ООН
Intervención y respuestas del Ministro de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, a las preguntas de los medios de comunicación durante la conferencia de prensa “al margen” de la 69ª sesión de la Asamblea General de la ONU, Nueva York, 26 de septiembre de 2014
Estimados señoras y señores:
Hemos recibido un gran número de peticiones de diferentes medios de comunicación solicitando una entrevista para aclarar la postura de Rusia durante mi estancia aquí para participar en la 69ª sesión de la Asamblea General. No obstante, dado que este año este período va a ser muy corto, confió en que no tendrán inconveniente en que recurramos a este formato de comunicación con la prensa.
La sesión de la Asamblea General de la ONU está teniendo lugar en unas condiciones que no son fáciles. Estamos contemplando problemas que tienen un carácter sistémico y es de vital importancia poner en el primer plano de nuestras discusiones precisamente estas dificultades sistémicas, tanto creadas de manera artificial como surgidas de forma espontánea objetivamente. Me estoy refiriendo a la lucha contra el terrorismo. Indudablemente, es importante hacer frente a los síntomas de esta lacra, pero además hemos de dirigir nuestra mirada a ahondar en las causas subyacentes, a las acciones que a veces se emprenden respondiendo a los mejores impulsos, pero que suponen en realidad un empeoramiento de la amenaza terrorista.
Exactamente igual, tampoco debemos limitarnos a luchar contra los síntomas en las cuestiones que están planteándose en el continente europeo, incluyendo la crisis ucraniana. La crisis de todos los sistemas de seguridad europeos se ha producido, no como consecuencia de los acontecimientos en Ucrania, sino, al revés, los acontecimientos en Ucrania han sido un reflejo de las profundas contradicciones que se han ido acumulando en la zona euroatlántica desde que se anunciara el fin de la "Guerra Fría" y se acordaran enfáticamente declaraciones de que la seguridad para todos los Estados de Europa debía ser igual e indivisible. En la práctica, no ha sido así. Ha continuado la ampliación de la OTAN y el traslado de las infraestructuras militares de la Alianza del Atlántico Norte hacia el Este. En definitiva, las solemnes declaraciones de dar los pasos necesarios para que, precisamente, la indivisibilidad de la seguridad se convirtiera en la base de la arquitectura europea se han quedado en el papel en las declaraciones.
Naturalmente, nos preocupan otras muchas cosas. Conviene que, a la hora de resolver cualquier problema concreto, examinemos las causas que lo han generado. Si no es así, nos chocaremos continuamente con la falta de un planteamiento común para abordar las cuestiones globales que afronta la comunidad internacional. Junto a nosotros, son muchos los partidarios de apoyar justo esta forma de enfocar el trabajo de la Asamblea General de la ONU y la Organización de Naciones Unidas en general.
Nuestra propuesta ha tenido una acogida bastante positiva, tal como la hemos expuesto en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU presidida por el Presidente de EE.UU., Barack Obama. Ateniéndonos a resoluciones como la 2170 y la 2178, proponemos reunir un foro representativo con la participación de los países de la región de Oriente Medio y el Norte de África, los miembros permanentes del CS de la ONU y otros países interesados para analizar de forma profunda y global las causas que han generado el terrorismo internacional y que continúan y continuarán alimentándolo. Es una amenaza que todos compartimos. En mi opinión, sería útil hablar de ello. Dentro de la ONU hay creadas bastantes estructuras para luchar contra el terrorismo, que hay que aprovechar activamente, y sobre todo, correctamente.
Me gustaría mencionar también la situación en Irak, Siria, Líbano, Libia y Afganistán. Los problemas en Oriente Medio y el Norte de África se multiplican. Aquí, junto con la tarea común de luchar contra la amenaza terrorista, es muy importante llegar a un acuerdo sobre cómo vamos a apoyar los procesos políticos de paz. Las cuestiones internas sobre la organización de la vida de cada país han de resolverse a través de un amplio diálogo nacional, con la participación de todos los grupos políticos, étnicos y religiosos de ese Estado, y sin tratar de diseñar cualquier tipo de escenario de regularización desde el exterior y proponerlo después a este o el otro país. No voy a insistir ahora en los ejemplos que hay que nos reafirman una y otra vez en nuestra idea de que semejante género de tentativas para normalizar la crisis que sea, siguiendo la propia visión de las cosas y sin fijarse en cómo está la situación dentro del país en cuestión, no conducen a una solución del problema duradera ni estable.
Para terminar, desde luego, no puedo dejar de hablar del virus del Ébola. En este momento, se trata de un problema que requiere nuestra unión. Hemos apoyado activamente la posición del Secretario General de la ONU y su propuesta sobre cómo debe reaccionar la comunidad internacional ante esta amenaza. Rusia contribuirá intensamente en el esfuerzo mundial. Hemos enviado ya la correspondiente ayuda y médicos a Guinea. Y estamos dispuestos a hacer lo mismo para Sierra Leona.
Hace tres días, en su intervención desde la tribuna de la Asamblea General de la ONU, Ban Ki-moon, hizo un llamamiento para que se observaran los principios de la Carta de Naciones Unidas con imparcialidad. Creo que esta evidente verdad debe respetarse siempre y, en este caso, una vez más, conviene repetirla.
Pregunta: ¿Cuál, según su punto de vista, es el papel de Rusia en la coalición que se ha creado para luchar contra el "Estado Islámico"? ¿Cómo ha acogido el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, el hecho de que Barack Obama, en su discurso en la Asamblea General de la ONU, resaltara el papel de Rusia en la crisis en Ucrania?
Serguéi Lavrov: En lo que se refiere a la coalición que se ha creado, ha planteado usted la pregunta como si ya estuviéramos metidos en ella. Luchamos contra el terrorismo de forma invariable y sistemática independientemente de que alguien decida anunciar en voz alta la creación de una coalición. Para nosotros no se trata de una tarea que haya surgido de repente.
En cuanto a la amenaza concreta que representan el "Estado Islámico", el "Frente al Nusra", "Al Qaeda" y otros grupos radicales de carácter terrorista y extremista, llevamos ya mucho tiempo ayudando intensa y sistemáticamente a los países de la región que se enfrentan a estas amenazas. Esto incluye el suministro de armas a petición de los gobiernos de Irak, Siria, Líbano, Yemen, Egipto y otros países de la región. No me cabe la menor duda de que todos debemos fortalecer la capacidad de estos países para combatir la amenaza que se cierne sobre su seguridad que incluye, claro está, el terrorismo.
