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Excerpta de la rueda informativa ofrecida por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, Moscú, 27 de febrero de 2025

314-27-02-2025

 

Crisis ucraniana

 

Los extremistas ucranianos siguen practicando el terror contra la población civil y la infraestructura civil de las regiones rusas.

El análisis de los documentos de archivo de los años cuarenta, publicados por el Servicio Federal de Seguridad de Rusia, evidencian que, en la provincia de Kursk, los ucronazis cometen crímenes de guerra similares a las masacres de la Wehrmacht durante la Gran Guerra Patria, cuando los ocupantes de Hitler acribillaron a tiros y quemaron vivos a civiles.

El pasado 19 de febrero, en la aldea Kolijálino, provincia de Bélgorod, un dron enemigo atacó un autobús oficial. Un civil murió, una mujer fue afectada. El mismo día, en el poblado Oktiabrski, dos personas recibieron heridas tras ataques de drones. El pasado 24 de febrero, en la aldea Tishanka, un hombre quedó lesionado.

En las localidades de la RPD, entre el 18 y el 24 de febrero pasados, drones de las FF.AA. de Ucrania dispararon contra barrios residenciales, matando a 2 civiles, hiriendo a no menos de 19, incluidas dos niñas nacidas en 2014.

En la provincia de Zaporiyia, el 18 y el 19 de febrero pasados, drones agredieron a coches civiles, hiriendo a un civil y una médica de ambulancia.

Un testigo de la liberada Novogródovka (la RPD) informó a los militares rusos que las FF.AA. de Ucrania habían matado a tiros a cuatro niños que trataban de escapar (todos fueron asesinados). Las FF.AA. de Ucrania abrieron fuego contra otros civiles también.

Las autoridades judiciales rusas siguen emitiendo sentencias a los neonazis ucranianos y mercenarios por sus crímenes de guerra.

Se sentenció a largos plazos de encarcelamiento a los militares ucranianos del batallón nacionalista Azov Serguéi Budíkov, Andréi Tókar y Guerman Matiushin. Entre el 17 y el 25 de marzo de 2022 dispararon no menos de 40 veces con un obús D-30 de 122 milímetros de calibre desde Mariúpol contra la aldea Stari Krim.

El miembro de Azov, Maxím Mélnikov, recibió 24 años de prisión por acribillar a tiros con ametralladora ligera a un civil en una farmacia en Mariúpol en marzo de 2022.

El mercenario georgiano, Mijaíl Gognadze, fue condenado a 14 de cárcel.

Se remitió al tribunal la causa penal contra dos miembros de Azov, el jefe de la batería de morteros, Iván Nózhechkin, y el servidor de mortero, Yegor Yakovenko. Los jueces de instrucción establecieron que, en marzo de 2022, en Mariúpol, Iván Nózhechkin dio la orden delictiva de someter a fuego la aldea Agrobaza. Su cómplice y sus compañeros cumplieron la orden. Como resultado, sufrieron daños dos casas privadas, en los sótanos de las cuales se escondieron civiles.

Se declaró culpables de cometer ataques terroristas contra la población civil y los militares rusos en la provincia de Kursk a los extremistas de la 22ª Brigada Mecanizada Independiente de las FF.AA. de Ucrania, detenidos el 13 de agosto de 2024, Serguéi Bochenko, Valeri Málchenko, Serguéi Litvinenko y Serguéi Bilichenko. Recibieron de 15 a 16 años de prisión.

Fueron condenados a los mismos plazos de cárcel los ucronazis del 64º Batallón de Fusileros Independiente de la 44ª Brigada Mecanizada Independiente de las FF.AA. de Ucrania, detenidos por nuestros militares, Pável Oleksiuk, Serguéi Gorbachenko, Yuri Andréichenko y Grigori Liashenko. En la aldea Snágost, distrito Kórenevski, provincia de Kursk, aterrorizaron a los locales, tomaron hogares privados, dispararon repetidamente a matar contra militares rusos y civiles.

