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Desmintiendo los mitos difundidos por la cúpula de la Unión Europea: sobre las recientes declaraciones del Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, en relación con la seguridad alimentaria

1. "Exportar cereales de Ucrania fue una de nuestras prioridades principales... El Acuerdo de exportación de grano del mar Negro bajo los auspicios de la ONU cambia la situación realmente. Como resultado, los alimentos llegan a los países más necesitados y los mercados se estabilizan. Contrariamente a la desinformación rusa, estos alimentos van con destino a África, Oriente Próximo y Asia" (fragmentos del discurso del Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, durante la Cumbre sobre Seguridad Alimentaria Global celebrada al margen del 77 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, 20 de septiembre, Nueva York).

"Echad un vistazo a los datos, los datos estadísticos. Dos tercios de las exportaciones ucranianas [en el marco del Acuerdo de exportación de grano del mar Negro bajo los auspicios de la ONU] se dirigieron a África, Oriente Próximo y África" (rueda de prensa ofrecida por el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, al término de la reunión informal de Ministros de Asuntos Exteriores de los Estados miembros de la UE, 19 de septiembre de este año, Nueva York).

"Los cereales, ante todo, maíz y trigo, se enviaron a Asia (más del 40%), África (un 16%), así como a los países de la UE" (fragmento del contenido publicado en el sitio web del Consejo de la UE "Seguridad y Accesibilidad Alimentaria"; la cuota de envíos a la UE no se menciona premeditadamente en este contenido).

Incluso en los asuntos humanitarios la UE recurre a la "contabilidad creativa" para retocar la imagen esperando aparentemente que nadie quiera entrar en detalles. No todos los receptores de los cereales ucranianos en Asia, África y Oriente Próximo son los más vulnerables en términos de seguridad alimentaria y reciben ayuda en el marco del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas. Para ser más precisos, según el Centro Conjunto de Coordinación (CCC), hasta la fecha del pasado 21 de septiembre, solo 5 de los 185 barcos cargados con granos ucranianos y otros productos alimenticios se dirigieron rumbo a los países del África subsahariana que son los más necesitados, según la clasificación de la ONU (Yibuti (de donde se exportan con el transporte terrestre a Etiopía y otros países del Cuerno de África), Kenia, Somalia y Sudán). Otros tres barcos se dirigieron rumbo a los países de Oriente Próximo y Asia (Yemen y Bangladesh) que padecen riesgo de escasez de alimentos. El Acuerdo de exportación de grano se concibió para satisfaces los intereses de estos países, no de la Unión Europea.

No importa lo que declaren los líderes de la UE, los datos estadísticos se caen por su propio peso. Según el CCC, hasta el pasado 21 de septiembre, 93 de los 185 barcos mencionados se dirigieron rumbo a la Unión Europea https://un.org/en/black-sea-grain-initiative/vessel-movements). Un 40% de todos los suministros se dirigen a la UE. Así las cosas, no son los países más pobres del mundo, sino la Unión Europea es el mayor beneficiario del Acuerdo de exportación de granos ucranianos.

Antes de comenzar a engañar a la opinión pública internacional, las autoridades de la UE deberían comprobar las cifras con más atención. Solo del 19 al 21 de septiembre de este año (cuando Charles Michel y Josep Borrell expresaron sus acusaciones contra Rusia al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York), casi 400 mil toneladas de alimentos (o más del 60% del volumen total en estos tres días) fueron exportados a los países miembros de la UE a través del mar Negro. A otros Estados se exportaron unos 263,9 mil toneladas. Sólo un suministro se dirigió rumbo a los países que padecen riesgo de escasez de alimentos (Bangladés). Durante este período, 18 barcos se dirigieron a puertos de la UE, 9 - a puertos de otros países. La proporción está claramente a favor (o más bien, no a favor) de la Unión Europea.

Llama la atención el hecho de que el grueso de los suministros de Ucrania no lo conforma el trigo con que la UE planeó "alimentar a todo el mundo", sino las variedades forrajeras de maíz y soja, de cuyas importaciones depende en gran medida la industria ganadera de la UE.

