14:32

Discurso y respuestas a preguntas ofrecidas por el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, durante la mesa redonda con participantes del Club de Apoyo de la Diplomacia Pública Alexander Gorchakov por videoconferencia, Moscú, 21 de abril de 2020

593-21-04-2020

Agradezco a la Fundación de Apoyo de la Diplomacia Pública Alexander Gorchakov que me invitó a participar en la discusión que, como entiendo, abre un ciclo de conferencias que la Fundación celebrará online.

La vida obliga a buscar las posibilidades creativas de continuar discusiones sobre el futuro de la humanidad. En la coyuntura actual son muy acuciantes.

El coronavirus que pasó a ser una seria prueba para todos los Estados, muchas organizaciones internacionales debe impulsarnos a entender qué pasa en el mundo, entender cómo vivir, adónde ir para garantizar un futuro pacífico, seguro y estable de la humanidad.

Se hizo claro hace mucho y la pandemia lo confirmó de forma muy clara que vivimos en un mundo interdependiente, intervinculado. En las condiciones de libre desplazamiento de personas, capitales, servicios y productos en el planeta, las amenazas se desplazan libremente también, inclusive el terrorismo, el narcotráfico, otras formas del crimen organizado, la amenaza de proliferación de armas de destrucción masiva y ahora también la amenaza de pandemia que desconoce fronteras y de la que es imposible aislarse.

Está claro que en esta coyuntura se necesitan actitudes conjuntas respecto al desarrollo de relaciones internacionales. Las teorías y prácticas del hegemonismo, dominio son inoportunos en el siglo XXI. El mundo avanza por el camino de formación de un nuevo sistema de relaciones internacionales más justo y democrático, de una arquitectura policéntrica del orden mundial. Esto no se realiza artificialmente sino mediante un auge natural de varias economías, centros financieros. Tras la influencia económica y financiera llega la influencia en el ámbito de política internacional. Observamos tales procesos, ante todo, en la región de Asia Pacífico, América Latina, pero también en África con la potenciación de cuyos recursos muchos vinculan el futuro de la humanidad para un largo período histórico. Los países que muestran tal auge hoy fortalecen sus economías nacionales, capacidades financieras, llevan a cabo una política exterior independiente, orientada a sus intereses nacionales. Cabe reconocer que muchos Estados consiguen resultados positivos e impresionantes.

Los intentos de frenar este proceso que observamos están condenados al fracaso en el plano histórico. Está claro que los países que durante casi una mitad del siglo desempeñaron el papel protagónico en los asuntos internacionales y ahora ven a competidores serios que van fortaleciéndose quieren mantener sus posiciones privilegiadas. Usan con estos fines métodos distintos que no siempre son honestos. Repito que cualesquiera intentos de frenar el proceso objetivo de formación del sistema multipolar están condenados a fracasar. El entendimiento de eso se manifiesta de manera diferente, en particular, en la formación y el funcionamiento del Grupo de los Veinte en que están representados los países del G7 y los países BRICS sin la interacción de que, sin un consenso entre los que es difícil resolver todos los problemas de la economía global, finanzas globales, y la política global.

Otras alianzas de las que forma parte Rusia funcionan conforme al consenso, inclusive la OCS, alianzas integracionistas en el espacio postsoviético: la Unión Económica Euroasiática (UEEA), la OTSC, la CEI.

Parto de que la crisis actual causada por el coronavirus nos obliga a estudiar con una mayor seriedad y de manera más operativa las soluciones que los actores internacionales aplazaron por una u otra razón. En particular, me refiero a los aspectos humanitarios del desarrollo de la humanidad. Un enorme daño a la población de varios Estados lo causan sanciones unilaterales y arbitrarias, así como sanciones impuestas sin el visto bueno del Consejo de Seguridad de la ONU. Ante todo, me refiero a tales países como Irán, Siria, Corea del Norte, otros Estados contra los que se impusieron sanciones arbitrarias y unilaterales de Occidente. Hasta ahora, cuando estos países necesitan urgentemente medicamentos, medios de protección especial para luchar contra la pandemia no pueden recibirlos porque los países occidentales, ante todo, EEUU se niegan a reaccionar a las propuestas de declarar una pausa humanitaria, hacer excepción de todas las sanciones para el suministro de artículos necesarios para luchar contra la pandemia. Esto hace lamentar. Recuerdo que el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, hizo el respectivo llamamiento, igual que la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet. El Presidente de Rusia, Vladímir Putin, propuso en la cumbre del G20 celebrada online la iniciativa de crear los llamados 'corredores verdes' que estén libres de guerras comerciales y sanciones para suministrar medicamentos, alimentos, los respectivos equipos y tecnologías a los países que los necesitan.

Antes de que pasemos a la parte interactiva de nuestra videoconferencia, quisiera recordar un aspecto conceptual de principio en que centramos la atención últimamente. Me refiero a la tendencia que se observa en acciones de nuestros socios occidentales de mencionar raramente el Derecho Internacional hasta su eliminación del habla. En vez del término tradicional 'Derecho Internacional' intentan usar el nuevo: 'orden basado en normas'. Vemos como este concepto se materializa y se realiza en acciones concretas de nuestros socios occidentales, es decir, los asuntos en relación con que Occidente quiere defender sólo su punto de vista y no quiere buscar fórmulas de compromiso se sacan fuera de la incumbencia de la ONU, de organismos universales multilaterales.

Cuando en los mecanismos estables y universalmente reconocidos surge un problema en relación con que Occidente se enfrenta con una resistencia, en muchos casos deja de buscar un consenso y saca este problema y tema fuera de la incumbencia de organismos multilaterales. Me refiero a lo que pasa en la OPAQ y los intentos de cambiar por votación los documentos convencionales consensuados, etc. Vamos a defender los organismos universales que se orientan a la ONU y todo el sistema de relaciones internacionales que se basa en la Carta de la ONU. Todos los principios estipulados en esta Carta, ante todo, la igualdad soberana de Estados, la no injerencia en los asuntos internos de otros Estados, el arreglo pacífico de discrepancias mantienen y hasta aumentan su importancia en la coyuntura actual.

Este año, celebramos el 75º aniversario de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial y el 75º aniversario de la fundación de la ONU. Creo que es un buen motivo para que todos nosotros aunemos nuestros esfuerzos y centremos nuestra atención en el fortalecimiento de los mecanismos universales sin intentar crear organismos deficientes que tratarán de sustituir la diplomacia con tales términos como 'un orden basado en las normas' o la frase recién inventada: 'la unión en apoyo al multilateralismo', es decir, en apoyo a la multilateralidad.

Los que quieren mantener el multilateralismo deben reconocer que el multilateralismo real y únicamente correcto está plasmado en la ONU que posee la única legitimidad. Por eso los adalides del multilateralismo deben llegar a la ONU y llegar a un acuerdo con los demás Estados en vez de emprender intentos de encontrar soluciones de problemas candentes en un círculo estrecho de partidarios y posteriormente imponerlo a los demás como una opinión universal que no tiene alternativa.

