Intervención y respuestas a los medios de comunicación del Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, al término de la reunión de representantes de la UE, Rusia, EE. UU. y Ucrania celebrada en Ginebra el 17 de abril de 2014
Buenas tardes, señoras y señores:
Hemos terminado la reunión sobre la situación en Ucrania, que es la continuación de la serie de contactos que he mantenido con el secretario de Estado estadounidense; John Kerry. Ahora nos hemos reunido también con la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton y con el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andréi Deschitsa. Al igual que en las reuniones en formato bilateral, los socios prefieren dar conferencias de prensa por separado. Por eso estoy solo con ustedes, y ellos ofrecerán sus impresiones sobre las conclusiones de la reunión por separado.
Hemos aprobado un documento – Declaración de Ginebra del 17 de abril, en el que hemos convenido en la necesidad de adoptar medidas concretas para rebajar la tensión y restablecer la seguridad de todos los ciudadanos de Ucrania. Hemos acordado que todas las partes deben abstenerse de recurrir a la violencia, la intimidación y las acciones provocadoras. Hemos condenado y rechazado enérgicamente cualquier manifestación de extremismo y racismo e intolerancia religiosa, antisemitismo incluido. Con respecto a lo sucedido en los últimos meses en la Ucrania actual, son unos requisitos apremiantes.
Hacemos un llamamiento a dar los siguientes pasos: todos los grupos armados ilegítimos deben entregar las armas; los edificios ocupados de forma ilegítima deben ser devueltos a sus legítimos dueños; deben desocuparse las calles, plazas y otros lugares públicos ocupados en todas las ciudades de Ucrania; debe concederse una amnistía a todos los manifestantes, salvo a los que hayan cometido delitos graves. Para que se pueda llevar a cabo todo este conjunto de medidas hemos acordado hacer un llamamiento a la misión de observación de la OSCE que ya está desplegada en Ucrania. De acuerdo con su mandato, se encarga de resolver las diferentes situaciones y rebajar la tensión entre las partes en conflicto, desempeñar un papel fundamental en la prestación de asistencia a los propios ucranianos -a las autoridades de Kiev y a las comunidades locales de las regiones- y llevar a cabo las medidas anteriormente mencionadas para mejorar la situación. Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea ya están participando en la misión de observación, cuya composición se ampliará de conformidad con la resolución adoptada por el Consejo Permanente de la OSCE. Vamos a apoyar el trabajo de esta misión para establecer el diálogo entre las partes, para desbloquear las diferentes situaciones paso a paso, entre todos y de forma recíproca.
También hemos realizado un importante llamamiento, que parte de la necesidad inmediata de iniciar un intenso diálogo nacional en el marco del proceso constitucional, que debe ser inclusivo, transparente y claro. Estas son tres características importantes que por ahora no contemplan los actuales esfuerzos de las autoridades de Kiev, que han creado un grupo específico en la Rada Suprema para reformar la Constitución. Se ha subrayado que en el diálogo deben participar todas las regiones ucranianas y los grupos políticos, y que es necesario garantizar la consideración de las observaciones y enmiendas a la Constitución que se está elaborando.
Hemos recalcado la importancia de la estabilidad económica y financiera en Ucrania, que ahora está seriamente dañada. Hemos manifestado nuestra disposición a debatir en el futuro el apoyo a los esfuerzos para restablecer la estabilidad económica mediante la aplicación de los pasos que he mencionado antes.
En esto consisten en esencia nuestros acuerdos actuales, que en gran medida son de compromiso. Pero para nosotros lo más importante es el reconocimiento por parte de los participantes del hecho indiscutible de que esta crisis -en lo que respecta al cese inmediato del conflicto, vinculado a la detención de los manifestantes, la ocupación de diferentes edificios y plazas y, a largo plazo, al inicio de una auténtica reforma constitucional- la deben resolver los propios ucranianos.
Como ustedes saben, cuando se preparaba esta reunión Rusia propuso que en ella estuvieran representadas las principales fuerzas de oposición ucranianas que no están de acuerdo con lo que sucedió en Kiev el 22 de febrero y se cuestionan la legitimidad de las autoridades de Kiev. Sin embargo, por cuestiones de organización, no fue posible invitar a la reunión a los representantes de la oposición, y ante todo a los del sur y el este. Pero en esta reunión hemos presentado y difundido documentos adoptados por la presidencia del Partido de las Regiones, el Consejo regional de Lugansk y el movimiento de nueva creación "Sureste de Ucrania".
