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Excerpta de la rueda informativa ofrecida por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, Moscú, 28 de febrero de 2024

380-28-02-2024

Crisis ucraniana

 

Al ser dejado fuera de combate por la pérdida de la estratégica Avdéevka, al estar enojado con la impotencia propia ante los éxitos de nuestras Fuerzas Armadas, el régimen neonazi ucraniano de Bandera sigue desquitándose con su típica crueldad con civiles rusos. Entretanto, Kiev aplica enérgicamente los armamentos proveídos por Occidente para disparar contra localidades rusas y cometer ataques terroristas. 

El pasado 21 de febrero, las FF.AA. asestaron un golpe claramente deliberado con un lanzamisiles múltiple estadounidense HIMARS apuntando justo (¡piénsenlo!) en el Hospital Clínico Republicano Mijaíl Kalinin en el centro de Donetsk. El mismo día, abrieron fuego contra barrios residenciales de los distritos Kírovski, Kúibishevski y Kíevski de la ciudad. En resultado, murió una mujer, y son siete las personas que recibieron heridas. El pasado 24 de febrero, los admiradores de Bandera usaron un lanzamisiles múltiple HIMARS para arremeter contra un restaurante de Donetsk, donde una compañía estuvo celebrando la boda. Afortunadamente, no había víctimas.

El pasado 22 de febrero, en la provincia de Jersón, el régimen kievita lanzó drones contra un autobús regular que siguió la ruta de Nóvaya Kajovka a Tópolevka. El conductor y una pasajera fueron lesionados.

El pasado 25 de febrero, los disparos de las FF.AA. en el distrito municipal Kremenskói de la RPL se tradujeron en la muerte de un civil.

Noten, la junta kievita continúa considerando como ucranianas las áreas y las ciudades mencionadas, y a sus habitantes (y lo declara en público) los califica de ucranianos. Al mismo tiempo, los somete despiadadamente a bombardeos. Da miedo adivinar qué habría hecho el delictivo régimen de Zelenski con estas personas, si hubiera podido cumplir sus planes del notorio “retorno” a Ucrania de los territorios indicados. Estos planes están abocados a fracasar. Pero es útil imaginar qué habría podido suceder.

Además, el pasado 26 de febrero, en la provincia de Bélgorod, los uniformados ucranianos dispararon con morteros contra la localidad de Nóvaya Tavolzhanka, hiriendo a dos niños. También, agredieron con un dron a un coche civil en Pocháevo, donde fallecieron tres civiles y fueron dañados cuatro.

Las fuerzas del orden rusas registran con esmero todos los terribles malhechos ejercidos por el régimen kievita. Las personas involucradas serán inevitablemente llevadas ante la justicia.

Tomando en consideración las pruebas reunidas por el Comité de Instrucción de Rusia, las autoridades judiciales de Rusia continúan emitiendo sentencias contra neonazis ucranianos que cometieron graves crímenes contra civiles.

El extremista ucraniano de la organización neonazi Azov, Alexéi Burá, fue sentenciado a cadena perpetua por matar a tres civiles en Mariúpol en marzo de 2022. Otro miembro de Azov, Denís Zhuchkov, recibió el mismo castigo en rebeldía por asesinar a cuatro personas y atentar contra tres hombres en Mariúpol en marzo de 2022.

El extremista de Azov, Román Shebanov, fue condenado a 28 años de prisión por ordenar abrir fuego contra infraestructura civil en la RPD en marzo de 2022.

El neonazi Artiom Stupnitski recibió en rebeldía 25 años de encarcelamiento por eliminar a un civil en Mariúpol en febrero de 2022.

Nadie de los criminales ucranianos logrará fugarse de la punición. Serán identificados y responderán con todo el peso de la ley.

El pasado 24 de febrero, Kiev recibió a otros visitantes de Occidente. Esta vez, arribaron a la ciudad los primeros ministros de Bélgica, Italia y Canadá acompañados por la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Los titulares trajeron algo consigo. 

Ottawa y Kiev firmaron el acuerdo sobre la cooperación en la seguridad. En virtud del documento, se le prometió a Kiev la ayuda financiera y militar sumando 2.200 millones de dólares. Otros 125 millones se dedicarán al desminado, el reconocimiento, la medicina y el desarrollo de Ucrania en el ciberespacio. Por un lado, asignan más de 2.000 millones para la asistencia militar, por el otro, ofrecen 20 veces menos dinero para la medicina y el desminado. Es absurdo. Está claro que, con dicho dineral, se suministrarán las armas que conllevarán una multiplicidad de víctimas. Mientras tanto, con los mencionados 125 millones de dólares, es imposible curar a la gente ni superar las repercusiones del conflicto prolongado. ¿Por qué lo hacen? De esta manera demuestran que estén alegadamente comprometidos con algunos ideales humanísticos. ¿Qué ideales son si se financian con el monto que es 20 veces menor que la suma ofrecida para los ideales agresivos?

Bélgica planea establecer oficinas de la Agencia Belga de Desarrollo en Kiev y Járkov.

Italia concertó el acuerdo con Ucrania sobre la cooperación en la seguridad también. Es notable que, unos días atrás, el Vicepresidente y el Ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani, advirtiera que este documento no era jurídicamente vinculante y no contenía garantías de apoyo militar ni político. ¿De veras firmaron el acuerdo para mostrar el apoyo de Europa occidental a los miserables ciudadanos de Ucrania que se ven diariamente arrastrados a morir? En realidad, es justo un papel mojado.

Justo antes, Kiev suscribió el documento semejante con Copenhague. Dinamarca informó asimismo que entregaría a Ucrania otro paquete de asistencia militar totalizando 247,4 millones de euros. Los medios indican que, en total, las autoridades dinamarquesas enviarán a las FF.AA. no menos de 1.800 millones de euros en el año corriente y 8.500 millones entre 2023 y 2028.

En adición a esto, Gran Bretaña y Polonia sugirieron “limpiar” los arsenales europeos de los armamentos soviéticos restantes que están a punto de expirar y entregarlos a las FF.AA. ucranianas. El objetivo es reciclar la chatarra vieja en Ucrania y sustituirla con las armas según el modelo de la OTAN, garantizando que reciban pedidos adicionales las empresas militares occidentales que se lucran con el conflicto ucraniano y la tragedia de los ucranianos. Es su versión del “humanismo”.