Es lo que nos preocupa. Estoy agradecido por tener la posibilidad de hablar hoy sobre estos temas. Siempre tratamos de oír y tomar en consideración los comentarios de expertos y politólogos rusos y extranjeros.

¡Gracias por atención! Estoy listo para seguir trabajando.

Pregunta: Respecto a lo que ocurrió en Libia. Hace ya tiempo que toda persona imparcial reconoció que justamente merced a  la ayuda de la Federación de Rusia, se logró salvar no sólo al gobierno legítimo sino al país como tal. Aparte de Siria, en el área hay otro país en crisis: Libia. En su opinión, ¿podría Rusia adelantar la iniciativa para un arreglo eficaz en Libia, creando una coalición internacional, digamos, con Egipto, Italia y otros países de la zona?

Respuesta: Estamos absolutamente dispuestos a iniciar una interacción  honesta, equilibrada sobre cualquier situación crítica, incluido el arreglo del conflicto en Libia. Ustedes recuerdan cómo había estallado el conflicto cuando nuestros colegas occidentales, los países de la OTAN, abusaron burdamente de la respectiva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Esta resolución se aprobó en 2011 y decretaba explícitamente zona de exclusión aérea sobre Libia con el único objetivo de impedir que la aviación al mando del coronel Gadafi alzara vuelo. La aviación del coronel permaneció en tierra. Para garantizar la observancia del régimen de exclusión aérea, todos los países concernidos fueron apoderados por el Consejo de Seguridad para adoptar todas medidas pertinentes para que la Fuerza Aérea de Gadafi no despegara. En efecto, sus aviones no despegaron. A mi modo de ver, Occidente, actuando de manera burda y descarada, mandó a la aviación de la OTAN a bombardear al Ejército de Gadafi en tierra, poniéndose de hecho del lado de los extremistas (que predominaban allí), empeñados en derrocar el régimen. Esto trajo como consecuencia que Libia se convirtiera en “agujero negro”. Todo un flujo de contrabando de armas, yihadistas, drogas se precipitó hacia el África subsahariana y a la zona Sahara-Sahel. Muchas tendencias terroristas arraigadas desde entonces en África, están vinculadas precisamente con aquel periodo. En dirección norte, vía Libia, cruzaron miles de migrantes ilegales de los que Europa sufre hasta ahora, resolviendo este problema a duras penas. ¿Qué hacer ahora…? Lo digo no para que volvamos constantemente al tema de la culpabilidad. La cuestión de “qué hacer” es no menos importante, y tenemos al respecto un buen entendimiento con nuestros colegas italianos, con muchos otros países europeos y países del área. El entendimiento consiste en que este conflicto carece de solución militar, en que es preciso negociar. Junto con varios países, incluyendo Turquía, Egipto, los EAU, Qatar, Rusia emprende esfuerzos para dar inicio a este diálogo político. Hago recordar que secundamos enérgicamente la labor desarrollada por el entonces Enviado Especial del Secretario General de la ONU para el arreglo en Libia, Ghassan Salamé. Procuramos contribuir al proceso avanzando nuestras propias iniciativas al apoyar el proceso de Berlín, al tratar de propiciar el éxito de la Conferencia de Berlín convocando en Moscú, junto con nuestros colegas turcos, la reunión de los principales protagonistas del conflicto libio: el mariscal Jalifa Hafter, el Presidente del Consejo Presidencial y del Gobierno de Acuerdo Nacional, Fayez al Sarraj, y el Presidente de la Cámara de Representantes en Tobruk, Aguilah Salah. Lamentablemente, en aquella reunión de Moscú no pudimos firmar ningún documento. Ello no obstante, impulsamos el proceso de diseño de fórmulas de compromiso y consenso. Desempeñamos el decisivo papel en persuadir a nuestros colegas alemanes a no desestimar a los representantes de las partes libias a la hora de convocar la Conferencia de Berlín.

Al  principio, no tenían previsto invitar a Fayez al Sarraj ni a Jalifa Hafter ni a ningún representante libio. Ni siquiera a los vecinos de Libia. Mantuvimos intensas consultas con Berlín y logramos persuadir a los alemanes de que sería un error. Como consecuencia, en la Conferencia de Berlín aparecieron los protagonistas en persona de Fayez al Sarraj y Jalifa Hafter, así como los vecinos de Libia, incluyendo nuestros colegas egipcios. Nuestro mensaje principal en la Conferencia de Berlín consistía en que estábamos dispuestos a apoyar cualesquiera resoluciones, siempre y cuando las aprobaran Fayez al Sarraj y Jalifa Hafter. Lamentablemente, durante las discusiones berlinesas no obtuvimos una respuesta directa, por lo cual nos pronunciamos a favor de las ideas expuestas en Berlín, precisando que no se debía imponerlas sino persuadir a las partes a aceptar estos enfoques. Lamentablemente, otra vez tuvimos razón, porque ahora, por enésima vez, queda estancado el cumplimiento de las resoluciones de la Conferencia de Berlín, las hostilidades se han reanudado. Promovemos una iniciativa bien sencilla: impulsar el proceso político. Ghassan Salamé, una persona enérgica, el motor del proceso de Berlín, presentó la dimisión. Ahora cumple las atribuciones del Enviado Especial del Secretario General de la ONU para Libia la estadounidense Stephanie Williams, quien era sustituta de Ghassan Salamé. Creo que es menester nombrar cuanto antes a un Enviado Especial permanente, quien, a nuestro parecer, debe ser oriundo de un país africano que se encuentre en la misma zona que Libia.

Ahora la Unión Europea ha decidido ayudar a controlar la observancia del embargo sobre los suministros de armas a Libia. Es una empresa noble, pero en los últimos meses hemos hablado reiteradamente sobre el particular con nuestros amigos europeos. He hablado con Josep Borrell, con Heiko Maas y con Luigi Di Maio. A mi modo de ver, la Unión Europea debe plantear ante el Consejo de Seguridad: «el Consejo de Seguridad ha decretado el embargo sobre el suministro de armas, es preciso cumplirlo. Nosotros, la Unión Europea, deseamos llevar a cabo otro operativo de control sobre la observancia del embargo que incluye los siguientes componentes. Solicitamos al Consejo de Seguridad respaldar nuestra iniciativa». El hecho de que la Unión Europea eluda por todos los medios exponer sus ideas en el Consejo de Seguridad de la ONU, induce, desde luego, a preguntarse sobre las causas de semejante postura. Espero que próximamente nos las revelen.

Vuelvo a subrayar, resumiendo mi tesis de carácter general acerca de que nos pronunciamos por convocar un foro en que todos los actores externos persuadan a las partes libias a sentarse a negociar. En el pasado, asistimos a los intentos de apostar primero por un bando y luego por otro. Desde que la ONU empezó a promover el arreglo en Libia, mantuvimos contactos con todas las partes libias. Todos estos representantes estuvieron en Rusia, nos reunimos con cada uno de estos políticos en diversos foros multilaterales y ahora hacemos constar satisfechos que aquellos de nuestros socios quienes en las etapas iniciales intentaron apostar por una u otra parte libia, ahora se dan cuenta de que es mucho más eficaz sentarlos a negociar para que lleguen a un acuerdo. Esto es lo que considero que debemos hacer todos en relación con la crisis libia.