Están condenados a permanecer en la cárcel hasta 30 años los pilotos de las FF.AA. de Ucrania, Dmitri Shimanski y Alexander Morózov, que, en abril de 2023, según los jueces de instrucción, violaron el espacio ruso en aviones ligeros A-22 para arrojar bombas de aviación en la refinería en la provincia de Briansk. Sin embargo, fracasaron en cumplir la misión. Alexander Morózov fue detenido cerca de la frontera con Ucrania (su avión se enganchó en una línea eléctrica), y a Dmitri Shimanski lo capturaron en la provincia de Tula, donde aterrizó. Ambos pilotos confesaron.

En Krasnogórovka (la RPD), liberada por los efectivos rusos, se descubrió un almacén minado con iconos ortodoxos y enseres de iglesia que los banderistas habían robado del templo local. Para borrar las huellas del crimen, se esforzaron por destruirlo en el momento cuando nuestros efectivos estuvieron evacuando los valores encontrados. Este hecho vuelve a probar elocuentemente la verdadera moralidad de los extremistas y los jefes de las FF.AA. de Ucrania.

Las fuerzas del orden rusas siguen llevando ante la justicia a los ucronazis y mercenarios extranjeros por crímenes de guerra y otros delitos.

La política de Washington encaminada a arreglar la crisis ucraniana por vía pacífica devino un “rayo caído del cielo despejado neonazi” para la Unión Europea. Desde su óptica, las cosas iban bien. Invertían millones en el régimen kievita. Y Kiev, siendo herramienta del Occidente colectivo, iba infligiendo una “derrota estratégica” a Rusia: morían personas, civiles. De repente, el líder principal (EEUU) cambia la estrategia y dice que hay que acordar la paz. Los de la UE se apresuraron a buscar la respuesta a la pregunta más importante para ellos, o sea, qué hacer si EEUU se niega a brindar asistencia militar para Kiev y dónde encontrar el dinero para que las FF.AA. de Ucrania continúen con las hostilidades.

Son las cuestiones (y ningunas otras) a las que se dedicó la reunión de emergencia en París el pasado 17 de febrero entre los líderes de Alemania, Gran Bretaña, Dinamarca, los Países Bajos, Francia, Italia, España y Polonia, es decir, los países que son los mayores proveedores de armamentos para el régimen kievita. Se unieron a ellos otros representantes de la UE y la OTAN. Sin embargo, no fueron más allá de las palabras.

Casi lo mismo se observó en la reunión parecida que el pasado 19 de febrero convocó apresuradamente el Presidente francés, Emmanuel Macron. Invitó a los gobernantes de Bélgica, Grecia, Rumania, Letonia, Lituania, Estonia, la República Checa, Finlandia, Suecia, Canadá y Noruega.

Ambos eventos demostraron que hay serias discrepancias en el bando occidental que, como resultó, no está listo para reaccionar de manera adecuada a la situación que cambia rápidamente y no puede elaborar una actitud única después de que, en efecto, la Administración de Trump endosó la solución de los problemas de seguridad de Ucrania a Europa occidental. Lo único en que consintieron los aliados de la UE y la OTAN fue la necesidad de seguir ayudando al régimen de Zelenski sin pensar en los socios estadounidenses. No obstante, no establecieron las fuentes de financiamiento. Al intentar hacerlo mediante la confiscación de los activos congelados rusos, los cabilderos escandinavos y bálticos se enfrentaron con una dura resistencia de los “grandes europeos” que temieron tomar esta medida. Lo atribuyeron a que, después de hacerlo, nadie los consideraría en serio para colocar activos en sus países.