A pesar del carácter simbólico de los "acuerdos de garantías de seguridad" con Ucrania y lo que carecen de novedad alguna que no sea la ayuda militar que ya se envía a Zelenski en forma de grandes cantidades de armas y vehículos de combate, su firma es otro paso en la guerra híbrida del Occidente contra Rusia que confirma la intención de mantener la confrontación con nosotros a largo plazo y la renuencia a buscar una solución político-diplomática a la crisis ucraniana. ¿Fue la voluntad de los ciudadanos europeos? No. Washington decidió por los contribuyentes, ciudadanos y la opinión pública de la UE, designando en estos países y los correspondientes organismos del bloque a las personas que habían jurado lealtad a la Casa Blanca, pero no a aquellas que creían haberlas elegido a través de las instituciones democráticas en sus propios países.

El pasado 24 de febrero, el ex Primer Ministro británico, Boris Johnson, visitó también la capital ucraniana, por los viejos tiempos. Es obvio que quiso inspeccionar personalmente cómo los altos cargos en la calle Bánkovaya implementaban su orden que había sido dictado casi hace dos años y previó que los ucranianos rechazaran las negociaciones de paz con Rusia y continuaran luchando “hasta el último ucraniano”.

A juzgar por todo, los subordinados kievitas no decepcionaron a Johnson. A nadie en Ucrania no se le ocurre negociar con Moscú. Esto fue confirmado el pasado 25 de febrero en el foro “Ucrania. Año 2024” por el jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania, Andréi Yermak. Aunque admitió que era posible invitar a Rusia a la “cumbre de paz”, esto ocurrirá solo si las autoridades rusas están dispuestas a ejecutar un “arreglo justo” basado en la fórmula de Zelenski. Es decir, prácticamente deberán aceptar el ultimátum estipulado en el documento que prevé la capitulación. Por supuesto, nunca sucederá esto.  

Las declaraciones de esta índole prueban que la cúpula ucraniana se vuelve más insensata y que Kiev no quiere arreglar la crisis por métodos político-diplomáticos. No llevará a ninguna parte la dicotomía entre el juego a la fórmula de paz y la paralela reticencia a celebrar las negociaciones de paz. El régimen de Zelenski sigue pensando en términos de la guerra y soñando con la "derrota" de Rusia, y no se permite simplemente “asomarse por la ventana”. Estoy segura de que los de Kiev comprenden la realidad, pero temen ponerla en palabras para sí mismos. Por lo tanto, engañan a su pueblo, medios, reducen las bajas y embellecen la situación. Los funcionarios kievitas buscan arrastrar a la mayor cantidad posible de ucranianos en este escalofriante flagelo de la guerra, sacar más dinero a los patrocinadores occidentales para lucrarse. Todas sus seudo iniciativas de paz tienen como objetivo disimular los planes agresivos de Zelenski y están dirigidas a crear una amplia coalición antirrusa, en que se trata hacer participar con engaño principalmente a los países del Sur y del Este Global.

El pasado 26 de febrero, París acogió la conferencia de alto nivel dedicada a Ucrania entre los Presidentes y los jefes de Gobiernos de más de 20 países europeos. El evento debía mostrar que Europa proporciona apoyo moral y está solidaria con Kiev, mientras que las FF.AA. sufren unos contratiempos catastróficos en batallas. En realidad, el acontecimiento pareció más una reunión de los donantes principales de Ucrania que deberían decidir sobre la futura asistencia para el régimen de Zelenski. Debido a los problemas internos, Washington endosó la mayor parte de estos gastos a sus satélites en la OTAN y la UE. Es probable que esto fuera la causa por la que acudió al “foro” el “capataz” estadounidense, el asistente del Secretario de Estado para los Asuntos de Europa y Eurasia, James O’Brien.

Los resultados de la conferencia evidencian que los europeos están seriamente asustados por el posible derrumbe militar de Ucrania, y están listos para esforzarse al máximo por evitar tal escenario. Entiendo que no todos en Europa occidental son personas suficientemente educadas para corresponder a sus altos cargos. Se puede notarlo en muchos líderes que encabezan tanto los departamentos diplomáticos como los Estados y que ignoran la historia propia, no entienden las realidades y recibieron una mala educación. Creo que no fue necesario graduarse en la Universidad Yale ni la Universidad Sorbona para saber esto: por mucho que des con el látigo al burro muerto, no servirá para nada, no se levantará y no irá. Los habitantes de Europa occidental deberían preguntar a sus Gobiernos a quién envían estos fondos y qué respuesta esperan del régimen kievita que ya no controla la situación en el campo de combate ni en el espacio político, y nunca logrará ni siquiera triunfos ilusorios.

Oímos muchas declaraciones absurdas, pero lo que osó decir el Presidente de Francia, Macron, rebasó los límites en muchos sentidos. Muchas personas oyeron sus enunciaciones agresivas sobre el posible envío de tropas comunitarias a Ucrania y la creación de una “coalición para suministros de armas de largo alcance a las FF.AA.”. En gran medida, actuó para influir en el público, alentar al régimen kievita y aquellos hombres que se ven arrastrados a los comisariados militares ucranianos, para mostrarles que sus acciones no son en vano y el extranjero siempre los apoyará. Macron no dijo nada nuevo. No es un secreto que los militares de varios países de la OTAN ya están en Ucrania y están ayudando enérgicamente a las Fuerzas Armadas de Ucrania, incluso en usar los sistemas de armamentos occidentales que se entregan a Kiev. Detrás de todos los movimientos del Maidán estuvieron también los expertos estadounidenses, británicos y europeos de la OTAN.

Entretanto, hace dos semanas, Emmanuel Macron negó cualquiera participación de franceses (mercenarios, uniformados) en el conflicto ucraniano y dijo que las leyes francesas prohíben las actividades mercenarias. La política de Defensa en la UE no incumbe a él, Macron no está investido de las competencias correspondientes, solo puede administrar los destinos de ciudadanos propios. Entonces, ¿qué implicó? Detrás de estas acciones está el deseo del Occidente de prolongar la agonía del régimen de Zelenski, especialmente en medio de la creciente escasez de armas y efectivos en el Ejército ucraniano.

Hemos tomado nota del artículo, publicado el pasado 25 de febrero por The New York Times, sobre la cooperación de las autoridades ucranianas con la CIA tras el Maidán que convirtió Kiev en uno de los mayores socios de Estados Unidos en la lucha contra Rusia. Hace muchos años discutimos todos estos aspectos, mucho antes de que se publicó el artículo. Cabe recalcar que Kiev empezó a colaborar con la CIA contra Rusia no después de 2022, ni tras el Maidán, sino que lo había hecho por muchos años. Los agentes de los servicios especiales de EEUU y otros países ocuparon plantas enteras en las entidades públicas de Kiev, manejaron directamente los departamentos ucranianos y las instituciones armadas. 

