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Excerpta de la rueda informativa ofrecida por el director adjunto del Departamento de Información y Prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Iván Necháev, Moscú, 17 de noviembre de 2022

2379-17-11-2022

Crisis actual en Ucrania

 

La operación militar especial en marcha confirma lo que las autoridades de Rusia han declarado en reiteradas ocasiones. Luchamos en Ucrania contra el "Occidente colectivo", cuyo objetivo a largo plazo es "conseguir la victoria sobre Rusia en el campo de batalla" a cualquier costo y hasta el último ucraniano.

Las tímidas señales que aparecieron recientemente en Europa y Estados Unidos sobre lo importante de recurrir a los medios diplomáticos para arreglar la crisis ucraniana se desvanecen. Los intereses del "partido de la guerra" están por encima de todo. Se exhorta de nuevo a continuar prestando la ayuda integral a Ucrania. Lo confirmó también el director de la CIA, William Burns, durante su visita a Kiev el pasado 15 de noviembre, quien "reforzó el compromiso de EEUU" para prestar apoyo al régimen de Vladímir Zelenski en la "lucha contra la agresión rusa", según The Washington Post.

Las autoridades de Ucrania manifiestan una postura beligerante. No se dice nada de un posible cese de hostilidades o tregua. En Kiev están dispuestos a escalar el conflicto. La agresividad de la retórica de las autoridades solo aumenta. Al pronunciar un discurso en la cumbre del G20 el pasado 15 de noviembre, Vladímir Zelenski presentó de manera rusofóbica habitual una nueva lista de "fantasías" ucranianas que no tienen nada que ver con la realidad, llamándola la "fórmula de la paz". Desestimó deliberadamente el tema de las negociaciones, pero enfatizó claramente la intención de Kiev de luchar hasta la victoria. La postura del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Víctor Zaluzhni, es aún más dura. Él rechaza la propia idea de cualesquiera negociaciones, la posibilidad de encontrar una fórmula de compromiso y declara que las tropas lucharán hasta "la liberación de toda la tierra ucraniana".

Occidente respalda plenamente este rumbo del régimen de Kiev y está dispuesto a enviar más y más armas a Ucrania que se usan para bombardear diariamente barrios residenciales, la infraestructura social en las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, las Provincias de Jersón y Zaporiya y varias otras regiones fronterizas de Rusia. Ayer, el 16 de noviembre, se celebró la séptima reunión ordinaria del llamado Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania, también conocido como 'formato Ramstein'. En vísperas llegaron noticias de Washington de que la administración estadounidense solicitó al Congreso de EEUU que destinase unos 38 mil millones de dólares adicionales para ayudar a Kiev hasta finales de 2022, más de la mitad de los cuales se destinarán a los suministros de armas.

La UE aportó su contribución a la nutrición de los “músculos militares” de Ucrania. El pasado 14 de noviembre, Bruselas anunció el lanzamiento de la misión de entrenamiento militar al Ejército ucraniano. Está diseñada para dos años, en el curso de los cuales se planea preparar a unas 15 mil personas de distintas profesiones militares. Los cursos de formación se celebrarán en los polígonos de los países de la UE.

Se entiende que Occidente colectivo da tan gustosamente a Kiev todo lo que desea, porque persigue cínicamente sus propios intereses. Para él Ucrania es solamente un instrumento, un medio de lograr el debilitamiento y aislamiento de Rusia por terceros y con las vidas de los ucranianos ordinarios. Y los dirigentes ucranianos ni siquiera ocultan que el país se ha hecho un polígono para ensayos de las armas de la OTAN. El ministro de Defensa de Ucrania, Réznikov, habla manifiestamente de eso en una entrevista para Político.