Valoramos positivamente el hecho de que últimamente muchos otros países estén dirigiendo una particular atención a la tarea de elevar la eficacia de la lucha antiterrorista. Partimos de la base de que cualquier acción en el escenario internacional, y sobre todo, el uso de la fuerza, lo que incluye la represión violenta de la amenaza terrorista, ha de llevarse a cabo de conformidad con el derecho internacional y con el consentimiento del país en cuestión en cuyo territorio se están realizando tales operaciones. Es algo evidente y no creo que nadie lo pueda discutir. Es importante que, aunque sea "con retraso" se coordine cierta interacción con las autoridades –en este caso de Siria. Esto suma a favor de los intereses de todos. Excluir al gobierno sirio de la lucha contra el terrorismo en el territorio de este país contraviene el derecho internacional y, como poco, reduce la eficacia de este trabajo. No creo que haya que repetir los errores que se cometieron al convocar la conferencia de paz sobre la crisis en Siria –por aquel entonces, a raíz de consideraciones ideológicas, se renunció a invitar a Irán. ¿Acaso favorece una conversación seria? Yo creo que no. Porque dado el caso, tanto desde el punto de vista internacional como desde el punto de vista del pragmatismo y del sentido común se debe optar por la inclusión, de manera que todos los que puedan de un modo u otro aportar algo para resolver los problemas trabajen en un solo equipo.
En cuanto a su pregunta acerca de las declaraciones del presidente Barack Obama afirmando que, después de la epidemia del Ébola, Rusia está a la altura del terrorismo como principal amenaza, no pienso que esta enumeración refleje el concepto que se tiene de la Federación de Rusia dentro de la comunidad internacional de hoy.
Pregunta: Como usted sabe, los miembros de la coalición antiterrorista dicen que la raíz del terrorismo en Siria está en las acciones del gobierno de RAS contra la primera ola de protestas políticas. Siria es un aliado de Rusia y usted tiene influencia sobre Bashar al-Asad. ¿No cree usted que con un leve giro de su posición y valiéndose de su influencia sobre el régimen de Siria, exhortando a Bashar al-Asad a aceptar el proceso de Ginebra, Rusia podría ayudar más a combatir el terrorismo y, posiblemente, entrar a formar parte de la coalición?
Serguéi Lavrov: No solamente usted personalmente, sino también muchos dirigentes de países importantes han declarado desde las tribunas de la Asamblea General de la ONU que el terrorismo internacional ha dado la cara porque Bashar al-Asad no quiere irse. Es una afirmación muy seria, la hemos escuchado de nuestros socios, que también afirman que la renuencia del Presidente de Siria a marcharse ha hecho surgir todos los problemas en Irak.
Si nos remontamos en la historia, puedo recordar algo más que el período del comienzo de la "Primavera Árabe", en concreto 2003 –el bombardeo ilegal de Irak, el derrocamiento de un régimen duro pero laico, la expulsión por orden del líder estadounidense de la misión civil establecida en Irak de los sunitas de todos los puestos y cargos más o menos importantes del ejército y los servicios de seguridad. A mi entender, si hablamos de las raíces de la amenaza terrorista, es preciso recordar todo y cuál era la situación con la presencia o ausencia del terrorismo hace 11 años.
Igualmente, en Libia, nadie podría haberse imaginado nunca el panorama de la captura de gran parte del país por diferentes grupos terroristas que han creado allí su propio enclave, acaparando y vendiendo petróleo. No veo relación aquí con el hecho que ha mencionado usted de que Bashar al-Asad no quisiera cumplir la Declaración de Ginebra. Dicho documento se adoptó en junio de 2012. Luego, tal vez Bashar al-Asad no se mostró excesivamente entusiasta pero dijo que estaba dispuesto a negociar sobre esa base. En cambio, la oposición, en aquel entonces, rechazó tajantemente esta declaración. Nuestro intento de llevar este documento al Consejo de Seguridad de la ONU y ratificarlo tampoco se vio coronado por el éxito. Tan sólo se consiguió transcurrido un año y pico después de que se adoptara la Declaración de Ginebra, cuando nosotros y el Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, propusimos a pesar de todo convocar la conferencia de Ginebra.
La primera tentativa de encuentro en Montreux confirmó que cumplir la Declaración de Ginebra era una tarea de todos. Su punto principal, en lo que respecta a la organización del proceso político, radica en el imperativo –tal como está redactado en el mismo Comunicado de Ginebra –de garantizar la participación de un amplio espectro de la sociedad siria –todos los grupos políticos, étnicos y religiosos. No creo que la "Coalición Nacional" con la que mantenemos contacto y comunicación con sus miembros represente a toda la sociedad siria. También están los comités de coordinación nacional que actúan dentro de Siria y constituyen una importante oposición al régimen, así como otras organizaciones como la kurda que no delegó sus poderes como potenciales participantes del diálogo nacional a los miembros de la "Coalición Nacional". Cooptaron individuos aislados, no obstante no quedó garantizada la inclusión por parte de la oposición. Y dicho sea de paso, nuestros socios estadounidenses lo reconocen cuando volvemos recurrentemente al tema de que no hay que olvidar no obstante el proceso político dirigido a regularizar Siria.
Hay que empezar a hablar en serio. A la Conferencia de Montreux fueron invitados más de 50 países y enseguida se convirtió en una "mini Asamblea General de la ONU" en la que cada uno se escucha solamente a sí mismo y declara su posición. Para abordar un trabajo serio tiene que haber menos publicidad y menos situaciones en las que los participantes en el proceso de negociaciones se ven obligados a adoptar posturas extremas para aparecer con su mejor cara ante la prensa y contentar a su electorado. Debería haber un grupo compacto en el que participaran las principales fuerzas de la oposición, el gobierno de Siria y los principales países de la región. Pienso que deben participar todos los países vecinos, incluyendo Irán. No todo recae en Bashar al-Asad. No está garantizada la inclusión de los bandos de la oposición ni los actores del exterior –sin Irán, la negociación será incompleta. Enfoquemos el problema en toda su complejidad y dejemos de culpar de todo a una sola persona elegida como el blanco de todas las acusaciones. Ya ha habido episodios así en la historia, tanto en esta región como en otras, como por ejemplo Yugoslavia, donde para derrocar al que se consideraba entonces un líder dictador, se destruyó un Estado en Europa y los miembros de la OSCE tomaron armas contra otro miembro de la OSCE y pasaron por alto los principios de Helsinki entre otros. Seamos francos. Para echar a Sadam Huseín, destruyeron un país. Ahora hay que apoyar al Irak para que recupere su gobernanza y su integridad territorial, por supuesto, teniendo en cuenta los intereses de los chiitas, los sunitas y los kurdos.