El pasado 24 de febrero, Kiev fue escenario de la “cumbre internacional en apoyo de Ucrania” que coincidió con el tercer aniversario del inicio de la operación militar especial. Participaron en el acontecimiento la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el Presidente del Consejo Europeo, António Costa. Los acompañaron casi todos los comisarios europeos, líderes del movimiento rusófobo de la comunidad occidental de los países bálticos, Canadá, Dinamarca, Islandia, Finlandia, Noruega, Suecia, etc. No acudió al evento la delegación oficial de EEUU. Entre los invitados se vio al ex Primer Ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson, quien condenó a muerte a los ciudadanos de Ucrania tras forzar al régimen kievita a renunciar a las negociaciones en 2022. Probablemente, vino para asegurarse de que sigue viva su idea de guerrear “hasta el último ucraniano” y que todos los ucranianos se volvieron víctimas de esta guerra.

Los halcones que se congregaron en Kiev hicieron un montón de declaraciones sobre asignación de otros paquetes de asistencia militar, prometiendo pretenciosamente no abandonar a Ucrania a su suerte. No importa que, anteriormente, hicieron la misma cosa hace muchos años, alentando a los cuidadnos ucranianos, primero, a los “maidán”, golpes de Estado anticonstitucionales, y luego, a la confrontación civil, sumergiendo el país, mediante una serie de provocaciones, en el conflicto. Ursula von der Leyen aseguró que en marzo la Unión Europea transferirá al régimen nazi otro tramo de 3.500 millones de euros. Previsiblemente, Gran Bretaña y Canadá prometieron la máxima contribución de 5.600 y 5.000 millones de dólares, respectivamente. Se esforzaron por estar a la par con ellos España, Noruega, Dinamarca y Suecia, listos para asignar los cuatro juntos 1.800 millones de euros.

Trató de superar a sus colegas en la retórica antirrusa la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas. El pasado 24 de febrero anunció que la “garantía más duradera y barata de la seguridad” de Ucrania sería su membresía en la OTAN, mientras que la misma Alianza se beneficiaría si entrara en sus filas el “Ejército más fuerte de Europa”, refiriéndose así a las FF.AA. de Ucrania. Al mismo tiempo, obviamente con fines ilustrativos, hizo gala del estandarte regalado de la 36ª Brigada de Infantería de Marina Independiente de las FF.AA. de Ucrania. Esta brigada participó en las batallas por Mariúpol y el ataque contra la provincia de Kursk. Ni siquiera es cinismo, sino una flagrante amoralidad delictiva.

Todo ello prueba que los globalistas del “partido de la guerra” siguen agarrándose a la confrontación, pensando únicamente en los intereses de su propio “jardín del Edén”.

Zelenski se distinguió por otras declaraciones sobre la hipotética membresía de Ucrania en la OTAN. Todo comenzó con la inmensa cantidad de eventos, reuniones con los mismos participantes, discursos y declaraciones repetitivos y consignas absolutamente absurdas. Todo sirve para mostrar que las cosas van de manera no tan mala como realmente son. Todos entienden la realidad. Pretenden que todavía se pueda corregir algo, que no esté decidido todo, que todavía sea posible “mantenerse a flote”. En su caso, sí que “se mantendrán a flote” en vista de su “calidad”. Otra cosa es que, para ellos, la situación es un callejón sin salida. El pasado 24 de febrero, en Kiev, en su discurso en la mencionada cumbre internacional, Zelenski dijo: “si la membresía en la OTAN sigue fuera de alcance para Ucrania, no tendremos otro remedio que crear un OTAN en Ucrania, asegurar este financiamiento, contingentes y producción militar que significarían una paz garantizada”. Bánkovaya intenta plasmar estos designios a expensas de los europeos. No obstante, los regímenes europeos occidentales no se lo dicen a sus ciudadanos. Me gustaría recordar que las cosas comenzaron con esto. Esto sirvió de desencadenante para que la confrontación interna en Ucrania se hiciera un problema de seguridad en todo el continente. Fue el momento cuando se empezó a convertir a Ucrania en una plaza de armas de la OTAN. ¿De qué paz se puede tratar si predominan tales ideas?

La membresía de Ucrania en la OTAN significaría una escalada drástica y descontrolada del conflicto con graves consecuencias para la seguridad global.