Pregunta: Como Usted ha afirmado, desde inicios de 2020, observamos a nivel global una situación de tormenta ideal. ¿Cómo Usted aprecia la influencia de estas tendencias sobre los países de la Unión Económica Eurasiática (UEEA) en general y sobre Rusia y Kazajstán, en particular? ¿Qué medidas debemos adoptar conjuntamente en esta relación?

Respuesta: У Estoy seguro de que sólo juntos los países del espacio postsoviético podrán salir de la crisis actual con pérdidas mínimas. La crisis se desencadenó en el  momento en que todos debíamos dar unos importantes pasos cualitativos (estoy seguro de que esto se hará  realidad) para impulsar la integración eurasiática, donde ya rige la libertad de desplazamiento de personas, artículos, servicios, capitales y donde en las etapas posteriores tenemos previsto levantar las barreras restantes, incluida la organización del mercado energético único dentro de un par de años. Creo que todos estos planes mantienen su vigor, lo que fue corroborado en la reciente cumbre on-line de los países miembros de la UEEA. También  se están preparando encuentros on-line a nivel de jefes de Gobierno y ministros ramales. Estoy convencido de que debemos robustecer sin falta los institutos colectivos, multilaterales. Esto atañe al Banco Eurasiático de Fomento y al correspondiente Fondo Eurasiático que resuelven muchos problemas importantes de los países miembros. De modo que en esta área no hay ningunas sorpresas. Se debe promover una meticulosa labor para robustecer los institutos colectivos. Y, por supuesto, hemos de tomar en consideración las experiencias de otras asociaciones integracionistas instituidas mucho antes que la UEEA. Me refiero, ante todo, la Unión Europea.

Igual como todos nosotros, la Unión Europea atraviesa un periodo nada fácil, pero esta crisis ha coincidido con las acaloradas discusiones en el seno de la UE sobre una correlación óptima entre el funcionamiento de los órganos supranacionales y la responsabilidad de los gobiernos nacionales. Es un problema sumamente importante que genera ásperos debates entre Bruselas y varias capitales también en relación con las incumbencias de las que deberían estar investidos los gobiernos nacionales y aquellas que se deleguen o se hayan delegado ya a los organismos supranacionales, centrales.

Desde luego, lo discutimos también en el seno de la UEEA. Es menester sacar unas lecciones de la crisis para poder aprovecharlas en el futuro. Sería muy útil  saber las soluciones que aplique la UE para trazar las vías de cumplimiento de las correspondientes tareas dentro de la UEEA.

Pregunta: Como Usted sabe, en Polonia a algunos les agrada que las relaciones entre Rusia y la UE sean malas. ¿Podrían normalizarse estas relaciones, ante todo, las económicas durante la crisis después de la pandemia, según usted? Si es así, ¿emprenderán esfuerzos las autoridades polacas para frenar esta normalización? ¿O en esta situación Varsovia decidirá que la economía es más importante que la política?

Respuesta: Gracias, es una pregunta interesante.

Usted ha dicho que en Polonia a algunos les es de agrado que las relaciones entre Rusia y la UE sean malas. Puedo asegurarle que en Rusia hay asimismo los que se alegran de que las relaciones entre Polonia y la UE no sean muy buenas tampoco. Si buscamos las cosas en relación con las que se puede manifestar unaa alegría maliciosa, no será la política sino una politiquería con el fin de satisfacer ambiciones nuestras o ajenas.

Recuerdo bien los tiempos cuando asumí  el cargo de Ministro de Asuntos Exteriores. Nuestras relaciones históricas con Polonia siempre fueron complicadas, mientras en aquel momento tuvimos tantos mecanismos de cooperación con este país cuantos por poco tenemos con algún otro país europeo. Hubo el Comité para la Estrategia de Desarrollo de la Cooperación Ruso-Polaca encabezado por los Ministros de Asuntos Exteriores con la participación de Viceministros de Economía, Finanzas, Comercio, Cultura. Hubo un grupo para asuntos complicados en el marco de que los historiadores se reunieron y discutieron honestamente las páginas tristes o buenas del pasado de los pueblos polaco y ruso. Además, unos brotes de estas relaciones se mantienen hasta hoy. Hace poco, seguramente después de 2014, se publicó un manual ruso-polaco en relación con el período de hace 100 años. Hubo varios artículos conjuntos en este manual. En los artículos en que los puntos de vista no coincidieron se publicaron dos opiniones: de Rusia y de Polonia. Es mejor que acusarnos mutuamente a través de micrófonos sin tener la posibilidad de comunicarnos. Tuvimos una condecoración común de  los Ministros de Asuntos Exteriores de Rusia y Polonia para las personalidades de la cultura. Recuerdo cómo condecoramos juntos con el Ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Radosław Sikorski, a Barbara Brylska y Víctor Yeroféev, en Varsovia. Fue una ceremonia calurosa. Hubo muchas actividades útiles. Ahora todo está congelado, incluido el régimen de viajes sin visado entre la provincia de Kaliningrado y los voivodatos vecinos de Polonia. Creo que es lamentable. Si nos pronunciamos por el mantenimiento de contactos personales, sociedades abiertas (y me parece que las autoridades polacas se pronuncian por esto también) ¿cómo es posible suspender viajes sin visado? Se lo atribuye al hecho que esto estuvo vinculado en mucho a los intereses comerciales: unos compraron algo más barato y lo vendieron posteriormente en su país por un precio más alto. Mientras, las personas se comunicaron.

En cuanto a las posibilidades de salir de esta situación, la Unión Europea  se aproxima cada vez más hacia el momento cuando tendrá que tomar la decisión: revisar los ‘cinco principios’ que Federica Mogherini inventó para las relaciones con Rusia o dejarlos como son (lo vemos y oímos, se lo declara en público). Sé que Polonia se pronuncia por mantenerlos. Muchos otros países asimismo manifiestan la opinión a favor de no hacer cambios. Varios miembros de la UE creen que es necesario mirar a esta situación con ojos abiertos, ante todo, partiendo de los intereses de los pueblos de la UE, la economía de los países de la UE. Estaremos dispuestos a hablar con la Unión Europea en cualesquiera circunstancias. Lo hacemos ahora. Es que varios países aprovechan estos ‘cinco principios’ para bloquear la reanudación de diálogos intersectoriales cuyo número fue más de 20: el sector energético, cultural, los derechos humanos, el transporte, la salud pública, el sector financiero. Celebramos dos cumbres anuales. Hubo el Consejo Permanente de la Asociación (ahora existe formalmente) en el marco de que hubo que estudiar valoraciones en relación con el cumplimiento de acuerdos en todos los ámbitos de cooperación. Todo esto está congelado hoy. Nos acusan, incluidos nos colegas polacos, de que Rusia intenta socavar la reputación de la UE y en vez de mantener diálogo con Bruselas lo mantiene con las capitales de los países miembros: Roma, París, Budapest. No es nuestra mala intención sino se debe a las circunstancias. Si Bruselas congeló todos los canales y las capitales de los países miembros se pronuncian por fomentar las relaciones bilaterales vamos a reaccionar.