Advierto e insto a no caer en la tentación de calcular que en aras de una sencilla decisión, sea, en este caso, la desaparición de Bashar al-Asad, todo va a ser perfecto. Nada va a ser perfecto. Hace falta abordar este trabajo profesionalmente y no dejarse llevar por las simpatías o antipatías personales cuando no se quiere sentar a alguien en la mesa de negociaciones. Es una conducta caprichosa que está fuera de lugar en la política internacional.
Pregunta: ¿Podría precisar cómo va a participar Rusia concretamente en la lucha contra el terrorismo en Irak, Siria y Líbano?
Serguéi Lavrov: Como he mencionado ya, ayudamos a estos países a garantizar su seguridad suministrándoles armas y equipos militares. Entrenamos a especialistas para muchos países y estamos dispuestos a extender esta práctica. Existe una red de contactos intensos y mutuamente beneficiosos en lo que respecta a los servicios de seguridad. Por razones evidentes, no puedo hablarle de este tema con más detalle. La lucha contra el terrorismo lleva implícito también los canales de los servicios especiales y de inteligencia. Le puedo asegurar que funciona con bastante eficacia.
Pregunta: ¿Cómo ve el fin de la crisis ucraniana? Tenemos, por ejemplo que el gobierno ha propuesto autonomía a las autoridades del sureste, pero los separatistas contestan que no es suficiente. ¿Nos va a recordar la situación a la moldava y se va a separar una parte de Ucrania?
Serguéi Lavrov: Yo sugeriría no centrarse en lo que dicen las partes negociadoras. Sólo recientemente afirmaron que estaba descartado que se sentaran en la misma mesa dado que el gobierno había llamado a los representantes de Donetsk y Luganks "terroristas" y "separatistas", que habían celebrado ya el referéndum sobre su independencia y que no había nada de lo que hablar. No obstante, pese a las posturas radicales que se forman bajo el influjo de la opinión pública en diferentes partes de Ucrania, los representantes del Presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, y los representantes de las repúblicas proclamadas (República Popular de Donetsk y República Popular de Lugansk) pudieron reunirse en Minsk y, con el apoyo de la Federación de Rusia y la OSCE, acordar dos documentos –un Protocolo que expone la "hoja de ruta" (un documento marco) y el Memorando que se firmó el 19 de septiembre, en el que se enumeran las medidas que es preciso adoptar para garantizar un alto el fuego estable: cese del avance de ambos bandos, la retirada de la maquinaria pesada y el despliegue de observadores de la OSCE. Todo esto se está poniendo en práctica en este momento. Las partes acordaron aplicar este planteamiento dentro del marco del proceso de Minsk y las disposiciones del Protocolo que firmaron el 5 de septiembre.
La negociación está en marcha, y nadie se niega a ello. Independientemente de cuáles sean las declaraciones que se emitan en Kiev, Donetsk y Lugansk, se han puesto de acuerdo sobre los pasos a seguir en adelante dentro del marco del proceso de Minsk y Rusia lo apoya activamente. Haremos todo lo que dependa de nosotros para que continúen estas conversaciones y garantizar su eficacia.
Pregunta: El "Financial Times" publicó que el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, amenaza con medidas inmediatas de represalia contra Ucrania. ¿Considera Rusia ilegal el actual gobierno de Kiev?
Serguéi Lavrov: Mantenemos conversaciones con el Presidente de Ucrania que ha sido elegido, Petró Poroshenko y ambos gobiernos mantienen contactos de manera diaria, entre los ministros de economía, comercio y energía, así como otros departamentos. De manera que no faltan los canales de comunicación. Desconozco lo que ha escrito el "Financial Times", pero nadie ha anunciado ni tiene intención de anunciar ningún tipo de medida de castigo contra Ucrania para socavar la economía ucraniana.
Sí que me gustaría recordar en pocas palabras que en el período en el que Ucrania se disponía a firmar el Acuerdo de Asociación con la UE, advertimos a nuestros socios en Kiev y en Bruselas que Ucrania ya tenía ciertos compromisos en relación con otra zona de libre comercio dentro del marco de la CEI. Los compromisos sobre libre comercio que se disponía Ucrania a asumir dentro del marco del acuerdo con la Unión Europa entraban en contradicción con los que había ratificado dentro del marco de la zona de comercio libre según el régimen de la CEI. Es algo evidente. Fue precisamente la decisión del Presidente Víktor Yanukóvich de posponer la firma de dicho documento con la UE para analizar exhaustivamente la situación otra vez lo que provocó el comienzo del Maidán y después el golpe de Estado armado. Muy pocos lo recuerdan ahora al decir que Víktor Yanukóvich era un corrupto que no compartía los valores europeos, pero la causa concreta y el "detonante" fue la decisión de un presidente legítimo de posponer, no de suspender, la firma de un documento con la Unión Europea. Es evidente que alguien tenía interés en que la cumbre de la "Asociación Oriental" de la UE en Vilna se completara con un éxito rotundo. Considero que es irresponsable jugar con algo tan serio que finalmente ha sumido en una profunda crisis a un gran país y lo han hecho prisionero de sus propias ambiciones y su deseo de anunciar al mundo entero lo estupendo que había sido que acogieran a Ucrania en la asociación con la Unión Europea. Por si fuera poco, en aquel momento se estaba proponiendo a los ucranianos celebrar unas consultas especiales con la participación de Rusia y la UE y estudiar cómo elaborar unas medidas consecuentes que permitieran compaginar las obligaciones de Ucrania en virtud de la zona de comercio libre de la CEI, de la que quería marcharse, y la zona de comercio libre con la UE, en la que se disponía a ingresar. Eso es todo. Entonces Bruselas dijo que Rusia no tenía nada que hacer, dado que era un asunto de ellos con los ucranianos, que no tenía por qué intervenir, y se negó a celebrar las consultas. Ahora, esas consultas se están llevando a cabo y Bruselas tiene mucho interés en ellas. Por otra parte, han llegado al acuerdo de posponer hasta finales de 2015 la entrada en vigor de las cláusulas del Acuerdo entre Ucrania y la UE que afectan a la zona de libre comercio de la CEI.