Parece que Kiev está tan sumergido en aventuras de guerra, que ni siquiera ahora llega a entender lo que está haciendo. Mientras tanto, el tiempo corre en su contra. Cada día van revelándose nuevos hechos de las atrocidades cometidas por las unidades ucranianas y mercenarios extranjeros en la zona de la operación militar especial. Apenas las FF.AA. rusas habían sido retiradas de una parte de la provincia de Jersón y la ciudad de Jersón, los neonazis ucranianos, obviamente basándose en la experiencia de sus provocaciones sangrientas en Bucha e Izium, volvieron a practicar lo que mejor saben hacer – burlarse de los civiles. Así, la jefa de la administración militar y civil de Jersón nombrada por Zelenski, Galina Lugovaya, invitó públicamente a que los militares “fusilaran a los traidores como perros”. En el Internet ya han aparecido grabaciones de las personas atadas a farolas en los territorios rusos en la provincia de Jersón ocupados por las FF.AA. ucranianas.

Condenamos firmemente tales métodos infames e inhumanos. En cualquier Estado de derecho, y, por cierto, Ucrania dejó de ser uno de ellos hace mucho tiempo, son justamente imposibles. Para cubrir los atropellos de las unidades ucranianas, los dirigentes kievitas prohibieron que los representantes de los medios, incluidos los extranjeros, visitaran la provincia de Jerson, explicándolo por la realización de las “actividades de estabilización”. Uno de estos días, incluso anularon la acreditación de varios periodistas occidentales que se habían atrevido a hacer reportajes en la ciudad en vísperas de la llegada de Zelenskí allí, que, según los vídeos publicados en las redes sociales y aplicaciones de mensajería, fue recibido por los pocos habitantes de Jersón que se habían negado a evacuarse, por no decir algo peor, sin ninguna alegría.

Las acciones de Occidente colectivo y su régimen kievita de títeres prueban la necesidad de lograr los fines y cumplir las tareas de la operación militar especial. Todas serán cumplidas inevitablemente.

 

Tercer comité del 77 periodo de sesiones de la AG de la ONU aprueba la resolución “Situación en materia de derechos humanos en las temporalmente ocupadas República Autónoma de Crimea y Sebastópol, Ucrania”

 

El 16 de noviembre pasado, el tercer comité del 77 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, a iniciativa de Ucrania, aprobó la resolución “Situación en materia de derechos humanos en las temporalmente ocupadas República Autónoma de Crimea y Sebastópol, Ucrania”. 78 Estados, en su mayoría patrocinadores occidentales del régimen de Kiev y sus aliados, votaron a favor del documento, mientras que 14 Estados votaron en contra y 79 se abstuvieron. Así, una vez más, los proponentes de esta odiosa obra no lograron la aprobación por consenso, ya que menos de la mitad de los Estados miembros de la ONU votaron a favor de la resolución.

Es lamentable que la noble causa de la defensa de los derechos humanos sea utilizada por el régimen de Kiev de forma indecorosa para confirmar sus infundadas reivindicaciones políticas y territoriales sobre la República de Crimea. Como era de esperar, la resolución es parcial y tendenciosa. Su contenido va mucho más allá de las cuestiones de derechos humanos y del mandato del tercer comité de la Asamblea General de la ONU.

Llaman la atención el cinismo y la deshonestidad de los autores de la resolución, que acusan a Rusia de las violaciones que el régimen de Kiev cometió contra los habitantes de la península cuando Crimea formaba parte de Ucrania y que el régimen de Kiev está cometiendo ahora contra su propia población. Entre ellas, el incumplimiento de las obligaciones impuestas por los tratados internacionales, el atropello y la negación de los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales, étnicas, religiosas y lingüísticas, la persecución de periodistas y trabajadores de los medios de comunicación, y el bloqueo de sitios web que difunden un punto de vista diferente al de Kiev.

Característicamente, ni una sola vez en los ocho años transcurridos desde la reunificación de Crimea con Rusia, los patrocinadores occidentales de Kiev o los mecanismos de derechos humanos de la ONU han condenado las acciones ilegales e inhumanas de las autoridades ucranianas, que han impuesto un bloqueo hídrico, energético, de transporte, alimentario y humanitario a la península. No se ha criticado la política discriminatoria de la UE de denegar visados a los ciudadanos de Crimea, lo que supone una clara violación del derecho a la libertad de circulación.