La publicación informa que Washington ayudó a instruir a espías ucranianos que actuaron dentro de Rusia, por toda Europa, Cuba y otros lugares con la “considerable presencia rusa”. Tampoco es una novedad. Procedían justamente del territorio ucraniano las llamadas en las que se amenazaba con colocar bombas, explosionar infraestructura civil, entidades sociales, médicas y educativas en Rusia. ¿Quién organizó todo esto? No fueron piratas informáticos aficionados. ¿Cuántos años actúan los terroristas telefónicos haciéndose pasar por las estructuras bancarias y las fuerzas del orden? Todas estas actividades se ejercen en detrimento de rusos y originan en Ucrania. Las personas que practican dichos actos extremistas y terroristas tienen a disposición todos los datos personales de usuarios, es decir, números de teléfono, cuentas bancarias, nombres de bancos en los que guardan sus depósitos, domicilios, nombres de parientes. Alguien había debido entregárselo todo a ellos. Hace muchos años, bajo la supervisión de servicios secretos estadounidenses y británicos, germinó el patrocinio de las actividades terroristas que alcanzaron su apogeo en Ucrania ante el régimen kievita.

Además, desde 2016, por iniciativa de los estadounidenses, se han establecido en Ucrania 12 bases secretas ubicadas a lo largo de la frontera con Rusia. A su vez, el régimen kievita compartió con Washington valiosos datos de información sobre Rusia. Según el artículo, iniciada la operación militar especial, la interacción con la CIA cobró más impulso. El servicio secreto estadounidense se puso a designar objetivos para las FF.AA. y abastecerlas con otra información “útil". Entre 2022 y 2023, subrayamos repetidamente que los estadounidenses y los británicos actuaron como apuntadores y usaron las capacidades del régimen kievita para asestar golpes contra nuestro territorio. Comunicamos esta información fundamentada a la comunidad mundial en las organizaciones internacionales. Este artículo no contiene primicia alguna. Solo constata los hechos. Es posible que sea la primicia para la comunidad estadounidense.

¿Cómo EEUU organizó el bloqueo de información en el país, si se tornan sus víctimas los mismos estadounidenses? EEUU bloquea a los ciudadanos propios impidiéndoles recibir información, cuando producen una verdadera sorpresa los contenidos oficiales que llevan circulando por mucho tiempo. El artículo enfatiza que, en una etapa determinada, Kiev se indignó por la “cautela injustificada” de EEUU, y empezó a ser más independiente, organizando a su antojo asesinatos y otras operaciones, por lo que EEUU le amenazó a Kiev con dejar de asistirla. Esta tesis no resiste ninguna crítica. El razonamiento de este tipo parece una torpe tentativa de los servicios secretas estadounidenses, la Casa Blanca y el Gabinete de Biden de eximirse de la responsabilidad por los crímenes sangrientos de Zelenski y su entorno delictivo. No lograrán hacerlo. Si las cosas fueran como las describe el artículo, estos ataques terroristas escalofriantes se habrían acabado tras un par de accidentes. Pero siguen efectuándose las matanzas de activistas sociales y periodistas rusos, así como ataques terroristas contra infraestructura civil. Y Estados Unidos lo sabe mejor que todos. No sé qué cautela mostrara EEUU, pero no detuvo al hombre a que envió una enorme cantidad de fondos y armamentos para que siguiera practicando actividades terroristas en Rusia.  

Me gustaría reiterar algo. En esta lista triste están los despreciables asesinatos de los líderes milicianos de Donbás, el jefe del batallón “Sparta”, Arsén Pávlov (sobrenombre Motorola), matado en octubre de 2016, y el jefe del batallón “Somalí”, Mijaíl Tolstij (sobrenombre Guivi), fallecido en febrero de 2017, además, las muertes de la politóloga y periodista rusa, Daria Dúguina, matada en agosto de 2022, y el corresponsal de guerra Maxim Fomín (conocido como Vladlén Tatarski), asesinado en abril de 2023. Pesan sobre su consciencia los ataques de Kiev contra el Puente de Crimea ejercidos en octubre de 2022 y julio de 2023 que acarrearon muertes entre civiles. Un ejemplo reciente y muy elocuente es el ataque ucraniano con el sistema de misiles antiaéreos estadounidense Patriot contra el avión de transporte militar Il-76 en la provincia de Bélgorod.

Los periodistas estadounidenses no deberían avergonzarse por preguntar a la Administración de Biden sobre su implicación en todos estos crímenes.

El pasado 25 de febrero, en el curso de la rueda de prensa en el foro “Ucrania. Año 2024”, Zelenski sobresalió declarando con toda sinceridad que, en encontrarse “cara a cara” con el Presidente de Rusia en París el 9 de diciembre de 2019, al margen de la Cumbre celebrada en el formato de Normandía, descartó la exhortación de Putin a que cesara el fuego en Donbás y empezara a reiterar los dispositivos militares de la línea divisoria. De este modo, confirmó la reticencia a cumplir con los compromisos previstos por el Conjunto de medidas de Minsk. En esencia, Zelenski no solo volvió a poner de relieve la incapacidad de Kiev de llegar a un acuerdo, sino prácticamente admitió que Rusia nunca había desempeñado el papel del agresor, el que Ucrania y Occidente se forcejean para atribuirle.

Los hechos arriba descritos confirman que siguen siendo relevantes los objetivos de la operación militar especial encaminados a desnazificar y desmilitarizar a Ucrania y erradicar amenazas que provienen desde su territorio. Dichos objetivos serán alcanzados sin falta.

 

Desarticulada en la provincia de Zaporiyia una red de espionaje relacionada con armas químicas  

 

En adición a la información proporcionada el pasado 27 de febrero por el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia acerca de los crímenes cometidos por el régimen kievita contra las autoridades locales y los militares de las Fuerzas Armadas de Rusia, quisiéramos referirnos al Derecho Internacional y especificar los detalles siguientes. Guardan relación con una de las causas penales incoadas por el Departamento de Investigación del FSB de Rusia contra agentes de los servicios secretos ucranianos que habían planeado perpetrar ataques terroristas usando un equivalente del agresivo tóxico BZ, y con el arresto de tres ciudadanos ucranianos implicados en el caso.