En primer lugar, se trata de medidas para mejorar la situación, impidiendo el uso de la fuerza o la amenaza de la fuerza para resolver las diferentes cuestiones conflictivas y, lo más importante, la consideración por parte del sureste de unas disposiciones que deben formar parte de la Constitución: en primer lugar, la descentralización, la ampliación sustancial de los derechos de las regiones, lo que incluye el derecho a elegir sus propios órganos jurídicos y ejecutivos, y la garantía de un papel digno de la lengua rusa en la sociedad ucraniana. Que se trate de un estatus estatal u oficial, repito, es algo que deben decidir los propios ucranianos, pero la decisión debe ser aceptable para todas las regiones y las fuerzas políticas. Vamos a contribuir al desarrollo de este diálogo en clave constructiva, porque constituye una garantía de la estabilidad del Estado ucraniano con pleno respeto a las peculiaridades de las diferentes regiones de este país, ya sean históricas, culturales, lingüísticas o de otro tipo.
Hemos acordado seguir reuniéndonos en diferentes formatos. Espero que nuestros colegas, al permitir el trabajo de la misión de la OSCE en Ucrania, acepten nuestro llamamiento (solo se trata de un llamamiento, no podemos decidir por la OSCE) para que la misión tenga en cuenta los deseos y utilice los poderes con los que cuenta para solucionar los diferentes focos de conflicto. Vamos a esforzarnos para que la misión realice un trabajo honesto y objetivo, para que concentre todos sus esfuerzos en todos los aspectos mencionados en nuestra declaración, incluidas las tareas más importantes, desde nuestro punto de vista: la liberación de los detenidos por su participación en acciones políticas (pensamos sobre todo en la suerte del gobernador popular de Donetsk, Pavel Gúbarev) y la eliminación drástica de las manifestaciones de extremismo en cualquiera de sus formas.
Pregunta: Usted ha hablado del desarme de los grupos armados ilegales. ¿Incluye en ellos a los grupos de autodefensa del sureste como la milicia popular de Donbáss? ¿Ha abordado usted en la reunión las sanciones que hoy ha aplicado Ucrania a la población masculina de la Federación de Rusia con edades comprendidas entre 16 y 60 años, que prácticamente les impide entrar en su territorio?
Serguéi Lavrov: Las medidas que hemos enumerado a modo de propuestas después de la reunión de hoy atañen a todas las regiones de Ucrania sin exclusión y a las manifestaciones de todo tipo de cuestiones problemáticas. Como ya saben, en el acuerdo firmado el 21 de febrero ya se abordaba la cuestión del desarme de los grupos ilegales. Desde entonces, se ha avanzado poco. No todos se han desarmado, ni mucho menos. El Sector de Derechas continúa actuando, se niega a entregar las armas, declara con arrogancia que va desempeñar el papel del ejército ucraniano en caso de que este sea impotente. Todas estas manifestaciones agresivas están "recogidas" en nuestra Declaración.
Creemos que Ucrania debe alcanzar una situación en que todas las regiones sin exclusión vivan según las normas generales aceptadas en una sociedad civilizada: solo deben tener armas las fuerzas de seguridad, la policía y el ejército, y dichas armas solo se utilizarán de acuerdo con las normas internacionales, y no contra el propio pueblo, como se deduce de la orden firmada en Kiev por el actual Gobierno para reprimir las protestas masivas. Todo esto debe aplicarse de forma universal y uniforme, y solo se puede llevar a cabo sobre una base común.
No se puede solucionar el problema de la desocupación de los edificios tomados de forma ilegal en una región de Ucrania cuando los locales incautados ilegalmente no se desocupan en otra región. Repito, este es solo el principio que hemos propugnado. "Solventar" todos estos problemas sobre el terreno en cada caso concreto es algo que deben hacer los propios ucranianos. Hemos subrayado especialmente que para esto es necesario que, ante todo, los que se han hecho con el poder tras el golpe de Estado (si consideran que representan los intereses de todos los ucranianos), deben tomar la iniciativa, tender la mano a las regiones, escuchar sus preocupaciones, sentarse con ellos y ponerse de acuerdo sobre las soluciones a los problemas concretos de seguridad en las diferentes ciudades, pueblos o poblaciones y -lo recalco especialmente- sobre una auténtica reforma constitucional.