Llamo la atención sobre el hecho de que Víktor Yanukóvich fue derrocado porque decidió aplazar la firma del documento. El Presidente Petró Poroshenko lo firmó, las partes lo ratificaron, pero ha sido aplazada año y pico la aplicación de los puntos que nos preocupan para tratar de encontrar una solución y armonizar los intereses de todas las economías de los participantes en estos procesos. En definitiva, hemos vuelto al punto que precedió el golpe de Estado en Ucrania. Víktor Yanukóvich pospuso la aplicación de las cláusulas que perjudicaban a las economías de los países de la CEI y eso es justo lo que se ha hecho ahora. La diferencia estriba solamente en miles de vidas y una terrible destrucción de ciudades, pueblos e infraestructuras en el país. En nombre de qué se hizo todo esto resulta ahora mismo totalmente incomprensible.
En lo que se refiere a las contramedidas por parte de Rusia, nunca hemos dicho que vayamos a castigar a nadie. Pero si Ucrania ingresa en la zona de comercio libre con la UE en toda su extensión, entonces nos veremos obligados a renunciar a las exportaciones de Ucrania a la Federación de Rusia libres de aranceles y volveremos en el comercio con Ucrania a la cláusula de nación más favorecida. Simple y llanamente.
Pregunta: ¿Puede confirmar que se le haya negado la entrada a Rusia a miembros del Parlamento Europeo?
Serguéi Lavrov: No lo sé. Si me nombra los apellidos, trataré de aclarárselo, pero no he oído nada acerca de ello.
Como es bien sabido, por decisión del Parlamento Europeo, muchos parlamentarios rusos no pueden viajar a los países de la UE. Puede que algún miembro del Parlamento Europeo esté incluido en la lista confeccionada como respuesta ya que es imposible que no prestemos atención al trato que nos da el PE. Si me dice los apellidos, trataré de averiguarlo.
Le repito que no sé nada sobre los casos que usted menciona, pero no veo nada en ello de extraordinario. Cualquier país está en su derecho de denegar la entrada a un ciudadano de otro país sin tener que dar explicaciones. Ignoro si la causa de ello está ligada a la introducción de sanciones contra nuestros diputados.
Usted trata de darle a esta pregunta concreta un tono sensacionalista. Yo me pararía a pensar más bien en que no se ha producido ningún tipo de avance con la UE en lo que se refiere a la meta que fue proclamada en la OSCE hace tiempo sobre la circulación sin necesidad de visado por toda Europa. Si no resolvemos los problemas sistémicos, nos tropezaremos con las particularidades.
En 1975, en la OSCE se proclamó el principio de libertad de circulación. Rusia ha estado preparando los documentos con la UE a lo largo de diez años. Durante mucho tiempo antes de la crisis ucraniana, la Unión Europea estuvo "dando largas" y decidió finalmente no firmar el documento sobre el régimen de exención de visados para nuestros ciudadanos únicamente por razones políticas. Se nos dijo directamente que los países de la "Asociación Oriental" debían ser los primeros en obtener el régimen exento de visados y que los rusos podían esperar, aunque nosotros lo teníamos todo listo y en cambio los países de la "Asociación Oriental", en absoluto.
Hoy he oído que a alguien no se le ha dejado pasar y que ha sido cacheado de forma ilegítima. Esto requeriría otra rueda de prensa distinta. Si estamos aquí para hablar de la política internacional, ello implica tratar de comprender los asuntos globales.
Pregunta: ¿Nos podría informar hasta qué punto está cercana una verdadera regularización de la crisis ucraniana?
Serguéi Lavrov: Tengo esperanzas de que el proceso de paz llegue a ser estable. Únicamente será así si es gradual, consistente y respetuoso con las reglas, y si todos los "actores exteriores" actúan en sintonía. A veces da la impresión de que ciertos miembros del gobierno ucraniano, en concreto, Arseni Yatseniuk, nombrado Primer Ministro por la Rada Suprema, no respaldan las medidas orientadas a arreglar la situación en el sureste de Ucrania, pues intervienen con posturas bastante duras y sacan constantemente el tema de la renuncia al estatus de país no alineado. Me parece a mí que esto no ayuda a las acciones emprendidas por encargo del Presidente Petró Poroshenko. En los contactos que mantenemos con nuestros colegas europeos y estadounidenses invariablemente apostillamos siempre que hay que influir sobre los bandos ucranianos con un talante constructivo en lugar de instigarlos hacia acciones que hagan fracasar el proceso de paz.
Pregunta: En estos momentos se habla de una nueva "guerra fría" entre EE.UU. y Rusia. Según Rusia, ¿qué se debe hacer para mejorar y restablecer las relaciones con EE.UU. a fin de volver a la situación en la que estaban estos últimos años?
Serguéi Lavrov: En las conversaciones de pasillo de esta sesión hemos comentado lo de la nueva "guerra fría". He tenido encuentros con diferentes grupos regionales de países –africanos y latinoamericanos. Ha habido quien ha afirmado entre mis colegas que ahora sí que está del todo claro que la "guerra fría" nunca terminó. Los vencedores de esta guerra (tal como usted recordará, se anunció el "fin de la historia"), no han renunciado jamás a aprovechar la situación a favor de sus intereses geopolíticos, a pesar de las declaraciones de igualdad, mutuo beneficio, consideración de los intereses mutuos, indivisibilidad de la seguridad, etc.
¿Qué hay que hacer para mejorar las relaciones con EE.UU? No somos nosotros los que las hemos empeorado. Como tampoco fuimos quienes las emporaron durante el "caso de Serguéi Magnitski" o cuando nos "cayó del cielo" Edward Snowden y los estadounidenses se ofendieron hasta el colmo precisamente con Rusia, hasta el punto incluso de tomar la decisión de cancelar la visita del Presidente de EE.UU., Barack Obama a Moscú en la víspera de la cumbre del G-20 en San Petersburgo. No las hemos empeorado nosotros, más bien hacemos y seguiremos haciendo todo lo posible para mantener los canales de comunicación pues entendemos lo mucho que está en juego dependiendo del "clima" de las relaciones entre Moscú y Washington.
