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Discurso y respuestas a las preguntas de los medios ofrecidos por el Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, al término de la reunión del Consejo de Ministros de G-20, Denpasar, 8 de julio de 2022

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La reunión del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de G-20, por iniciativa de la presidencia indonesia, estuvo dedicada a dos temas significativos. El primero es la crisis de la multilateralidad y la necesidad de la adopción de todas las medidas necesarias para su superación con el objetivo de regresar a los principios recogidos en la Carta de las Naciones Unidas, sobre todo, la igualdad soberana de los Estados y la solución de todos los problemas por vía del acuerdo. Durante la segunda reunión fue abordada la situación que se vive en la esfera de la seguridad alimentaria y energética. Nuestra postura al respecto es bien conocida y la expusimos.

El tema de la multilateralidad ni siquiera merece especial comentario, puesto que existe la Carta de la ONU, mientras que las iniciativas promovidas por los países occidentales y bautizadas como “orden mundial basado en las normas” no hacen sino minarla. Nadie vio dichas normas, porque no fueron enseñadas a nadie. Durante la reunión llamamos la atención a dicha circunstancia y exhortamos a recuperar los orígenes del Derecho Internacional. Adujimos ejemplos de la nefasta influencia de las normas occidentales que de hecho dan lugar a aventuras para el orden mundial que debería estar basado en la Carta de las Naciones Unidas.

En lo tocante a la seguridad alimentaria y energética, expusimos los orígenes de las pertinentes crisis de manera detallada y acorde con las numerosas explicaciones ofrecidas en público por el Presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin. Su inicio no ha tenido lugar hoy ni lo tuvo en febrero, ni siquiera lo tuvo el año pasado. Fueron resultado de una política aventurera, poco pensada y errónea de los países occidentales, también en materia de la introducción forzada de la transición verde, injerencia de los mecanismos de oferta y demanda, en el funcionamiento precisamente de los mecanismos del mercado, cuyos efectos habían alabado durante tantos años. Confirmamos la disposición de Rusia de cumplir todos los compromisos de suministrar hidrocarburos, gas y petróleo, baratos y asequibles, aunque se pronuncie en contra de ello EEUU, obligando a Europa y al resto del mundo a renunciar a estas fuentes de energía no muy caras y pasar a unos recursos que tienen un valor considerablemente más alto.

En la esfera de alimentos no existen por parte de Rusia obstáculos algunos que impidan su solución y el uso de nuestras considerables reservas de trigo. Sin embargo, Occidente con sus limitaciones unilaterales creó serias dificultades para que nuestros barcos sean asegurados, puedan entrar en los puertos o se efectúen pagos por los suministros de productos alimenticios. Llamamos la atención a la situación que se vive ahora en el mar Negro. Si los países occidentales tanto necesitan que el trigo ucraniano sea sacado del país, lo único que debe hacer es obligar a Kiev a hacer las labores de desminado de los puertos del mar Negro y permitir a los barcos atravesar el espacio acuático de Ucrania. En mar abierto Rusia con la ayuda de Türkiye está dispuesta a garantizar la seguridad de estos barcos hasta el Bósforo y después hasta el Mediterráneo y los compradores. El problema está en que nuestros interlocutores occidentales tienen el evidente deseo de crear para este proceso un mecanismo internacional de verificación en el que participen las fuerzas marítimas de la OTAN. Londres hace poco hizo una declaración al respecto. Entendemos de sobra sus planes.

En general, Occidente cita la crisis relacionada como el trigo ucraniano en los debates internacionales como la noticia más relevante, puesto que dicho grano supuestamente es necesario para dar solución al problema con la alimentación. Las estadísticas, sin embargo, aseguran que los volúmenes del trigo “encerrado” en los puertos ucranianos equivalen a tan solo 1% de la producción mundial, de modo que no se notará especialmente su influencia en la seguridad alimentaria. Lo único que hace falta es que los países occidentales dejen de bloquear artificialmente nuestros suministros a los países con los que tenemos firmados los pertinentes contratos.

Durante los debates nuestros interlocutores occidentales no siguieron el mandato de G-20: arreglo de los problemas de la economía mundial, búsqueda de fórmulas de compromiso para que en el marco de la ONU sean tomadas las decisiones relacionadas con el desarrollo sostenible. En cuanto tomaban la palabra, casi todos procedían a criticar descabelladamente a la Federación de Rusia, debido a la situación en Ucrania. Se escuchaban los calificativos “agresores, hacerse con el territorio, ocupación”. Mucho se dijo de nosotros hoy, se nos exhortó a “poner fin” a la operación militar especial y alcanzar arreglo pacífico.