Espero que logremos superar el período actual con nuestros vecinos y amigos polacos (tengo muchos amigos en Polonia) y los intentos de inventar motivos para separar a nuestros pueblos no tengan éxito. Les aseguro que reaccionaremos positivamente a todas las iniciativas que sean desideologizadas y partan de los actuales intereses fundamentales de los ciudadanos de Polonia y Rusia.

Pregunta: Como Usted sabe, desde hace varios meses, en EEUU se discute una posible retirada del Tratado de Cielos Abiertos. Es posible que ya en septiembre se publique la declaración oficial de EEUU. ¿Estará dispuesta Rusia a continuar siendo parte del Tratado en caso de que EEUU lo abandone? Si es así, ¿en qué condiciones será posible esto? ¿Pueden influir en esta decisión los socios europeos que forman parte del Tratado?

Respuesta: Es una pregunta acuciante en vista de los plazos que ha mencionado. Los expertos que siguen el desarrollo de la situación creen que Washington ya ha tomado la decisión. Consideramos que esta opinión contiene un grano de la verdad. Sacamos las mismas conclusiones partiendo de nuestros contactos con los estadounidenses, otros miembros de la OTAN y Estados partes en el Tratado de Cielos Abiertos. En caso con el Tratado de Eliminación de Misiles de Alcance Medio y Más Corto (INF) y con el Tratado de Cielos Abiertos, los estadounidenses empiezan a promover enérgicamente (y lo hacen desde  hace mucho) la tesis de que Rusia lo viola. Aunque en este caso, igual que en caso con el Tratado INF,  los estadounidenses no tienen pruebas. No voy a entrar en detalle. Si usted sigue el desarrollo de este asunto, sabe qué fórmulas de compromiso se han encontrado en relación con la reclamación principal que nos planteó Occidente. Me refiero a los vuelos sobre el territorio ruso cerca de las fronteras con Abjasia y Osetia del Sur. Estuvimos dispuestos a satisfacer estas reclamaciones pensando que Georgia abriría su cielo para tales vuelos también. En este caso abriríamos las áreas sobre el territorio de Rusia adyacentes a Abjasia y Osetia del Sur. Este compromiso se alcanzó, pero posteriormente la parte georgiana se negó a cumplirlo y dijo que no permitiría que nuestros inspectores volasen sobre su territorio. Es la única reclamación real que se mantiene artificialmente. Se pudo llegar a un acuerdo al respecto hace mucho, lo que hicimos, Pero nuestros colegas no cumplieron su palabra.

A propósito, los estadounidenses recurren al mismo método en relación con el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCEN). Aunque declararon oficialmente que no iban a ratificarlo, pero usan sus cláusulas para acusar a nosotros y hasta hace poco a China de que violamos el TPCEN. ¿Qué objetivo persiguen? Creo que es el mismo que en el caso del INF. Tan sólo en el caso del INF hubo que justificar el motivo de su retirada de este Tratado y en el caso del TPCEN hay que justificar porque los estadounidenses declararon ya oficialmente que no iban a adherirse a este documento. Lo mismo pasa con el Tratado de Cielos Abiertos. La administración actual de EEUU no puede aceptar que se ejerza cualquier control sobre la actividad militar estadounidense, especialmente cuando este control se ejerce en o sobre el territorio de EEUU.

¿Seguirán otros países el ejemplo de los estadounidenses? Dudo de que lo hagan. Me parece que los europeos entienden que el Tratado de Cielos Abiertos tiene un valor añadido como herramienta de confianza, previsibilidad, transparencia. Lo consideramos en esta calidad. Nuestra reacción a las posibles decisiones de Washington dependerá de cómo esté formulada esta decisión, de su significado. Naturalmente, veremos si algunos aliados en la OTAN seguirán el ejemplo de Washington porque de eso dependerá el valor añadido que tiene el Tratado ahora. Tendremos que ver en qué medida se mantendrá en vista de los planes de EEUU.

Pregunta: En los últimos años, el nivel de aceptación de la UEEA en Kirguizistán viene bajando constantemente, crece la crítica, en particular, en relación con la libertad de desplazamiento de productos y finanzas. Rusia ayuda a nuestros trabajadores inmigrantes, pero el objetivo principal de esta crítica y la causa del escepticismo de la población de Kirguizistán en relación con las perspectivas de la UEEA es la actividad insatisfactoria de nuestras autoridades nacionales. ¿No ha llegado el tiempo para corregir la política de Rusia en los países vecinos, en particular, en Asia Central, según usted?

Respuesta: ¿Corregir en qué dirección?

Pregunta: En dirección de la intensificación del trabajo con grupos, fuerzas políticas.

Respuesta: Entendemos perfectamente la importancia de la cooperación con nuestros vecinos en Asia Central, la región del Cáucaso, los países europeos de la CEI. Vemos que en estas regiones, inclusive Asia Central, empiezan a aumentar su actividad EEUU, la UE, Japón, China, Turquía. Se desarrolló la interacción a cinco bandos más uno donde cinco son los Estados de Asia Central y uno es EEUU, Japón o la Unión Europea. Rusia propuso desarrollar tal cooperación. Nuestros amigos de Asia Central lo respaldaron. Se celebraron ya dos reuniones. ¿Para qué necesitamos nuevas formas y alianzas cuando ya tenemos la CEI, la UEEA, la OCS, la OTSC? Mientras, ninguna de estas alianzas no permiten a Rusia a comunicarse y hablar directamente con todos los cinco países de Asia Central. Creo que tal alianza informal 'cinco más uno' (Asia Central más Rusia) será útil. Se celebraron ya dos reuniones de los Ministros de Asuntos Exteriores en este formato.

En cuanto a la UEEA y la medida en que corresponde a las esperanzas de los Estados partes, sabe usted que hay mucha crítica en relación con la UEEA. Nuestros vecinos bielorrusos promueven tales posturas críticas. La UEEA es una alianza joven, mucho más joven en comparación con la UE. Intentamos aprovechar su experiencia positiva y tomar en consideración los errores cometidos en el proceso de integración. Mientras, nunca será suficiente la experiencia de nuestros colegas extranjeros para resolver todas las cuestiones en la UEEA. Avanzamos paulatinamente hacia la formación de mercados energéticos comunes, es una de las etapas clave, de calidad que alcanzarán nuestras relaciones. Mire de manera objetiva a los beneficios que existen actualmente, no ceda a la tentación de darlos por hecho. Los trabajadores inmigrantes trabajaron antes de la formación de la UEEA también, no hubo nada grave. De vez en cuando se acumularon problemas, se anunció en reiteradas ocasiones la amnistía para los trabajadores inmigrantes, en particular, hace poco.