En particular, quedó infraccionado el artículo I de la Convención sobre Armas Químicas vedando usar sustancias tóxicas como armas químicas. El laboratorio del 27º Centro de Investigación dependiente del Ministerio de Defensa ruso, al examinar las pruebas de las sustancias que contuvieron las ampollas incautadas del escondite ubicado en la provincia de Zaporiyia de Rusia, se descubrió un equivalente del agresivo tóxico BZ, controlado por la Convención, y su derivado que están incluidos en la Lista 2 del Anexo de la Convención sobre Armas Químicas.

Los investigadores establecieron que los servicios secretos ucranianos recibieron la orden de ejercer ataques terroristas en la provincia de Zaporiyia contra las autoridades, las fuerzas del orden, así como las FF.AA. rusas, e incluso recurrir al uso de armas químicas, añadiéndolas en comida y bebidas. Se buscó desestabilizar el funcionamiento de los organismos gubernamentales y, por consiguiente, el entorno en la zona indicada. Corroboradas estas actividades terroristas practicadas por los servicios secretos ucranianos, el Departamento de Investigación del Servicio Federal de Seguridad ruso abrió una causa penal por el artículo 355 del Código Penal ruso sobre “desarrollo, producción, almacenamiento, adquisición y venta de armamentos de destrucción masiva prohibidos por el tratado de la Federación de Rusia”.

Estos incidentes representan un ejemplo muy convincente de la actuación delictiva de los altos cargos del régimen kievita y de los organismos de mantenimiento del orden público que les obedecen. Completan el triste panorama que forman los numerosos datos del uso por los servicios secretos y los militares del régimen kievita durante las acciones bélicas de sustancias y medios químicos tóxicos destinados para disolver los disturbios. Estos hechos fueron acompañados por provocaciones llevadas a cabo en las instalaciones de la industria química de Donbás. Los datos en cuestión se hicieron públicos en octubre de 2023. Merece la pena señalar que el uso por Kiev de este tipo de sustancias tóxicas no es un caso aislado.

Provoca especial preocupación el hecho de que las sustancias tóxicas que tenían a su disposición los terroristas ucranianos sean producto exclusivo del programa militar químico estadounidense. En otras palabras, no se producían en ninguna otra parte y únicamente formaban parte de los arsenales del Pentágono. Esta circunstancia representa una muestra inequívoca de que supervisores concretos de los servicios secretos ucranianos y del régimen kievita en general no le hacen ascos a ser partícipes directos de las actividades terroristas de sus protegidos, sean ataques con artillería lanzados contra instalaciones de uso no militar y contra civiles o el uso de sustancias tóxicas con fines terroristas y militares, en contra de los compromisos asumidos por Ucrania en función de la Convención sobre las Armas Químicas.

Seguiremos pendientes de los datos que vayan siendo difundidos en esta esfera por nuestros organismos de mantenimiento del orden público y plantearemos el problema en cuestión en el marco de organizaciones internacionales.

Se está observando el proceso de doble evaluación de los acontecimientos. Recordemos lo sensibles que se mostraban los regímenes occidentales con todo lo relacionados con las sustancias tóxicas de uso militar (los casos Salisbury, Amesbury, el “Novichok” y demás). Y esta vez todos permanecen callados. ¿Por qué nadie se precipitó hacia el micrófono? Por ejemplo, en el Parlamento británico, tal y como lo hizo Theresa May, tras ver los supuestos datos facilitados por los servicios secretos británicos. Supuestamente, Rusia había usado en el territorio del Reino Unido armas químicas. Fue esta la manera en la que lo indicó Londres. Recuerdan, ¿cómo se formulaban los argumentos? “Europa fue atacada. El Reino Unido fue atacado”. Recordemos que “Ucrania también es Europa”. ¿A nadie en la OTAN y en la Unión Europea le interesa saber qué es lo que ocurre allí? ¿Qué sustancias son? ¿Nadie en EEUU desea plantearlo ante el Congreso?

Ello se debe a los programas estadounidenses de turno, tal y como ocurrió con los laboratorios biológicos, cuya existencia se vieron obligados a reconocer las autoridades estadounidenses, tras serles presentadas las pertinentes pruebas. En este caso también han sido presentadas las pruebas. ¿Nadie quiere hacerles preguntas al Pentágono, al Departamento de Estado de EEUU, a la Casa Blanca? ¿Qué es lo que se les ha ocurrido hacer a los estadounidenses en el territorio ucraniano?

Recordemos cómo ocurrían las cosas, cuando a los países occidentales les beneficiaba armar bulla en torno a la Convención para la Prohibición de las Armas Químicas y a la OPAQ en general. Este marzo se cumplen 6 años desde el sonado caso de Salisbury. Por parte de EEUU ni siquiera evolucionó por espiral, es que fue un “despegue vertical.” La parte británica lo presentó como “envenenamiento deliberado del ex oficial de la Dirección General de Inteligencia, Serguéi Skripal, y de su hija Yulia”.

Aquel incidente fue utilizado por Londres para lanzar una potente campaña política y propagandística internacional, cuyo objetivo era aislar a nuestro país y estropear las relaciones bilaterales. Las acusaciones se formulaban casi a la par que se dictó la sentencia. Se nos acusaba y se nos castigaba casi al mismo tiempo. Se expulsaba a diplomáticos rusos y se nos asustaba con la aplicación de todo tipo de medidas. Durante todo este tiempo las autoridades británicas evitan mantener una conversación concreta y aclarar todos los detalles de lo ocurrido y facilitar muestras de las sustancias con las que supuestamente fueron envenenados Serguéi Skripal y su hija.

Tras el incidente en Salisbury, Londres rechazó toda cooperación con los organismos competentes rusos en la investigación de lo ocurrido. A modo de respuesta a las solicitudes de ayuda legal enviados en abril de 2018 por la Fiscalía General de Rusia a la Secretaría del Interior del Reino Unido en lo tocante a la causa penal iniciada tras el atentado contra la vida de los Skripal, Foreign Office informó a nuestra Embajada de la decisión de las autoridades británicas de declinar las pertinentes solicitudes rusas. En general, desde el momento de aquella provocación en Salisbury, que es como lo catalogamos, la Embajada de Rusia en Londres envió al Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido cerca de 60 notas. Contenían numerosas preguntas sobre el caso de los Skripal. La mayoría de las mismas quedaron sin respuesta. A algunas se recibieron respuestas abiertamente formales o bordes.