No hemos sido nosotros quienes hemos suspendido la Comisión Presidencial ruso-estadounidense que había creada, en la que intervenían como coordinadores el Secretario de Estado de EE.UU. y el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia y en la que trabajaban del orden de 20 grupos de trabajo. En este momento está "congelada" por iniciativa de la parte estadounidense. En un principio, no se sabe por qué, desmantelaron el grupo de trabajo para el diálogo con la sociedad civil, y luego todos los demás, incluyendo los dedicados a la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, es decir, grupos que se ocupaban de cuestiones que tienen una incidencia práctica y de los que los estadounidenses están dispuestos a prescindir en el afán por castigarnos.
No vemos la necesidad de adoptar ninguna medida. Nosotros estamos dispuestos a trabajar con honestidad y en pie de igualdad. Se nos intenta mandar señales –pactemos los criterios que tenéis que cumplir y después iremos retirando poco a poco las sanciones. No es un planteamiento serio. Me sorprende que personas que se dedican a la diplomacia puedan presentar semejantes propuestas. Rusia está dispuesta a trabajar con todo el que esté dispuesto a ello sobre la base de la igualdad y la consideración de los intereses mutuos. En cuanto nuestros socios maduren, les daremos la bienvenida.
Pregunta: El mes que viene, el Presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, tiene programada una visita oficial a Belgrado. ¿Qué finalidad tiene esta visita? Serbia tiene previsto firmar con la Unión Europea el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. ¿Qué opina usted ante la perspectiva de la incorporación en la OTAN de Montenegro, Macedonia y, en particular, Bosnia-Herzegovina?
Serguéi Lavrov: La visita del Presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin se ha hecho coincidir con el 70º aniversario de la liberación de Belgrado de los fascistas. Respetamos la memoria de aquella guerra y de nuestros compañeros de armas del pueblo serbio y otros pueblos de Europa. La participación en los correspondientes actos en la capital serbia será el momento central y solemne de la visita.
Indudablemente, compartimos con Serbia un importante caudal de proyectos conjuntos –económicos y en inversiones. Hay temas que tratar y es necesario estudiar qué otras tareas se pueden marcar para seguir profundizando en nuestra asociación.
En las relaciones de Serbia y la Unión Europea partimos de la premisa de que Belgrado tiene interés en llegar a acuerdos con Bruselas que no vayan en detrimento de nuestras relaciones en los ámbitos económico, comercial y de las inversiones. Nuestros amigos serbios hablan de ello abiertamente y existe el diálogo entre nosotros al respecto. Llegado este punto, no albergamos ningún tipo de dudas.
Creo que es un error la ampliación de la OTAN. En cierto modo, se trata incluso de una provocación, de una política irresponsable que socava el compromiso de construir en Europa un sistema único de seguridad igualitaria e indivisible para todos, independientemente de quién entre o no en un bloque político-militar determinado.
Cuando desapareció el Pacto de Varsovia, sé que en Occidente hubo quienes propusieron en serio dar un paso radical –no tanto como disolver la OTAN, pero sí traspasar la carga principal del trabajo para garantizar la seguridad político-militar en Europa a la OSCE. Ahora sería una organización completamente distinta y, por supuesto, sería una historia totalmente diferente en el contexto de lo que está sucediendo ahora- igualdad de todos los miembros con plenos derechos en unos acuerdos jurídicos vinculantes sobre una seguridad indivisible. Finalmente, todo fue por otros derroteros. Las aseveraciones que se dieron sobre la no ampliación de la OTAN y después de la no reubicación de los contingentes militares en los territorios de los nuevos miembros (de la alianza) se quedaron en palabras y papel mojado. Es una pena. La incapacidad para negociar constituye hoy en día otro de los tremendos problemas que acompaña a la incapacidad para contemplar colectivamente los problemas globales que existen. Domina constantemente la tentación de agarrarse a los síntomas y lanzarse a combatirlos.
Pregunta: ¿Qué opina de la posibilidad de que Georgia ingrese en la OTAN? Ayer en la entrevista que concedió a "USA Today", el Secretario General de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen afirmó que Rusia tiene un plan de acción para presionar y controlar a sus socios cercanos y también que Rusia considera a la OTAN, no como un socio, sino como un rival. ¿De qué estamos hablando, que respondería usted?
Serguéi Lavrov: Anders Fogh Rasmussen ha dicho tantas cosas tras su decisión de dejar este puesto que apenas me da tiempo a seguir todas sus declaraciones. En gran medida, no habla como un funcionario responsable de la coordinación del trabajo de la Secretaría de la OTAN, sino como un personaje político internacional. Yo no añadiría nada más a mi respuesta.
En lo que se refiere en general al problema de la ampliación de la OTAN, he dicho todo lo que tenía que decir al contestar a la pregunta anterior. Creemos que es un craso error, así como rehusar a los compromisos políticos que se asumieron a principios de la década de 1990 y posteriormente.
Pregunta: Ayer, Francia propuso limitar el derecho de veto de los miembros permanentes del CS de la ONU, declarando que, de lo contrario, el trabajo de este órgano quedaría de hecho paralizado. ¿Está dispuesta Rusia renunciar a sus privilegios para desbloquear el trabajo del Consejo de Seguridad de la ONU? ¿Qué actitud tiene Rusia ante la posibilidad de que la operación de EE.UU. y sus aliados en el norte de Irak vaya a pasar a la fase terrestre?