¿Qué tiene que ver la UEEA con esto? En la realidad, la UEEA legalizó esta situación y permite sacar provecho del desplazamiento libre de la mano de obra a tenor del sólido  marco legal. Prestamos un apoyo importante a Kirguizistán para crear la infraestructura necesaria para garantizar el libre desplazamiento de productos, capitales, servicios y la mano de obra, prestamos regularmente la ayuda humanitaria, en particular, prestamos apoyo para mantener el presupuesto del país. Siempre hay sitio para mejorar. Mientras, si en Kirguizistán se divulga la opinión de que es necesario cambiar algo, no excluyo que es una repercusión del proceso competidor, la competencia por Asia Central a que se adhirieron nuestros colegas occidentales. Consideramos que tal competencia es ineficaz. Sería mejor cooperar para ayudar a los países de Asia Central, inclusive Kirguizistán, Tayikistán que lo necesitan especialmente, ayudarles a desarrollar la economía, contribuir a la estabilidad en el sector agrícola. Estamos dispuestos a esto, pero nuestros colegas occidentales no, lamentablemente. Cuando la UE presentó su estrategia respecto a Asia Central, no contenía alguna mención directa de la OCS, la UEEA ni de la CEI, es decir las alianzas de que los países de Asia Central forman parte. Se mencionaron indirectamente para advertir de la necesidad de controlar la UEEA, la OCS, la OTSC, etc. no obstaculicen la cooperación de la UE con Asia Central. Igual que el programa Asociación Oriental promovido por la UE para los países europeos en el espacio de la CEI y de la región del Cáucaso fue orientado a la competencia, la reducción de la influencia de Rusia en los respectivos países.

Si bajo la influencia de tales programas y concepciones en Kirguizistán se divulga la opinión de que es necesario cambiar algo en relaciones con Rusia, no voy a aceptar la necesidad de tomar en consideración la influencia de tales ideas. Por ejemplo, Rusia y China, en el marco de la OCS y la cooperación que se desarrolla hoy entre la UEEA y los proyectos de China de conformidad con la iniciativa Un Cinturón, Una Ruta intentan aunar sus recursos y esfuerzos para ayudar a los países de Asia Central a desarrollarse de manera armonizada en cuanto a su economía nacional y la transformación de su economía nacional en una parte orgánica de todo el sistema económico conjunto de Asia Central. Ahora elaboramos junto con nuestros colegas chinos y kirguizos una postura común en relación con el desarrollo de la red ferroviaria de Kirguizistán de tal manera que la vía férrea no convirtiese el país en un punto de tránsito en el camino hacia Uzbekistán sino pasase por poblados y contribuyese a la creación paralela de fábricas y fomentar las capacidades económicas.

Si Usted como persona que sigue estos ánimos tiene ideas concretas en relación con la corrección del trabajo de órganos de la UEEA en Kirguizistán o una posible forma más eficaz de cooperación de Rusia con sus colegas kirguizos para profundizar nuestras relaciones, envíenoslas, las estudiaremos con mucho gusto y podremos continuar nuestro diálogo.

Pregunta: Quisiera agradecerle la ayuda que presta Rusia a Serbia en estos tiempos difíciles. El 24 de abril, en el marco de la ONU, se celebra por primera vez el Día Internacional de la Multilateralidad y la Diplomacia por la Paz. ¿Podrá la multilateralidad volver a ser acuciante en el proceso de solución del problema de Kosovo, según Usted?

Respuesta: No supe de este día. Al pronunciar mi discurso introductorio, mencioné la iniciativa de desarrollar la multilateralidad promovida por Alemania y Francia. Sigo con atención esta iniciativa. Si la Asamblea General de la ONU decidió que es necesario celebrar el día que simbolice el apoyo a la multilateralidad y la diplomacia por la paz esto me encanta. La iniciativa franco-alemana de formar un grupo de amigos de la multilateralidad se desarrolla fuera de la ONU poniendo en duda el carácter universal de esta Organización. Creo que la multilateralidad está plasmada en la Carta de la ONU. La multilateralidad basada en los principios de igualdad soberana de los Estados, la no injerencia y la cooperación con el fin de arreglo pacífico de disputas es una exigencia absoluta de la actualidad.

Gracias por la información, voy a tomar nota de cómo se celebrará este día. Aplicaremos esfuerzos para que se celebre a la escala más grande en un futuro y permita llevar los ideales de la multilateralidad a todos los Estados para que podamos aprovechar esta fiesta para fortalecer la ONU en vez de crear mecanismos competitivos para promover ideas dudosas.

Pregunta: Rusia ocupa el tercer lugar en comercio exterior de Georgia. La ausencia de Embajadas y Oficinas de Comercio representa un obstáculo para mayor circulación de capitales, mercancías, servicios y recursos laborales entre nuestros países. ¿Cree usted que se puede hablar de la normalización de las relaciones entre Rusia y Georgia?

Respuesta: Comparto plenamente su interés en que fomentemos l cooperación con Georgia y lo hagamos con la máxima envergadura y beneficio para nuestros ciudadanos y pueblos. No fuimos nosotros los que promovieron la ruptura diplomática. En realidad, tanto en Rusia, como en Georgia sigue funcionando las Embajadas, llamadas secciones de intereses. En Tiflis es la Sección de Intereses adjunta a la Embajada de Suiza, en Moscú, la Sección de Intereses de Georgia, también en la Embajada suiza en Rusia. No tenemos embajadores pero sí, a los jefes de las Secciones con el rango de Ministros Consejeros, si no me equivoco. Esto nos permite mantener las relaciones no sólo a través de nuestros amigos suizos. Hay contactos directos entre Moscú y Tiflis. La vida  se sobrepone a los conflictos.

Desde luego, si fueran embajadas de pleno derecho, se solucionarían con más rapidez y eficacia las cuestiones relativas a la cooperación económica, comercial y cultural, por eso estaremos dispuestos a restablecer las relaciones diplomáticas. Pero como no fuimos nosotros los que anunciaron la ruptura, habrá que esperar a que los colegas georgianos planteen esta cuestión. Las oficinas comerciales también funcionan a base de ciertos acuerdos entre os países. No creo que la apertura de la oficina comercial de repente cambie nada o aporte nuevas ventajas, aunque si se nos propone tal paso, estudiaremos, sin duda, esta opción.

Usted ha mencionado que Rusia es el tercer mayor socio de Georgia en el comercio exterior. Georgia sigue importando el gas ruso con Gazprom. Lamentablemente, la comunicación aérea sigue suspendida pero espero que en un futuro próximo podamos resolver este problema. Lo que nos importa es que no se infle la campaña rusófoba en Tiflis. Los excesos ocurridos durante la Asamblea Interparlamentaria de la Ortodoxia nos obligaron a pensar seriamente en la seguridad de los ciudadanos rusos, por más que luego la parte georgiana aseguraba que la garantizaría.

