Declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia en relación con la suspensión por la Federación de Rusia de la participación en el Tratado sobre medidas para la ulterior reducción y limitación de armas ofensivas estratégicas (Nuevo START)
En la declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia sobre la situación en torno al Tratado Nuevo START publicada el 8 de febrero de 2023, así como en los respectivos comentarios de altos funcionarios del Ministerio, se hizo una evaluación detallada del decepcionante estado de los asuntos relacionados con la implementación del Tratado que se formó debido a las acciones destructivas de EEUU en el contexto de este Tratado, así como debido a su rumbo dirigido a debilitar la seguridad de la Federación de Rusia y "estrangular" política y económicamente a nuestro país, en general.
A continuación de los enfoques señalados anteriormente, destacamos los siguientes factores negativos que impiden un pleno funcionamiento del Nuevo START por culpa de EEUU.
El grado extremo de hostilidad de Washington, la confrontación que instiga y el rumbo abierto hacia una escalada mal intencionada del conflicto en Ucrania y en torno a este país crearon para nosotros una situación absolutamente diferente en el ámbito de seguridad.
Al mismo tiempo, recordamos de nuevo que el preámbulo del Tratado Nuevo START que forma parte integrante del mismo estipula la fidelidad de las partes al principio de seguridad indivisible y el establecimiento de relaciones basadas en la confianza mutua y la cooperación. Sin embargo, Estados Unidos busca abiertamente hoy causar una "derrota estratégica" a Rusia, y la tensión instigada por Washington va mucho más allá de la crisis ucraniana: EEUU y Occidente encabezado por este país aplican esfuerzos para causar daño a nuestro país a todos los niveles, en todas las áreas y en todas las regiones del mundo.
Hay todos los motivos para constatar que la política de EEUU busca socavar la seguridad nacional de Rusia, lo que contradice directamente los principios y entendimientos fundamentales estipulados en el preámbulo del Nuevo START en que se basa el Tratado y sin los que no se habría concertado. De hecho, se trata de un cambio fundamental de las circunstancias en comparación con las que hubo en la fecha de firma del Tratado.
En tal coyuntura, ya no es posible hacer negocios con EEUU y con Occidente, en general, de manera habitual, tanto de principio, como en relación con el control de armas que es inalienable de las realidades geopolíticas, militares y estratégicas.
Además, cambios importantes en el ámbito de seguridad se deben también a hecho de que la consolidación de los países occidentales en torno a la agenda antirrusa afecta cada vez más aspectos de su política nuclear. En particular, los miembros de la OTAN que, durante décadas, llevan a cabo las llamadas "misiones nucleares conjuntas" y hace tiempo declararon abiertamente que la Alianza Atlántica es una "alianza nuclear" están haciendo más énfasis en las armas nucleares en los conceptos de la OTAN declarando que planean fortalecer y aumentar la disponibilidad operacional de las capacidades "atribuidas" a la OTAN en esta área. Se exhorta a ampliar la infraestructura nuclear de la Alianza y expandirla hacia el Este. No se disimula que estos esfuerzos están dirigidos contra nuestro país.
En este contexto, el factor de arsenal nuclear combinado de las tres potencias nucleares de la OTAN, es decir, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, que puede dirigirse contra Rusia, adquiere una importancia especial en las condiciones actuales. En este sentido, es muy simbólico que todos los países de la OTAN, inclusive Gan Bretaña y Francia, hayan demostrado claramente su participación en los asuntos relacionados con el Tratado Nuevo START emitiendo una declaración conjunta en que se adhieren plenamente a los enfoques de EEUU. Este acto político confirma lo consistente de la postura rusa sobre la necesidad de considerar las capacidades nucleares de los tres Estados occidentales poseedores de armas nucleares en conjunto y tener en cuenta este factor en el proceso de limitación y reducción de armas nucleares, así como estudiando el futuro destino del Nuevo START.
Durante muchos años, Washington desestimó la relación entre las armas estratégicas ofensivas y defensivas que también está estipulado en el Nuevo START. La declaración sobre la defensa antimisiles hecha por Rusia en el contexto de la firma y ratificación del Tratado pone de relieve claramente la importancia fundamental de esta relación. En nuestro documento se señala inequívocamente que el Nuevo START puede funcionar y ser viable solo en caso de que no se aumente cualitativa y cuantitativamente el número de sistemas de defensa antimisiles de EEUU. Sin embargo, Washington continúa emprendiendo de forma demostrativa acciones diametralmente contrarias. En el contexto de agudización general de la situación militar y estratégica, este factor adquiere mayor importancia.