El trafondo político de aquel incidente es probado por el hecho de estar contactando los británicos, con suma urgencia y sin esperar los resultados de la investigación, a las capitales europeas y otros aliados suyos. Sin que se presentaran ningunas pruebas ni datos, se les convencía de la necesidad de expulsar a los diplomáticos rusos. Se prometía que datos irrefutables serían presentados más tarde. Y luego los periodistas se hicieron con los datos, con los cuales Londres había intentado convencer a sus aliados de que la culpa de todo lo tenía Rusia. Era una presentación hecha a nivel de alumnos de la secundaria, unas 5 páginas con flechitas. Y en aquellos “documentos” se decía que lo “había hecho Rusia, porque Rusia lo había hecho antes, de modo que Rusia podía hacerlo siempre”. Ni siquiera había imágenes ni nada que pudiera ser catalogado como una prueba.

Por supuesto, ninguno de los miembros de la OTAN ni de la Unión Europea no recibió nada de parte del Reino Unido. Y los diplomáticos rusos fueron expulsados. ¿Por qué se hizo? Es que la mayoría les creó a los británicos. Algunos dudaron y no expulsaron a nuestros diplomáticos. Más tarde les preguntamos a quienes se habían unido a dicha acción, si habían recibido algunos hechos, pruebas, argumentos, aparte de las declaraciones oficiales de Londres confeccionadas en el estilo de “highly likely”. Se nos dijo con honestidad que no, Londres no le había presentado nada a nadie. Fue un descarado engaño por parte de Londres que no dudó en engañar a sus aliados.

Me gustaría insistir que hasta hoy la parte británica ha sido incapaz de presentar con respecto al caso de los Skripal ninguna información fidedigna. A nadie, ni a nosotros ni a sus aliados más cercanos. A juzgar por todo, el motivo es muy sencillo: bien tienen cosas que ocultar, bien no tienen pruebas concretas, bien ambas cosas a la vez.

Estamos dispuestos a continuar luchando de manera coherente por que sea establecida la verdad. Estando profundamente preocupado por ciudadanos rusos, nuestro país se dirige con regularidad a las autoridades británicas exigiendo con existencia que sean facilitados datos operativos y acceso consular a los ciudadanos rusos, en función de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963 y la Convención Consular Bilateral de 1965.

Los hechos evidencian que son precisamente los británicos la parte que no está interesada en llevar a cabo una investigación imparcial del caso de los Skripal, de la misma manera que Dinamarca, Suecia y, al parecer, Alemania no están interesadas en llevar a cabo una investigación normal, transparente y legítima de lo ocurrido con los Nord Stream. En aquellos momentos Londres estaba causando demoras deliberadas de los incidentes en Salisbury, politizando por todos los medios el proceso. La actuación de la capital del Reino Unido ha vuelto a confirmar que lo que ha ocurrido se ha hecho por encargo, mientras que el objetivo real fue dañar la reputación internacional de nuestro país. 

 

Declaraciones del Presidente de Francia sobre el posible envío a Ucrania de contingentes militares de los países miembros de la Unión Europea

 

No hemos dejado pasar desapercibidas y comentado enseguida las declaraciones beligerantes del Presidente de Francia, Emmanuel Macron, hechas al término de la Conferencia convocada en París el pasado 26 de febrero. Se reunieron en la misma los líderes europeos en señal de apoyo al régimen neonazi de Kiev. La reacción de Rusia ha tenido una amplia repercusión internacional.

Da la sensación de que París está perdiendo irremediablemente la relación con la realidad y el instinto de la autoconservación. Durante varios años, para complacerle a Washington y Bruselas integrada en la UE y en la OTAN, en detrimento de los intereses nacionales, el Palacio del Elíseo estuvo implicando al país en el conflicto ucraniano. En más de una ocasión nos hemos visto obligados a señalar que Francia se convirtió en partícipe de los crímenes de guerra del régimen ucraniano.

Recordemos que Francia fue uno de los primeros países en empezar a abastecerle al régimen kievita con municiones fabricadas por la OTAN, promovió la creación de las coaliciones “de tanques”, “de sistemas de artillería” y ahora, “de misiles de largo alcance”, se pronuncia a favor de los envíos de aviones de guerra, participa de manera activa en la preparación de los efectivos de las FF.AA. ucranianas, ve con buenos ojos el envío de mercenarios, entre ellos, ciudadanos franceses. Verdad es que este último hecho es intensamente desmentido por París. Sin embargo, no es así, realmente están enviando a mercenarios al régimen kievita y las palabras del Presidente Macron lo acaban de confirmar.

¿Cuáles son las consecuencias de sus actos? Únicamente la escalada de las acciones bélicas, algo que parece absurdo, puesto que el Presidente de Francia anuncia unos tales esfuerzos de paz e intentos de promover la solución política y pacífica de la crisis. Ya nos hemos acostumbrado a estas declaraciones contradictorias del Presidente Macron, del Palacio del Elíseo y del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia. Al parecer, les dan igual las declaraciones que hacen. Lo que ocurre es que, por desgracia, sufren los civiles. Muchos pierden la vida, debido a la postura de “ayuda” que tiene París, aunque muy poco se parece a la ayuda, así como al apoyo económico y el envío de grandes cantidades de armas que Francia le facilita al régimen neonazi de Kiev. La gente está muriendo.

Ahora París deja a entender que Occidente no descarta entrar en conflicto armado abierto con nuestro país. Merece la pena señalar que decenas de representantes de la UE, a nivel de Ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa, incluso de Jefes de Estado, anunciaron no haber promovido nada por el estilo ni tenerlo planeado, puesto que entienden que sería un “callejón sin salida”, unas declaraciones carentes de perspectiva y peligrosas. Eso, dicho sea de paso, lo señalaron las autoridades alemanas.

¿Qué es lo que demuestra ello? Demuestra que es el más completo atolladero filosófico e ideológico de la postura que Occidente tiene en la arena internacional. Imagínense: dentro de la OTAN existe la disciplina de bloque que no permite a los países miembros llevar a cabo su propia política, sin atenerse a los estándares de la OTAN. Me refiero al sector de la Defensa y a su línea geopolítica generalizada. Al mismo tiempo, algunos países hacen unas declaraciones de tal alcance que otros países miembros se ven obligados a justificarse. Ello es muestra de la crisis interna que está atravesando la sociedad occidental, incapaz de elaborar una postura única y realmente basada en los principios democráticos, una postulado ideológico, una estrategia, una postura sobre problemas clave, problemas de carácter existencial.

El uso cínico por los países occidentales de Ucrania como una herramienta de la lucha contra Rusia “hasta que no queden más ucranianos”, la transformación del país en un polígono de pruebas para los armamentos y los vehículos de combate de la OTAN puede ser tan solo el prefacio de su propia entrada en el conflicto.