Nos encantaría volver a recalcar que es imposible solucionar el conflicto de manera realmente justa y duradera sin erradicar completa e irreversiblemente sus causas subyacentes. Una de las causas principales fue la violación por Occidente de los compromisos a no ampliar la OTAN y la devoración por la Alianza de todo el espacio geopolítico hasta las fronteras rusas.

Para esta visita de los burócratas europeos se montó un espectáculo fantástico “Tratemos de devolver la legitimidad a Vladímir Zelenski”. Se trata de la Rada Suprema y lo que ocurrió allí entre el 24 y 25 de febrero pasado. No quisiera comentarlo, porque fue un verdadero “espectáculo de luces”.

Este espectáculo, empero, tiene un objetivo. Es distraer a los ciudadanos de Ucrania de lo que la edad de reclutamiento seguirá reduciendo.

Las cosas siguen agravándose para las FF.AA. de Ucrania. No se lo dice a los ucranianos. Se les muestra solo a los “viajantes de comercio”, funcionarios de Bruselas que prometen dinero y un futuro mejor. Sería mejor si quitaran los papeles tapiz fotográficos y miraran la vida que discurre fuera de la ventana, y no en la “película” que les proyecta la OTAN. Que les cuente sobre las bajas de personal en las FF.AA. de Ucrania. En vez de hacerlo, se aplica una táctica totalmente distinta.

Presionada por los occidentales, la junta kievita está tratando la cuestión del incremento de los movilizados mediante el reclutamiento de los jóvenes entre 18 y 25 años. A mediados de febrero pasado, se anunció una forma de reclutamiento “nueva” de los mayores de edad que es “contratos para voluntarios para un año”. Hay que comprender que, firmando las condiciones impuestas, los jóvenes recibirán un “billete solo de ida”. La “elección” que se les propone hacer reduce a seis brigadas de infantería que están en la línea avanzada. No son cursos en que se enseña a manejar drones. No son tecnologías informáticas que se aplican en las fuerzas cibernéticas.

No. Lo repetiré porque es importante. Son seis brigadas de infantería avanzadas. Tal vez, para una persona ordinaria, un civil, no está claro de qué se trata. Para las personas que completaron el servicio militar obligatorio o entienden qué significa una brigada de infantería, está obvio que será una horrible carnicería momentánea para los chicos de Ucrania que serán capturados. Se va a enviarlos a morir.

En este contexto, según las redes sociales, los matones de Pravy Sektor fueron más allá de esto. En Dniepropetrovsk pusieron anuncios diciendo que reclutan a adolescentes de 14 años que deberían prepararse para “matar a los enemigos”. El volante de la guerra, girado por iniciativa de los patrocinadores occidentales, busca desangrar completamente Ucrania y privarla de generaciones futuras. ¿Para qué? Para que sea más cómodo dilapidarla. Justamente necesitan que haya menos personas que saben pensar y devolver el golpe. Se apuesta por esto.

Reveladas por uno de los diputados de la Rada Suprema, resultan ser ilustrativas las sumas de sobornos que los comisarios militares reciben de los emboscados. Si el Estado les paga 100 dólares en promedio por un recluta, el precio para redimirse “en la calle” es de 500 dólares, liberarse del edificio de la comisaría militar cuesta 3.000 dólares en promedio, y del centro de entrenamiento, 7.000 dólares. Los precios se dispararán, ya que, desde el 28 de febrero, expirarán los aplazamientos de la movilización.

A menudo, los desafortunados, incapaces de redimirse, que no quieren morir por la junta de Kiev, son asesinados por las fuerzas antirretroceso de las FF.AA. de Ucrania. Hace un rato, un extremista de la 3º Brigada de Asalto Independiente de las FF.AA. de Ucrania, compartió la “rica” experiencia en eliminar a los compatriotas movilizados en diversas partas del frente.