El más importante para evaluar la situación con respecto al cumplimiento del Tratado Nuevo START es el hecho de que Washington viola desde hace mucho tiempo y de manera sustancial las disposiciones principales del Tratado sobre las restricciones cuantitativas a las armas pertinentes de las partes. Esto se debe a la arbitraria exclusión unilateral de más de 100 unidades de armas ofensivas estratégicas de EEUU del registro a tenor del Tratado, que en Washington fueron renombradas para que dejaran de incurrir en las definiciones del tratado, o fueron declaradas como reconstruidas, sin dar a la parte rusa la oportunidad de comprobar de manera segura el cumplimiento de los resultados de dicha reconstrucción con lo estipulado en el Tratado Nuevo START, es decir, cumplir con el procedimiento previsto expresamente en el Tratado. Centramos la atención en esta violación clara y directa en reiteradas ocasiones.
Además, los conocidos intentos de Estados Unidos de "probar" el grado de protección de una serie de instalaciones rusas a tenor del Nuevo START declaradas en virtud del Tratado se hicieron flagrantemente provocativos y extremadamente peligrosos. Los ataques armados contra ellos asestados por el régimen títere de Kiev, se llevaron a cabo con apoyo técnico, militar e informativo de la inteligencia de Washington.
En este contexto, consideramos que la cima del cinismo son las demandas de EEUU de proporcionarles inmediatamente acceso a estas y otras instalaciones estratégicas de Rusia, atribuyéndolo a las disposiciones del Nuevo START sobre actividades de inspección. Esto causa una perplejidad especial en las condiciones cuando las restricciones antirrusas impuestas por Washington afectaron la viabilidad de los procedimientos estipulados en el Tratado relacionados con las actividades de verificación. Como resultado, se socavaron las capacidades de la parte rusa para realizar control en el territorio de Estados Unidos de manera libre y completamente equitativa, lo que obviamente dio ventajas unilaterales a la parte estadounidense.
Estas evaluaciones se transmitieron en reiteradas ocasiones a la parte estadounidense y se acompañaron invariablemente con un llamamiento a Washington para que tomara medidas para corregir la situación, teniendo en cuenta las preocupaciones expresadas por Rusia. Sin embargo, en cambio, Washington continuó llevando a cabo deliberadamente acciones mal intencionadas para socavar la seguridad de Rusia. Las apuestas en la guerra híbrida total desatada contra nuestro país por los estadounidenses crecen.
Al analizar el conjunto de las circunstancias anunciadas, la parte rusa se vio obligada a llegar a la conclusión de que EEUU violó de forma sustancial el Tratado Nuevo START, es decir, se trata de una violación que es de importancia fundamental para realizar el objeto y los objetivos del Tratado.
En vista de eso, el Presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, anunció el 21 de febrero del año en curso en su Mensaje a la Asamblea Federal de la participación de nuestro país en el Tratado Nuevo START.
Al mismo tiempo, con el fin de mantener un grado suficiente de previsibilidad y estabilidad en el área de misiles nucleares, Rusia tiene la intención de adoptar un enfoque responsable y continuará respetando estrictamente las restricciones cuantitativas en relación con armas estratégicas ofensivas, mientras que el Tratado esté en vigor. Además, la parte rusa continuará participando en el intercambio de notificaciones sobre los lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales y misiles balísticos lanzados desde submarinos con la parte estadounidense, a tenor del respectivo Tratado de 1988 entre la URSS y Estados Unidos.
La decisión de suspender el Nuevo START puede ser reversible. Para ello, Washington debe mostrar voluntad política, emprender esfuerzos de buena fe para reducir la tensión, en general, y crear las condiciones para reanudar el pleno funcionamiento del Tratado y, en consecuencia, garantizar su viabilidad. Instamos a la parte estadounidense a realizarlo. Hasta ese momento, todos nuestros pasos hacia Washington en el contexto del Nuevo START están absolutamente excluidos.
También instamos a EEUU a que se abstenga de tomar medidas que puedan impedir la reanudación del Nuevo START si se crean las condiciones necesarias para ello. Estamos convencidos de que las capacidades del Tratado en lo que se refiere a su contribución al fortalecimiento de la seguridad internacional y la estabilidad estratégica están lejos de agotarse. Pero estas capacidades sólo podrán manifestarse plenamente solo en caso de restablecimiento de las posibilidades de cumplir el Nuevo START de forma simétrica, equitativa y rigurosa por ambas partes.
Planeamos seguir las acciones futuras de Estados Unidos y sus aliados, tanto en el campo del Start como en general en el ámbito de seguridad internacional y estabilidad estratégica, así como analizar si pueden causar daño a los intereses rusos y si es necesario adoptar contramedidas adicionales.