Sigo con atención las intervenciones de los dirigentes georgianos, incluido la Presidenta del país, Salomé Zurabishvili, quien hace unos días volvió a pronunciarse de forma bastante agresiva sobre Rusia y sus objetivos en la región. Semejantes declaraciones agresivas, desde luego, no ayudan a crear un buen ambiente en la opinión pública. Cuando la Sra. Zurabishvili se mudó desde Francia y ocupó el cargo de ministra de Asuntos Exteriores de Georgia, intercambiamos visitas. Fue con ella con la que negociamos y aprobamos con éxito la evacuación de las dos últimas bases rusas de Georgia. Este acuerdo fue aprobado posteriormente por los mandatarios de Rusia y Georgia, Vladímir Putin y Mijaíl Saakashvili. A base de nuestra declaración se elaboró un documento legal con la participación de nuestros Ministerios de Defensa. Mencionaré un momento curioso que demuestra la capacidad de las partes de ponerse de acuerdo y su interés de entonces de conservar las buenas relaciones. Repito: estábamos negociando la completa evacuación de las bases militares rusas de Georgia. Dos de ellas se habían desalojado tras el acuerdo de 1999, dos quedaban operativas. Se planteó la respectiva cuestión en una de las rondas de las negociaciones y el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, resolvió que, si la parte georgiana no quería mantener esas bases en su territorio, había que evacuarlas. Esto fue lo que se hizo. Formaba parte del acuerdo en cuestión la creación del centro antiterrorista ruso-georgiano en las inmediaciones de una de las bases desalojadas. Se preveía que trabajarían allí especialistas rusos y georgianos. Constituía un símbolo de nuestra asociación: evacuamos las bases que habían perdido ya importancia para las relaciones ruso-georgianas, pero, dado que el terrorismo es nuestro enemigo común (allí está la Garganta de Pankisi y, en general, toda la región entonces estaba revuelta), acordamos crear ese centro. Firmamos todos los documentos, retiramos las bases y la parte georgiana simplemente se negó a cumplir sus propios compromisos para instituir el centro antiterrorista bilateral. Creo que si hubiera respetado los acuerdos conseguidos, podría haber cambiado el curso posterior de los acontecimientos. Habría sido un gesto que consolidaría la confianza y la cooperación en un ámbito muy sensible. Y esto siempre ayuda a acercarse. Estaremos dispuestos a responder a todos los pasos constructivos de nuestros vecinos georgianos. Estamos sinceramente interesados en ello.

Pregunta: El titular de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán, Elmar Mammadyarov, declaró que su país espera de la comunidad internacional unos pasos concretos para implementar la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el arreglo del conflicto armenio-azerbaiyano en torno al Alto Karabaj. ¿Cree que las respectivas instituciones internacionales son capaces de cumplir con estas expectativas, especialmente en el contexto de la crisis actual? ¿Qué mecanismos pueden activar las resoluciones aprobadas pero inactivas?

Respuesta: Las resoluciones en cuestión son documentos bien conocidos, aprobados en plena confrontación armada, que preveían, en primer lugar, el cese total de hostilidades e inicio del arreglo. Sí, confirmaban la integridad territorial de la República de Azerbaiyán, pero también contenían la exigencia de detener la guerra y pasar a las negociaciones. Desde entonces, las partes abordaron las negociaciones en reiteradas ocasiones. Se firmaron los llamados acuerdos de Key West de 2001.  Les siguieron otros acuerdos conseguidos con o sin participación del Alto Karabaj. Ahora se ha consolidado el mecanismo integrado por Bakú, Ereván, el Grupo de Minsk de la OSCE para el arreglo del Alto Karabaj, compuesto, a su vez, por tres copresidentes de Rusia, Francia y EEUU, y el representante del presidente de la OSCE. Es un mecanismo válido y útil. Es el que implementó la exigencia del Consejo de Seguridad de la ONU de  parar la guerra y empezar a negociar.  

Están también los Principios de Madrid, el llamado Documento de Kazán, preparado por Rusia entre 2010-2011. Están los proyectos divulgados en abril del años pasado en la reunión de los cancilleres de Rusia, Armenia, Azerbaiyán con la participación de los copresidentes, en Moscú. Se están discutiendo ahora. Prevén un movimiento paulatino hacia el arreglo, priorizando en la primera etapa la solución de los problemas más candentes: liberación de varias zonas en torno al Alto Karabaj y el desbloqueo de las comunicaciones económicas, de transporte y demás. 

Estoy convencido de que la decisión sobre la firma de estos documentos será un importantísimo paso hacia la implementación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU mencionadas y que, reitero, exigen detener la guerra y empezar a negociar. Hora tenemos que llegar a un acuerdo. Es lo que intentamos conseguir como copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE para el arreglo del Alto Karabaj.

Pregunta: Mi pregunta va sobre Spitsbergen, el famoso Tratado de Spitsbergen firmado en París en 1920, y nuestra confrontación con Noruega. La postura rusa está clara, los intereses noruegos, también. Pero, además de Rusia y Noruega, hay más de 40 países que firmaron este Tratado. Los medios mundiales crean la impresión de que sólo Rusia se opone a Noruega, pero son muchos más los descontentos. ¿Tiene sentido, según usted, de conectar a otros países e intentar crear una coalición en vista de las infracciones del Tratado por parte de Noruega?  

Respuesta: Estoy de acuerdo con usted. De hecho, nunca hemos descartado esta opción. Siempre hemos actuado de forma paralela: dentro de nuestras relaciones bilaterales con los noruegos y pensando en la coalición para proteger el Tratado de 1920.  

Como sabrá Ud., no tenemos establecido un diálogo constructivo con los noruegos. He enviado varios mensajes a mi colega, la Ministra de Asuntos Exteriores de Noruega, Ine Marie Eriksen Søreide, incluido el último del febrero pasado, en el que expresé minuciosamente nuestras preocupaciones,  enumeré los artículos del Tratado que, según nosotros, deberían cumplirse más estrictamente, propuse convocar unas consultas. Que nuestros colegas y vecinos noruegos, cuyo respeto hacia el Derecho Internacional siempre ha sido proverbial, eludan cualquier insinuación a las consultas, no hace su postura más convincente.  

No voy a profundizar pero la posibilidad que ha mencionado usted, la tenemos en mente. Porque entre los que desean defender el Tratado hay los que pretenden obtener sus propios beneficios a partir de los derechos establecidos en el Tratado. Hay los que prefieren aprovecharse de la confrontación entre Rusia y Noruega y esperar el resultados del proceso. Hay también los que quieren que los noruegos nos presionen al máximo creando condiciones para que suspendamos nuestras actividades, como los proyectos turísticos o la extracción de carbón por Arktikugol en Barentsburg. Somos perfectamente conscientes de ello y tenemos en cuenta todo el conjunto de los juegos geopolíticos y el objetivo de proteger el estatus legal de Spitsbergen.

Pregunta: Los ciudadanos de Rusia y Bielorrusia se preocupan por la imposición por parte de la parte rusa y a raíz de la pandemia, del control fronterizo, suspendido dentro del proyecto del Estado de la Unión. Se rumorea que la frontera persistirá, siendo un paso hacia la desintegración de los aliados. ¿Qué opina usted al respecto?