Serguéi Lavrov: En lo que respecta al derecho de veto, estamos dispuestos a discutirlo, pero difícilmente conducirá a nada ya que, en primer lugar, el derecho de veto está consolidado en la Carta de Naciones Unidas y no veo ninguna posibilidad de cambiar la Carta de Naciones Unidas en esta parte por todo un conjunto de razones, y no solamente porque sea la postura de Rusia. En segundo lugar, aunque admitamos hipotéticamente que se empezara algún tipo de negociación y la búsqueda de una solución en virtud de la propuesta de Francia, en la práctica es imposible imaginarlo. ¿Cómo se tendría que redactar? Estamos hablando de renunciar voluntariamente al derecho de veto en situaciones que están relacionadas con una violación terrible y a gran escala del derecho humanitario internacional, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra. ¿Quién y cómo se va a determinar el nivel de sufrimiento de la gente por la que hay que renunciar voluntariamente al derecho de veto? ¿Cien, doscientas mil personas? Permítame que le recuerde esta frase: "la muerte de una persona es una tragedia, la de mil, es ya una estadística". Algo así no es realista sencillamente. Con todos mis respetos hacia los motivos que han llevado a Francia a promover esa idea, no veo que pueda funcionar.
Pregunta: Hace poco se celebraron las elecciones para el Parlamento Europeo. El próximo mes, la Ministra de Asuntos Exteriores de Italia, Federica Mogherini pasará a ser la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores. Se observó cierta resistencia previa a la presentación de su candidatura ya que se consideraba que tendía a favorecer a Rusia. ¿Qué espera de Europa? ¿Qué va a hacer para resolver la situación en Ucrania con la participación rusa? ¿Tiene alguna recomendación que dar como primer paso encaminado a mejorar las relaciones entre Europa y Rusia?
Serguéi Lavrov: En pocas palabras, con su pregunta he entendido que cualquier personaje que se considere pro ruso no tiene ninguna posibilidad de hacer carrera en la Unión Europea. Por consiguiente, dado que ha sido nombrada, no es posible inscribir a Federica Mogherini entre las personalidades pro rusas. ¿No es así?
En realidad, no es sino una interpretación desfigurada de lo que está ocurriendo. Tenemos muchos amigos en Europa. Italia es uno de ellos, como lo es Francia y Alemania… No quiero ofender a nadie. Hay muchos países con los que disfrutamos de unas cordiales y buenas relaciones. Acusarles por ello de "ser pro rusos" no es serio en mi opinión. No es sino una muestra del nivel al que llega la política en ocasiones en ciertas partes de Europa y a veces en Bruselas.
No tengo intención de dar ningún consejo a Federica Mogherini. Es una mujer con bagaje, que entiende perfectamente los intereses de su país, al que representa en este momento en calidad de Ministra de Asuntos Exteriores, y que tiene la suficiente experiencia como para representar los intereses de la Unión Europea en general.
Espero fehacientemente que los intereses de la Unión Europea no se cambien o se sustituyan por los intereses de las personas que están trabajando en el cuartel general de la UE, en el Servicio de Acción Exterior y en la Comisión Europea en Bruselas. Es una cuestión que hay que resolver con los miembros de la Unión Europea. Muy a menudo decimos la Unión Europea, pero en la práctica resulta que es la posición de la Comisión Europea o incluso de uno o dos comisarios europeos.
Tenemos por ejemplo al Reino Unido, que plantea sus propios reparos. En Ucrania, el expresidente, Víktor Yanukóvich, aplazó la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea y le derrocaron, en cambio el Reino Unido quiere modificar sus derechos dentro de la Unión Europea y se considera que es normal, correcto y respetable.
Es asunto de la UE y, en este caso, no podemos dar ningún consejo, únicamente podemos reafirmarnos en nuestro interés por que la Unión Europea resuelva sus problemas para estar unida y hablar con voz propia en los asuntos económicos y en la política internacional y para que la UE siga siendo nuestro socio. Valoramos la asociación estratégica con la Unión Europea, tal como queda reflejado en los correspondientes documentos. Nuestros intercambios comerciales crecen a un ritmo continuo y existen multitud de proyectos conjuntos en perspectiva, entre los que se incluyen proyectos de alta tecnología. Estoy seguro de que los intereses profundos de la Unión Europea y Rusia requieren despejar del camino cualquier obstáculo artificial y traído desde el exterior para seguir desarrollando nuestra asociación mutuamente beneficiosa.
En cuanto a la pregunta sobre qué tiene que hacer el Servicio Europeo de Acción Exterior para favorecer la regularización de la crisis en Ucrania, le respondo: no interferir y apoyar las posturas que quedaron fijadas en los documentos, firmados además con la participación de la UE y algunos de sus Estados miembros como Francia y Alemania. En el mes de abril, la Unión Europea, junto con Rusia, EE.UU. y Ucrania firmó la Declaración de Ginebra, que ya hemos mencionado, en la que se proclama el compromiso de las autoridades de Kiev de iniciar inmediatamente un proceso político inclusivo, transparente y responsable, con la participación de todas las regiones y fuerzas políticas con el fin de elaborar una reforma constitucional. Insisto, esto fue en abril, aunque, desde luego, habría que modificar la expresión "iniciar inmediatamente" a la vista de los hechos. Propusimos que se ratificara esta declaración en la OSCE y en el Consejo de Seguridad de la ONU. Nuestros socios occidentales, incluyendo EE.UU. y los miembros de la UE, se negaron. Por tanto, primero es preciso no interferir y, segundo, si se ha llegado a un acuerdo, hay que cumplirlo. Tiene que ver con la falta de capacidad para negociar.
Desde abril, se han celebrado dos o tres "mesas redondas", pero no cumplieron las condiciones escritas en la Declaración de Ginebra –garantizar un diálogo inclusivo con la participación de todas las regiones y todas las fuerzas políticas. Más vale tarde que nunca. A pesar de la resistencia desde abril hasta septiembre, alentada además por ciertos países de occidente, los bandos ucranianos pudieron sentarse en la mesa de negociaciones por fin –así se consiguieron los acuerdos de Minsk que fueron acogidos por todos enseguida. Hasta ese momento, Occidente no quiso entablar ese diálogo y pretendía reprimir por la fuerza a quienes defendían sus derechos en el sureste.
Pregunta: ¿Cuál es el papel del "cuarteto" y del CS de la ONU para resolver la situación en Palestina y en la Franja de Gaza? ¿Debería haber intervenido antes el Consejo de Seguridad o es ahora cuando tiene que actuar?
¿Podría comentarnos también la marcha de las conversaciones del Grupo 5+1 sobre Irán? Hemos escuchado muchas valoraciones de EE.UU. y a veces nos llegan las europeas. ¿Cuál es la posición de Rusia en esta cuestión? ¿Cómo se está llevando a cabo el proceso de paz? ¿Se completará en noviembre?