En cuanto a los 10 millones de toneladas de alimentos ucranianos (mencionados en el discurso de Charles Michel del 20 de septiembre) que se exportaron a la UE por tierra en el marco de la iniciativa de la UE Caminos de Solidaridad, todavía no está claro adónde y en qué cantidad llegaron al final. La Unión Europea evita tímidamente revelar los respectivos datos.

 

2. "Nuestra otra prioridad es combatir la escasez de fertilizantes. Tenemos que incrementar las capacidades de producción, ante todo en África" (fragmento del discurso del Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, durante la Cumbre sobre Seguridad Alimentaria Global celebrada al margen del 77 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, 20 de septiembre, Nueva York).

La propia UE provocó una escasez global de fertilizantes con su política energética indeliberada y sus sanciones unilaterales contra Rusia y Bielorrusia. Bruselas, que buscó restringir los ingresos de exportación al presupuesto ruso, no tomó en consideración el hecho de que la Federación de Rusia es el principal exportador mundial de fertilizantes nitrogenados, el segundo proveedor de potasio y el tercer exportador de fertilizantes fosfatados.

Los suministros rusos de fertilizantes se complicaron considerablemente por los problemas de pago creados por las sanciones de la UE (incluso debido a las restricciones dirigidas contra individuos o entidades concretas y la desconexión de los principales bancos rusos del SWIFT) y por los problemas logísticos. A esto se añade la" vigilancia excesiva " (overcompliance) de los operadores económicos europeos. El sector de negocios teme convertirse en el objeto de persecución administrativa e incluso penal por violar el régimen de sanciones.

Las sanciones impuestas por la UE contra los accionistas y dirigentes de los productores y exportadores rusos de fertilizantes ("sanciones personales") provocaron restricciones considerables a los suministros de estos productos a terceros países. Como resultado de esto, en los puertos de los países miembros de la UE se vieron atascados alrededor de 300 mil toneladas de fertilizantes, en general, que Rusia está dispuesta a entregar gratuitamente a los países en vías de desarrollo que necesitan urgentemente estos productos.

Debido a las restricciones directas de la UE, la exportación de fertilizantes de potasa rusos al mercado mundial es extremadamente complicado. La causa de esto fue la prohibición del tránsito a través de los puertos de la UE y cualquier participación de empresas europeas e internacionales con participación de la UE en el comercio, el transbordo y la prestación de servicios de seguros con respecto a este tipo de fertilizantes de Rusia. La única excepción es la que la Unión Europea proporcionó para sí misma, determinando una cuota especial para la importación a los países miembros de la UE en el volumen promedio anual de suministros, es decir, de hecho, se retiró completamente de las restricciones a los fertilizantes de potasa rusos.

Ahora Bruselas trata de luchar con los problemas creados por sí misma.  El pasado 19 de septiembre, la Comisión Europea publicó las "explicaciones" adicionales. conforme a las cuales los Estados miembros pueden permitir el tránsito de fertilizantes de potasa destinados a terceros países, especialmente a los más necesitados, y la prestación de servicios auxiliares. Al mismo tiempo, la prohibición del tránsito a través de la UE a terceros países de los productos rusos bajo sanciones y la prestación de los respectivos servicios financieros y de corretaje estipulada inicialmente en la legislación de la UE no fue cancelada. Aún no está claro si tales medidas vagas e inaplicables tendrán algún efecto en términos de reducir la escasez de fertilizantes en el mercado internacional.

Bruselas no dice qué hacer a los países agrarios que no recibieron volúmenes considerables de fertilizantes rusos y padecen riesgo de una drástica reducción de la cosecha  en un futuro próximo. Solo se propone esperar que se construyan instalaciones para fabricar fertilizantes en su territorio y les proporcionen la necesaria tecnología avanzada, lo que llevará tiempo y aumentará su dependencia de la UE.

En la Unión Europea esperan, ante todo, producir un efecto propagandístico, dando nuevas promesas, inclusive de prestar la ayuda financiera para garantizar la seguridad alimentaria.