Me gustaría recordarles a nuestros interlocutores occidentales sobre sus declaraciones hechas en los meses anteriores. Si es cuestión de que sea lanzado el proceso de las negociaciones, he de señalar que fue Ucrania la que paró el diálogo. Famoso economista y politólogo Jeffrey Sachs quien al inicio de la reunión ha pronunciado su discurso por videoconferencia lamentó que Ucrania, por cuya iniciativa se habían celebrado las negociaciones, posteriormente hubiera renunciado a las mismas. Lo ha hecho constar de manera objetiva. Los países occidentales deberían tenerlo presente, si lo que buscan son las negociaciones. Si lo que buscan no son las negociaciones, sino la victoria de Ucrania sobre Rusia obtenida “en el campo de batalla”, puesto que se hace declaraciones de ambos tipos, entonces no tenemos nada de qué hablar con Occidente. Con estas actitudes no le permite a Ucrania pasar al proceso de paz, obligando a Kiev a aceptar más armas occidentales y a usarlas para bombardear ciudades y exterminar a civiles. Lo estamos presenciando a diario y no estamos dispuestos a tolerarlo. Esta postura ambigua de Occidente demuestra que lo que prevalece es la ideología y no la preocupación por Ucrania y sus ciudadanos, ni tampoco por la seguridad en Europa.

A pesar de lo que acabo de exponer y del comportamiento de mis colegas occidentales, quienes casi no han recibido en sus arrebatos apoyo por parte de los representantes de países en vías del desarrollo, los debates han resultado de utilidad. Han permitido hacerles a los representantes de Occidente unas preguntas muy desagradables a las que no tienen respuesta. Únicamente está presente una descabellada rusofobia que reemplaza la necesidad de llegar a fórmulas de compromiso en los asuntos clave de la economía y las finanzas mundiales, lo que en realidad fue objetivo de la creación de G-20.

Pregunta: Es evidente que no hubo ningún boicot, a pesar de los pertinentes llamamientos de los diplomáticos occidentales. ¿Es actual en el mundo moderno el tema del boicot? ¿Con qué contaron G-7, sobre todo, el Departamento de Estado de EEUU, llamando a este tipo de acciones? ¿Se dan cuenta en Occidente de que el mundo ha cambiado y es desde hace tiempo multipolar?

Se atentó con el ex Primer ministro de Japón, Shinzo Abe, a quien conoce personalmente y muy bien. ¿Cuál es el trasfondo de este atentado? ¿Qué papel desempeñó este político en el diálogo ruso-japonés y cuál ha sido su aportación a la política mundial?

Respuesta: No sé, cuál es el trasfondo de este atentado. Me he enterado durante la reunión de G-20 y he sido el primero en empezar el discurso, presentando las condolencias a mi homólogo japonés. Seguramente, se llevará a cabo una investigación. No tengo nada que añadir.

En cuanto a las reuniones que he mantenido y las declaraciones sobre renuncias a sacar fotos conmigo, no invité a nadie a que lo hicieran. En general no invité a nadie a ninguna parte. A esta reunión de Ministros de Asuntos Exteriores de G-20 fui invitado por Indonesia, de la misma manera que el Presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, fue invitado a la Cumbre que se celebrará en dicho formato en próximo noviembre. En cuanto a la presencia o la ausencia de participantes puedo decir que, el empezar la reunión del Consejo, todos estaban presentes. No creí necesario hacer algunos gestos ni formular protestas, a nadie se le boicoteó, estuve escuchando. Fue interesante conocer los ánimos en los países occidentales, aunque las declaraciones anteriores de mos homólogos occidentales también permiten hacerlo. Evidentemente aprovecharon la reunión de G-20 no para los objetivos anunciados de su creación.

El pasado 7 de julio la parte indonesia organizó una recepción de bienvenida y un concierto. Los colegas occidentales no se presentaron, es su deseo, su visión del protocolo, de la cortesía, de las normas éticas. En general todo está marchando como suponíamos. Sin embargo, estoy convencido de que nos hicimos oír.

Pregunta: Comente las noticias de la dimisión del Primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson. Dijo en numerosas ocasiones que abandonaría su puesto únicamente si el Gobierno del país no lograra cumplir hacer debidamente su trabajo. Señalaba también que una de las razones de su decisión podrían ser las escasas ganas de su Gabinete de “ayudar al pueblo ucraniano”.