La resolución se aprobó en el contexto de una conspiración de silencio por parte de la comunidad internacional y de las estructuras internacionales de derechos humanos respecto a las acciones terroristas del régimen de Kiev contra los residentes de Crimea, incluido el atentado suicida en el puente de Crimea el 8 de octubre pasado, que se cobró la vida de personas inocentes.

Nos gustaría recordar que todos los sujetos de la Federación de Rusia, incluidas la República de Crimea y la ciudad de Sebastópol, están amparadas por la Constitución de la Federación de Rusia y la legislación rusa que garantiza a sus ciudadanos todos los derechos y libertades fundamentales, incluidos el derecho al trabajo, la seguridad social, la atención sanitaria y la educación. Los tratados internacionales de la Federación de Rusia son igualmente aplicables en el territorio de la República de Crimea y la ciudad de Sebastópol; los residentes de estos sujetos de la Federación de Rusia disfrutan de todos los derechos humanos y libertades garantizados por los tratados de derechos humanos sin ninguna discriminación en comparación con los residentes de otras regiones de Rusia.

 

Conferencia de la OTAN sobre compromisos en ciberseguridad

 

Hemos prestado nuestra atención a la conferencia sobre ciberseguridad celebrada bajo los auspicios de la OTAN en Roma los días 9 y 10 de noviembre. El debate confirma una vez más que la continua militarización del ciberespacio es una de las prioridades de la alianza. Los esfuerzos de la OTAN contribuyen a que la dimensión digital se convierta en un escenario de confrontación geopolítica y una zona para operaciones ofensivas.

Hablando de actividad maliciosa en la red, al Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, no se le ocurrió nada mejor que acusar a Rusia, lo que ya se está convirtiendo en una costumbre. Alegó que las acciones de Rusia amenazan las infraestructuras críticas no solo de Ucrania, sino también de otros países europeos. Tradicionalmente, no se aportan ningunas pruebas. En cambio, se hizo hincapié en la necesidad de aumentar la inversión en las capacidades de los países miembros para responder a los desafíos cibernéticos e híbridos. Se celebran los ejercicios regulares de la alianza encaminadas a desarrollar dichas habilidades. Por cierto, en un futuro próximo en Estonia se llevará a cabo el mayor de ellos, la Coalición Cibernética, en que participarán más de 40 países, es decir, no solo los miembros de la OTAN, sino también aquellos a cuya costa quieren expandir el alcance de  su influencia.

Estados Unidos y sus aliados están privando a otros países de la soberanía digital tras obligarles a cambiar las leyes nacionales y transferir datos de importancia nacional a repositorios en la nube en el territorio de la OTAN a través de empresas informáticas controladas. Esto es lo que han hecho Microsoft y Amazon en Ucrania cuando tomaron el control de los recursos de información del régimen de Kiev.

El objetivo clave de estos intentos de Washington y sus secuaces es reformular el espacio virtual de manera que se establezca un control monopólico sobre él, incluso para asegurar una posición de avanzada en caso de que sea necesario utilizarlo con fines políticos y militares.

 

77º Aniversario del inicio de los Juicios de Núremberg

 

El 20 de noviembre de 1945 en Núremberg empezó un proceso judicial que entró en la Historia como “El juicio de los pueblos”. Fueron procesados en el mismo los criminales de guerra nazis.

La base jurídica de los Juicios de Núremberg fueron la Declaración sobre la responsabilidad de los nazis por las barbaridades cometidas aprobada en la Conferencia de Moscú de 1943 y el Acuerdo entre los Gobiernos de la URSS, EEUU, el Reino Unido y Francia sobre la persecución judicial y el castigo de los principales criminales de guerra procedentes de los países europeos del Eje de 1945.

En función de los principios del Tribunal de Núremberg a los 24 procesados se les acusó de haber planificado, preparado, provocado y librado una guerra agresiva, es decir, les fue incriminada la comisión de crímenes contra la paz. Se les acusó además de haber matado y torturado a prisioneros de guerra y a civiles en los territorios ocupados, saqueado y destruido sin motivo pueblos y aldeas, sin que hubiera para ello necesidad militar, de haber cometido atrocidades contra civiles, es decir, crímenes de lesa humanidad.