Respuesta: No vemos razones para restablecer la frontera. Nos interesa que el Estado de la Unión se desarrolle en plena conformidad con los principios, objetivos y líneas, fijados por el Acuerdo sobre la institución del Estado de la Unión de 1999. Entre otros principios, recoge los compromisos de las partes de crear condiciones iguales para los ciudadanos de Bielorrusia y Rusia en todos los ámbitos, sea la economía, la cultura, el derecho, etc. En la mayoría de las áreas estos derechos iguales se regulan por los respectivos convenios y acuerdos. Quedan pendientes algunos ámbitos para igualar estos derechos, en particular en lo que se refiere a la asistencia médica para los ciudadanos rusos en el territorio de Bielorrusia (de momento, las condiciones son algo diferentes), los precios de los hoteles. Pero no son las cuestiones más importantes y seguramente se resolverán. 

En cuanto a la frontera, hace dos años y media, cuando nuestros vecinos bielorrusos permitieron entrada sin visado a los ciudadanos de unos 80 Estados, lo hicieron sin acordarlo con nosotros.  Consecuencia de ello, entraban en Bielorrusia sin visado  los ciudadanos de los países que no tienen el mismo acuerdo con Rusia.  Dada la ausencia del control fronterizo entre Bielorrusia y Rusia, el ciudadano que debe solicitar un visado para entrar en Rusia, según lo convenido entre Rusia y su país, no tenía ningún impedimento para entrar en Rusia, ilegalmente en ese caso. Fue entonces cuando propusimos adoptar una política única de visados para Rusia y Bielorrusia para tener las listas comunes de los que tienen prohibida la entrada, redactadas a partir de una base recíproca; los enfoques comunes en cuanto a la suspensión de visados con algunos Estados. Preparamos el convenio en cuestión, que fue rubricado en 2018 y lleva casi un año y medio en espera de suscripción. Nuestro Gobierno ya nos concedió facultades para hacerlo en diciembre de 2018. Creo que la firma de este convenio mitigará las preocupaciones referidas por usted, y privará de razones a los que pretenderían restablecer una frontera reforzada entre nuestros países miembros del Estado de la Unión.  

Creo que nuestros colegas bielorrusos nos comunicarán en breve su postura y confirmarán su disposición de suscribir lo ratificado hace un año y medio. Al menos, recientemente, Bielorrusia firmó un documento con la UE sobre la relajación del régimen de visados y la readmisión. Es un paso útil. Nosotros también tenemos el mismo documento firmado con la UE. Así que la solución del problema mencionado por Usted ya existe desde hace un año y medio. Tenemos las facultades de suscribirlo. Esperamos que los colegas bielorrusos conserven las mismas facultades. 

Pregunta: En caso de una desintegración completa de la Unión Europea, ¿tienen posibilidades sus miembros de ingresar en la UEEA? 

Respuesta: La Unión Económica Euroasiática (UEEA) está abierta para la adhesión de cualquier país que está conforme con sus documentos básicos.  

En cuanto a las perspectivas de la Unión Europea, no me puedo imaginar siquiera la situación que esto suceda.

En cualquier caso, lo más correcto sería entablar los contactos entre la UEEA y la UE. Estas propuestas de discutieron ya en 2015 y siguen discutiéndose en Bruselas. La UEEA, representada por la Comisión Económica Euroasiática (CEEA) presentó las respectivas iniciativas a la Comisión Europea en varias ocasiones. Al principio la reacción fue negativa pero, conforme Bruselas se daba cuenta de que los países miembros de la UEEA delegan numerosas funciones prácticas a nivel supranacional, empezó a mostrarse más abierto al diálogo con la CEEA. De momento, solo en cuestiones técnicas como reglamentos sectoriales, etc., pero algo es algo. Son cuestiones prácticas que pueden servir de punto de partida para intensificar la cooperación. Estaríamos a favor de desarrollar la asociación estratégica en todo el continente euroasiático.  

Eurasia es un territorio inmenso en el que operan la UE, la UEEA, la OCS, gran parte de los Estados de ASEAN. Aquí se localiza la mayor parte del proyecto chino de Un cinturón, una ruta. Por eso, ya en mayo de 2016, en la cumbre Rusia-ASEAN celebrada en Sochi, el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, presentó la iniciativa de crear la Gran Asociación Euroasiática abierta para los países miembros de la UEEA, OSC, ASEAN, para los países de la UE y para la propia UE.

Ubicados en un gran espacio común del Planeta, todos tenemos enormes ventajas. Sería extraño no aprovecharlas promoviendo los guiones de confrontación, como ya mencionadas Asociación Oriental o la estrategia de la UE para Asia Central. Nosotros abogamos por crear una Gran Asociación Euroasiática acumulando poco a poco las áreas de interacción beneficiosas para todos los participantes. Creo que en esta camino la Unión Europea podrá solucionar sus problemas internos con más facilidad, mientras la UEEA estará abierta a la cooperación en intereses de sus propios países miembros.

Pregunta: Al principio ha comentado el tema del mercado común de energía y la necesidad de que los países de la UEEA afronten de manera conjunta las secuelas económicas de la pandemia del coronavirus. Dada esta circunstancia, me gustaría plantear el problema de los precios del gas. Todos sabemos que no es solo cuestión de negocios, sino también, en gran medida, de política. En Armenia y Bielorrusia estamos viendo como Rusia baja los precios a posteriori para los países de la Unión Europea, por ejemplo, Bulgaria, o para el país amigo que es la República de Moldavia. El precio del gas es para dichos países en la actualidad más bajo que para Armenia. Surge la pregunta de ¿por qué Rusia no aplica tal reducción de precios, en primer lugar, para los países de la CEEA, antes que para otros países? Sería un estímulo para que otros Estados se integraran en la UEEA y cooperaran con dicha estructura, viendo que pueden recibir importantes beneficios económicos.

Respuesta: Entiendo su pregunta. Veo cierta lógica, pero deberíamos aplicarla en todos los aspectos. Al contar la República de Bielorrusia con un precio equivalente al precio actual para Armenia, ello era visto como algo que se caía por su propio peso y nadie mencionaba que fuera un asunto político. Todo el mundo decía que así era como tenía que ser. Considero que los aliados deben contar, por supuesto, con ventajas económicas, no me cabe de ello la menor duda. Sin embargo, al colocarse el precio en los niveles actuales, surgen ciertas responsabilidades contractuales. Estoy convencido de que en el momento de considerarse las solicitudes enviadas últimamente por nuestros amigos bielorrusos y armenios, se tienen en cuenta nuestras relaciones de aliados. Sería incorrecto, a mi parecer, acordarse de este factor, al cambiar la situación de signo en comparación con la de hace 3 ó 4 años, en el momento de ser formado el precio en plena correspondencia con los compromisos existentes para aliados.

Hablando de Armenia concretamente, el tema del precio corre a cargo del Ministerio de Energía de Rusia y de la empresa Gazprom. Sin embargo, uno de los problemas de carácter crónico que lleva varios años sin tener solución son las tarifas internas en Armenia que dificultan la aplicación de ventajas máximas en la formación del precio del gas. No entraremos en detalles.

