de la Misión de Observación de las Naciones Unidas en Georgia, que operaban en Ayaria y Tkvarcheli, desmintieron la versión de los hechos de Georgia. Se reconoció que efectivamente fueron lanzados tres lanzacohetes BM-21 Grad. Sin embargo, no se proyectaron del territorio controlado por Abjazia o de la zona protegida por las FCMP CEI, como aseguraban desde Tiflis, sino de un área ubicada precisamente en la zona superior del Valle del Korodi, es decir, del territorio que se encuentra controlado en su totalidad por Georgia. Asimismo se declaró que los lanzacohetes disparados no explotaron debido a que carecían de detonadores. Por consiguiente, se estable ce el marco típico de un montaje con ánimo provocador.
En la noche del 11 al 12 de marzo de 2007, las localidades de Ayaria, Gentsvishi y Chalta en el Alto Korodi, donde se ubica el «gobierno de Abjazia en el exilio» sufrieron un bombardeo. Georgia se pronunció declarando que el ataque fue perpetrado por dos helicópteros MI-24, que volaban desde Rusia, y al mismo tiempo de la artillería y lanzaminas del territorio controlado por Abjazia.
El Ministro de Defensa de Rusia y las autoridades de Sujumi rechazaron la responsabilidad del incidente. Se recalcó que el relieve del Valle junto a las condiciones meteorológicas de aquella noche imposibilitaban la participación de aparatos aéreos en los hechos del incidente. Igualmente, no existe la posibilidad de ejecutar un ataque con misiles de artillería al mismo tiempo que se emplean helicópteros. El Grupo Conjunto de la Misión de Observación de las Naciones Unidas en Georgia tuvo presente estas consideraciones en el esclarecimiento de los hechos, un informe que no corrobora las acusaciones presentadas por Georgia.
Entre marzo y abril de 2007, durante el periodo de campaña electoral para el Parlamento de Abjazia, Georgia desplegó una intensa actividad con el fin de provocar a lo largo de la línea del alto el fuego en la zona de seguridad y en la región de Gali. Se produjeron varios robos a dirigentes abjazos a nivel local. Estudiantes de Georgia organizaron una serie de mítines de carácter antiruso en los puestos de vigilancia de las FCMP CEI. En las inmediaciones con la línea del alto el fuego se abrió el campamento de carácter patriótico-militar para jóvenes «Patriot».
A pesar de los llamamientos del Secretario General de la ONU dirigidos a cerrar dicho campamento por representar un elemento de provocación a Abjazia, Tiflis prosigue enviando a este lugar nuevos grupos de jóvenes georgianos. Además, el Presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, criticó duramente los llamamientos de Ban-Ki moon, restándoles importancia y tachándolos de amorales.
El 7 de agosto de 2007, Georgia acusó a Rusia de que durante la tarde del día anterior dos aviones Su-25 «con distintivos de Rusia» invadieron el espacio aéreo de Georgia y efectuaron un ataque con misiles contra un radar de localización georgiano en la región de la ciudad de Gori, que, por otra parte, no sufrió daños.
Los dirigentes del Alto Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia refutaron categóricamente el hecho de de que algún vuelo de aviones rusos se encontrara a la mencionada hora en el espacio aéreo colindante con el territorio de Georgia. Los resultados de la labor de los expertos rusos que visitaron Tiflis el 16 y 17 de agosto demostraron que se trata de una provocación contra Rusia a gran escala. Considerando este hecho, los respresentante georgianos fueron incapaces de explicar una serie de incongruencias significativas en su versión de los hechos. Asimismo, se negaron a continuar con la investigación conjunta.
Como resultado del «incidente aéreo» se determinó celebrar en Tiflis el 9 y 10 de agosto una sesión de la Comisión de Control Conjunta respecto a las cuestiones de la regulación del conflicto entre Georgia y Osetia. La situación se agudizó significativamente en la zona del conflicto.
El 29 de agosto de 2007 un tribunal georgiano detuvo a dos militares del componente de Osetia del Norte del destacamento de las Fuerzas Conjuntas para el Mantenimiento de la Paz en la zona del conflicto entre Georgia y Osetia, los ciudadanos rusos T. Jachirov y V. Valiev y fueron condenados a dos meses de prisión preventiva y retenidos hasta febrero de 2008. Este proceso se llevó a cabo infrigiendo las normas universalmente reconocidas del Derecho Internacional y el acuerdo vigente sobre la regulación del conflicto entre Georgia y Osetia del Norte. Cabe destacar de forma particular que tras la detención, Georgia no autorizó contatctar con los detenidos al representante del comando de las mencionadas Fuerzas Conjuntas ni a los miembros de la sección consular de la Embajada de Rusia en Tiflis, y la vista de la causa transcurrió sin la mediación de abogados.