Es de importancia crucial la tarea histórica que le pertenecía a aquel proceso: hacer justicia contra los principales promotores y culpables de los crímenes nazis, en ninguno de los casos representaba un acto de venganza contra el pueblo alemán que en cierta medida fue rehén de la política de Hitler.

Los resultados de los Juicios de Núremberg son conocidos. Por haber cometido incontables crímenes de guerra y gravísimos delitos de lesa humanidad, los altos cargos nazis fueron condenados a pena capital o condenas largas o perpetuas.

Los Juicios de Núremberg tienen un valor histórico imperecedero: ante el mundo fueron desenmascarados los salvajes crímenes cometidos por el nazismo y el militarismo hitlerianos, fue demostrado el peligro de su renacimiento, cualquiera que fuera la forma del mismo.

Los Gobiernos de la mayoría de los países que formaron el Tribunal e hicieron de manera unánime de fiscales y jueces se han olvidado hoy o pasan por alto de manera deliberada aquella lección histórica que les costó caro a Europa y a toda la Humanidad. Cada vez con mayor frecuencia se hacen intentos de revisar la Historia de la Segunda Guerra Mundial, de igualar la responsabilidad de los agresores y los libertadores, de las víctimas y de los verdugos, de glorificar a los criminales de guerra. Hace falta oponer una intensa resistencia a este tipo de intentos. Es inadmisible que sea reescrita la Historia de la Segunda Guerra Mundial, revisados sus resultados y justificados los nazis, sus allegados o las atrocidades que cometieron.

 

Respuestas a algunas preguntas:

Pregunta: ¿Cómo podría comentar el nuevo “Plan de acción para la movilidad militar”, presentado el pasado 10 de noviembre por la Comisión Europea y el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, y discutido en la reunión de los Ministerios de Defensa de los países de la UE?

Respuesta: La preparación de tal documento confirma la militarización activa del proyecto europeo, que fue creado originalmente para prevenir una nueva guerra en Europa. Pero ahora todo en la Unión Europea está sujeto a la lógica de una confrontación militar con nuestro país. De hecho, se produce una fusión con la OTAN. Con este fin también se está reformando la infraestructura civil de la Unión Europea, incluida la red de transporte y tránsito, para garantizar el rápido desplazamiento de equipos pesados ​​en dirección “Oeste-Este”. Se asigna una seria financiación para tales fines.

Parece que para los círculos beligerantes de la UE ya no es suficiente que, infringiendo sus propias reglas de control de exportaciones, la Unión Europea suministra al régimen de Kíev armas letales por valor de 3.100 millones de euros a través del "Fondo Europeo para la Paz" (tan cínicamente ven “la paz” en Europa), y empezó en el territorio de Alemania y Polonia la preparación de los militares ucranianos, que continuarían exterminando civiles y destruyendo infraestructura. Ahora la UE quiere conseguir que la logística, las armas y los equipos militares puedan llegar lo más rápido a la zona de conflicto. Y además tratan de involucrar en su aventura a otros países: Moldavia, los Balcanes Occidentales.

Desgraciadamente, al igual que después del golpe de Estado en Kíev en febrero de 2014, la solución pacífica de la situación en Ucrania no figura ahora en los planes de la Unión Europea. Al contrario, Bruselas está siguiendo deliberadamente el camino de la escalada. Está aumentando las inversiones para prolongar la confrontación armada, haciendo hipócritamente la vista gorda ante numerosos crímenes de guerra y violaciones del Derecho Internacional Humanitario por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania.

Todo esto es extremadamente peligroso para la estabilidad en el continente europeo, que algunos países de la UE quisieran convertir en un verdadero "teatro de guerra". Además, la realización del anunciado “Plan de acción para la movilidad militar 2.0” saldrá muy costosa para los ciudadanos de los países de la Unión Europea.

Por la política miope de la UE, ellos ya se ven obligados a soportar una inflación desorbitada, el frío en sus casas, las colas en las gasolineras. No creemos que estén dispuestos a pagar de su propio bolsillo las ideas militaristas multimillonarias de los burócratas europeos.

 


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