Si hablamos de las relaciones de aliados, creo que deberían manifestarse en todos los campos. Así, en la esfera de la economía contamos con que los procesos judiciales que han empezado en Armenia en los últimos años contra empresas mixtas, incluido el Ferrocarril del Cáucaso del Sur, sean resueltos sin entrar en juego ningún factor impropio de las relaciones de aliados. Estoy hablando con mucha sinceridad, porque hubo varias situaciones complicadas en las que se vieron involucradas las empresas rusas. Espero que dichos casos sean arreglados para mutua satisfacción.

Recientemente, el Presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, ha mantenido una conversación telefónica con el Primer ministro de la República de Armenia, Nikol Pashinián. Ambos líderes han señalado ver vías de fomento de las relaciones de aliados y de cooperación estratégica. Le aseguro que los problemas existentes sean solucionados desde dicha perspectiva.

Pregunta: En nombre de la sucursal siberiana a la Academia de Ciencias de Rusia, me gustaría agradecer al personal del MAE por haber asistido a nuestros científicos de referencia en su retorno de los viajes al extranjero realizados por motivos de trabajo, en concreto, a EEUU.

En estos momentos estamos presenciando la suspensión de proyectos internacionales y de programas de cooperación científico-técnica. ¿Qué medidas tiene previsto adoptar y qué pasos dar el MAE de Rusia, para recuperar los vínculos científicos después de la pandemia de coronavirus? ¿Qué nuevas posibilidades abre esta situación para la diplomacia científica rusa?

Respuesta: El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia no se dedica a vertebrar los vínculos científicos. Siempre los ayudamos, pero son establecidos directamente, al dirigirse a nosotros la comunidad científica de nuestro o cualquier país extranjero, solicitando asistencia en la búsqueda de contactos o en la transmisión a los mismos de algunas ideas y propuestas. Siempre lo hacemos y lo seguiremos haciendo. Sin embargo, por definición no podemos garantizar los contenidos científicos de los contactos de nuestras instituciones académicas con sus socios en el extranjero. Es un asunto que corre a cargo de ustedes.

Si nuestros científicos de Novosibirsk o de algún otro centro científico necesitan nuestra ayuda en la recuperación de los vínculos o transmisión de información, a pesar del desarrollo actual de los medios de comunicación que lo facilita todo, después de que acabe la pandemia o sus secuelas, después de que sean levantadas todas estas limitaciones, se la prestaremos gustosamente.

Verá, es que físicamente no podemos decir “Vayan mañana a Italia o Francia y empiecen a poner en marcha tal o cual proyecto de creación de una vacuna o de algún mecanismo de interacción”. En cuanto ustedes se sientan preparados y así estén sus socios extranjeros, pero haya algún obstáculo para ello, les asistiremos con sumo gusto.

En cuanto a la segunda parte de su pregunta: considero que la diplomacia científica le beneficia a todo el mundo, sin excepción alguna. En unas épocas más tranquilas, antes de que tuviéramos que enfrentarnos a este mal, era vista como parte de la “fuerza blanda”, algo como “por qué no fomentar nuestros contactos, no demostrar lo abiertos e interesantes que somos y lo bien que podemos solucionar problemas difíciles y no ejercer de paso influencia en la situación política”. Me parece que ahora la diplomacia científica está adquiriendo la importancia, en primer lugar, de una herramienta de elaboración de antídotos contra problemas comunes que tienen amenazada a toda la Humanidad. No pierde, por supuesto, su función de contacto entre la gente, pero, más que “fuerza blanda” y un método de influencia de un país en otro país, se vuelve una herramienta de fomento de relaciones de buena vecindad en aras del bien común. Deja de ayudar a unos para lograr sus objetivos a costa de otros. Es por ello porque le brindaremos nuestro enérgico apoyo.

Sin embargo, me gustaría repetir que por supuesto son los científicos quienes tienen que determinar las vías de su desarrollo y las esferas de su aplicación. Si nos tienen al corriente de sus planes, nos sentiremos con más capacidades de ayudarles.

Pregunta: Gracias por la posibilidad de hacer esta pregunta. Me gustaría dedicarla a la neutralidad de la República de Moldavia, de la que seguramente está al tanto y habrá oído hablar mucho. Siempre hemos sido  muy sensibles y lo seguimos siendo en lo tocante a las relaciones entre la Federación de Rusia y la Unión Europea. Cualquier tensión que surge entre ambas partes, afecta enseguida a la situación y a los ánimos en la República de Moldavia, así como en sus relaciones con Rusia. ¿Qué opina de la perspectiva de una neutralidad permanente de la República de Moldavia? ¿Podríamos contar con un apoyo de Rusia en dicha esfera, así como en el refuerzo de este estatus y en su promoción en la arena internacional?

Respuesta: No es que puedan contar con nuestro apoyo, sino que ya cuentan con el mismo. Desde el principio de la etapa postsoviética en la historia de la República de Moldavia, cuando, gracias a los pasos dados por la Federación de Rusia, se arregló el intenso conflicto que ardía en Transnistria, cuando se echaron los sólidos y duraderos cimientos  de este arreglo, fueron elaborados los principios básicos que definen la política de la Federación de Rusia. Consiste en que apoyamos la solución del problema del estatus especial de Transnistria en el marco de una Moldavia íntegra y soberana que garantiza su neutralidad. En otras palabras, esta postura significa dos cosas muy sencillas: no apoyaremos los intentos de arrastrar a la OTAN a Moldavia junto con Transnistria. Queda descartada tal opción. Tampoco apoyaremos los intentos de privar a Moldavia su institucionalidad. Respetando estos dos principios que, a mi modo de ver, corresponden plenamente con los intereses del Estado y pueblo moldavos, puedo dejar garantizado que siempre podremos encontrar una solución para el problema de Transnistria. Si todos los participantes del proceso “5+2” partieran del mismo planteamiento, creo que el problema se habría solucionado hace tiempo. Por desgracia, no es así: algunos de nuestros interlocutores occidentales buscan poner en práctica una agenda bien distinta que es definida, el primer lugar, por su anhelo de fortalecer y ampliar la OTAN.

Pregunta: Con bastante frecuencia se dan casos de ser declarados los periodistas, científicos y representantes de otras profesiones personas non grata en los países de Asia Central. Contamos con el ejemplo del antropólogo ruso, Serguéi Abashin, cuya postura defiere de la postura oficial de las autoridades uzbekas. En una situación muy parecida se ven científicos franceses, azerbaiyanos y de otras nacionalidades en Irán, Pakistán y otros países. Al mismo tiempo, las reacciones del MAE de Rusia son algo distintas de las de sus colegas extranjeros. ¿Le parece que MAE debería limitarse a consultas en este tipo de casos?

Respuesta: A decir verdad, no estoy al tanto de esta situación. Si me manda los materiales, le responderemos. En un principio, el Derecho Internacional y la Convención de Viena establecen que cualquier país está en su derecho de declarar persona non grata a quien sea, sin aclarar las causas. Para que pueda ser más concreto, hágame llegar la información y le haremos llegar sin falta nuestra reacción.

 

Некорректно указаны даты
Дополнительные инструменты поиска