Surge la pregunta de si se dan plenamente los ciudadanos de Francia y de otros países de la UE cuenta de cuáles podrían ser las consecuencias de los actos de los actuales residentes del Palacio del Eliseo y de otras administraciones de los Estados de la UE y de la OTAN. Ni el Parlamento francés ni la opinión pública del país no tienen ni idea de lo que se le pasa por la cabeza al Presidente Macron. No lo consultó ni lo discutió con nadie. No es parte de su programa ni nunca se ha dejado “entrever” en sus anteriores discursos. Simplemente lo dijo y Europa del Oeste se estremeció por las perspectivas.

¿Les gustaría a los franceses convertirse en “carne de cañón” o, utilizando la metáfora de Alejandro Pushkin, encontrar en el suelo ruso su lugar “entre ataúdes del mismo estilo”? ¿Estarían dispuestos a apoyar a su Presidente en esta aventura que podría tener las más graves e impredecibles consecuencias? Consideramos que los ciudadanos de Francia deberían pensárselo en serio y hacer las pertinentes preguntas a sus autoridades.

 

Crisis del sector agrario de la UE

 

Una oleada de protestas de granjeros está azotando desde principios de este año la mitad de los países de la UE, de Lituania y Portugal. Las reclamaciones de los granjeros son sencillas: subida de los precios de piensos, abonos, energía, inflación de los alimentos, competencia desleal, a su modo de ver, por parte de los productos agrícolas extranjeros y baratos, los ucranianos, sobre todo, que los productores europeos no son capaces de aguantar. Están además la bajada del nivel de vida en el campo, la reducción de la rentabilidad de la producción, crecimiento de los riesgos de bancarrota y quiebra de granjas.

Hemos indicado en más de una ocasión que es resultado directo de las sanciones antirrusas y lo hemos confirmado con datos concretos. Hemos aducido un gran número de argumentos, cifras y hechos. Contamos con una base que lo prueba: es parte de los fallos estratégicos de los altos cargos de la UE cometidos en las esferas de la energía, los alimentos y las finanzas. Un motivo aparte para el descontento de los agricultores europeos es la reducción de las subvenciones públicas que han sido víctimas de “los paquetes de la asistencia económica a Ucrania” y los estándares verdes “draconianos” introducidos en el sector de la agricultura.

Entre las exigencias clave de los granjeros está la reducción de los volúmenes de las importaciones de productos agrícolas procedentes de terceros países. “La crisis del sector agrícola de la UE” fue el problema abordado en la reunión del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea celebrada el pasado 26 de febrero.

¿Cuál es el resultado de la misma? La burocracia europea se vio obligada a hacer una serie de concesiones “meramente decorativas”. En la esfera del clima fue prorrogada la moratoria a la observación de una serie de normativas comunitarias en la esfera del medio ambiente que permite usar terrenos en barbecho. El plan de la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero en Europa fue corregido en lo tocante al sector agrario, habiéndose bajado el nivel de los planteamientos. Se ha retirado el escasamente popular entre granjeros proyecto del Reglamento de reducción del uso de pesticidas.

Se ha anunciado una encuesta especial entre los granjeros sobre sus preocupaciones y la continuación del diálogo sobre el futuro de la agricultura. Ahora sí que todo se va a arreglar: tras una encuesta especial todos los problemas de los granjeros desaparecerán sin dejar rastro. El objetivo del anunciado plebiscito es evidente: ayudarles a los agricultores europeos que van perdiendo ingresos a marchas aceleradas a “echar el humo”.

¿Y qué ocurre con la principal preocupación de los agricultores europeos relacionados con la entrada incontrolada en la UE de productos agrícolas ucranianos? En contra de las exigencias directas de las manifestaciones masivas que azotaron a la UE, el Consejo de la UE apoyó la propuesta de la Comisión Europea de prorrogar el régimen de comercio libre y sin cuotas para los alimentos procedentes de Ucrania. ¿Podríamos hacer una pregunta? ¿Seguro que en la UE se está construyendo la democracia? Normalmente, ésta suele ser la voluntad de la mayoría, con las opiniones y los intereses de la minoría respetados. Todos los países son agrarios, de modo que la agricultura es la base de su economía. ¿En qué momento eso se tendrá en cuenta? ¿En base a qué opiniones es tomada esta decisión contraria a las exigencias de la mayoría? Es verdad que se han introducido limitaciones, sobre todo, en lo tocante a los “productos de gran sensibilidad” para el mercado europeo: pollos, azúcar y, por extraño que parezca, huevos de gallina. Se habrá hecho para limitar el acceso de los productos que son utilizados por los granjeros para atacar a los políticos europeos que con una insistencia irracional van minando las bases del sector agrario de sus países.

La motivación de esta prórroga, por supuesto, es meramente política y no tiene nada que ver con la situación real ni con las exigencias de los pueblos de los pertinentes países. ¿Qué es lo que desean hacer los funcionarios europeos, los euroburócratas, la Unión Europea, el Consejo de la UE? Le desean facilitar a Kiev la posibilidad de ganar y devolver los préstamos occidentales. Fueron Bruselas y Washington los que idearon una sorprendente historia de cuando todos los meses son anunciados nuevos paquetes de ayuda al régimen kievita, como ellos dicen, ayuda a Ucrania. Sin embargo, suelen ser préstamos y hace falta cubrir por lo menos, los intereses y algunas facturas. Y no hay con qué hacerlo. El régimen kievita no tiene nada, únicamente fracasos. ¿Qué se puede hacer en esta situación? Con una medida tan sencilla como compra al régimen kievita de productos agrícolas se está intentando salir del paso. Es una terrible maquinación de envergadura mundial, dado que en el espacio informativo Occidente durante 2 años “avivó” el tema de la seguridad alimentaria que es supuestamente amenazada por Rusia.

A los consorcios agrícolas europeos y transnacionales que se hicieron casi por completo con el sector agrario ucraniano les es concedida la posibilidad de “hacerse su agosto” con la entrada en la UE de productos ucranianos a precios dúmping. No queda muy claro qué tienen que ver con eso los ciudadanos y los granjeros europeos. Los agricultores europeos se han convertido de hecho en una “moneda de cambio” en este juego político de gran alcance.