Todos los hechos mencionados y los siguientes evidencian que no fueron anunciados en vano los objetivos de la operación militar especial. Según ha declarado repetidamente la dirigencia rusa, todos serán cumplidos.

 

Resolución rusa de la Asamblea General de la ONU sobre la lucha contra la glorificación del nazismo

 

Hemos tomado nota de varios comentarios en los canales de Telegram que parecieron haber sido orquestados (honestamente, no quisiera pensar así, pero ellos aparecieron hace un par de días, justo a tiempo) relacionados con la Resolución de la Asamblea General de la ONU sobre la glorificación del nazismo y neonazismo.

Cabe reiterar que es la iniciativa más importante denunciando la glorificación del nazismo en todas sus manifestaciones. Es producto del trabajo de veinte años de la Federación de Rusia en la plataforma de la ONU. Fue presentada por primera vez en 2005. En aquel tiempo, contuvo literalmente unos párrafos y fue secundada por menos de diez coautores. Sin duda, uno debería tardar cierto tiempo en promover sus planteamientos en plataformas internacionales. A este respecto, no hay posibilidad de alcanzar todos los resultados deseados en un segundo. En el curso de las actividades proactivas y verificadas, el documento llegó a obtener el nombre que esclarece explícitamente la esencia de la iniciativa que es la lucha contra la glorificación del nazismo. Su texto pasó a tener un carácter abarcador que refleja nuestra postura relativa a las manifestaciones del nazismo y neonazismo.

En particular, se expresa una seria preocupación por la guerra que continúa en varios países contra los memoriales a luchadores contra el nazismo y el fascismo y guerreros libertadores, incluida su destrucción o profanación. En los últimos años, esta tendencia adoptó el carácter de política estatal y una verdadera pandemia en los países occidentales.

En concordancia con el veredicto de los Juicios de Núremberg, se confirmó la calificación de las SS y todas sus partes integrantes, incluidas las Waffen-SS, de organización criminal. Simultáneamente, se expresó una profunda indignación con las marchas glorificando a los nazis y sus cómplices, las marchas con antorchas de los neonazis y los nacionalistas radicales. Además, la inauguración de memoriales y cambio de nombre de las calles, escuelas y otras instalaciones en honor de los quienes guerrearon del lado nazi o colaboraron con ellos. Entretanto, se expresa preocupación por las tentativas de convertir en héroes nacionales a los quienes, durante la II Guerra Mundial, lucharon contra los Aliados, cooperaron con los nazis, cometieron crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.

Cabe reiterar que, aunque lo abordamos todo el tiempo, el mismo documento denuncia las tentativas de varios países de prohibir los símbolos asociados con la Victoria sobre el nazismo. Se hace énfasis en que tales acciones profanan la memoria de las víctimas innumerables del nazismo, afectan negativamente a la generación creciente y no son compatibles en absoluto con los compromisos de los Estados miembros de la ONU previstos por la Carta  de la Organización. Además, las acciones mencionadas son tipificadas en el artículo 4 de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, exigiendo que todos los Estados partes en este tratado internacional luchen contra fenómenos de esta índole e incluso las prohíban penalmente.

De este modo, al esforzarse insistente y minuciosamente durante largos años la delegación rusa, se avalaron a nivel de la ONU todos los planteamientos de principio para nuestro país y las personas con ideas afines, vinculados con la preservación de la verdad histórica y la lucha contra las intentonas de falsificar los resultados de la II Guerra Mundial. Por fin, el número de coautores. Es importante. Ahora, son coautores los 40 Estados de todas las regiones del mundo, y en torno a 120 países votan por el documento.

Es crucial subrayar que, a principios, el documento no fue vinculado con países, sino que ostentó un carácter temático: no mencionó países algunos. El hecho de que unos países reconocieron de inmediato a sí mismos en el texto, literalmente “miraron en el espejo”, y siguen reconociendo a sí mismos, solo muestra que tienen problemas nacionales correspondientes.