Hemos llamado la atención sobre la decisión de las autoridades ucranianas de discriminar a la población masculina de la Federación de Rusia de una determinada franja de edad al impedirles entrar en Ucrania. Resulta indignante y no se corresponde en absoluto con el espíritu que nuestros socios occidentales querían crear en este encuentro. A pesar de que es un acto claramente discriminatorio y hostil, no descartamos las posibilidades que se abren con el encuentro de hoy. Nos infunde esperanza el hecho de que Estados Unidos y la Unión Europea, como se ha visto, muestran un sincero interés en la cooperación a tres bandas con Rusia, para convencer a todos los ucranianos -y en primer lugar a los que han tomado el poder en Kiev- a sentarse a la mesa de negociaciones (nos lo han prometido los socios occidentales), responsabilizarse del destino de su país y resolver cualquier cuestión teniendo en cuenta la opinión y los intereses de todas las regiones del país.
Pregunta: ¿Existe un entendimiento entre Rusia, Ucrania y Estados Unidos con respecto a la condición de país no alineado de Ucrania? ¿Cómo se puede reforzar este estatus? ¿Se considera solo la neutralidad militar o también la política? ¿Qué piensa Rusia del posible ingreso de Ucrania en la Unión Europea?
Serguéi Lavrov: En primer lugar, en Ucrania está vigente la ley sobre la neutralidad militar y política. En nuestras discusiones mantenemos firmemente que la modificación del estatus de Ucrania mina todos los esfuerzos para establecer una cooperación y una colaboración constructiva en las cuestiones relacionadas con la superación de la crisis actual en Ucrania.
Para ser sinceros, no sé en qué consiste la neutralidad política, y no estoy seguro de que pueda existir al margen de la neutralidad militar. La neutralidad político-militar en el diccionario moderno político y diplomático significa pertenencia a un bloque militar. La OTAN es un bloque político y militar, y en otras partes del mundo existen otras alianzas con la participación, en primer lugar, de EE. UU. Todo el mundo debe respetar el hecho de que Ucrania optase por la neutralidad y la consagrase en su Constitución, esto es algo que no se puede cuestionar ni quitar importancia.
Nos han llamado la atención las declaraciones inaceptables pronunciadas en Bruselas por el secretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen, y el secretario general adjunto, Alexander Vershbow, que con una frecuencia que merece encaminarse a propósitos más productivos no se cansan de insistir en que nadie debe forzar a Ucrania a ser neutral. Hemos pedido a nuestros homólogos occidentales y directamente a la OTAN que reconozca su responsabilidad en la escalada de este asunto en un momento en que se pueden venir abajo todos los esfuerzos para solucionar la crisis en Ucrania y su entorno.
Pregunta: Hoy en Ucrania se está produciendo una movilización militar parcial. Es sabido que cerca de 40.000 soldados rusos se encuentran en la frontera oriental de Ucrania. También llegan informaciones sobre el incremento del número de soldados en Crimea. Hoy el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha dicho que espera que no tenga que inmiscuirse en Ucrania. ¿Existe la posibilidad de que las fuerzas militares rusas entren en Ucrania si el país no lleva a cabo una reforma constitucional acorde con la visión de la Federación de Rusia?
Serguéi Lavrov: En primer lugar, en lo que respecta a los soldados rusos, se encuentran en nuestro territorio, y los soldados de su país que se están movilizando también lo hacen dentro de su territorio. La única diferencia es que nuestros soldados no intervienen contra su propio pueblo, mientras que los suyos han sido movilizados por una orden ilegal para reprimir las protestas masivas.
Crimea no tiene ninguna relación con este caso, ya que este territorio ha tomado su propia decisión, la hemos reconocido y hemos respetado la voluntad de la gran mayoría del pueblo de Crimea. No se ha producido ningún incremento de nuestras fuerzas armadas. Allí hay una base rusa, en la que solo sirven algunos oficiales y marineros de la armada, los imprescindibles para que funcione normalmente. Si surgen noticias de que el número de soldados se ha incrementado, puede deberse a que la mayoría de los soldados de la Flota del Mar Negro de Ucrania ha optado por la nacionalidad rusa, y el destino de su posterior servicio ya se decidirá. Le aseguro que no habrá ningún soldado de sobra en el territorio de Crimea ni en cualquier otra región de la Federación de Rusia que entre en conflicto con las obligaciones internacionales de Rusia.