Respuesta: Ni siquiera apetece comentarlo, dado que Boris Johnson con todas sus actividades en los puestos del Primer ministro y del Ministro de Asuntos Exteriores demostró ser una persona que persigue en primer lugar el efecto producido, que se agarra al poder para fomentar su carrera política. En los últimos 2 años el Reino Unido aplicó una política agresiva con respecto a la Federación de Rusia en numerosos campos, usando como pretexto los acontecimientos en Ucrania, encubriendo el régimen abiertamente inhumano y en gran medida neonazi de Kiev, protegido además por sus patronos occidentales. Las actividades del Reino Unido se volvieron más intensas después de que Boris Johnson sacara al país de la UE y este acabara en la “periferia” de la política europea. En los últimos meses Londres busca formar una nueva alianza compuesta por el Reino Unido, Polonia, países del Báltico y Ucrania, para tener un espacio propio en el continente y promover su política que seguramente no siempre tomará en consideración los intereses generalizados de la UE.

Se ha ido y ya está. Todos decían que había que aislar a Rusia y de momento el propio partido le ha aislado a Boris Johnson

Pregunta: ¿Cuándo se celebrarán en Estambul las negociaciones entre Rusia, Türkiye, Ucrania y las ONU sobre las formas de sacar trigo ucraniano de los puertos del mar Negro? ¿A qué nivel, MAE o Ministerio de Defensa se celebrarán?

Respuesta: Estamos preparados para las negociaciones con nuestros colegas ucranianos y turcos. Tenemos preparadas todas las soluciones que acabo de comentar. Kiev debe realizar el desbloqueo y el desminado de sus puertos o garantizar el paso seguro por los campos de minas. Fuera del espacio acuático de Ucrania Rusia y Türkiye están dispuestas a garantizar la seguridad de los pertinentes barcos y acompañarlo hasta los estrechos. Luego continuarán con sus rutas en el Mediterráneo.

Los militares asumen en esta tarea el papel primordial. Todo lo dicho está relacionado con el uso de la Marina de Guerra.

No puedo concretar las fechas, pero confirmo nuestra disposición a participar. Durante 2 meses vamos declarando corredores desde el espacio acuático ucraniano hasta el Bósforo.

En este aspecto intenta desempeñar su papel el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres. Acudió a Moscú y nos envió a sus representantes. Se creó un grupo de trabajo encabezado por el Primer vicepresidente de Gobierno, Adréi Beloúsov. Presentamos un memorándum que estipula con precisión las maneras de hacerlo. En cuanto estén listos a contestar, escucharemos.

Pregunta (traducida del inglés): ¿Cuál es, a su modo de ver, la postura del Gobierno de Indonesia en el actual mundo multipolar?

Respuesta (traducida del inglés): Considero que el Presidente y el Gobierno de Indonesia asumen la postura de un Estado responsable que entiende la importancia de vertebrar un diálogo basado en el Derecho Internacional. Me gustaría volver a subrayar que es un concepto basado en el principio de la igualdad soberana de los Estados. Supongo que es la postura correcta para Indonesia, Estado miembro de la Organización de las Naciones Unidas, Presidente de G-20 y futuro Presidente de la ASEAN.

Pregunta (traducida del inglés): ¿Cabe alguna posibilidad de que Rusia y EEUU vuelvan a sentarse a la mesa de las negociaciones?

Respuesta (traducida del inglés): No fuimos nosotros quienes renunciamos a todos los contactos, lo hizo Washington. No estamos dispuestos a “correr en pos de nadie”, proponiendo celebrar reuniones. Si la parte estadounidense no está dispuesta a hacerlo, es su opción.

Pregunta (traducida del inglés): Ex Primer ministro de Japón fue asesinado a tiros. ¿Tiene algún comentario al respecto?

Respuesta (traducida del inglés): Acabo de comentar que fui el único de la reunión en expresar a la parte japonesa mis condolencias a través del Ministro de Asuntos Exteriores de Japón.

Pregunta (traducida del inglés): El Ministro de Asuntos Exteriores de Australia calificó “la guerra rusa en Ucrania como ilegal, amoral y no provocada”. ¿Qué puede decir al respecto?

Respuesta (traducida del inglés): Si Australia está tan preocupada por algo que ocurre a miles de km de distancia, le aconsejaría a Canberra que, antes de ofrecer ningún tipo de comentarios, estudie los tomos de documentos que explican las causas de la situación en Ucrania. Estoy convencido de que Australia, siendo un país responsable, suele estudiar los hechos antes de hacer declaraciones. No dudo que la Embajada australiana en Moscú busca hacer llegar a sus autoridades la información que poseen los diplomáticos australianos sobre los orígenes de este conflicto de años de duración. No es problema mío, si Canberra lo pasa por alto, es opción suya.


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