No es sorprendente que este documento provoque una durísima resistencia de nuestros oponentes. Es crucial para los que escriben sobre el tema. Durante 20 años, EEUU, Canadá, Japón, Gran Bretaña, Suiza, Australia, Noruega, Ucrania y los países miembros de la UE votaron constantemente “en contra” o se abstuvieron del texto, literalmente tratando de forzar a los países del Sur global a no respaldar este documento. Además, para muchos de ellos, se hizo el objetivo principal oponerse precisamente a este texto (podría ser muy divertido, si no fuera tan triste) dentro de las discusiones de Derechos Humanos en la ONU.

En 2022, su ataque contra la resolución adoptó otra forma. Al fracasar cada año en la votación, los países del Occidente colectivo decidieron usar otra táctica de la “provocación procesal”, es decir, introducir el famoso párrafo antirruso sobre lo inadmisible que fue justificar la “agresión territorial contra Ucrania” con la meta de luchar contra el neonazismo, y aprovecharon toda la solidaridad transatlántica para respaldarlo.

¿Para qué tuvieron que hacerlo? Quisieron hacernos rechazar el documento. Soñaron con hacerlo y, posteriormente, lo dijeron en público.

Es decir, si el guion occidental habría sido puesto en práctica, Rusia se habría encontrado entre los quienes hacen todo lo posible para impedir que el texto de la Asamblea General fuera aprobado. Es ilustrativo que este párrafo no hace el texto de la resolución aceptable para nuestros oponentes. Entienden que la esencia de la resolución sigue siendo la misma, por lo tanto, siguen votando contra el texto, en cualquier caso, incluso su sucia enmienda provocativa es aprobada. Tienen otro objetivo, que es procurar que este texto no exista en absoluto.

En esta situación, Rusia y las personas de ideas afines no quisieron caer en esta trampa evidente, no sucumbir a la provocación y no ceder ante los provocadores.

Cada año sometemos este párrafo a votación. Cuando es aprobado, utilizamos el procedimiento de distanciarnos oficialmente del fragmento de la resolución inaceptable para nosotros, lo que se refleja en el Acta de las sesiones de la Asamblea General de la ONU que se almacena en los archivos de la Organización y está disponible en todas sus plataformas.

¿Qué significa esto? Sí, puede ser difícil de entender para el hombre común, pero sigue mereciendo la pena centrarse en ello hoy, ya que este tema se ha lanzado al espacio informativo. Ni Rusia ni los demás coautores están obligados por el texto de este párrafo. Además, ni entonces ni ahora se trataba de apoyarlo.

Al mismo tiempo, estamos efectuando una labor sistemática para desacreditar esta provocación. Como resultado, este párrafo, por inaceptable que resulte para las personas sensatas, está perdiendo apoyos, y esperamos con razón verlo eliminado en un futuro próximo.

Estos laboriosos esfuerzos han dado sus frutos. En 2022, 63 países votaron a favor del párrafo antirruso, 23 votaron en contra y 65 se abstuvieron. La última vez, en diciembre de 2024, el número de votos a favor siguió siendo el mismo, pero el número de los que votaron en contra casi se duplicó hasta 41 delegaciones, con 50 abstenciones. 

Estamos convencidos de que Rusia no debe abandonar su lucha contra la glorificación del nazismo en la ONU. De hecho, ¿dónde más se supone que debemos luchar contra ello sino en la ONU, que nació tras la victoria sobre el nazismi y su derrota? La victoria no siempre llega de inmediato. No siempre es posible obtener resultados momentáneos. Qué sencillo sería, ¿verdad? Debemos seguir luchando pase lo que pase.