El 20 de septiembre de 2007 un destacamento del grupo de operaciones especiales georgiano, que se infiltró en la zona fronteriza con Abjazia en el territorio de la región de Tkvarchel, atacó a un grupo de militares abjazos en fase de instrucción en la base del centro antiterrorista del Ministerio del Interior de Abjazia. En consecuencia, dos miembros de este grupo, oficiales rusos que habían servido en las FCMP CEI, fueron asesinados brutalmente, hubo un herido y siete fueron apresados.
Georgia declaró, en concreto lo hizo personalmente Mijaíl Saakashvili desde la tribuna de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que se trataba de una contienda con rebeldes abjazos que habían invadido el territorio georgiano. Sin embargo, el informe oficial, publicado en enero de 2008 por el Grupo de la Misión de Observación de las Naciones Unidas en Georgia para el esclarecimiento de los hechos, confirmó que el incidente tuvo lugar en una zona controlada por Sujumi, situada a 300 metros de la frontera administrativa con Georgia, y que los fallecidos fueron asesinados de un disparo.
El 30 de octubre de 2007 en la zona del conflicto entre Georgia y Abjazia, en la aldea de Ganmujuri, una patrulla de las FCMP CEI, que había sido desarmada violentamente por efectivos policiales georgianos, fue rodeada por numerosas fuerzas del grupo de operaciones especiales de Georgia. A continuación, Mijail Saakashvili aterrizó rápidamente en el lugar de los hechos y exigió a los pacificadores «liberar el territorio georgiano», a la vez que declaraba «persona non grata» al general mayor Serguéi Chaban, comandante de las FCMP CEI
Han sido constantes las tentativas emprendidas por Georgia de separar de sus obligaciones al mando a Serguéi Chaban. No obstante, las resueltas pretensiones están infundadas y reflejan un acercamiento inapropiado de los dirigentes georgianos a la presencia en Abjazia de pacificadores de la CEI, que obstaculizaban los planes de Tiflis de imponer una resolución por la fuerza al conflicto. En prácticamente la totalidad de las Resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU respecto a Abjazia se ha enunciado una valoración objetiva de la actividad de las FCMP CEI. De este modo, en la Resolución 1808 del Consejo de Seguridad del 15 de abril de 2008 se valora de forma positiva la cooperación entre la Misión de Observación de las Naciones Unidas en Georgia y las Fuerzas Pacificadoras de la CEI, que «en la actualidad desempeñan un significativo papel de estabilización en la zona del conflicto».
En el marco de exacerbar la situación política interna, el pasado otoño Mijaíl Saakashvili intentó llevar a cabo acciones de protesta y oposición en Tiflis, como resultado de «las artimañas de Moscú». Durante la tarde del 7 de noviembre de 2007, tras pronunciar un encarnizado mitin antipresidencial en la capital georgiana, Saakashvili acusó públicamente a Rusia de organizar «intentos de revuelta». T res de nuestros diplomáticos fueron calificados como «personas non grata». Asimismo, el 25 de noviembre de 2007, en una entrevista en la cadena de televisión Rustavi-2 el líder georgiano se reprobó a sí mismo al reconocer que «Rusia no fue la principal fuente de los desordenes». Es cierto que no se efectuó a continuación la retirada de nuestros diplomáticos tras las disculpas por las difamaciones.
A pesar de los llamamientos incluídos dentro de las últimas Resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y las recomendaciones de Grupo de Amigos del Secretario General de dicha organización respecto a Georgia, Tiflis se niega de forma obstinada a firmar con Sujumi y Tskhinvali los documentos para el no empleo de la fuerza en la resolución de conflictos. En particular, esta postura se defiende argumentando que, al parecer, el principio de la regulación pacífica ya aparece en numerosos documentos internacionales referidos a los conflictos de Georgia con Abjazia y Osetia del Sur. Al mismo tiempo, todos ellos pertenecen a la época anterior a la «Revolución de las rosas» y a la llegada al poder de Saakashvili.
En el subsiguiente informe del Secretario General de la ONU, consagrado a la actual situación en la regulación del conflicto entre Georgia y Abjazia, del 29 de enero de 2008, se concede una gran importancia (más de siete párrafos) a las acciones de Georgia respecto a una premeditada tarea de desinformación en relación con Abjazia y las FCMP CEI. Esta tarea se demostró «en un torrente de comunicados falsos emitidos prácticamente a diario», cuyos autores eran las autoridades y los medios de comunicación de Georgia. Según la apreciación del Secretario General de la ONU, este hecho condujo a «un aumento de la desconfianza y una debilitación de la seguridad» y, en última instancia, elevó las posibilidades de confrontación entre las partes en conflicto.