Serguéi Lavrov: En relación con las negociaciones sobre el programa nuclear iraní mantengo un cauteloso optimismo. Si nos fijamos en todo el conjunto del trabajo realizado según el texto, estamos muy cercanos (de completarlo). Sin embargo, están pendientes todavía las secciones que se refieren a lo más difícil. El diablo está en los detalles. Tengo la sensación de que todos los que participan en el proceso tienen interés en que sea eficaz. El 24 de noviembre es el plazo que se ha fijado a sí mismo el equipo negociador y hasta entonces tenemos tiempo. Haremos todo lo posible para resolver todos los flecos que quedan, pero es fundamental que se resuelvan las cuestiones con la aceptación de todos.
En lo que se refiere al problema palestino, en mi opinión, su cronicidad es uno de los factores más importantes que abre la puerta a que los extremistas recluten en sus filas a jóvenes y les inculquen la idea de que es imposible que ningún proceso de paz consiga hacer justicia. Les dicen que hace 70 años se les prometió un Estado y les engañaron. Son las tesis que circulan. Sabemos cómo se recluta a los extremistas en las filas del "Estado Islámico" y demás organizaciones terroristas.
El "cuarteto" fue una invención muy útil. Sin embargo, en los últimos años de su trabajo, hemos propuesto en repetidas ocasiones ampliar su composición, y junto con la ONU, la Unión Europea, EE.UU. y Rusia, como mínimo, garantizar la presencia de la Liga Árabe (LA). Por regla general, los contactos del "cuarteto" con la LA se han reducido a que, tras sus sesiones y aprobación de documentos, han invitado a los representantes de la Liga que "esperaban en el pasillo" y les han leído las decisiones del "cuarteto". Es feo y básicamente contraproducente. La Liga de Estados Árabes tampoco es una estructura sencilla y alberga puntos de vista divergentes. Pero si todos pensaran de forma unánime, entonces no sería necesaria en absoluto una labor diplomática. La LA tiene que participar en el proceso. Es autora de la Iniciativa de Paz Árabe, que en su momento fue propuesta por el rey de Arabia Saudí y que, por cierto, tuvo el respaldo no solo de los árabes, sino también de la Organización para la Cooperación Islámica (más de 50 países). Estoy convencido de que la Iniciativa de Paz Árabe es la clave para que se cumplan las resoluciones que fueron adoptadas en la ONU y en el marco de otros procesos, como los principios de Madrid, entre otros.
El "cuarteto" lleva sin reunirse ya un año. Sabemos que las partes acordaron trabajar por mediación de Estados Unidos y pidieron un plazo de nueve meses para tratar de conseguir un resultado. No tuvo éxito. Después, toda nuestra atención se volcó en "extinguir el incendio" en Gaza. Gracias a Dios, ahora, sobre todo por mediación de Egipto, se ha conseguido establecer una tregua estable (toco madera). También por mediación de Egipto se ha logrado promover en la práctica el restablecimiento de la unidad palestina entre Fatah y Hamás, sin la cual ningún tipo de negociación daría un resultado estable en lo que se refiere al problema palestino.
Nos gustaría que el "cuarteto" se reuniera "al margen" de la sesión de hoy. Algunos de sus socios han dicho que pueden tratar de reunirse pero que no podrán aprobar ningún documento y será considerado por todos como un fiasco. Creo que son temores injustificados. En la situación actual, en la que han sucedido y siguen sucediendo tantas cosas, simplemente se trata de reunirse el cuarteto (siendo lo ideal que se invite además a los representantes de la Liga Árabe) y, mirándose a los ojos, sin público, ni periodistas, fuera de las tribunas de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad, compartir pareceres, hablar con franqueza de todo lo que ha ocurrido y lo que se puede hacer para ayudar a salir de este atolladero. No han querido. No importa, seguiremos trabajando. No tiene que ser necesariamente como parte del "cuarteto". Yo creo que un formato con la participación obligatoria de la Liga Árabe sería muy pertinente.
Pregunta: ¿Qué comentarios puede hacer sobre las causas de la persecución de los tártaros de Crimea? ¿Hay algún plan de deportación semejante al que aplicó Iósif Stalin en 1944?
Serguéi Lavrov: No le puedo responder a su pregunta concretamente porque no sé de qué persecuciones me está hablando.
En lo que se refiere a la situación de los tártaros de Crimea, son ciudadanos de la Federación de Rusia y están sujetos al trato correspondiente como cualquier otro ciudadano de nuestro país. No he oído que exista ningún problema grave. Ha habido casos en los que han aparecido en Crimea signos de actividad extremista. Dada la situación, se han adoptado medidas de protección legal, como en cualquier otro lugar de la Federación de Rusia en las que hay conatos de extremismo.
No hay ningún plan de deportación, ni tampoco a nadie se le ha pasado por la cabeza. Permítame que llame su atención sobre el hecho de que, después de que se celebrara el referéndum en Crimea y de que una abrumadora mayoría de la población local aceptara la correspondiente decisión ejerciendo su libertad de voto, una de las primera leyes tras la incorporación de Crimea en Rusia fue el establecimiento de tres idiomas oficiales, entre ellos el crimeo-tártaro, que obtuvo el estatus de oficial que nunca había tenido mientras formó parte de Ucrania.
Cuando, tras el desmembramiento de la URSS, Crimea pasó a formar parte de Ucrania, se aprobó allí su propia constitución que proclamaba su autonomía. Después, las autoridades de Kiev retiraron la mayoría de estos privilegios y derechos fijados en este documento. Durante estos años no se ha resuelto nunca el problema de la apropiación ilegal de las tierras. Los tártaros de Crimea regresaron a su patria histórica desde otros países y, no teniendo dónde vivir, simplemente, se apropiaron de las tierras. Este problema se había acumulado y estaba al borde de estallar. La segunda ley de las autoridades rusas después de su unión fue una amnistía para todos los que habían hecho una apropiación de las tierras. Se ha eliminado esta tensión. Me atrevo a asegurarle que vamos a garantizar los derechos del pueblo crimeo y de todos los habitantes de Crimea y de la Federación de Rusia en general. Esa es nuestra política.