 

3. "Quiero enfatizar que nuestras sanciones no están dirigidas  a la alimentación ni a la agricultura, sino a la economía militar rusa. Nuestras sanciones solo se aplican a los ciudadanos de la UE y operadores económicos de la UE. Sólo se aplican en el territorio de la UE. Ninguna de nuestras restricciones está dirigida contra el comercio de fertilizantes entre terceros países y Rusia. Incluso nosotros mismos seguimos importando fertilizantes rusos, con restricciones. ¿Cómo podríamos impedir el envío de fertilizantes rusos a terceros países si seguimos importándolos nosotros mismos?"(rueda de prensa ofrecida por el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, al término de la reunión informal de Ministros de Asuntos Exteriores de los Estados miembros de la UE, 19 de septiembre de este año, Nueva York).

Al continuar imponiendo nuevas sanciones contra Rusia, la Unión Europea trata de convencer a la comunidad internacional de su precisión y selectividad.

Sin embargo, esto no impide a Bruselas introducir retroactivamente ciertas "relajaciones" para alimentos y fertilizantes en el régimen de sanciones antirrusas, con que la UE refuta automáticamente sus propias afirmaciones de que las restricciones no están dirigidas contra el suministro de estos productos a los mercados internacionales.

A pesar de las afirmaciones de Josep Borrell, además de las sanciones indirectas, existen sanciones directas impuestas contra el sector agrario ruso.

Por ejemplo, está prohibida la importación de la UE a Rusia de ciertos bienes necesarios para la producción de fertilizantes y productos agrícolas (componentes, equipos y la propia maquinaria agrícola, incluidos elementos hidráulicos y carcasas, radiadores, cajas de transmisión, equipos para controlar el uso de pesticidas, cuchillos y filos de corte para la maquinaria agrícola, conductos de cerámica, cubas y tanques utilizados en la agricultura, remolques y semirremolques autocargadores, así como software para máquinas inteligentes). Esta lista sólo se actualiza. En particular, en el marco del sexto paquete de sanciones aprobado por la UE el pasado 3 de junio, se prohibió la importación de Rusia a la UE de cosetas de remolacha, bagazo y bagazo de caña de azúcar, utilizados como alimentos para animales, así como el suministro a Rusia de equipos y tecnologías críticas para la producción de fertilizantes y la extracción de las respectivas materias primas (por ejemplo, para purificar el gas natural del azufre para la producción de amoníaco).

Según los expertos del Banco de Pagos Internacionales (BIS, Suiza), la entrada en vigor de las restricciones a las importaciones de petróleo ruso a la UE programada para el próximo 5 de diciembre conllevará un aumento a largo plazo de los precios de los cereales, las plantas oleaginosas y otros tipos de alimentos.

 

4. "...Muchos operadores prefieren no hacer más negocios con Rusia. Es su elección. No es porque están obligados a hacerlo, sino porque no quieren hacerlo. Esto se llama "vigilancia excesiva" (rueda de prensa ofrecida por el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, al término de la reunión informal de Ministros de Asuntos Exteriores de los Estados miembros de la UE, 19 de septiembre de este año, Nueva York).

La interpretación por Josep Borrell de la" vigilancia excesiva " (overcompliance) se difiere de la visión oficial de la Comisión Europea.

En las "aclaraciones" de la Comisión Europea del 17 de abril del año en curso sobre la aplicación de las sanciones antirrusas se indica explícitamente que las prohibiciones para realizar ciertos tipos de actividades económicas se formulan premeditadamente "muy ampliamente" para abarcar el mayor volumen posible de operaciones relacionadas con la importación y exportación. Al mismo tiempo, la responsabilidad por el estricto cumplimiento del régimen de sanciones contra Rusia recae en los propios operadores económicos.

Además, la UE está llevando a cabo un trabajo sistémico, incluso legislativo, para impedir la evasión de las sanciones de la UE. Se amenaza con la persecución, inclusive la penal a las empresas y los ciudadanos de la UE que sean acusados de violar, eludir o ayudar a eludir las sanciones. En mayo pasado, la Comisión Europea promovió una iniciativa legislativa para penalizar a nivel de toda la UE las violaciones de la legislación de sanciones de la UE, incluida la asistencia directa o indirecta para eludir las medidas restrictivas.

Por lo tanto, el rechazo de las empresas extranjeras de cooperar con los socios rusos es el resultado directo de los esfuerzos deliberados de la Unión Europea. Se implica, se intimida al sector de negocios y luego, como en el caso de las declaraciones de Josep Borrell, se comienza a promover en su nombre lemas que no corresponden a la realidad ni a sus intereses económicos.

 


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