En lo que respecta a su última pregunta, no estoy seguro de comprender bien a qué se refiere. No tenemos ningún propósito de introducir tropas en Ucrania, en el territorio de un país amigo en el que habita un pueblo hermano. Esto contradice radicalmente los intereses de la Federación de Rusia. Como es lógico, estamos muy preocupados por la actitud discriminatoria que muestran las autoridades actuales hacia la población rusa y rusoparlante y hacia la lengua y la cultura rusas. En el parlamento se escuchan declaraciones absolutamente repugnantes, cuando los miembros de un partido que forma parte de la coalición de derechas, califican públicamente a los que hablan ruso de "criaturas" y declaran que hay que liquidar a los que hablan en ruso. Y este es solo uno entre muchos ejemplos.
No hemos escuchado ninguna declaración de los líderes de la coalición rechazando y condenando semejantes manifestaciones. Por eso creo que todos nosotros vamos a contribuir a cambiar esta situación. En cualquier caso, la reforma constitucional se llevará a cabo, no me cabe ninguna duda. Hemos asegurado esto a nuestros socios estadounidenses, que ejercen una influencia decisiva en el actual Gobierno de Kiev. Estamos convencidos de que la reforma se llevará hasta sus últimas consecuencias y en ella tendrán cabida los derechos de todas las regiones, los grupos étnicos y las minorías lingüísticas.
Pregunta: Usted ha hablado ahora de la reforma constitucional y de los derechos de las regiones. Por favor, ¿podría precisar si el término "federalismo" o "federalización de Ucrania" figura en los documentos que hoy han discutido o esto solo hay que ponerlo entre comillas?
Serguéi Lavrov: No hemos utilizado ningún término, estos pueden ser diferentes: puede ser una federación en la que se tienen en cuenta los derechos de los sujetos o un Estado formalmente unitario en el que el poder esté tan descentralizado que cualquier federación lo envidiaría.
Insisto, partimos de que la principal base conceptual de la reunión de hoy es que todos los participantes han venido con el convencimiento de enviar una señal a todas las partes ucranianas, que en ellas recae la responsabilidad para salir de la crisis. Deben sentarse y llegar a un acuerdo sobre la cantidad de derechos que concederán a las regiones y que darán al Centro, en lo relativo a que cada región pueda defender su cultura, su historia y su lengua y a que en el territorio de cada región las minorías tengan los mismos derechos que los demás. Si es así, Ucrania será el Estado fuerte que todos queremos tener, será el enlace, el puente entre Occidente y Oriente que contribuya a mejorar sustancialmente el ambiente en toda la Europa Atlántica sobre la base del respeto de los intereses legales de todos los países de la región.
Ya he mencionado que hoy he entregado a nuestros homólogos estadounidenses y europeos documentos que nos han remitido representantes del sureste: el Partido de las Regiones, el Consejo regional de Lugansk y el movimiento de nueva creación "Sureste de Ucrania". En ellos se expone con una visión bastante detallada que, en opinión de los "sureños" y "orientales", en la nueva Constitución deben quedar reflejados los intereses de las regiones. La declaración aprobada hoy incluye un punto sobre la necesidad de un comienzo inmediato del diálogo en el contexto de la reforma constitucional para que todas las regiones puedan transmitir las aspiraciones que ya han comenzado a llegar. Ahora es el turno de las autoridades de Kiev, que deben garantizar un proceso constitutivo inclusivo, transparente y claro.
Pregunta (traducción del inglés): ¿Cuál es la postura de Rusia ante las elecciones convocadas para el 25 de mayo en Ucrania? ¿Cómo puede el mundo creer sus palabras cuando hace una semana el presidente de Rusia, Vladímir Putin, dijo que las autoridades rusas no apoyarían a los separatistas crimeos, y ahora dice que los han apoyado? ¿Cómo se le puede creer a usted?
Serguéi Lavrov: El presidente de Rusia, Vladímir Putin, nunca ha dicho que en Crimea no hubiera soldados rusos. Pero en Crimea había y hay soldados rusos en la base naval de la Federación de Rusia, que está allí (en otra época en territorio ucraniano) de forma completamente legítima. Cuando empezaron las protestas populares, los intentos del Sector de Derechas y de otros bandidos de penetrar en Crimea y organizar allí una repetición de los acontecimientos del Maidán, se puso a los soldados en alerta máxima. En aquel momento estaban dispuestos a impedir que llevaran a acabo sus planes. Pero los grupos de autodefensa se bastaron por sí solos, no dejaron que los extremistas entraran en Crimea. Esto es todo.
En lo que respecta a Ucrania -dejando a Crimea de lado- como dijo Putin hace solo unas semanas y ha repetido hoy, allí no ha habido ni hay soldados, agentes ni ningún tipo de saboteadores.