Comentario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia con respecto a la situación en torno a los memoriales de la Segunda Guerra Mundial en Polonia

Profundamente apenados e indignados, nos vemos obligados a hacer constar una vez más que en Polonia siguen cometiéndose con regularidad los actos de vandalismo contra los monumentos y cementerios de los militares soviéticos, que liberaron este país de los invasores nazis, y de los soldados polacos, que lucharon junto a ellos contra el nazismo. El escarnio de su memoria se convierte, últimamente, en un fenómeno cotidiano cuyas raíces se esconden en la campaña antirrusa y la falsificación premeditada de los hechos históricos llevadas a cabo, sin disimulo, por algunos políticos y medios polacos.

Sólo en febrero de 2015 fueron profanadas tumbas en el cementerio de los efectivos del Ejército Rojo en la ciudad de Kalisz (en el voivodato de Gran Polonia), fue destruida la lápida memorial a los soldados libertadores en Aleksandrów Łódzki (en el voivodato de Łódź) y deteriorado el monumento a los paracaidistas polacos y soviéticos en el municipio de Lubasz (en el voivodato de Gran Polonia). En este último caso el abuso fue especialmente cruel: los profanadores arrancaron las cabezas de las estatuas.

El hecho de que esta "guerra contra los monumentos" reciba un activo apoyo por parte de las autoridades polacas provoca nuestra especial preocupación y el más rotundo rechazo. El pasado 26 de febrero, el Ayuntamiento de Varsovia anuló su propia decisión de 2011 relativa a la devolución a su lugar original en el centro de la capital polaca del monumento a la hermandad combativa soviético-polaca, reubicado temporalmente debido a las obras de construcción con previo consentimiento de la parte rusa.

Creemos que la profanación de la memoria de los que dieron sus vidas por la libertad y la independencia del pueblo polaco es incompatible con los principios fundamentales de una sociedad civilizada. En este sentido nos parece oportuno recordar que en la campaña por la liberación de Polonia de la ocupación hitleriana murieron más de 600.000 soldados soviéticos. Además, en los campos nazis de concentración fallecieron y fueron enterrados en el territorio polaco otros 800.000 prisioneros de guerra procedentes de la extinta URSS.

Esperamos explicaciones oficiales de la parte polaca con respecto a los incidentes mencionados y exigimos firmemente que se garantice el cumplimiento incondicional de todos los acuerdos bilaterales, incluido el acuerdo firmado por el Gobierno de la Federación de Rusia y la República de Polonia el 22 de febrero de 1994 sobre los cementerios militares y memoriales a las víctimas de la guerra y las represalias. Exigimos también que se busquen y se castiguen los responsables de estos incidentes y que se tomen medidas exhaustivas para prevenir los nuevos actos de vandalismo. Exhortamos a las autoridades polacas condenar pública y claramente la "guerra contra los monumentos" declarando que los memoriales a los que salvaron Polonia del nazismo, deben ser respetados.