Hay ocasiones en las que es necesario combinar el deseo de obtener resultados inmediatos con el trabajo duro. Entablamos una lucha diplomática por los intereses de nuestro país. Pero en este caso concreto, también estamos uniendo a la comunidad internacional en este asunto tan importante. No estamos trabajando en esta resolución más o menos una semana antes de que se someta a votación. No estamos luchando contra esta enmienda a la resolución una hora o así antes de la votación. Trabajamos en ello todos los días. ¿Lo sabían quienes fabricaron esta provocación mediática, incluidos, en primer lugar, los actores del espacio mediático ruso? Ni siquiera pensaron en ello. ¿Quieren ayudar? Unamos nuestras capacidades, potenciales y recursos. Estaremos encantados de cooperar con ustedes. Me refiero a los medios de comunicación que se han ocupado de este tema de pasada. Tardaron unos 15-20 minutos en colgar los materiales en Internet, y siguieron adelante. ¿Quieren que colaboremos? Estamos a su disposición. Pónganse en contacto con nosotros. O, mejor aún, nosotros nos pondremos en contacto con ustedes. Pero, por favor, no se echen atrás si lo hacemos.

Me gustaría señalar que todas las declaraciones de nuestras delegaciones y las de otros Estados durante la adopción de la resolución sobre la enmienda occidental están a disposición del público. Los diplomáticos rusos han proporcionado comentarios detallados a diversos medios en repetidas ocasiones, aclarando los aspectos de procedimiento y los puntos sustantivos relacionados con la aprobación de nuestra iniciativa clave en la ONU. En este sentido, damos las gracias a los periodistas, blogueros y expertos rusos que cubren este tema con verdadera profesionalidad.

Por nuestra parte, seguiremos haciendo todo lo posible para contrarrestar la agresión histórica desatada por ciertos países contra nuestro país.

 

Respuestas a varias preguntas:

Pregunta: ¿Qué opina del resultado de la reunión de Weimar+ del 12 de febrero y de la “fiesta de París” del 17 de febrero, celebradas para discutir el apoyo a Ucrania?

Respuesta: Vemos que la mayoría de las declaraciones sobre lo mismo proceden de Bruselas y otras capitales europeas. Se refieren a la escalada del conflicto y a frustrar cualquier iniciativa de paz. Esta es la “superestructura” dominante que corona cualquier acontecimiento.

La prioridad, el objetivo y la meta de Bruselas es impedir que la crisis ucraniana se resuelva pacíficamente. Dicen abiertamente que sabotearán cualquier acuerdo, iniciativa o proceso de negociación, cueste lo que cueste. Pretenden que su no implicación socave el proceso negociador. Ni siquiera se trata de hacer algo estúpido para evitar que el otro gane, sino de “querer parar el tren parándose en las vías”. Algo así.

La comunidad mundial tiene frescos en la memoria los esfuerzos de la UE y sus Estados miembros de “mantener la paz” en el contexto de la crisis ucraniana. Es decir, lo que hicieron antes de eso.

Basta recordar que Francia, Alemania y Polonia fueron los garantes de los acuerdos del Presidente ucraniano Víktor Yanukóvich con la oposición en febrero de 2014. ¿Cuánto duraron sus “garantías”? ¿Menos de un día? ¿Un par de horas?

Por ejemplo, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el Conjunto de Medidas para la Aplicación de los Acuerdos de Minsk en 2015. ¿Qué dijo después Angela Merkel? ¿Qué dijo después François Hollande? Dijeron que no iban a aplicarlo y que solo aprovecharon el tiempo para preparar al régimen de Kiev para la guerra.

En lugar de promover un arreglo pacífico, Bruselas ha instado repetidamente a evitar cualquier negociación con Rusia, a resolver la situación no por la paz, sino llevando el asunto al campo de batalla, es decir, por la fuerza. Propusieron ultimátums como la “fórmula de la paz" y, más tarde, la “fórmula de la victoria” de Zelenski. Inventaron muchísimas cosas. Lo llaman garantía, su contribución e implicación en el arreglo. Recordamos todo esto. Pero es imposible seguir siendo el principal apologista de la guerra en Ucrania y, al mismo tiempo, no tener reparos en exigir un papel aparte en unas u otras negociaciones de paz. Deberían escoger uno.