A modo de justificación, los funcionarios europeos continúan anunciando en alto que la culpa de todo la tiene Moscú. Es culpable de los precios bajos de los productos alimenticios enviados a la UE desde Ucrania y de los derivados problemas que vive el mercado europeo. Se propone solucionar todas las dificultades con el habitual ya para la UE lema de la lucha contra la “amenaza rusa”. Se hacen reflexiones sobre los productos alimenticios ucranianos que deben regresar a los mercados europeos por el simple motivo de que su nicho está siendo ocupado por productos rusos. ¿Y por qué no pensar un poco en las necesidades reales de los granjeros europeos? ¿Dónde está el problema de la seguridad alimentaria? Es que los países occidentales desean darle alimentos al mundo entero, al universo entero incluso, posiblemente. Y ahora resulta que los alimentos también se dividen en los “políticamente correctos” y con esos se puede alimentar al mundo y también en los que “no son de fiar”.

Por supuesto, no tienen tiempo para pensar en las necesidades reales de los granjeros europeos. Tienen que evitar que Moscú reciba ingresos extra, suministrando a los mercados productos de calidad y a precios competitivos. Es que, de acuerdo con sus planes, para estos momentos ya no deberíamos tener complejo agropecuario propio o debería depender por completo de la voluntad del Occidente colectivo. Y en este punto se llevan un chasco, es que tenemos nuestro complejo agropecuario. Y está en unas buenísimas condiciones. Al mismo tiempo, se propone que Ucrania demuestre la iniciativa y haga milagrosamente que sus productos agrícolas atraviesen de tránsito la UE rumbo a otros países y no se pierdan en el territorio comunitario. Es obra maestra y el colmo del absurdo. Esa característica podría aplicarse a toda la política comunitaria en relación con Ucrania que “también es Europa”. Las pérdidas incomparables de sus propios agricultores no son sino “daños colaterales” del histerismo proucraniano que se ha apoderado de la UE.

 

Respuestas a varias preguntas:

Pregunta: La policía danesa dejó de investigar las explosiones en los gasoductos Nord Stream alegando que no tenía autoridad para continuar el caso en territorio danés, aunque vio indicios de sabotaje deliberado. ¿Qué hará Rusia al respecto?

Respuesta: Permítame decirle lo que ya hemos hecho.

Fue la delegación rusa la que presentó un proyecto de resolución al Consejo de Seguridad de la ONU sobre la creación de una comisión internacional independiente. Por desgracia, durante la votación del 27 de marzo de 2023, nuestra iniciativa fue bloqueada. No consiguió el número necesario de votos a favor debido a la línea destructiva adoptada deliberadamente por los miembros occidentales del Consejo de Seguridad.

Insistieron en que supuestamente no había necesidad de que el Consejo interfiriera en las investigaciones nacionales de Alemania, Dinamarca y Suecia, en las que los occidentales declararon dentro del Consejo de Seguridad que tenían plena confianza. Al mismo tiempo, Berlín, Copenhague y Estocolmo mintieron con regularidad sobre el intercambio de información con la comunidad internacional, e igual mintieron sobre compartirla con nosotros. De hecho, no nos han proporcionado alguna información clara ni siquiera sobre los resultados provisionales de su investigación. Ahora ha resultado que no había nada que compartir, porque no se estaba realizando un trabajo real. Como es bien sabido, Dinamarca ha confirmado la incapacidad de sus organismos de investigación. No fue el primero en hacerlo. Siguió el camino de Suecia.

La decisión de las autoridades danesas, siguiendo el camino de Suecia, de dejar de investigar los atentados terroristas que ocurrieron, les recuerdo, en la zona económica exclusiva de Dinamarca en septiembre de 2022 contra los gasoductos Nord Stream-1 y Nord Stream-2 confirma plenamente la falta de interés de los países occidentales por identificar a los verdaderos clientes y autores de los atentados terroristas.

Hoy les he comentado sobre la meticulosidad con la que todo el mundo estaba examinando los casos del uso de pseudo o supuestos sustancias de “Novichok”, por ejemplo, en Salisbury, Amesbury y demás. Se llevaron a cabo -como nos dijeron- investigaciones de laboratorio, se tomaron decisiones y se acusó, en particular, a ciudadanos de nuestro Estado. Y ahora estamos asistiendo a un silencio absolutamente tranquilo, sosegado y comedido, que culmina con un modesto anuncio de que este es el final del asunto.

Desde el principio, Copenhague se ha negado a cooperar con la parte rusa en la investigación del sabotaje de los Nord Stream y se ha opuesto a una investigación internacional bajo los auspicios de la ONU. El mensaje enviado en octubre de 2022 a la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, por el presidente del Gobierno ruso, Mijaíl Mishustin, quedó sin respuesta. En diciembre de 2023, la Fiscalía General danesa rechazó la solicitud de la nuestra de asistencia legal en la investigación del sabotaje de los gasoductos Nord Stream-1 y Nord Stream-2.

La parte danesa tardó un año y medio en llegar a la conclusión de que se había producido un sabotaje deliberado. Al mismo tiempo, paradójicamente, Dinamarca no ve motivos para seguir investigando. Existe la fuerte impresión de que las autoridades danesas saben quién orquestó este ataque y simplemente prefieren desentenderse.

Todo esto confirma claramente la pertinencia de las propuestas rusas de una investigación internacional independiente bajo los auspicios de la ONU. Continuaremos llamando la atención de la comunidad internacional sobre la postura sin escrúpulos del Occidente colectivo. Estamos convencidos de que los responsables del ataque contra una instalación clave de la infraestructura energética, que causó daños económicos y medioambientales, deben recibir el castigo que merecen.

Les recuerdo que nuestra investigación nacional está en curso.

Pregunta: Hungría ha aprobado la adhesión de Suecia a la OTAN. Suecia está a punto de convertirse en el segundo país, después de Finlandia, gracias al cual se expandirá la Alianza. Al mismo tiempo, el Presidente ruso Vladímir Putin ha firmado un decreto sobre el restablecimiento de los distritos militares de Moscú y Leningrado. ¿Cómo valora Rusia la situación geopolítica actual dadas estas circunstancias? ¿Se ha vuelto más o menos probable una solución política y diplomática de la crisis ucraniana?

Respuesta: Acabamos de hablar de Suecia y la OTAN en varios contextos. Lo diré una vez más. La entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN no hace sino agravar la ya de por sí complicada e incluso crítica situación geopolítica en el mundo. Como vemos, cualquier expansión de la Alianza, ya sea hacia el este o hacia el norte, no se convierte en un factor estabilizador. Por el contrario, todo ello conduce a una creciente tensión, militarización y aumento de la conflictividad en las relaciones entre los Estados que se encuentran a ambos lados de la línea divisoria trazada por Washington y sus aliados.