Se han celebrado en Crimea las elecciones para los órganos del poder legislativo y ejecutivo, que han transcurrido con normalidad. Los ganadores son personas conocidas por la gente y que abordan su trabajo con responsabilidad. Estoy convencido de que Crimea simplemente sacará partido de todo lo que ha pasado.
Pregunta: En Ucrania, se han descubierto fosas comunes en los lugares donde permanecieron las tropas del gobierno. Está en marcha una investigación, en las tumbas hay decenas, puede que centenares de personas. Hay datos que apuntan a que entre ellas puede haber civiles. Se ha anunciado que la OSCE está lista para llevar a cabo una investigación independiente sobre estos hechos. Hoy ha aparecido la noticia de que la ONU tiene intención de realizar su propia investigación. ¿Ha tenido tiempo de comentar este tema con sus colegas?
Serguéi Lavrov: Por supuesto. He hablado sobre esto con el Secretario General de la ONU, con el Secretario General de la OSCE y con el Representante actual de la OSCE. Los colaboradores de la misión especial de observadores (OSCE) que trabajan en Ucrania, han visitado al menos parte de las fosas descubiertas. No estoy seguro de que puedan visitarlas todas. Tienen el encargo de la dirección de la Organización de tener en cuenta en sus informes la investigación que se va a llevar a cabo.
El último informe presentado por la misión en Viena ya incluía información sobre la visita a estas tumbas y, según los primeros indicios, se confirma que se trata de civiles que fueron disparados a quemarropa y que pudieron ser sometidos a actos de violencia antes de su muerte. Todo esto nos preocupa mucho. No podemos acusar a nadie mientras no tengamos los resultados de la investigación. Pero vamos a empeñarnos en que se lleve a cabo y que sea transparente, imparcial y no corra la misma suerte que la de las tragedias cuyos culpables se trata de proteger, o que no se investigan en absoluto. Me estoy refiriendo al "caso de los francotiradores del Maidán", la tragedia de Odessa y Mariúpol, el derribo del "Boeing" de Malasia y otras muchas. Se anunció la creación de una serie de comisiones para investigar todos estos incidentes –ucranianas e internacionales. Para la investigación del "caso de los francotiradores" se encargó del trabajo el Consejo de Europa, pero no se ve su actividad sobre la cuestión. Para nosotros es un tema muy serio, no solamente porque haya que demostrar algo a alguien –decir, mira, qué malvadas son las fuerzas de seguridad de Kiev. En primer lugar, cualquier crimen, sea quien sea quien lo cometa, debe ser investigado y debe prevalecer la justicia. En segundo lugar, desde el punto de vista de la política en la práctica, la reconciliación nacional es la clave de la solución de la crisis ucraniana. Sin esclarecer los hechos, será muy difícil apaciguar a los familiares que quieren saber la verdad y llegar a una reconciliación nacional. Así pues, en el trabajo diplomático en la práctica tenemos en cuenta, no solamente los aspectos morales de todas estas tragedias, sino también las labores pragmáticas.
Pregunta: El componente militar del Acuerdo de Asociación de Ucrania con la Unión Europea, que se negó a firmar el Presidente Víktor Yanukóvich significaba una unión tácita de Ucrania a la OTAN y la participación en sus operaciones, lo que sería un paso más para rodear a Rusia con las bases militares de la Alianza. ¿Se podría considerar dicho documento un acuerdo militar enmascarado bajo el acuerdo económico? ¿Ha surgido este interrogante en las conversaciones del Presidente Vladímir Putin y suyas con el Presidente Petró Poroshenko?
Serguéi Lavrov: No creo que el Acuerdo de Asociación de Ucrania con la Unión Europea contenga cláusulas que conduzcan al ingreso de Ucrania en la OTAN. Incluye una sección político-militar que propone la asistencia por parte de la Unión Europea para llevar a cabo una reforma del área de seguridad y dirigida en los consejos de Ucrania. Según este acuerdo, Ucrania debe adaptar su legislación (según los estándares de la UE), lo que incluye el control de las exportaciones, el comercio de productos de doble uso, etc. Pero todo esto se realiza dentro del contexto de las relaciones militares entre Ucrania y la Unión Europea. En lo que respecta a la OTAN, en Ucrania existe una ley que establece su estatus como país no aliado. Partimos de la base de que este es uno de los elementos más importantes que garantizan la seguridad europea.
He mencionado ya lo que opinamos de la ampliación de la OTAN. Es una actividad completamente absurda y provocadora que socava el papel de las instituciones globales europeas, que mantiene las líneas divisorias y que las hace avanzar hacia oriente con el desarrollo de infraestructuras militares
En cuanto a la pregunta sobre las bases estadounidenses. He visto en Internet una composición fotográfica en la que sale representado un mapa de la Federación de Rusia junto con los países vecinos y la indicación de las bases estadounidense con el letrero: "Rusia demuestra su insolencia al acercar tanto su territorio a nuestras bases militares." Naturalmente que es una broma. Pero estamos obligados a tener todo esto en cuenta en nuestros planes militares. No vamos a permitir una nueva carrera de armamentos. Pero cuando nos dicen que el sistema del escudo antimisiles no es contra Rusia… Tenemos militares cualificados que entienden que pinta tiene todo esto y como se proyecta en nuestras posibilidades de garantizar la propia seguridad. Es más, cuando se preparó la cumbre de la OTAN en Gales, los países del Báltico y los representantes de Polonia se fueron de la lengua y empezaron a exigir grabaciones en los documentos finales de que el sistema antimisiles creado les garantiza la protección frente a Rusia. La mentalidad de "guerra fría" lamentablemente, no se despega de nuestros socios de la OTAN, aunque son perfectamente conscientes que los intentos de imponer a Ucrania el estatus de país dentro del bloque supone una seria amenaza para la estabilidad europea. Lo entienden de maravilla. El hecho de que ahora Arseni Yatseniuk y otras personalidades en Kiev traten de cambiar el estatus de Ucrania como país no alineado y emprender la senda de su ingreso en la OTAN procede del soplo de alguien. Pero no tengo ninguna duda y sé con toda seguridad, por las conversaciones con mis colegas, que una abrumadora mayoría de países occidentales, incluyendo los más importantes, comprenden a la perfección la inaceptabilidad de un enfoque así desde el punto de vista de la configuración de una arquitectura de cooperación de toda Europa.