Solo después de que la UE abandone esta retórica monstruosa, su política militarista, la interminable grosería y su morbosa rusofobia será posible hablar de alguna contribución constructiva de Bruselas al arreglo ucraniano.

Pregunta: EEUU se ha negado por primera vez a copatrocinar el proyecto de resolución antirrusa sobre Ucrania de la Asamblea General de la ONU. Washington presentó su propio borrador, que no acusaba a Rusia de iniciar el conflicto. Sin embargo, el Representante Permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, afirmó que el proyecto estaba pervertido. Como resultado, EEUU se abstuvo de apoyar su propio borrador en la votación. ¿Puede ayudarnos a entender qué han estado tramando con todas estas resoluciones sobre Ucrania?

Respuesta: El Ministerio de Asuntos Exteriores ha publicado varios comentarios por escrito y también ha ofrecido explicaciones orales. Me abstendré de repetirlas.

Pregunta: Según el Vicepresidente del Parlamento eslovaco, Andrej Danko, Eslovaquia podría seguir los pasos de Estados Unidos y exigir a Ucrania que devuelva los 3.500 millones de euros, que Bratislava envió para ayudar a Kiev. ¿Qué otros países podrían seguir este camino? ¿Qué tendrán que hacer las autoridades de Kiev en este caso?

Respuesta: Para las autoridades de Kiev, la cuestión no es de dónde proceden estas reclamaciones financieras. Se trata de una cuestión secundaria, aunque sea muy importante, ya que se trata de condenar a la población ucraniana a la servidumbre por deudas.

La cuestión primordial y el problema que ha llegado a un punto crítico es cómo preservar a la población ucraniana. Al fin y al cabo, todo lo que Zelenski y sus predecesores hicieron y están a punto de emprender se suponía que era para servir a su pueblo. Los ucranianos han visto cómo Zelenski se arrodillaba ante ellos. Y ahora resulta que la nación ucraniana ha dejado de existir por culpa de sus acciones.

Hoy en día, Ucrania recluta a jóvenes de 18 años, mientras que los batallones nacionalistas quieren llegar a reclutar a los de 14 años. Esta es su agenda actual. Este es el tema número uno.

En cuanto a las reclamaciones, ¿de qué está hablando? Todo esto no es más que vender a Ucrania y a su pueblo a una esclavitud inhumana. ¿Qué la hace inhumana? En el pasado, cada vez que se producía el comercio de esclavos, todo el mundo lo condenaba como algo inaceptable. En segundo lugar, tenía una dimensión local. Hoy, lo que estamos presenciando en Ucrania puede describirse como esclavitud en 3D: venden las vidas de los actuales ciudadanos ucranianos, las vidas de las futuras generaciones y tierras contaminadas. Esto responde a la pregunta de cómo tratan a las generaciones futuras. Están vendiendo los recursos naturales de Ucrania, incluidos los que ya se han descubierto o exportado, así como los que esperan descubrir o podrían encontrarse allí más adelante.

Se trata de un nuevo tipo de esclavitud, y los curadores occidentales de Ucrania han estado utilizando el país y su población como un proyecto piloto.

Pregunta: El Ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, ha declarado en repetidas ocasiones que China apoya todos los esfuerzos para lograr la paz, incluido el reciente consenso alcanzado entre EEUU y Rusia. China también anima a todas las partes implicadas a participar en las conversaciones de paz. ¿Considera Rusia la posibilidad de mantenerlas con representantes ucranianos en un futuro próximo? ¿O en qué etapa sería esto posible?

Respuesta: Ni siquiera se trata de una etapa, pasada, presente o futura. Hemos estado hablando sobre las negociaciones como nuestra prioridad durante todo este tiempo. Y cada vez hacemos hincapié en que fue el régimen de Kiev el que decidió prohibir las negociaciones bajo la presión de los manipuladores occidentales.

Si se refiere a los contactos con los estadounidenses, ya los he comentado. La tarea principal ahora es desbloquearlos.

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