En la actualidad, el Occidente colectivo sigue agravando la situación, aumentando su apoyo al régimen de Kiev mediante el suministro de armas y la asignación de fondos. Desde el punto de vista político, adopta cada vez más medidas antirrusas y rusófobas. La escalada retórica y las decisiones adoptadas son un refuerzo de esta política. Occidente está aumentando su propia capacidad militar-industrial y presencia militar cerca de nuestras fronteras. Estas medidas se denominan destinadas a contener a Rusia. Luego se trataba de infligirnos una derrota estratégica, y ahora hablan de la necesidad de impedir que Rusia gane. Podemos hablar mucho sobre el tema, pero también podemos responder brevemente. Todo esto lleva a la desestabilización de la situación en todo el mundo.

En cuanto a un posible arreglo político y diplomático. Se están haciendo varios esfuerzos, incluso por parte de China, como acabamos de hablar. Pero todo está bloqueado. Londres y Washington han prohibido a Zelenski negociar con Rusia. Sin esto, ¿cómo se puede sacar algo (para el régimen de Kiev, en el sentido literal) del punto muerto? Han bloqueado las negociaciones directas con Rusia, pero si piensan que podrán llevar a Rusia a algunos foros o plataformas en los que se presentarán a nuestro país algunos ultimátums, se equivocan. Serguéi Lavrov lo ha comentado en varias ocasiones. El otro día nuestro ministro volvió a reafirmar todo esto.

Pregunta: Los expertos estadounidenses están realizando experimentos médicos con personas en los territorios ocupados de Ucrania. Extraen órganos humanos tanto a soldados como a civiles. Lo hacen de forma inhumana, sin utilizar anestesia ni analgésicos cuando la persona está consciente. El volumen de actividad que EEUU ha desplegado en todo el mundo en este sentido es también impresionante, dados cientos de miles de refugiados ilegales no registrados desplazando al territorio estadounidense y europeo, que son dominados con éxito tanto para obtener órganos como para utilizarlos como mano de obra gratuita. No hace falta secuestrar a la gente por la fuerza, como se hacía antes, basta con dar un golpe de Estado, destruir, bombardear un país y atraer a los refugiados con generosos subsidios. Ellos mismos huyen, cruzan las fronteras, viven en condiciones calamitosas en campos especiales, pasan las pruebas y esperan su destino. ¿Puede Rusia detenerlo, y qué mecanismos existen para hacerlo?

Respuesta: Ya ven lo que está ocurriendo ahora. Se está llevando a cabo la operación militar especial. Porque todas estas cosas que usted ha mencionado han empezado a ocurrir muy cerca de nuestro país, y en relación con la población, que desde hace muchos años venía afirmando que estaba siendo exterminada en función de su nacionalidad e identidad etnocultural. Todo esto (todas las acciones, actos, actuaciones y pasos mencionados) se hizo no solo para desestabilizar la situación en la región y en el territorio de nuestro país, sino que también para trasladar dicha desestabilización a una dirección militar, política y geopolítica más seria mediante la alimentación con armas, que iba en paralelo con los hechos monstruosos a los que usted se refiere y que se han dado a conocer.

En consecuencia, la respuesta a ello fue nuestra operación militar especial, apoyada en argumentos de metas y objetivos. He aquí una de las respuestas.

Antes de eso, y paralelamente, defendimos el Derecho Internacional como la única red de seguridad para que el mundo no se derrumbe en algún pozo sin fondo de impunidad por los crímenes que usted enumeró.

No es nuestro trabajo mejorar la vida dentro de EEUU ni de alguna otra nación soberana. Dedicamos todas nuestras capacidades a nuestra propia política interior y exterior, a crear condiciones de seguridad para nuestro país y ciudadanos. A través de la política exterior y nuestros esfuerzos internacionales aportamos al mundo los siguientes postulados: preservación del Derecho Internacional, multipolaridad como mecanismo eficaz para contrarrestar el monopolio o mundo unipolar o el dictado mundial de un centro de poder, respeto de los principios de la Carta de la ONU y su implementación en la vida cotidiana de las relaciones internacionales. Se trata no solo de varios principios, sino orientaciones concretas aplicadas por nuestro país en la arena internacional. Y seguimos haciéndolo.

Creo que también es muy importante la adopción en nuestro país de una serie de documentos doctrinales. Se perciben en el mundo como la creación de un seguro adicional para la preservación de los valores de la civilización, los logros culturales e históricos y los hechos históricos. Así lo hemos anunciado. Es otra respuesta a la desestabilización mundial, a la política destructiva del caos que ha mencionado al principio de su pregunta.

Pregunta: Lo que EEUU y sus aliados están haciendo en los territorios ucranianos ocupados se califica de nazismo y fascismo, y se está haciendo a nivel global. El presidente ruso Vladímir Putin dijo en una entrevista que también es necesario lanzar propaganda antifascista a nivel mundial. Al mismo tiempo, debe hacerse no desde la posición del Estado, sino a nivel de la conciencia e iniciativa pública. ¿Cómo puede hacerse esto? ¿Y cómo promoverá el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso este tipo de iniciativas a nivel internacional? ¿Qué iniciativas de ciudadanos u organizaciones públicas son especialmente necesarias hoy en día?

Respuesta: Por favor, recuerde que somos el poder ejecutivo. Son la sociedad civil y, respectivamente, sus instituciones que se ocupan de las iniciativas públicas.

Existe la Cámara Social de la Federación de Rusia. Pueden ver lo que hace cada uno de sus miembros, qué iniciativas presentan, qué actos celebran, qué libros publican y qué eventos organizan.

Permítanme poner un ejemplo relativo a nuestra política exterior y a la situación en torno a Ucrania: presidente de la Fundación para la Investigación de los Problemas de la Democracia, Maxim Grigóryev, y sus investigaciones fundamentales sobre el problema del neonazismo en Ucrania:

Fascismo ordinario. Crímenes de guerra de las fuerzas de seguridad ucranianas (2014-2016),

Fascismo ordinario. Crímenes de guerra ucranianos y violaciones de los derechos humanos (2017-2020),

Fascismo ordinario. Crímenes de guerra ucranianos contra la humanidad. (2022-2023),

Libro Negro. Atrocidades de los modernos adeptos de Bandera, neonazis ucranianos. (2014-2023).

Estas son las iniciativas públicas de las que estamos hablando. Esto es a modo de ejemplo. Hay muchas iniciativas de este tipo. Esta es una de ellas.

 

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